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Carlos Horacio “Tata” HerreraNeuquén, Argentina- 1937La tierra innombrada A Rodolfo M. Casamiquela Los griegos lo intuyeron inscribiendo su nombre fabuloso -País de los Atlantes-, en el pentagrama de sus sueños: Islas más extensas que la Australia, viajando a la deriva hasta encallar sobre un lomo sumergido en el piélago, fundando un continente a tan luengas distancias, que emprendiendo el viaje en la edad de la inocencia, salvadas las celadas del mar y sus sargazos, se avizoran sus costas cuando viejo. Pero la tierra allí se sabe lamidas márgenes en la paciencia de las mareas, tierra de no saber donde nace, donde cesa, aunque escuchando la lengua de los grandes peces, la nocturna llovizna de las aves de alto vuelo, pudo saberse que discurre desde el hielo, hasta el hielo. Diz que un ave madrastra de abismos, constructora de nidos donde se agosta el aliento, volando un día muy alto, -más allá de una atalaya de nubes leves como sueño- pudo verla: El tórax expandido hasta perderse en los celajes de auroras boreales; la cintura de avispa u hormiga, el vientre, las caderas rebosantes de vida, vulnerando los costados del viento, los pies de pura piedra, refrescándose en témpanos australes, ríos de bocas reptiles en bostezo, mares de agua dulce, con sus caseras mareas. La tierra escucha estas consejas, pero sólo atiende su propio corazón, que enraíza en los abismos donde se funden las piedras. Toda vida crece y se expande en su materia: toda vida le cabe, toda vida y su tragedia. Innominadas las cosas como el día primero, ni los pájaros sabían que serían bautizados con su propia onomatopeya. ¿Cómo se llamará ese árbol, de madera tan prieta que se hunde en las aguas como fierro, como piedra? ¿Quién nombrará esa flor en que palpita una gota de sangre del Edén reciente, con un labio -un pétalo digo-, más celeste que terreno? ¿Y esa ave, que acaba de romper el huevo del tamaño de una arena? ¿Y esa culebra de cuerpo inabarcable como la mala suerte, que navega con la cabeza allá, arriba, sobre el alcázar del mástil de sus vértebras? ¿Y esas alturas donde todo aliento se convierte vapor, cual resuello de ballenas? ¿Y esa bestia bisulca, airosa doncella, investida de un manto que codiciaran las reinas, transitando senderos más vecinos al cielo que a la tierra? ¿Y esa otra que inventó su vestido con hilos de la nieve, hollando la materia de su propio vestido, cual témpano terrestre? De parto en parto se deja estar la tierra: la mano que alumbra la vida, amasa la materia de la muerte. Milenios de milenios esperó su frente invicta A la bestia vertical, aquella que destruye toda paz con su conducta.- Roberto Fernández Retamar La Habana, Cuba, 1930 Oyendo un disco de Benny Moré Es lo mismo de siempre: ¡Así que este hombre está muerto! ¡Así que esta voz Delgada como el viento, hambrienta y huracanada Como el viento, es la voz de nadie! ¡Así que esta voz vive más que su hombre, Y que ese hombre es ahora discos, retratos, lágrimas, un sombrero Con alas voladoras enormes ¿y un bastón?! ¡Así que esas palabras echadas sobre la costa plateada de Varadero, Hablando del amor largo, de la felicidad, del amor, Y aquellas, únicas, para Santa Isabel de las Lajas, De tremendo pueblerino en celo, Y las de la vida, con el ojo fosforescente de la fiera ardiendo en la sombra, Y las lágrimas mezcladas con cerveza junto al mar, Y la carcajada que termina en punta, que termina en aullido, que termina En qué cosa más grande, caballeros; Así que estas palabras no volverán luego a la boca Que hoy pertenece a un montón de animales innombrables Y a la tenacidad de la basura! A la verdad, ¿quién va a creerlo? Yo mismo, con no ser más que yo mismo, ¿No estoy hablando