descargar 100.38 Kb.
|
UNIVERSIDAD JORGE TADEO LOZANO FACULTAD DE DISEÑO INDUSTRIAL OBJETO Y COMUNICACIÓN PROFESOR: SANTIAGO LLOREDA GABRIEL ALBERTO GARCÍA CODIGO: 78162 PROYECTO DE INVESTIGACIÓN AL AISLAMIENTO EN LA VEJEZ BOGOTÁ MAYO 2005 ÍNDICE DEFINICIÓN DEL GRUPO DE ESTUDIO
PROBLEMÁTICA
MARCO TEÓRICO
OBJETIVOS GENERALES OBJETIVOS ESPECÍFICOS JUSTIFICACIÓN HIPÓTESIS BIBLIOGRAFÍA Marco teórico Definición de los individuos del grupo de estudio. Edad Poder definir adecuadamente al anciano no es una tarea fácil. Dependiendo de la fuente de información, ésta puede tener cambios significativos y si bien es cierto que estas definiciones cumplen una función importante en su propio contexto, no parecen globalizar o integrar al anciano en su verdadera dimensión. Desde el enfoque estadístico, se tienen diferentes definiciones. La Organización Mundial de la Salud realiza sus estadísticas poblacionales por grupos de edad y los ancianos son los mayores de 65 años. La Organización Panamericana de la Salud los considera a partir de los 60 años e incluso en el gobierno del presidente César Gaviria Trujillo se manejaba el concepto de anciano en la población mayor de 55 años, argumentando una marcada problemática social y laboral (Programa Juventud, Mujer y Familia). Desde el punto de vista médico Encontrando otra fuente de información, llegamos a la definición Médico-Geriátrica del denominado “Paciente geriátrico”. Esta definición incluye conceptos tales como la presencia de múltiples enfermedades crónicas que llevan a la incapacidad, consumo de múltiples medicamentos y riesgo social, entre otros. Es claro que si bien puede cumplirse una contextualización y orientación médica de enfermedad, de ninguna manera define al anciano en su verdadera dimensión. Desde el punto de vista social Desde el punto de vista social y cultural, se puede ver una marcada variabilidad en su definición. En la cultura occidental, encontramos un claro temor al envejecimiento y a la vejez y priman los patrones de “juventud y belleza”, en tanto, en la oriental el viejo es respetado y considerado una fuente de sabiduría. Por otro lado, no es raro encontrar avisos en la prensa donde se restringe la actividad laboral de mayores de 35 ó 40 años, e incluso los propios medios de comunicación han referido a personas ancianas como mayores de 50 años, cuando la verdad es que estos individuos aún no son viejos. Desde el punto de vista psicológico Otro aspecto es el psicológico, que puede ser es el del ambiente individual, ya que, está comprobado, que el ánimo de la persona produce caídas que se ven reflejadas en las capacidades del anciano para mantener un buen estado de salud y una buena actividad cerebral. Teorías sobre el envejecimiento. Ortega y Gasset, en el año de 1933, presentó un modelo de envejecimiento por etapas denominadas: niñez, juventud, iniciación, dominación y vejez. Aunque fue un paso importante, no llegó a desarrollarlo completamente y se detuvo en las etapas más tempranas. En 1950, Erik Erikson describe los estados del ego, del 1 al 8, desarrollándolos muy bien hasta el quinto de ellos (adolescencia), pero quedando inconclusos los tres finales, que buscaban definir la madurez y la vejez. Pero es con base en Lavinson, quien en el año de 1978 realiza una propuesta muy novedosa, que sigue vigente hasta actualmente, con quien trato de definir el rango de edad de el grupo de estudio. Su principal cualidad radica en integrar los aspectos biológicos, con los psicológicos y los sociales. Aunque la edad puede entrar a definir las etapas, no es la característica fundamental y sólo es parte del proceso. Estas etapas son: premadurez, adultez temprana, adultez media y adultez tardía. Es muy relevante en sus estudios destacar la máxima capacidad productiva intelectual del ser humano entre los 55 y los 65 años. En su última etapa, parece detenerse la edad a los 75 años, pero se le reconoce al autor el máximo desarrollo cronológico del ciclo vital. De esta forma, el rango de edad de los individuos de mi grupo es de 55 a 65 años, estas personas están entrando a la vejez y el detrimento en la salud propio de la vejez puede ser controlado. Problemática El detrimento de su salud, es una causa del aislamiento y discriminación en este