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![]() ![]() AL AMOR ![]() Nemesio Martín Román Arias, Córdoba Rep. Argentina ![]() ![]() Nemesio Martín Román Arias, Córdoba Rep. Argentina 2012 Presentación Amables lectores: He querido agrupar en esta selección las poesías que hablan desde lo más íntimo, las que nacen cuando el poeta libera su espíritu, desmenuza el alma y arroja las partículas al viento, para deleite de los demás. Todo ser debe sensibilizarse y compartir sus creaciones, de otra forma, sería como negar el mendrugo de pan –sobrante en la mesa- al hambriento que lo necesita para subsistir. Ésa es mi modesta filosofía. Quien esconde sus obras alegando un falso pudor -aunque lo crea auténtico-; se asemeja al padre o madre que, por vergüenza, oculta un hijo, en vez de mostrarlo al mundo con orgullo. Deposito en sus manos este compendio de pensamientos, con la esperanza de que al recorrerlos, quien lo haga, perciba las mismas sensaciones y estados de ánimo que motivaron su creación. Ojalá disfruten, muchas gracias por “regalarme” un poco de su tiempo. Desde Arias, ideal refugio bohemio de este mundo, mi cordial saludo. Nemesio Martín Román Mis blogs: http://elmisindo.blogspot.com.ar (Poesías terminadas) http://hijodeituero.blogspot.com.ar/ (Borrón… y cuentos nuevos) http://elmisindonemesiomartinroman.blogspot.com.ar/ (Biografía, prosa e informes) http://ariense.blogspot.com.ar/ (Narraciones nuevas, terminadas) Mis sitios Web: http://letras.neositios.com http://elnemeescribe.jimdo.com/ Correos: elhuayra@gmail.com / ene_eme_erre@hotmail.com ÍNDICE *********** Presentación 2 Datos 2 Índice 3 Agonía perfecta 4 Anhelo 5 Bodas de Oro 6 Así te sueño 7 Búsqueda 8 Caminos 9 Como una estrella 11 Conjuro de zamba 12 Cuando 13 Decir y callar 13 Deseo ser 14 Dolor de ausencia 15 Dudas 16 En clave de amor 17 Fecundidad 17 Florecer 18 Flores secas 19 Juego adolescente 20 Mi mejor poesía 22 Miénteme un poco de amor 23 Mundo nuevo 24 Niña enamorada 25 Nosotros 26 Nunca mientas amor 28 Palabras 29 Para que no me olvides 29 ¿Qué es amor? 30 Quince años 31 Quisiera ser 32 Recuerdos de una niña 33 Retazos de sueños 34 Romance de amor callado 37 Romance de la fuente 39 Sabrás al fin que te quiero 42 Si me vieras pasar 43 Sueños cautivos 44 Sueños 46 Tan sólo un espejismo 48 Te canto a orillas del río 51 Ven a mí 53 Volveré, Tinogasta 54 Yo soy aquél… 57 Zamba enamorada 58 Agonía perfecta Sufro el dulce tormento de quererte… El martirio ideal de nuestro amor, este sentir profundo, irreflexivo, que obnubila por completo la razón. Lo sé imposible, insensato, una locura. Este sentimiento conflictivo, ambivalente… Donde disfruto y saboreo la miel de la alegría, o sufro y soporto la tristeza y la hiel de la amargura. ¿Te sucede lo mismo…? ¡No lo digas! Tu piel, aliento y suspiros, lo atestiguan. Sigamos, pues, con nuestra cruz a cuestas, sin desmayar, hasta el altar divino del amor. Inexorable principio y fin de nuestras vidas. Agonizo de amor… ¡Cómo sufro y disfruto el tormento de quererte! Nemesio Martín Román Arias, Córdoba, República Argentina 28/08/2010 12:00 Hs. Anhelo Te buscaré en las nubes y por los cielos claros. Andarás en estrellas y horizontes lejanos. Añoro tu cintura, el sabor de tus labios, el fulgor de tus ojos y el rumor de tus pasos. Anhelo nuevamente cobijarte en mis brazos Recorriendo senderos de amores postergados. Y en el crisol divino, con fuego renovado, buscaremos el hijo que nos negó el pasado. Seudónimo: Persona Burgués Arias, Córdoba 1988 Bodas de oro (Para los esposos María y Juan Buletich) Verán hoy sonreír a una pareja, con un brillo especial en las miradas. La cándida pureza de lo simple, brotando desde el fondo de sus almas. Algo fundamental hoy los conmueve, altera la rutina de su casa; quieren vivir este momento alegre, compartirlo con todos los que aman. Atrás quedaron muchos sinsabores; esfuerzos, fracasos y