Mario Campaña Aires de Ellicot City
Editorial Candaya
Candaya Poesía 9 Prólogo de Carlos Germán Belli
Ilustraciones de Martine Saurel Contiene CD con la voz del autor ISBN-10: 84-934923-5-3
ISBN-13 : 978-84-934923-5-9 122 págs. 15 euros
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EL AUTOR Mario Campaña nació en Guayaquil, Ecuador, en 1959 y reside en Barcelona desde 1992. Ha vivido también en México, Glasgow y París. Ha publicado cuatro libros de poesía: Cuadernos de Godric (Premio Nacional de Poesía de Ecuador, 1988), Días largos (1996), Días largos y otros poemas (2002) y El olvido de la poesía se paga (2002). Es autor de las biografías literarias Francisco de Quevedo, el hechizo del mundo, (Omega, 2003) y Baudelaire. Juego sin triunfos (Random House Mondadori, 2006); ha traducido Una Tumba para Anatole, de Stéphan Mallarmé y es responsable de cuatro importantes antologías: Poesía modernista ecuatoriana (1999), Así en la tierra como en los sueños (1991), Visiones de lo real en la poesía hispanoamericana (DVD, 2001), Casa de luciérnagas. Antología de poetas hispanoamericanas de hoy (Bruguera, 2007). Artículos y poemas suyos han sido publicados en revistas y suplementos literarios de Ecuador, Venezuela, México, Argentina, Estados Unidos, Francia y España. Dirige la revista de cultura latinoamericana Guaraguao.
LA OBRA: AIRES DE ELLICOTT CITY En los tres poemas que componen Aires de Ellicott City, Mario Campaña despliega una vasta visión del mundo de nuestro tiempo, en un viaje de ida y vuelta que va de tejas abajo a tejas arriba, de lo inmanente a lo trascendente, de acá hasta el mismísimo más allá, un peregrinaje existencial o psíquico que en verdad resulta no ser sólo del poeta sino de todos y que revela en todo momento una acuciante necesidad de volver.
« Aires de Ellicott City tiene un específico leitmotiv: el tema del viaje. Un viaje de ida y vuelta, que es sin duda alguna el más inusitado de los periplos, porque se trata de un desplazamiento desde acá hasta el mismísimo más allá, y acto seguido el retorno del viajero o del hablante, que nos relatará lo que ha vivido (…) Habitualmente uno escribe acerca de aquello que nos sucede en la vida cotidiana, con baja o alta autoestima, a la luz del sol o en la oscuridad de la noche. Pero los versos de Campaña adquieren a plenitud las trazas de un cuaderno de bitácora extraterrenal. El timonel apunta con minuciosidad las ocurrencias de su travesía, tanto acá como en el más allá. Es decir, el mundo de tejas abajo –lo visible, lo desconocido-, y aquel mundo de tejas arriba –lo sobrenatural, lo ignoto. De Tejas arriba, tejas abajo, prólogo de Carlos Germán Belli.
OTROS COMENTARIOS A LA OBRA DE MARIO CAMPAÑA
Sus poemas son hermosos, muestran una espiritualidad que me es afín, un sentimiento "rural" que considero fundamental a la hora de entrar en el espacio poético, tienen una finura y una precisión encomiables, y de veras ha sido para mí una ocasión y un privilegio tener acceso a su trabajo. José Kózer. Cuba/EEUU.
No es en el contexto de la poesía ecuatoriana o hispanoamericana que se tiene que valorar y destacar la poesía de Mario Campaña, sino en el de lengua castellana toda. Fernando Balseca. Ecuador.
Cuando leí las interrogaciones sobre el alma, “Tiene alma la memoria, memoria el alma?/ La memoria es el alma?”, supe que necesitaba irme, buscar algún lugar pacífico y aislado para leer este libro… Leerlo me impresionó enormemente. Javier Ponce. Ecuador.
