¿Cómo “conceptos” como, Ejército Zapatista de Liberación Nacional, identidad y cultura, fobaproa, neoliberalismo y el Tratado de Libre Comercio, pueden ser tan






descargar 39.55 Kb.
título¿Cómo “conceptos” como, Ejército Zapatista de Liberación Nacional, identidad y cultura, fobaproa, neoliberalismo y el Tratado de Libre Comercio, pueden ser tan
fecha de publicación16.06.2016
tamaño39.55 Kb.
tipoDocumentos
l.exam-10.com > Derecho > Documentos
¿Cómo “conceptos” como, Ejército Zapatista de Liberación Nacional, identidad y cultura, FOBAPROA, neoliberalismo y el Tratado de Libre Comercio, pueden ser tan diferentes y al mismo tiempo relacionarse? En el siguiente trabajo les intentaremos explicar la vinculación que mantienen estos conceptos. Retomaremos desde la época de la conquista, en el cual México ha vivido una desigualdad social en la que los pueblos indígenas son los que más han sufrido el dominio cultural, económico y hasta político. En una relación de dominio cultural como la que se ha sufrido desde la llegada de los españoles en el continente americano se pueden identificar dos líneas de pensamiento, que dividen a la cultura dominante y la cultura dominada, la primera la podemos llamar “cultura dominante” y la segunda será “la cultura de resistencia o cultura de la libertad”.

Pero, ¿qué es cultura? Se podría definir como una construcción teórica a partir del conocimiento de los individuos de un grupo. Por tanto nuestro conocimiento de la cultura de un grupo va a provenir de la observación de los miembros de ese grupo que vamos a poder concretar en nuestros patrones específicos de comportamiento (Herrero, 2002).

Pondremos como ejemplo a los indígenas chiapanecos. Para ellos la tierra ha tenido un profundo significado cultural, pues además de su valor económico intrínseco, posee una valoración simbólica y religiosa: la tierra es un ser vivo, es la madre que alimenta a sus hijos, es una divinidad mitológica, y es por lo mismo un fundamento de la identidad del indígena.

Entonces, hablando de la cultura de resistencia y la cultura de la libertad los podemos identificar como aspectos diferentes de un mismo evento: el enfrentamiento a un poder que no se siente como propio. Cuando se hace énfasis de la imposición de normas ajenas al normal desenvolvimiento de la sociedad se habla de la cultura de la resistencia, cuando el énfasis se pone en la superación de la circunstancia que propicia la dominación se habla sobre cultura de la libertad. Así podemos concluir que la cultura de la resistencia y de la libertad son dos términos idénticos, pero en realidad se diferencian (González, 2003).

La cultura de la resistencia se expresa en la totalidad de la cultura como un esquema de pensamiento, que son permeados desde la política, que es su manifestación esencian. En su artículo de “Cultura De La Resistencia: Una Visión Del Zapatismo” Mely del Rosario Gonzales (2003), nos dice: “por cultura de la resistencia entendemos un procesos de elaboración ideológica trasmitida como herencia a determinados agentes sociales que la asumen en forma de rechazo a lo artificialmente impuesto, de asimilación de lo extraño cuando sea compatible con lo propio y, por consiguiente, de desarrollo cultural, de la creación de los nuevos por encima de lo heredado.

Tras generaciones y generaciones de abuso, enredados en una crisis que combinó la falta de tierra con la falta de oportunidades económicas, y sin ver una resolución política, pobladores de comunidades indígenas se organizaron en guerrillas a mediados de 1980. Este descontento en gran parte fue por la entrada en vigor del Tratado Trilateral de Libre Comercio con América del Norte (TLCAN), que prometía llevar a México al estatus de país de primer mundo, pero hubo más sucesos que provocaron la inconformidad, como los dos asesinatos políticos, la devaluación de la moneda nacional y el inicio de una aguda recesión económica y las elecciones presidenciales, todo esto dio muestras de lo ha sido interpretado como la descomposición del orden político hasta ese momento dominante y el inicio de un proceso de transición política.