esperanzas. Medio siglo de amores florecidos... Ahora, al fin, recogerán las flores. Tras el largo camino recorrido... Disfrutarán los años de bonanza. Elmi Shindo / 10/08/02 / 19:49 Hs. Arias, Córdoba, Argentina Así te sueño I Percibo yo el aroma de una rosa. Se anuncia en el lucero, la alborada. Adivino tu rostro, tus cabellos... Tu beso reciben mis mejillas, con la brisa rozándome la cara. II No entiendo que te marches de mi lado, la rosa se marchita, malherida. Se esfuman tu rostro, tus cabellos... Y el viento, soplando despiadado, con tu ausencia, me castigan. Recitado ¿Qué destellos emanan de tus ojos, que voy cual mariposa enceguecida...? Me entrego a ti, aunque quemes mis alas y consumas también toda mi vida. Sólo al oír tu voz, hacia ti vuelo... ¡Cual frágil mariposa enceguecida...! ¡Cual frágil mariposa enceguecida...! Nemesio - Ciudad de Buenos Aires, 24 de marzo de 1976 Búsqueda Llegaré, desmayado de pasión junto a la reja de tu ventana. Para dejarte, rendido, el corazón, y encendida de amor, la serenata. Trémula estarás, pájaro herido; la sonrisa rondando por tu cara, al escuchar cómo te nombra, desfallecida, la voz de mi guitarra. Te buscaré, febril, toda la noche; y al encontrarte, al fin, llegando el alba; cuando la flor se embriaga de rocío borracha de amor, tendrás mi alma. De rodillas ante tu altar divino, naufragaré en el mar de tu mirada; y en el sagrado cáliz de tu boca mi sed de amor he de saciar por la mañana. Nemesio -13 de mayo de 2005 - 19:33 Hs. Arias, Córdoba Caminos… Líneas débiles, apenas perceptibles, o surcos profundos en la tierra, semejan fantasmales “ríos sin agua”… Cauces secos del trajinar humano, que intactos, por milenios, se conservan. Ligeras, pero indelebles huellas de los pasos, latentes indicios de pisadas ciegas. Existencias efímeras, arrastrando penas y alegrías, testimonios implacables de dichas y tristezas. Hablan, con voces insonoras… Susurran, cuchichean y comentan… De tiempos lejanos, o no tanto… De pastores, transeúntes y poetas. Dicen que conocieron a las Ninfas, las míticas Musas del Poema… Dicen… dicen que por allí pasaron, acompañando al soñador, eterno impenitente, orate trovero de luna, cielo, mar y tierra. Fantástico inventor de un mundo de quimeras. Caminos… ¡Cuántos caminos…! Muchos… sin destino común, exploran horizontes paralelos. Otros, se unen, bifurcan, entrecruzan. Sin ton ni son, ¿adónde llevan…? ¿Habrá alguno, tal vez, con destino al Amor, la Vida, la Esperanza… La Paz, -feliz culminación del Todo-, sin lágrimas, rencores o tristezas? Si lo puedes hallar, amada mía… ¡Apresúrate…! ¡Dímelo pronto! Así lo tomo… Necesito tanto amarrar la frágil barca de mi alma al dulce y calmo puerto de tu pecho… Sin tifones, borrascas ni tormentas. Te ruego… ¡Señálame el Camino! Tú guías mi vida como nadie. Enciende el faro de tus bellos ojos… Y en la apacible bahía de tu corazón podré anclar la frágil barca de mi sangre. En el seguro refugio de tus pequeñas manos hallaré la paz, la tan ansiada calma. Y al fin, lejos de sendas y caminos… Recluido en ti, sin dejar rastros… Feliz, mi amor… Por ti… ¡Descansará mi alma! Nemesio Martín Román Arias, 14 de mayo de 2006 - 22:27 Hs. Como una estrella… Como una estrella en la noche, como el lucero en el alba, como la lluvia en verano, como en tormenta, la calma. Así llegaste a mi vida, mi dulce niña querida. Así llegaste a mi vida, cuando más necesitaba. Por ti volvió la alegría, por ti recobré la calma, por ti retornó la dicha, por ti, brilla la esperanza. Eres la antorcha encendida, ¿sabes, mi niña querida? Una antorcha milagrosa que va alumbrando mi alma. Nemesio Martín Román Arias Conjuro de zamba I La noche tiene un hechizo de paloma enamorada; y se lo entrega al pañuelo para que vuele en la zamba. Surca la grácil pareja constelaciones de danzas, mientras la luna entreteje finos encajes e plata. Estribillo ¿Quién pudiera enamorarte, al conjuro de esta