Me encantó Aires de Ellicott City. Lo leí con atención y muchísimo interés. Mario Campaña es un poeta preciso con la palabra, con las imágenes, con el ritmo enigmático con el que nos empuja en cada poema. Javier Vázconez. Ecuador.
Cuando el dolor es asediado con nombres lúcidamente, tal como aquí se hace, no transmite pesadumbre sino una extraña esperanza por haber acotado con límites propios la condición humana Tomás Sánchez Santiago. España.
Un gran poema. Sergio Gaspar, España.
Sigo disfrutando de Aires de Ellicott City, ahora recuperando, con nostalgia, perinolas, loro en palancas de río hondo, caña guadúa, cáscaras de plátano, aguachirle, iguanas, y hasta recordando alguna imagen del abecedario desordenado de la lluvia (…). Aires de Ellicot City se nutre y da expresión a una voz lírica que es densa y sugestiva, actual. Noté ecos de Baudelaire y Apollinaire en algún verso/imagen. Humberto Robles. Chicago. EEUU.
Un doux piège, dont je ne veux pas sortir, je veux rester immobile et en même temps voler, ne plus respirer pour que rien ne change et respirer pour sentir et bouger, pleurer à l'intérieur toutdoucement et regarder d'un sourire éclatant et timide à la fois... J'ai lu ton poème d'un seul soufle. J'oubliais àù j'étais. Pour moi, il est magnifique. Renée de Craecker. Francia
Me interesa el desafio, porque es, literalmente, intraducible, laberíntico, interior, secreto, porque me exigirá un gran esfuerzo, mucha habilidad. Michel Alves. Traductor al francés de Aires de Ellicott City.
Anoche releí Aires de Ellicott City y me pareció una empresa mayor: un poema largo en el que las secuencias son siempre reveladoras y anunciadoras de las intensidades que se avecinan. Hay muchas felicidades en tales revelaciones: momentos del poema que se quedan en uno. Pedro Lastra. México.
Aires de Ellicott City es un poemario excelente y algo de lo mejor que he leído en poesía en estos últimos tiempos, por su sensibilidad, por su ritmo, por su emoción, por su desnudez (...) La poesía de Mario Campaña es señera: su personal escritura poética es original por lo sobria y llana y a veces abrupta y antimelódica o por lo menos antimelodiosa, nunca melosa: un diapasón sordo, seco... No hay cantaletas ni rimas ni adjetivos raros y sonoros, lo que no afecta para nada la estructura rítmica de los poemas, exigente... En la poesía de Mario Campaña se amalgaman la historia y el mito, la memoria y el proyecto en la vivencia dolorosa del cotidiano existir... La lucidez no es la menor virtud de esta poesía fuerte y dolorosa. Américo Ferrari. Perú.
Poesía fascinante, dolorosa, rica, emocionante, emocionada, viva y profunda. Idea y lengua vibrando juntas, estallándose la una a la otra, volando en vértigo. Fabulosa poesía, río desbordado entrando en uno, moviendo todo. María Auxiliadora Alvarez. Venezuela.
Hermosísimos poemas...Yolanda Pantin, Venezuela.
Fragmento:
Ahora debo volver
Recoger lo que cayó de las alforjas
Hurtándose al ojo por el susto avivado. En el polvo seco de esta franja limítrofe
Cuento mis días. El viaje ha terminado.
Nadie ha querido decirlo:
Allí las redes mustias, aparejos en desuso
Los caminos borrándose; la fatiga, enorme, de las flores. Sólo queda volver
Escuchar el lustroso llamado del cencerro
La sangre que llamea, la zarza ardiente.
Contemplar el acero de las aguas.
Una moneda vieja se herrumbra en mi lengua.
Oigo voces: hay voces, sí, incomprensibles.
Unas demasiado altas, nacidas
Para el grito y la victoria
Otras demasiado bajas en su desconsuelo.
Las conozco. He vivido entre ellas. Con los nervios oímos, sólo con los nervios
Podemos al fin despertar |