ahora? Tomado de “Revista La otra” Luis Ressia Coronel Moldes, Córdoba, Argentina -1931 Persistencia Sobre mis huesos podridos flota el recuerdo del farolito que en la esquina del andén abandonado alumbró por primera vez nuestros rostros. Luis Ressia, ediciones delanada, santa fe, 2000 Gomes Leal Portugal Á janela do ocidente Os deuses ou são mortos ou caídos, Quais duros aldeões dormindo as sestas, Ou andam, pelos astros perseguidos, Chorando os velhos tempos das florestas. Os reis ressonam nas devassas festas: Já os frutos do Mal estão crescidos: - Ó Sol, há muito que tu já nos crestas! - E aos nossos ais o Céu não tem ouvidos! Há muito já que o Olimpo está vazio, E no seio de um astro imenso e frio É morto o Deus do Testamento Velho. Apenas, sobre o mundo eterno e aflito, Fausto rebusca o x do infinito, E Satã dorme em cima do Evangelho. "Claridades do Sul". Ed. de José Carlos Seabra Pereira.Lisboa, Assírio & Alvim, 1998- envio amelia pais Maritza ÁlvarezChile Verdad, Justicia Y Memoria Amigo Que no te violente la violencia que siembra a diestra y a siniestra cada vez más muerte más ruina Que no se te olvide la segregación y la miseria el robo a los indígenas el rostro del delincuente Pero usa tu habilidad tu destreza tu sabiduría Encontrarás el camino exacto entre la verdad la justicia y la memoria Argentina Casanova Campeche, México, 1975 Octavo Agosto se inunda de la melancolía Las hojas del calendario desbordan la tristeza de sus nacidos ninguno tuvo paz ni conoció la gloria nadie sabe porqué es la cuna de los desesperados Llego a ser el octavo por la tormenta de julio estuvo en el nombre de los inmortales agosto fiel a los miserables el de las tardes lluviosas que enlodan los zapatos las aguas y la canícula Se prolonga en las madrugadas hasta las horas del insomnio agosto tiene la voz del sordo filo de un cuchillo lleno de herrumbre corta las horas y las enferma. Juan Carlos Campos Ávila Honduras A su pueblo Siempre la misma tumba y hacha de verdugos, Destrozando sueños florecientes e insondables, Capturando casi todas las fogatas que iluminan. Aboliendo los anhelos de igualdad y sembrado, Y así como el fruto se corta antes de la aurora, Se tala el instante lumínico del camino violado. Pero sube el relámpago en el que todos creen, En el minuto concedido por la patria que lucha. "Cantos de amor y resistencia para Honduras" Lauren Mendinueta Colombia Nochebuena Their pools of shadow from an older sky. Derek Walcott Partió el sol Dejando anchos surcos en la memoria. En vano las columnas en los ojos Las calles en los talones El cielo en la cabeza. En la oscuridad no vale el esfuerzo De desvanecerse. Entre canecas Ojos como lámparas de auto. Cartones latas barro. Aquí haría falta un poco De cemento. La cola de la serpiente Azota al cordero. Un secreto vociferado Endurece el aire. ¿Alguna compensación? Ninguna ninguna. Por techo huesos. Por pan piedra. Sueños ahogados en pozo de gusanos. La neblina se levanta Queda la página en blanco. Adentro alegría ¿Alguna vez vista? No Heredada en sueños. En el horizonte la ciudad Encendida contra la maldición Del anciano Pasa Pasa. Inventario de Ciudad, 1999 Beatriz Vallejos Santa Fe, Argentina Esta mañana, el río Hoy fue distinto, el río pasó a verme pasar. Ubajay mi reflejo y el poema que se queda se va Adriano Corrales Costa Rica El otro viaje (En la muerte de mi padre) “No sé cómo callar, no sé cómo gritar” Poema del Gilgamesh Columna III, Tablilla X “Los hombres tienen contados sus días; todo cuanto hacen no es más que viento.” Poema de Gilgamesh Columna IV, Tablilla III “He aquí el tiempo: el abismo se abre” El mensaje de la Salette Texto del secreto I Todos los viajes son el mismo viaje II Es el viaje el precipicio entre mis manos