zamba? remansos de agüita clara. Será cuestión de encontrarte en una noche embrujada. II Entre graciosas cadencias y un incendio de miradas, están gritando “te quiero”, sin pronunciar las palabras. Cupido, duende travieso, los cautivó con su magia y los transporta, extasiado, hasta lejanas galaxias. Estribillo Nemesio Martín Román Arias, Córdoba Cuando… Cuando la tinta que vierten los poetas, supere a la sangre que derrama la metralla, la humanidad podrá decir a ciencia cierta, que al fin… está ganando la batalla. Arias Decir y callar… Dicen y dicen, que diga, lo que no quiero decir. Esos que dicen, y dicen, lo dicen todo... por mí. Quien calla y calla, merece respeten su parquedad. ¿No es más valioso el silencio que hablar y hablar, por hablar? Arias Deseo ser… Deseo ser… un cosmonauta, y aunque nunca acierte con tu órbita, te buscaré y buscaré por mil galaxias. … el paciente explorador del intelecto, sembrador incansable de quimeras escultor impenitente de los sueños. O simplemente, el hombre… El hombre, con sus virtudes y defectos. Ser… en fin… ¡El Hombre Eterno…! Aunque muera mañana, o en un rato; Ya descubrí que existes, eres real, de carne y hueso… Por conocerte, ¿sabes?, estoy perdido, Perdido… sin voluntad y sin remedio. No me sigas buscando, no hace falta. Quiero arribar al fondo de tu alma. Morir de amor… ¡Pero a tu lado! Vulnerar los espacios y los tiempos, y anidar en tu ser, eternamente enamorado. Nemesio Martín Román Dolor de ausencia Dolor de no tenerte y que me tengas, de saber que estás lejos y tan cerca de mi corazón de arrítmicos latidos, en largas y febriles noches de disnea. Dolor de quererte y que me quieras, con ese amor ciego, ajeno a los sentidos, enquistado en la entraña dolorida, sin ponerme a medir las consecuencias. Duele saber que el cruel destino nos clausuró la puerta de la dicha. Y hoy suplicamos, paupérrimos mendigos, una limosna de amor en nuestras vidas. Todo el dolor lo doy por bien sufrido. Es más, bendigo esta agonía cada día. Por haberme sido concedido… Llegar a conocerte, ¡vida mía! Nemesio Martín Román - 06-09-2009 12:12 Hs. Arias, Córdoba, Argentina Dudas Inútil exponer lo inexplicable, defender la razón con sinrazones, pretender disfrazar las emociones, limitar un amor incontrolable. Torrente de pasión, irrefrenable; lava ígnea que por mis venas corre, voluntad suprema que me absorbe transportándome a un mundo inigualable. Mi amada es águila feroz, y yo, su presa; implacable predador, acecha paso a paso... Si de intento, disimulado aguardo, cambia de rumbo y veloz, se aleja. Tortura sin compasión mis noches; trastocándose de víctima en verdugo, a veces, con timidez, se esconde... y entonces, sin sosiego, la persigo. Porfía espiritual, Imposición constante. Dolorosa, visceral, terrible... ¡lacerante! Nada puedo negarle, estoy seguro. Mis mejores palabras son de ella. Le pertenece el aire que me alienta; cuanto tengo y soy yo, también es suyo. Dolor incierto de pena y alegría, dicha sutil de todo enamorado; me entrego a ella, cándido y confiado... Por siempre y por entero... ¡¡A la Poesía...!! Seudónimo: Persona Burgués Nemesio Martín Román 12/01/2000 20:52 Hs. Mención Especial del Certamen Internacional “Pinturas Literarias”. Novel Arte Ediciones. Córdoba, República Argentina, febrero 2006. En clave de amor Voy alfombrando de poesías el camino que lleva a los abrazos, besos y caricias. Para que puedas transitarlo, vida mía, feliz y enamorada, derrochando sonrisas. Mis dedos al jugar, escribirán las notas en el negro pentagrama de tu pelo. Y pondré mil silencios en tu boca, amordazada por la mía, beso a beso. Nemesio Fecundidad Tienes los ojos del color del tiempo, Un fulgor fugitivo en la mirada, Y un vibrante clamor, enmudecido, Pugna por estallar en tu garganta. ¿Tu sangre…? Lava ígnea desbordada, Devastador tsunami enfurecido, Alud de pasión que se agiganta Sin límite ni rumbo conocido. Torbellino fogoso de latidos, bello preludio de placer y gozo. Luego el jadeo débil, afanoso, Testimonio veraz de lo vivido. Sublime acto, feliz, maravilloso… Todo un himno al amor… ¡El hijo concebido…! Elmi Shindo. 