El zapatismo se presenta al mundo el 1 de enero de 1994, aunque las raíces de la rebelión pueden ser derivadas hace 500 años a la invasión europea de las Américas. Y este encuentra sus raíces modernas en el contexto histórico de la segunda mitad del siglo veinte. El movimiento Zapatista hizo su aparición justo cuando el proceso de “modernización” mexicana en su fase neoliberal se encontraba en la cúspide, en su momento de gloria nacional e internacional. Y gracias a este movimiento estratégico su pensamiento y sus principales contribuciones fundamentales y más positivas al proceso de desarrollo político fueron difundidos con mayor amplitud (De la Rosa, 2006).

La palabra zapatista es flor de canto, In Xóchitl, In cuícalt, flor y canto del que hablaba Nezahualcóyolt, flor de canto, palabra sagrada, vivencia cotidiana de los hombres, como lo dice el poeta náhuatl Natalio Hernández. Flor y canto es la concepción indígena de la vida como acto creativo, la vida como celebración, como acto colectivo de celebración; la vida entonces es danza, la vida es música, la vida es poesía, la vida es pintura, la vida es una fiesta, una fiesta cotidiana (Roco, 2004).

El zapatismo en su máxima expresión, “Ejercito Zapatista de Liberación Nacional”, EZLN, plantea la conformación de un movimiento de resistencia cultural y política en contra de las imposiciones de leyes, que desfavorecen y encarecen aún más la vida de los indígenas chapanecos, que el grito de “Chiapas es México” nos recuerdan los problemas y disyuntivas que se presentan en el país y que, simbólicamente, se consideran como una generalización de lo que pasa en el país.

Para lograr esta nueva forma de sociabilidad en México, el EZLN propone la introducción de una cultura política con nuevos principios, valores y normas democráticos, que respetará el principio de soberanía nacional y a los valores democráticos: la libertad, justicia, dignidad, honestidad, tolerancia e inclusión y respeto a la normatividad vigente, es decir, a la Constitución. Es un proyecto de nación que, por medio de una transición, busca como fin último la construcción de una “nueva democracia radical”, la cual dependerá de que se siga el principio de la soberanía popular y de que los ciudadanos consientes participen en las decisiones políticas por medio de plebiscitos y referéndum, y que definan el tipo de modo de producción o la forma de gobierno (De la Rosa, 2006).

En el discurso zapatista encontramos conceptos claves para entender la propuesta política:

• Poder político: implica el respeto al principio de soberanía popular porque “El problema del poder no es quien sea el titular sino quien lo ejerce, si lo ejerce la mayoría los partidos políticos se verán obligados a confrontarse a la mayoría y no entre sí”. Por eso, las relaciones entre el poder político y la sociedad tienen que ser claras en la medida en el que los gobernantes respeten la voluntad de la mayoría, y los ciudadanos participen en las decisiones del gobierno, para que “quien mande, mande obedeciendo”.

• Democracia: la democracia es aquella donde se sigue el principio de la soberanía popular, sin importar el modo de producción o el tipo de gobierno, siempre y cuando lo decida la mayoría. Las herramientas que propone para crear una nueva relación democrática entre el pueblo y el Estado es el plebiscito y el referéndum, de manera que el pueblo vierta su opinión sobre la conducción política del país, además el gobierno actúe y tome decisiones conforme a lo que decida la mayoría.

• Sociedad Civil: son todos los sectores que conforman la nación mexicana: obreros de la República, los trabajadores del campo y de la ciudad, los indígenas, los colonos, los maestros y estudiantes, las mujeres mexicanas, los jóvenes de todo el país, los artistas e intelectuales honestos, los religiosos consecuentes, todos los ciudadanos mexicanos que no quieren el poder, sino la democracia, la libertad y la justicia para todos.

• Autonomía: implica respetar la libre determinación el indígena es quien debe de decidir qué tipo de gobierno y administración quiere tener. Se refiere a la demanda de espacios de libertad para poseer, controlar y gestionar los territorios que les competen, normar su vida económica, política y social, así como intervenir en las decisiones nacionales que los afecten. Implica crear una nueva relación entre comunidad y Estado (Guzmán, 2005).