grupo de personas que además, se encuentran en unas condiciones de pobreza que los lleva a una temprana deserción social, cuando aún son capaces de defenderse por si solos y cuando desconocen los cambios venideros y su papel en la sociedad . En Bogotá, se sufre de un alto índice de discriminación, de marginación, y de migración, que llevándolo a la tercera edad, resulta en el aislamiento, el maltrato y el abandono. A esto se suma algunas enfermedades propias de la vejez, como la exposición a golpes que pueden causar daños más graves en la persona, la pérdida de capacidades físicas debido a la falta de ejercicio, que lleva a una temprana quietud y quizá hasta la propia muerte. Por el lado económico- social, la falta o la pérdida de un ingreso económico suficiente para costear lo necesario, el ser tildado como personas no productivas desde el punto de vista capitalista, las condiciones de vivienda son de baja calidad y el no ser tenido en cuenta para algunas actividades de entretenimiento dentro de la familia; son algunos de los problemas comunes en las ancianos de estos estratos. Pero ¿que sucede durante el envejecimiento?, ¿Qué nos hace perder en gran porcentaje nuestra autonomía?; los estudiosos en el tema han deducido que no se trata de un solo factor, sociológico, psicológico, biológico, sino de la unión de todos estos los que llevan a la pérdida de nuestras habilidades que durante la juventud nos hacen tan respetables. Voy a mencionar estos factores, puesto que deben ser tenidos en cuenta a la hora de plantear soluciones. Repertorio Biológico Desde la biología, se plantea que el hombre, sufre de ciertas modificaciones relacionadas con la reducción de la flexibilidad de los tejidos, la pérdida de algunas células nerviosas, el endurecimiento de los vasos sanguíneos, y la disminución general del tono corporal, esto produce pérdida del equilibrio, motricidad, reflejos, fuerza muscular y capacidad cardiaca y pulmonar. Aunque la investigación sobre el envejecimiento biológico no está basada en ninguna teoría aceptada universalmente, los estudios genéticos, celulares y fisiológicos han suscitado varias hipótesis. Uno de los conceptos genéticos más importantes, la llamada teoría del error, supone que las alteraciones propias de la edad se deben a la acumulación de errores genéticos aleatorios, o a pequeños errores en la transmisión de información genética. Estos daños o errores reducen o impiden el funcionamiento adecuado de las células. En los estudios celulares, la teoría del envejecimiento más conocida está basada en el llamado efecto Hayflick, que recibió el nombre del microbiólogo americano Leonard Hayflick. Éste observó en un cultivo celular, que ciertas células humanas experimentaban sólo un número limitado de divisiones celulares antes de morir. Este hallazgo sugiere que el envejecimiento está programado en el interior de la células, y podría explicar las diferencias que existen en la duración de la vida de las distintas especies animales, así como la longevidad desigual de los distintos sexos en las mismas especies. Por ejemplo, en la especie humana, las mujeres habitualmente viven una media de ocho años más que los varones. Las teorías fisiológicas del envejecimiento se centran en los sistemas orgánicos y sus interrelaciones. Por ejemplo, una de las áreas más investigadas en la actualidad es el sistema inmune que protege nuestro organismo de las células extrañas. Una característica de los mamíferos es que su sistema inmune pierde gradualmente su capacidad de enfrentarse a las infecciones y a otras situaciones como el envejecimiento. Como resultado, los anticuerpos que produce el organismo son incapaces de distinguir entre células "amistosas" o "propias", y "enemigas" o "no propias", es decir, que en tanto más enfermedades padezcamos durante nuestra vida, más débil estará nuestro organismo durante la vejez. Algunos efectos del envejecimiento son:
También es visible, según estadísticas de la Facultad de Medina de la Universidad del Valle en el 2002, que hay personas que sufren de obesidad, con una tasa de hipertensión del 35 al 40%, con una tendencia del 6.6% hacia fallas cardiacas, pero por el contrario, tan solo un 11,3% de alteración funcional. Esto sumado a los datos proporcionados por el Sisben sobre la población anciana entre el 200 y el 2002, en los cuales la presencia de ancianos funcionales es del 92% entre casi 246.000 residentes en ancianatos, permite pensar en que no es necesario especializar el objeto hacia una determinada patología, puesto que algunas de ellas no permiten la realización de actividades físicas regulares e, incluso, las prohíben permanentemente. Ahora desde la sociología, el proceso del envejecimiento humano debe ser considerado también en el contexto de sociedades complejas sujetas a grandes variaciones. La forma en la que la población envejece también está influida por las circunstancias sociales y el ambiente individual. En consecuencia, el envejecimiento se contempla cada vez más como un proceso que incluye aspectos culturales y psicosociales. Además, en lugar de limitarse exclusivamente a la etapa de la vejez, su estudio se está extendiendo a todo el periodo vital. Ya que el proceso del envejecimiento no es inalterable, los estudiosos del comportamiento están buscando formas que puedan modificarlo. Por ejemplo, se han encontrado ciertas técnicas de ayuda para evitar la pérdida de memoria a corto plazo que experimentan algunos ancianos. Se ha establecido un sistema de ayuda en el hogar como medida para favorecer la vida independiente de los pacientes, consiguiendo en ellos niveles de actividad superiores, incluso en algunos casos que se consideraban irrecuperables. También se ha comprobado que los problemas nutricionales derivados de la disminución de los sentidos del gusto y el olfato, son fácilmente resueltos con simples cambios en la condimentación de los alimentos; además, están siendo perfeccionados los medios técnicos que permitan aliviar los problemas visuales y auditivos de la vejez. De la concepción de los ancianatos o casa geriátricas El Urbanismo ha tenido un gran impacto en el concepto y en el arquitectónico, con grandes construcciones verticales y de espacios reducidos, acompañadas de barreras arquitectónicas que limitan la funcionalidad e incluso el cuidado de los ancianos cuando las circunstancias lo ameritan. Es así, como encontramos ancianatos o casas geriátricas que son una adecuación de una casa normal para el cuidado de los ancianos, mientras que existen, en los estratos altos, edificios concebidos exclusivamente para facilitar el cuidado de los ancianos y la movilización de ellos dentro de las instalaciones. Estilo cognitivo Otro de los problemas básicos del anciano y el más importante para tener en cuenta en este proyecto, radica en el desconocimiento de su función en la familia y en la sociedad y muy especialmente la falta de conciencia de envejecimiento, en una cultura marcada por el concepto de belleza física y juventud, que trae como consecuencia el desconocimiento del propio proceso de envejecimiento y el temor a llegar a la vejez. No hay una formación de tolerancia, inclusión o integración familiar del anciano. Esto lleva el manejo de estados de ánimo bajos lo que no permite una generación de motivaciones adecuadas para el interés sobre la reinserción social y el cuidado de su salud, es decir, el mantenimiento de una lucidez. Sin embargo, Welford afirma que “… los ancianos tienen una habilidad notable para compensar cualquier cambio que pueda tender a empeorar su ejecución, y muestra una ordenación automática e inconsciente de sus actividades para hacer mejor uso de las capacidades que posee”. Lo que hace pensar en el posible cambio de esas actitudes hacia una actividad que les permita al mismo tiempo mantener sus capacidades sociales como biológicas, entendiendo como sus capacidades sociales la interacción con otros individuos y las biológicas como la autonomía de sus actos motrices dentro de un espacio ya delimitado. También, es de tener en cuenta, que estas personas sufren cambios en el control central y en el gobierno de las acciones, asociado con un mayor tiempo de asimilación que el del joven, así que el tiempo de producción de respuestas a ese estimulo es igualmente mayor, lo que en un determinado tiempo daría como resultado un menor tiempo de respuestas a los estímulos. Sin embargo, Arnhoff afirma, que los viejos aprenden tan bien como los jóvenes con una mayor habilidad de aprendizaje hacia