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Objetivos Generales Mejorar la calidad de vida de los adultos mayores residentes de hogares geriátricos de los estratos medios mediante la implementación de un sistema de objetos para fisioterapia que permitan mantener en buenas condiciones el estado anímico y de salud y a la vez que se genera un puente para la socialización con los de su grupo. Objetivos específicos
Justificación Descartando la teoría genética, la cual plantea que las células están, desde un principio programadas para regenerarse hasta cierta edad o cierto número de veces, las principales causas del aislamiento del anciano, se deben a problemas de salud que pueden ser, no solucionados, si no, controlados a manteniendo una actividad corporal y neuronal alta. Al hablar de esto se trata, también, de un problema de incapacidades que pueden llegar a ser discapacidades sino son controladas a tiempo. Estamos hablando de un proceso de 10 a 15 años, en el cual es aconsejable mantenerse en forma puesto que el no hacerlo lleva a una invalidez temprana. ¿Por qué es importante? Debido a la disminución de la natalidad. Las condiciones de vida de la sociedad moderna, unidas a los métodos de planificación familiar, entre otros, han contribuido de manera significativa a la disminución de la natalidad o de la tasa de fecundidad. El resultado de este hecho se traduce siempre en un aumento de la población anciana. Los avances a nivel médico, asistencial y social se han traducido en un aumento de la expectativa de vida de la población anciana. A principios de siglo, las muertes por infecciones eran las de mayor prevalencia. Hoy en día ocupan lugares muy distantes en cuanto a frecuencia y son las enfermedades crónicas las que predominan, tanto en los países desarrollados como en el nuestro. Cuando existe disminución, tanto de la tasa de fecundidad como la de mortalidad, se traduce en un envejecimiento de la población. Dicho proceso es llamado transición demográfica. Así, el anciano tiene que ir a un centro de atención médica de manera frecuente, y desde determinado punto de su vejez, ya no puede acudir de manera propia a estos centros médicos; el bajo presupuesto que manejan por no ser altamente productivos económicamente, les impiden tener un médico que los atienda en su casa, y debido a la pérdida de independencia, tienden a perder importancia dentro de sus hogares, ya que en nuestra sociedad, se es por lo que se hace y no por lo que se es. Esto en otras palabras quiere decir, que el anciano se vuelve un peso para la familia y es poco el tiempo que esta puede disponer para atender las necesidades que a este le surgen, por lo tanto deciden encargar de los cuidados a los hogares geriátricos, olvidando que los ancianos aún son personas capaces y que el detrimento puede ser controlado. Igualmente, los ancianos son una amplia fuente de conocimiento, que no es totalmente explotado debido a las inconsistencias cerebrales que la quietud ocasiona o que, también, el exceso de actividad, más allá de las propias capacidades del anciano, se realiza, esto es igual a accidentes con posibles repercusiones en su salud que generan traumas y miedos, es decir, más argumentos para una quietud. Por otro lado, mirando a la cultura oriental, vemos que los ancianos si son explotados como fuentes de conocimiento, pero ese conocimiento no propone a realizar actividades estacionarias, sino, actividades lúdicas o deportivas, que mantienen el cerebro activo, desarrollan capacidades y conocimientos, y no permiten recaídas graves de salud. Nuestra sociedad debe replantear su visión del anciano, para ello se esta enseñando desde niño la gerontología, para una mejor comprensión del anciano, pero transcurre medio siglo para que esto sea vivido en carne propia, así, es recomendable que el anciano proyecte una imagen diferente a la juventud, para ello, el adulto que está entrando en la etapa de la vejez debe tener conciencia de los problemas que pueden venir y comenzar a trabajar para que su ser este en buen estado por más tiempo, sea una persona más activa y sea vista como un estado deseable de alcanzar. Nuestra sociedad esta regida por los patrones de belleza y de riqueza superficiales, quizá en gran parte, por que durante nuestra juventud son estos patrones los que nos interesan, nos preocupamos por alcanzar niveles destacables de riqueza y de belleza por que creemos que eso es lo importante para destacarse en la sociedad. Al envejecer, lo que experimentamos es una pérdida en nuestra belleza superficial, nos salen arrugas, perdemos habilidades, etc., cosas