Al rebelarse contra el gobierno, los zapatistas se hacen autónomos de estos mismos, creado sus propias comunidades (caracoles) con una diferente manera de gobernar que la que se conocía hasta entonces. La propuesta zapatista denota la idea de un gobierno autónomo (ya mencionado), que supone una vida comunitaria en la que la democracia no sólo se refiere a la elección de las autoridades que son gobierno, sino que es un ejercicio permanentemente vinculado a la práctica cotidiana de los responsables de todos los cargos que la comunidad necesita para organizarse, para producirse como pueblo indígena, como seres humanos. Complementariamente al ejercicio de la autonomía, estas mismas comunidades conciben la democracia como un derecho del cual se deriva la posibilidad de defender otros derechos y con ellos exigir a las autoridades que trabajen buscando el bienestar colectivo en todos los aspectos de la vida comunitaria, incluido el cuidado de la naturaleza: “… buscar el bienestar en lo social, económico, político y cultural, y comprometiendo a cuidar el medio ambiente, los recursos naturales, y el trabajo juntamente…” (Fernández, 2009).

Como ya se había indicado, la aparición del EZLN surge cuando en México llega el neoliberalismo como forma de modernización del país anunciando que este instrumento conduciría al crecimiento económico y social que el país necesitaba, el neoliberalismo continúa con la suscripción del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) entre México, Estados Unidos y Canadá,  en enero de 1994; representando con ello, su entrada a la economía global al conformar la mayor área comercial de Norteamérica (Salas, 2009). Por otro lado, la crisis política desatada por el EZLN en un año electoral (1994) obligó al gobierno de Carlos Salinas a aceptar una reforma electoral que, por primera vez, abrió la posibilidad de que en México hubiera un órgano electoral autónomo que permitiera que el proceso de elecciones pasara de ser una formalidad a algo realmente sustantivo (Mayer, 2004).

Ahora, también mencionaremos en qué consiste el Tratado de Libre Comercio (TLC). Este es un acuerdo comercial regional o bilateral para ampliar el mercado de bienes y servicios entre los países participantes como continentes o básicamente en todo el mundo, busca la eliminación o rebaja sustancial de los aranceles para los bienes entre las partes, y acuerdos en materia de servicios. Este acuerdo se rige por las reglas de la Organización Mundial del Comercio (OMC) o por mutuo acuerdo entre los países. Un Tratado de Libre Comercio no necesariamente conlleva una integración económica, social y política regional, como es el caso de la Unión Europea, la Comunidad Andina, el Mercosur y la Comunidad Sudamericana de Naciones. Si bien estos se crearon para fomentar el intercambio comercial, también incluyendo cláusulas de política fiscal y presupuestaria, así como el movimiento de personas y organismos políticos comunes, elementos ausentes en un TLC. (Rivero, 2002).

Históricamente el primer TLC fue el Tratado franco-británico de libre comercio (o Tratado de Cobden-Chevalier) firmado en 1860.

Los principales objetivos de un TLC son:

  • Eliminar barreras que afecten o mermen el comercio.

  • Promover las condiciones para una competencia justa.

  • Incrementar las oportunidades de inversión.

  • Proporcionar una protección adecuada a los derechos de propiedad intelectual.

  • Establecer procesos efectivos para la estimulación de la producción nacional.

  • Fomentar la cooperación entre países amigos.

  • Ofrecer una solución a controversias.

Regresando a la situación de México, en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, ya existía una crisis económica, la cual esta necesitaba encaminarse hacia la estabilización, ya que se encontraba estancada principalmente por el pago de la deuda externa que obligaba a transferir recursos (divisas) al exterior. En 1992 se anunció la reprivatización de los bancos y la firma del Tratado de Libre Comercio, promoviendo con esto la entrada de inversiones extranjeras al país y que México fuera visto como un país confiable que se adaptaba al modelo neoliberal, en este sexenio fue cuando se desincorporó la mayor cantidad de empresas paraestatales de una manera estratégica, buscando cuidar los recursos de la nación (Rubio, 2006).

La crisis en 1994 cambiaría por completo este panorama, al dispararse las tasas de interés a niveles inusitados, lo que propició que la cartera vencida de los bancos creciera a esos mismos niveles, dejando a la banca en una posición inoperante. El Fondo resultaba insuficiente para la magnitud del problema, así que el Gobierno actuó, comprando sus deudas. El apoyo financiero internacional otorgado a México fue promovido por el gobierno Estadounidense a través del presidente William Clinton, quien impulsó la conformación de un paquete de rescate por 51,159 millones de dólares, el paquete fue llamado Acuerdo Marco entre México y Estados Unidos para la Estabilización Económica de México, firmado el 21 de febrero de 1995 (Martínez, 2005 & Cano, A, Rivero, M. & Martínez C. 2005).