25-08-2009 21:27 Hs. Arias, Córdoba, República Argentina Florecer (A Laura Macedo, en sus quince años) Divino mecanismo de la vida, preludio de amor y flores nuevas, renacer de pujantes primaveras diciendo adiós a la niñez cumplida. Etapa de sueños e ilusiones, habitada de angustias y alegrías; percibiendo extrañas sensaciones que saldrán a tu encuentro cada día. ¡Quince años!, edad maravillosa. Natural evolución del propio ser; cuando el capullo se convierte en rosa, cuando la niña pasa a ser mujer. Muchachita, que flores y poesía embriaguen con su exquisita esencia, la fresca candidez y la inocencia de cuando eras mi niña todavía. Nemesio Martín Román, 09-07-1999 Arias, Córdoba, Argentina Flores secas Pisotean tus sueños e ilusiones, ¡Ay, viejo jardinero enamorado...! Ofrendaste tu vida por las flores, las amaste y ellas, también te amaron. Tiradas en el suelo, están las rosas, desdeñan su color y su perfume... Ayer, frescas, lozanas, primorosas; pináculo hoy de lo inservible. Esas flores marchitas, olvidadas, hablan de la desidia del humano: apátrida, hereje, impío, despiadado. Sin compasión por nadie ni por nada, esclavo de sus bienes y sus arcas, del dinero... ¡su Dios y Soberano! Nemesio Martín Román 17-03-09 20:13Hs. Arias, Cba. Argentina Juego adolescente Canción Lejos fueron la dicha y la alegría, el sol de tu sonrisa en la mañana; los poemas de amor que te escribía, la hoguera del rubor que ardía en tu cara. Los poemas de amor que te escribía, el sol de tu sonrisa en la mañana. Si jurabas ser siempre sólo mía y prometí adorarte hasta la muerte... ¿Por qué el destino, sin compasión, un día nos empujó por rumbos diferentes? ¿Por qué el destino, sin compasión, un día nos empujó por rumbos diferentes? Estribillo De esa antigua pasión, tenemos las cenizas. Un soplo sería suficiente... El beso ligero de la brisa puede hacernos arder, intensamente. El beso ligero de la brisa, o un soplo, serían suficientes. Volvamos a inventar la fantasía, simple y feliz, el juego adolescente. Cuando tanto te amé y mucho me querías, e intentamos volar, ingenuamente. Cuando tanto te amé y mucho me querías, simple y feliz, el juego adolescente. Sembraremos luces y armonías en el íntimo reducto de tu vientre. Con arrullo de música y poesía, florecerá, canción de cuna, la simiente. Con arrullo de música y poesía, en el íntimo reducto de tu vientre. Estribillo De esa antigua pasión tenemos las cenizas. Un soplo sería suficiente... El beso ligero de la brisa puede hacernos arder, intensamente. Un gesto, una mirada, una sonrisa... Nos llevarán al sueño adolescente. El "Neme" Arias, Córdoba. 13/05/02 23:26 Hs. ¿Mi mejor poesía? “Cuando suelto las amarras de mi sangre y canto para ti, mi amor, mi cielo, mi universo…, Dentro de mí repican mil campanas y mi Verba florece en cada verso”. (Elmi Shindo – Poesías para “mi cielo”). ¿Mi mejor poesía…? Todavía no existe. Aunque la declamen de noche los vientos… Mi mejor poesía… ¿Todavía no existe? ¡Sí… seguro que existe! La apresó el silencio… Puedo vislumbrarla en el centelleo de tus ojos negros, y hasta creo oírla en cada suspiro que agita tu pecho y en las dos palomas de tus blancas manos, raudal de caricias, diciendo: “te quiero”. Mi mejor poesía la forman: tu nombre, las francas sonrisas, lágrimas y besos; esa languidez que invade tu cuerpo, al ir desgranando sentires, recuerdos, dichas y quebrantos, íntimos momentos… Divinos tesoros, guardados muy dentro. Mi mejor poesía se escribió hace tiempo; esa noche, ¿en marzo, diciembre o enero…? La llevo conmigo, sangrando en el pecho… ¡Cual divino estigma del amor eterno! Nemesio Martín Román. - 30-01-2009 - 03:02 Hs. Arias, Córdoba, República Argentina Miénteme un poco de amor1 (Canción) 1 Quiero gritar que te quiero, que lo demás es mentira. Te quiero como se quiere sólo una vez en la vida. Te quiero con toda el alma y aunque tú no me lo digas, siempre me estarás amando, hasta el fin de nuestros días. Quiero gritar que te quiero, que lo demás… que lo demás, es mentira. 