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BorradoSerá la desmemoria de los años, las neuronas que mueren… Será que las cuestiones familiares, la rutina doméstica… O será lo de siempre: la falta de talento. Lo cierto es que sucede algunas noches breves momentos antes de dormirme: una experiencia o huella de mi vida con gracia se ilumina. Salta en seguida el verso que quiere darle forma, o al menos atraparla hasta el día siguiente, pues el sueño ya apaga la conciencia. Pero al día siguiente está todo borrado, el verso y la vivencia; y comienzo otro día enredado en las cosas del presente. 22 Serán devueltos He metido en el sótano dos mil kilos de leña esta mañana; que serán el conjuro en el invierno de la humedad, del frío y la tristeza. Mas si el cambio climático persiste y el invierno no llega, la noche de San Juan no haré una hoguera con estos troncos por rendir tributo a la hoguera mayor. No, sino que devueltos serán al padre bosque; por si algún otro otoño trae la lluvia, y la lluvia las setas, que poblarán mis rajas de chaparro. 23 Sin remedioCada vez que un humano se rebela y acaba con la vida de alguno de los dioses que nos rigen, se obliga sin remedio a ocupar el lugar del abatido; hasta que la Piadosa o Benévola Muerte lo redime. 24 EpitafioLos dioses que mis adioses a la vida le dijera un día de primavera me ordenaron: Que reposes queremos, y que te enloses bajo aqueste mármol recio; y, pues tenémoste aprecio, ponémoste el epitafio: COMO POETA FUE ZAFIO Y COMO HOMBRE FUE NECIO. 25 Garcilaso No me dictes, oh diosa, versos graves ni apuntes a mi cálamo sentencias, sino algunas sonoras ocurrencias parecidas al canto de las aves. No quiero que me llamen, bien lo sabes, filósofo ni mártir de las ciencias, sino que mis humildes menudencias suenen dulces, sencillas y suaves. Si tú me aprecias, díctame italianos endecasílabos. Serán divinos por tuyos; pero por mi voz, mis trinos. Sabes que fui coplero de aldeanos que un día cambió el paso por andar tras el son de Garcilaso. 26 VivoComponer un poema cuando la diosa está de vacaciones; escribir un e-mail a un amigo que ya hemos olvidado; revivir una historia cuando sólo queremos enterrarla: señales son seguras de que aún caminamos por el mundo, de que alienta en nosotros el amor, la amistad o la estulticia. Estoy vivo, proclamo, y ejerzo mi derecho a escribir, a decir, a maldecir, a remover el cieno que me nutre, a ser carne bullente antes de ser estiércol en el campo de mañana. 27 Tus manosA MD Comenzó mi salud cuando a la aldaba de tu puerta llegué: bendito quicio, templo de salvación, umbral propicio que el cuenco de tus manos me guardaba. Tus manos que me alzaron cuando estaba agarrado a un muñón del precipicio. Tus manos, oh tus manos, el hospicio donde todo mi hielo se hizo lava. Tus manos me acogieron en sagrado, curaron mis heridas con caricias, borraron el dolor y el desconsuelo. Súpete al fin el ángel enviado a regalarme un huerto de delicias, a guiarme en mi senda por el suelo. 28 |