que llevan a una difícil aceptación de la etapa a la que estamos llegando, quizá por la proximidad a la muerte que esto implica. Pero quizá, es por el reflejo que se tiene de la vejez. En los estratos medios/ bajos, no se tienen amplios conocimientos de la vejez de otras culturas, de hecho, no se tienen amplios conocimientos de lo que implica la vejez, ni tampoco de cómo se pueden controlar los efectos de la vejez, es decir, que los contenidos informativos de la geriatría, la fisioterapia y la musicoterapia no están dispuestos, en estos centros, al alcance de sus residentes, por lo que la calidad de vida del adulto mayor decrece a la vez que su dependencia en los encargados de sus cuidados aumenta. Hipótesis Se trata, entonces, de una rutina de fisioterapia preventiva para personas funcionales residentes en ancianatos, con un promedio de edad de 62 años. Esta rutina va a estar mediada por el objeto y por algún tipo de tutor, aunque este no necesitara de un nivel de conocimiento similar al de un fisioterapeuta profesional, pero el objeto es el que debe exigir la presencia de otras personas de las mismas condiciones, esta hará casi obligatoria la socialización entre estos individuos, pues se modificar el comportamiento de introspección, sin embargo, al tratarse de una actividad en busca de un alivio del “dolor y encuentro con la paz”, (según la filosofía del hogar geriátrico La sagrada Familia), esta socialización será inducida y no impuesta, puesto que estas personas ya manejan una postura personal más definida y no modificable por imposiciones directas. La socialización entre ellos es posible desde los ojos de Zubín y Hoch, en su libro Sicopatología de la vejez, en donde argumentan que. “cuando los individuos son de un estado prácticamente igual y sus papeles son similares, su solidaridad se apoya sobre las muchas cosas que tiene en común”. Esto es llamado por ellos como solidaridad horizontal, que se adopta al caso ya que el grupo de estudio se encuentra allí por causas similares, en condiciones similares y con pretensiones iguales. Ahora, el objeto tiene la capacidad de alterar el comportamiento de un colectivo, y en el caso del anciano no es la excepción, puesto que ya está demostrada la flexibilidad del comportamiento hacia el uso que el adulto mayor posee. Los resultados conllevarán a una adquisición del uso como rutina, al poner en evidencia los beneficios en la salud que dicha rutina trae al viejo. Se socializará puesto que se hace necesaria la ayuda (solidaridad), de otra persona de iguales condiciones para la realización de dicha rutina. Se hace una invitación a compartir con los de su grupo y dentro de su grupo en pro de un entrenamiento físico, cuando el fondo de la actividad y la pretensión de l objeto es facilitar el tener una calidad de vida adecuada y digna de todo anciano. Esto llevará a una aceptación de la vejez como una etapa natural de la vida del hombre y no como una etapa constructora de “sectas de seres aislados” (como dice Olga Pineda). El ejercicio permitirá que el anciano reflexiones sobre su papel dentro de la sociedad como cultivador de cultura al transmitir normas, reglas y valores a las siguientes generaciones; ¿cómo?, al ser más capaces de llevar una vida social, tendrán la oportunidad de interactuar con gente de afuera del hogar, más propiamente niños, y exteriorizar esos conocimientos que se están hiendo con ellos al morir sin haber socializado debido a sus incapacidades físicas que no fueron controladas con rutinas de prevención. E igualmente, una lucidez propiciada por estas rutinas, podrán desencadenar en la redacción de textos, bien sean cuentos, novelas, etc. capaces de transmitir dichos conocimientos a las siguientes generaciones, pues no es de olvidar que estas personas tienen un alto nivel intelectual y una experiencia propia de 62 años de vida. La ratificación del papel del anciano en la sociedad y de un cambio de pensamiento hacia ellos, debe empezar por ellos mismo. Nuestra sociedad tiene miedo y desconoce las causas de la vejez, por ello el papel del anciano ha sido desprivilegiado, pero cuando el anciano tenga las capacidades y habilidades para darse a conocer como cultivador de cultura, tal como en la cultura oriental, algunos comportamientos de la sociedad van a ser modificados, tanto de ellos hacia los demás como de los demás hacia ellos; toso esto con posibilidad de mejorías a medida que el joven se acerque a la vejez ya con una conciencia de ella. BIBLIOGRAFÍA
![]() Imagen de las cualidades sintácticas y semánticas del sistema y de sus componentes. |