2 Tal vez estés esperando, de mis pasos el regreso, fríos tus labios y tu alma, sin el fuego de mis besos. Te quiero con toda el alma y aunque tú no me lo digas, siempre me estarás amando, hasta el fin de nuestras vidas. Yo sé que estás esperando, de mis pasos… de mis pasos, el regreso. Recitado Tal vez tú no lo comprendas ni le encuentres el sentido a este fuego incontrolable que llevo adentro encendido. Tu piel igual a magnolia quiero siempre respirar y al llegar la primavera, tan solamente quisiera, el capullo de tu boca a punto de reventar. ¡Miénteme un poco de amor...! ¡Dame tus labios de rosa! ¡Miénteme...! ¡Miénteme un poco de amor...! Te pido... ¡¡Te pido tan poca cosa!! Nemesio Martín Román, 23 de marzo de 1976. Mundo nuevo Sé que el amanecer está en tus ojos y el crepúsculo llegará cuando te alejes. Las respuestas, las buscaremos juntos… Disiparé tus sombras con mi luz y tus sonrisas las pagaré con creces. ¿Hallar tu mirada?, gran acierto… No la pude olvidar, ni quise hacerlo. ¿Y partir…? Sí, partiré. ¡Pero contigo! Al fin del mundo. ¡Al infinito! Y allí, entre ambos… ¡Crearemos, al fin, Nuestro Universo! Nemesio Martín Román Niña enamorada A mi hija, Patricia Noemí. Sé que estás enamorada. Lo manifiestan tus ojos. Me lo dicen los sonrojos, asomados a tu cara. Además... al preguntarte, me respondes, cabizbaja... “Solamente es un amigo, un amigo, nada pasa”. No debes tener vergüenza. ¡Pobre niña enamorada! ¿Por qué escondes ese amor, si quieres como Dios manda? Yo te comprendo. En tu vida se inicia una nueva etapa. Eres el pichón que vuela; tal vez, por probar las alas. Inténtalo si deseas y si un consejo te falta, ten presente que tus padres te lo darán sin tardanza. ¡Vuela, pequeña paloma...! ¡Pobre niña enamorada...! Tus ojos están diciendo lo que callan tus palabras. Nemesio Martín Román Nosotros… Tímidamente, cual dos niños medrosos, exploramos geografías ignotas, presentidas, sí. Asaz imaginadas… Descubrirlas resultó sorprendente, colosal, maravilloso, ¡fascinante! Comenzamos a recorrer caminos, lentamente, total… ¿quién tenía prisa? Penetramos en mil laberintos, desdibujados, perdidos en el tiempo. Olvidados de pies que los hollasen, tortuosos, oscuros… conducentes tal vez, a precipicios insondables. Seguimos adelante y poco a poco fuimos: pajarillos piando por los aires, llama crepitante de la rojiza hoguera, huracán impiadoso, desatado y fresco arroyuelo cantarín, discurriendo gracioso entre las piedras… ¡Fuimos tantas cosas! ¡Tantas… tantas! La primera mujer y el primer hombre, disfrutando el Edén en nuestros labios. ¡Iniciación suprema de la especie! Fuimos también… Vorágine envolvente, irrefrenable, al ascender por la empinada cuesta… Conjunción de orgásmicos alientos. Copulativa erupción, geiser de lava… Luego, ya en comunión perfecta, un derrame de efluvios retenidos, células vivas de gozo incomparable. Y visitamos todas las estrellas, magia eficaz de los jadeos felices. Imposición espiritual sobre materia, hasta arribar a lo infinito… ¡Porque existe! Y allí, sin ataduras terrenales, volamos y volamos, sin atender a espacio o tiempo. Disfrutando, tan sólo… Disfrutando… ¡El divino milagro de la carne! En definitiva… de la vida: ¡la esencia! Elmi Shindo, Nemesio - 28 de noviembre de 2006 Arias, Córdoba, Nunca mientas amor Espero por si llegas, mi espera será vana. ¿Por qué tu amor me niegas, si tanto me hace falta? Si por piedad fingieras, regresando a mi vida jurando amor eterno. Mucho más daño hicieras, tornando esa mentira, mi vida, en un infierno. Nemesio Martín Román Arias, Córdoba 1989 Palabras... Apasionante lirismo, sobre