El 3 de enero de 1995 el presidente Ernesto Zedillo anunció el Acuerdo de Unidad para Superar la Emergencia Económica (AUSEE) suscrito por los sectores firmantes del PABEC. Consecuentemente el 9 de marzo del mismo año, el gobierno dio a conocer el Programa de Acción para Reforzar el Acuerdo de Unidad para la Emergencia Económica (PARAUSEE) (Martínez, 2005).

El Fondo Bancario de Protección al Ahorro (FOBAPROA) fue creado en 1990 como parte de las medidas que antecedieron la reprivatización del Sistema Bancario Mexicano. Es heredero de otro fondo similar, constituido para los bancos nacionalizados: el FENAPRE. Se trataba de un instrumento preventivo, "una combinación razonable de protección al ahorro y al erario público e incentivos a los inversionistas, para supervisar el desempeño de las instituciones financieras". Sin embargo, tras la crisis iniciada en noviembre de 1994, el FOBAPROA se utilizó como instrumento correctivo formando parte de los programas para sanear a los bancos cuya cartera era incobrable. Los principales programas de apoyo a los bancos por medio del FOBAPROA, fueron los de capitalización y compra de cartera de créditos de bancos, y los de intervención y saneamiento. El FOBAPROA adquirió derechos sobre una cartera seleccionada por los bancos, aunque éstos mantuvieron la responsabilidad de la cobranza y la administración de los créditos. Los derechos fueron transferidos por los bancos a un fideicomiso administrado por ellos mismos, cuyo beneficiario era el FOBAPROA y, a cambio de estos derechos, los bancos recibieron pagarés a diez años respaldados por el gobierno federal, los cuales devengaban intereses (capitalizables trimestralmente) pero sólo eran liquidables al vencimiento y no eran negociables (Martínez, 2005).

Se decidió realizar trece intervenciones y no declarar una sola quiebra. El FOBAPROA tuvo que aceptar las pérdidas de nueve instituciones intervenidas, que ascendieron a 69,833.6 millones de pesos (MDP) y, adicionalmente, aportó 11,348.1 MDP, como capital necesario para que, una vez saneadas las instituciones, pudieran seguir operando y se vendieran como negocio en marcha. Así, "en vez de que las instituciones fueran deudoras de la nación, la nación se convirtió en deudora de las instituciones bancarias (Cantú, 2003).

A mediados del año 2001, los pasivos del FOBAPROA ascendían a 754,761 millones de pesos, que se sumaban a los 734,344.2 MDP de la deuda pública interna, además de los 82,696.9 millones de dólares de la deuda pública externa. Con la deuda suscrita en el curso del rescate bancario, el gobierno realizó erogaciones en efectivo equivalentes a 168,000 millones en junio de 1999. Los intereses anuales que deberán pagarse por este adeudo heredado del FOBAPROA ascienden aproximadamente a 15,000 millones de pesos, equivalentes a una sexta parte de los ingresos del Gobierno Federal (Cantú, 2003).

Como se puede apreciar en este trabajo se intentó exponer el contexto y la forma en donde conceptos como Ejército Zapatista de Liberación Nacional, identidad y cultura, FOBAPROA, neoliberalismo y el Tratado de Libre Comercio, son causa y efecto uno del otro. Podemos ver cómo desde la era de la conquista los pueblos indígenas ya ejercían una cultura de resistencia en contra de una cultura de imposición como fue la conquista española y cómo después de una espera a la que ellos denominaron “la noche de los 500 año” el zapatismo se presenta al mundo el 1 de enero de 1994, en este acto podemos ver la primera vinculación, ya que es en ese día donde los reflectores de todo el mundo estaban puestos en México porque este comenzaba su viaje al primer mundo con la entrada en vigor del “Tratado De Libre Comercio De América Del Norte” (TLCAN).

La postura del zapatismo es en contra del neoliberalismo y TLHCN que para ellos no era más que la deshumanización el hombre y su tierra como producto, así como también regresar la dignidad que se le había arrebatado a los pueblos indígenas. El plan de acción del EZLN era global, se le invitaba a todas las naciones a formar parte de un nuevo orden en el que los individuos fueran tratados con dignidad y algo más que una mercancía, así como a México se le proponía un nuevo plan de nación.