el uso. Esto implica, que el canal de información se disminuya pero sea aplicado de una forma más práctica para la realización de actividades. Lo mejor en cuanto a la inducción de objetos nuevos en este grupo, es que aquellos objetos que evidencian una actividad conocida, pueden llegar a crear una automatización en el uso, lo que les permite un gasto menor de energía, una asimilación rápida optimizando, en lo posible, la generación de respuestas a los diferentes estímulos. En cuanto a su percepción frente a objetos, se encuentra una seria de dificultades que tiene que ser entendidas por el diseñador, es así como la pérdida de la visión, de la audición, la dificultad para diferenciar y desarrollar respuesta a estímulos y la poca anticipación son cualidades que deben ser traducidas en gestos de las actividades mediadas por objetos. También, debido a su nivel de madures, estas personas analizan todo acto usando la experiencia que han tenido, la información que usan es más práctica que teórica y utilizan menos información en el proceso de pensamiento. Estructura espiritual Los factores espirituales son necesarios de aclarar, puesto que las condiciones del grupo de estudio, pueden ser vistas como negativas, pero debido a la habilidad de compensación, los estados de ánimo se mantienen, en general, en condiciones normales propias de la vejez. Estas condiciones tienen hacia el interés individual, “el interés en su bienestar le hace descuidar sus necesidades interpersonales” Arnhoff. No le interesa, por lo tanto, llevar una vida social compleja, pues “la persona esta menos interesada en la vida que le rodea”, Cumming y McCarney. Igualmente, y con lo observado en los diferentes hogares geriátricos de Bogotá, las personas tienden a andar en pareja, no sólo aquellos que viven con su esposo o esposa en estos hogares, sino con aquella persona que comparte aún más con el individuo. Esto Cumming y McCaffrey, lo llaman solidaridad horizontal cuya definición estará ampliada más adelante, pero que también, pone de manifiesto el menor sentido de obligación mutua, dentro de la solidaridad, conceptos como la tolerancia, la empatía, cordialidad y amor. Estos conceptos son claramente visibles dentro del grupo pues las condiciones dadas son compensadas de con la aplicación de estos en pro de una mejor calidad de vida. Y debe ser tenido en cuenta, por último, los miedos a accidentes que impliquen lesiones, ya que un estudio de la Universidad del valle, realizados en el eje cafetero, muestra que estos miedos impiden una libre realización de actividades físicas con algún riesgo de caída. Otro factor que mueve la motivación de los adultos mayores es la competencia, ya que al ser aislados de las actividades competitivas- productoras, la competitividad y el querer ganar y demostrar que lo puede lograr, se convierte en un motivador para la realización de las actividades, luego entraré a ver cómo este concepto se puede mezclar con los anteriores y los posteriores que sean capaces de generar motivación en el adulto mayor y cómo pueden ser usados en una actividad capaz de proporcionar bienestar en el. Modelo cultural Las limitaciones físicas son una característica de este grupo de estudio, sin embargo, al tratarse de los ancianos funcionales, o autónomos, se habla de aquellas personas capaces de realizar actividades por su propia cuenta. Son capaces de adoptarse a las situaciones con mayor facilidad que los jóvenes lo que implica niveles bajos de stress, y al aceptar sus condiciones y ya no ser tercos son más tranquilos y reflexivos que los jóvenes. Respecto a los objetos, su poco interés por objetos complicados ya que el anciano presenta dificultades de percepción y manipulación de dígitos; en algunos casos, donde existe una leve presencia de Alzheimer, la asimilación de micro-objetos y los mini-objetos (morfogénesis), es errónea, no interpretan la intensión del objeto, lo esconden, lo guardan o lo dejan aún lado. En tanto a los objetos semi móviles o móviles, adquieren un valor simbólico en los ancianos, los semi-móviles son usados sin necedad alguna y los móviles son valorizados por sus prestaciones, bien sea a lo largo de un tiempo y como calidades de uso visibles desde el momento en que se encuentran con ellos. |