la mente fulgura y transgrede dimensiones en la palabra madura. La noche, rica en misterios, desangra besos de luna y profana las tinieblas que imperan en la llanura. Abismales conjeturas que la oscuridad propicia, sensaciones sorprendentes, maravillas escondidas, encantos insospechados; enigmas de muerte y vida. Encontrados pensamientos invaden a cada artista; germinan dentro del alma y en su obra fructifican. Vuela la imaginación, igual que paloma herida, como barco sin timón, totalmente a la deriva. ¡¡Poesía...!! ¡Lírico gozo, con un toque de locura...! Para poder comulgar con la palabra madura. Seudónimo: Persona Burgués *** Para que no me olvides Para que no me olvides, colgaré una canción en tu ventana. La compondré con música y poesías sonrisas, suspiros y hasta lágrimas. Para que no me olvides, le pediré que te despierte al alba y diga que estarás por siempre encerrada en lo profundo de mi alma. Ya ves… Para que no me olvides, Para que no me olvides… Colgaré una canción en tu ventana. Elmi Shindo, 02-03-2012 Arias, Córdoba, Argentina ¿Qué es amor? Amor es, a mi entender, el más puro sentimiento. Capaz de unir al momento, a un hombre y una mujer. Provoca dicha y placer. A veces, llanto y dolor. Y sólo aquél, que ha querido y por querer ha sufrido... puede entender... ¡qué es amor! Nemesio Martín Román, 1988 Arias, Córdoba Quince años (A todas las niñas que ¡Al fin, los quince años...! sueñan con ese día.) Si habrás esperado este momento... y hoy, tu corazón contento se resiste a creer la realidad. Cuánto tiempo soñando, tejiendo ilusiones... muchachita... te parece mentira... te parece mentira... y es verdad. Es verdad, el capullo se abrió por la mañana, y la rosa, lozana, su aroma esparcirá. Esa rosa eres tú, ayer capullo y niña; hoy, hecha rosa, convertida en mujer. No te dejes vencer si la insana pasión muy cerca arde... y además de fragancia y hermosura, sin decaer tu honor, cuando llegue el amor, serás... niña, mujer y también madre. No te apresures a tirar la vida, no marchites tu flor antes de tiempo, no arrojes tus pétalos al viento... conserva tu pureza y tu candor... Ya llegará la hora, y llegará la hora... de vivir emociones hoy vedadas; y entonces, al sonar esa hora señalada... te encontrará el amor... y tu flor será aún, más... más perfumada. Nemesio Martín Román, 1983 - Arias, Córdoba Quisiera ser... Quisiera ser... Un hábil alfarero y modelar tu cuerpo con mis labios. Un leve y ágil colibrí, tornasolado, para libar el delicioso néctar que guardas en el alma. El rayo tempranero del sol, que con rubor de adolescente, besa tu delicada piel cada mañana. La tenue y transparente mariposa, que se incendia de pasión, al posarse en la flor, enamorada. El amante, intrépido, audaz, irreflexivo o el sincero, mesurado y tierno, que embriagado de música, ilusiones y palabras, navegará tu río interior, pleno de dicha, para alterar la fecunda savia vital de tus entrañas. Eso quisiera ser, y mucho más... Por ti... Sólo por ti, mi niña amada. Nemesio Martín Román Recuerdos de una niña (Zamba) Recitado: (Al comienzo) ¿No te acuerdas mendocina?, yo soy aquel cordobés, que te encontró, cierta vez; allá, en la plaza, en la esquina. ¡Oh, preciosa mendocina! sabor a fruta, a vendimia, murmullo de agua en la acequia... Nunca olvido la tonada, de tu hablar, querida niña. Nuestro paseo por la plaza, viendo la tarde caer, ese lento anochecer, al pie de la cordillera... Mendocina, ¡quién pudiera, llegar de nuevo al ayer! Ay, mendocina y Palmira...! ¡Nunca las olvidaré! 