La porción del EZLN fue tal que logró algunos cambios, el más importante fue la creación de un organismo gubernamental que vigilara el proceso democrático del país. Así también toma relevancia el hecho de que algunas comunidades indígenas se proclamaron independientes y con una forma de gobierno propia que sigue hasta nuestros, días siendo el motivo de esta autonomía el incumplimiento por parte del gobierno del tratado de San Andrés en 1996 por lo que demandaba el EZLN el reconocimiento al derecho público, el poder elegir libremente y democráticamente a sus representantes, también el reconocimiento al derecho a la libre determinación de los pueblos indígenas y el último planteamiento era un nuevo pacto social entre los mexicanos, o entre los pueblos indígenas y el Estado, y el derecho a la diferencia cultural, reclamos que el gobierno aunque formó nunca cumplió.

Referencias:


UNAMc:\users\ciberweb\desktop\untitled.pngc:\users\ciberweb\desktop\images.jpg

“Zapatismo: Lucha por una identidad”

Problemas Socioeconómicos de México

Omar Villeda

2804 B

Muñoz Zarate Blanca Abigail

Rosado Castillo Victor Hugo

Ruíz Torres Diana Eva

Saavedra Pantaleón Felipe De Jesús

Sánchez Morales Daniela

Añadir el documento a tu blog o sitio web

similar:

¿Cómo “conceptos” como, Ejército Zapatista de Liberación Nacional, identidad y cultura, fobaproa, neoliberalismo y el Tratado de Libre Comercio, pueden ser tan iconEn este ensayo tratare de explicar mi identidad basándome en documentos...

¿Cómo “conceptos” como, Ejército Zapatista de Liberación Nacional, identidad y cultura, fobaproa, neoliberalismo y el Tratado de Libre Comercio, pueden ser tan icon¿Cómo pudimos llegar a esto? ¿Cómo pudo ser que un país tan rico...

¿Cómo “conceptos” como, Ejército Zapatista de Liberación Nacional, identidad y cultura, fobaproa, neoliberalismo y el Tratado de Libre Comercio, pueden ser tan iconYo conocí a una chica, era tan bella como el cielo y su belleza era...

¿Cómo “conceptos” como, Ejército Zapatista de Liberación Nacional, identidad y cultura, fobaproa, neoliberalismo y el Tratado de Libre Comercio, pueden ser tan iconTú, Sócrates, ¿por qué guardas silencio tras esta exposición de Hipias...
«Laertíada descendiente de Zeus, Odiseo rico en recursos, es preciso decir las palabras directamente como yo las llevaré a cabo y...

¿Cómo “conceptos” como, Ejército Zapatista de Liberación Nacional, identidad y cultura, fobaproa, neoliberalismo y el Tratado de Libre Comercio, pueden ser tan iconHéctor Béjar comandó el Ejército de Liberación Nacional, una de las...

¿Cómo “conceptos” como, Ejército Zapatista de Liberación Nacional, identidad y cultura, fobaproa, neoliberalismo y el Tratado de Libre Comercio, pueden ser tan iconLa lúdica se entiende como una dimensión del desarrollo de los individuos,...

¿Cómo “conceptos” como, Ejército Zapatista de Liberación Nacional, identidad y cultura, fobaproa, neoliberalismo y el Tratado de Libre Comercio, pueden ser tan iconCultura, identidad nacional y un caso sintomatico: tlayacapan

¿Cómo “conceptos” como, Ejército Zapatista de Liberación Nacional, identidad y cultura, fobaproa, neoliberalismo y el Tratado de Libre Comercio, pueden ser tan iconEn el esquema evolutivo se observa como a medida que queda energía...

¿Cómo “conceptos” como, Ejército Zapatista de Liberación Nacional, identidad y cultura, fobaproa, neoliberalismo y el Tratado de Libre Comercio, pueden ser tan iconLas bacterias pueden crecer en tamaño como todo ser vivo, pero es...

¿Cómo “conceptos” como, Ejército Zapatista de Liberación Nacional, identidad y cultura, fobaproa, neoliberalismo y el Tratado de Libre Comercio, pueden ser tan iconNunca antes como ahora, habían sido tan importantes los aromas para...






© 2015
contactos
l.exam-10.com