1 Tu delgada cintura, ciño en un suave abrazo de amor. Recuerdo tu hermosura y la distancia que hay hasta vos. Pienso en la noche oscura que se interpone entre los dos. ****** Ciudad de Palmira, en un viaje a Mendoza (1964) con mi hermano José Manuel. Fue creada sin papel, memorizada y luego, escrita. En tus manos chiquitas, rayos de luna, yo creo ver. ¡Ay, mi niña bonita, claro lucero de amanecer! Es tu luz infinita la que ilumina mi padecer. Estribillo La luz azul de tus ojos; que no se apague, nunca, mi amor. Si se apagan tus ojos, muere con ellos, mi corazón. Si tus ojos murieran, me moriría de pena yo. 2 Son tus cabellos de oro, vivo reflejo de ardiente sol. Vos serás mi tesoro y la causante de mi dolor. Si sabes que te adoro, ¿por qué te burlas de un corazón? Sobre tu roja boca, sangrante herida, flor de ceibal. Quiero dejar mi vida en cada beso que te he de dar. ¡Ay, mi niña querida, miel en tus labios, quiero gustar! Estribillo Nemesio Martín Román 14º encuentro Regional de Escritores. Morrison, Córdoba, 31-03 - 2001 En la oportunidad propusieron reelaborar una obra de algún colega. Abordé por primera y hasta ahora única vez, el género lunfardo. Los trabajos se hicieron en el momento, sin correcciones. Retazos de sueños En cada mañana rodando encuentro a mi alrededor retazos de sueños. Ilusiones rotas, deseos maltrechos, jirones de vidas, migajas y restos. estrellas caídas de un cielo deshecho. heridas abiertas de un amanecer violento. Regresan siempre, en cada momento. Se unen, se curan, y se hacen eternos. Verónica Licari, Bell Ville, Córdoba. Mi versión lunfarda de la misma. Retazos de sueños Todas las “matinas”, “yirando” y “yirando” marchan por la “yeca” un “pucho” de sueños. “Minga” de ilusiones, “cachuzas” las vidas, “descolados” restos... Estrellas “for fai”, de un “otario” cielo, todo un “despelote” el “rioba” malevo. Llegan al “convento”, se “amuran” callados... Luego, en la “catrera”... ¡Ya no importa el tiempo! Glosario lunfa: Matinas: mañanas. Yirando: Yirar, dar vueltas, generalmente se aplica a las mujeres que ejercen la más antigua y lamentable de las profesiones. La prostitución. Yeca: El argentino dice y a veces escribe “caye”, por “calle” y en la jerga lunfarda se acostumbra hablar al revés. O, como dicen: al “vesre”. Pucho: vocablo indígena, significa: resto, un poco de algo. Minga: idem, quiere decir: nada. Cachuzas: cachuzo: roto, destrozado. Descolados: similar al anterior, puede ser también, desordenados. For fai: sin vida, casi exánimes. Otario: tonto, infeliz, bobo, etc. Despelote: término incorporado hace poco por la Real Academia Española. Desorden, barullo. Rioba: de acuerdo a lo manifestado antes, revés de: barrio. Malevo: compadrito, don Juan de pacotilla. Convento: por “conventillo”, edificio de muchas habitaciones que alquilaban varias familias o personas, generalmente inmigrantes. Amuran: de “amurar”, abrazar, la expresión viene de abrazarse contra el muro, posición de la pareja de enamorados que trata de pasar desapercibida mientras se deja llevar por la pasión, o sea, contra un muro o pared. Catrera: de catre, cama. Nemesio Martín Román Morrison, 31 de marzo de 2001 http://obrasdelneme.blogspot.com/ Romance de amor callado No podré decir, te quiero, no debo gritar, te amo; porque sé que tienes dueño y yo soy sólo un extraño. Porque sé que tienes dueño no debo gritar, te amo. Chocan dentro de mi pecho sentimientos encontrados y aunque me sobran palabras, tengo que seguir callando. (¿Palabras…? aves cautivas de un cancerbero malvado, que se niega a liberarlas, alegando que es pecado). Si un día las lanzo al aire, me habrán de quemar los labios. Deambulo por los caminos que llevan… a cualquier lado; total… al fin del sendero nadie me estará aguardando. No me queda ni la sombra, por seguirme, se ha gastado, la arrastré sin compasión y se fue deshilachando. Quiero olvidar el ayer ¡Cómo duele recordarlo! Ahora soy en este mundo, un paria desheredado, desprovisto de ilusiones. “Supremo Rey del fracaso”. Perdí hasta la dignidad. Nada tengo, nada valgo. Es por eso que me digo, un poco filosofando: “¡Qué me importan la riqueza o los placeres mundanos…!” -Mi fortuna sería inmensa si estuvieses a mi lado. Elmi Shindo / 22:56 HS. - 08-08-2011 Arias, Córdoba, Argentina Romance de la fuente Voy, madre, a la fuente, voy; allí me espera una niña. Encierra el cielo en sus ojos, dos soles son sus pupilas. ¡No vayas, hijo, no vayas! Según dice la adivina, envenenaron sus aguas para quitarte la vida. Madre, no me pidas eso; ¡por Dios, madre, no lo pidas! Espera mi enamorada, debo acudir a la cita. Hijo, ¡no lo hagas!, te ruego... te suplico de rodillas... debes ser muy precavido, ya lo advirtió la adivina. Jamás he sido cobarde, demás está que lo diga. Ciño espada toledana, llevo alfanje de Sevilla. Volveré al caer la noche, no te inquietes, madre mía. desdeñaré aquellas aguas, por si eso te tranquiliza. Parte Rodrigo al instante por los campos de Castilla. Su enjaezado corcel vuela sobre la campiña. Piensa en Ximena, su amada, la hermosa mujer querida; la de dientes de caireles y risa de campanillas. Luce serena la tarde, ligera y fresca la brisa; grato sabor en el aire, a carrasco2 y manzanilla. Llega el jinete al lugar, a la doncella divisa. La contempla embelesado, sobre la hierba, dormida. Se aproxima lentamente, su ser entero palpita. Mas, descubre acongojado que su amada no respira. Se apagaron, ya no brillan los soles de sus pupilas. y la luz de su mirada, ya no alumbra ni acaricia. Ha bebido de la fuente, piensa el joven, enseguida. Razón tenía mi madre. Esto me cuesta la vida. Rodrigo, brusco y resuelto, en actitud decidida, empuña con mano firme el alfanje de Sevilla. Descarga el golpe certero, mortal resulta la herida; se derrumba fulminado, sobre la verde gramilla. ------------- -------------- Lágrimas vierte la madre, resbalan por sus mejillas, y caen, mojando el encaje de primorosa mantilla. --------------- ------------------ No vayas, hijo, a la fuente... Ten presente a la adivina. Madre, no me pidas eso, por favor, no me lo pidas... -------------- -------------------- Piadoso manto, la noche, tiende sobre la campiña. Llueve despaciosamente... ¡Llora el cielo de Castilla! Seudónimo: Elmi Shindo Nemesio Martín Román. Arias, Córdoba. República Argentina. 29/09/98 19:29 Poesía seleccionada en Perú. Integra la obra grabada “Los Ángeles también cantan” (2006). Certamen organizado por Olandina, revista de Literatura y Arte y La Casa del Poeta Peruano. Sabrás al fin que te quiero (Canción) En medio del silencio que me envuelve, me llega, de ultratumba, tu palabra. ¿Por qué estando muerta me obsesionas y entonces, cuando viva, no me hablabas? Ya sé, recién comprendes hasta dónde mi amor te idolatraba... Tal vez lo entendiste cuando el alma, de tu carne ya muerta, se alejaba. Recitado Si no te diste cuenta anteriormente, yo beberé el veneno de mi copa... Y mi alma tendrás, al fin, eternamente... Ciega de amor, y por tu alma, loca... Tendré en cambio, tu pelo, tu cintura, tus manos, tus ojos tan ardientes... Y mis labios mojaré, calladamente... ¡Al beber el aliento de tu boca! Nemesio Martín Román - 24 de marzo de 1976 (Escrita en Bs. As, en la servilleta de un bar, mientras comía unos emparedados, tiene música). Si me vieras pasar... Si me vieras pasar en silencio, ha de ser porque vivo soñando con el rojo clavel de tu boca, que se va desangrando en mis labios; Si de pronto despiertas al alba, inundados los ojos de llanto, ha de ser que te abruma la pena de saber que no estoy a tu lado. Si en la noche me encuentro muy lejos. De tus ojos, tu pelo, tu cara, sufriré la más cruenta agonía, mientras muerdo impotente la almohada. Si mil grillos repiten tu nombre, desgarrando el silencio su canto... ¡Te darán el mensaje sublime que me estalla en el pecho, al callarlo! Si la pena fenece en tu alma y te invade una inmensa alegría. Es que habrás descubierto, asombrada, que muy pronto... ¡Serás sólo mía! Yo persigo la rima inasible que te arome de rosas y nardos. Si consigo, por fin, el regreso... Gritaré que te quiero y me quieres. libaré de tu boca las mieles, en tu aliento, suspiros y besos, Elmi Shindo, Arias, Córdoba - 2005 |