estas palabras y mi voz III En la piedra permanecen heridas de otras batallas otras pieles de quienes han visto el fondo de las cosas y la tierra* *Poema del Gilgamesh IV Ahora son caballos desbocados galope de machetes Abajo la luna caliente el silencio rosario de medianoche V Desde el centro de la lluvia el constructor de templos y verdades viene Desde la primera luna en los cañaverales empuñando picos palas manantiales viene Desde el polvillo de luz que rocía las semillas de los árboles viene VI Aquí lo perdido el nuevo silencio tempestades de lluvia hirviente mariposas de aguadulce la canción de mamá por la tarde "La lealtad tiene un corazón tranquilo."-William Shakespeare Federico García Lorca Granada, España, 1838- 1936 Las Seis Cuerdas La guitarra hace llorar a los sueños. El sollozo de las almas perdidas se escapa por su boca redonda. Y como la tarántula, teje una gran estrella para cazar suspiros, que flotan en su negro aljibe de madera. Liliana Lukin Buenos Aires, Argentina, 1951 Construcción comparativa II Como un instrumento musical pequeño -una armónica- cabe entre las manos y es el calor del aliento el suave aliento pasando lo que le dibuja melodías así brillante en huecos alineados según la simetría de un panal se desordena y posa la idea de la cosa que es mi cuerpo cuando supone amar. Como una armónica que imprevisible gime latiendo más alto de lo que se espera escuchar y desciende - hiende- al murmullo del deseo de una música así en el hueco de las manos -los labios penetrando en el metal- vibro del aire porque no es sólo aire y el temblor de los dedos y la presión de las palmas hacen de mi carne carne y de mi respiración dulzura soplos en el silencio que buscan no desamparar Construcción comparativa -aberrante sujeto - ediciones delanada, santa fe, 1998 Julio Cortázar Argentina Un cronopio va a abrir la puerta de calle, y al meter la mano en el bolsillo para sacar la llave lo que saca es una caja de fósforos, entonces este cronopio se aflige mucho y empieza a pensar que si en vez de la llave encuentra los fósforos, sería horrible que el mundo se hubiera desplazado de golpe, y a lo mejor si los fósforos están donde la llave, puede suceder que encuentre la billetera llena de fósforos, y la azucarera llena de dinero, y el piano lleno de azúcar, y la guía del teléfono llena de música, y el ropero lleno de abonados, y la cama llena de trajes, y los floreros llenos de sábanas, y los tranvías llenos de rosas, y los campos llenos de tranvías. Así es que este cronopio se aflige horriblemente y corre a mirarse al espejo, pero como el espejo está algo ladeado lo que ve es el paragüero del zaguán, y sus presunciones se confirman y estalla en sollozos, cae de rodillas y junta sus manecitas no sabe para qué. Los famas vecinos acuden a consolarlo, y también las esperanzas, pero pasan horas antes de que el cronopio salga de su desesperación y acepte una taza de té, que mira y examina mucho antes de beber, no vaya a pasar que en vez de una taza de té sea un hormiguero o un libro de Samuel Smiles. Historias de Cronopios y de Famas, Buenos Aires, Editorial Sudamericana, 1994 Candelario Reyes García Honduras Desechos Deshechos (A los Campesinos Mártires del Astillero. Y a todos los Mártires, héroes de la Resistencia) Subvaluados e innecesarios, desperdigados y desperdiciados porque somos gente, tradición y personas; pero es primero en el mando. Lo humano es deterioro y los caudales son reversión del cielo, por lo que están tasados por los hijos del Dios dinero. Su respeto lo cuida una propiedad armada, fundida en un género especial de apuesta, apremios y recursos tecnológicos; de iniquidad es el contrato y una brecha vertical en caída, cumplirlo. Su signo vital, es el pulso de la bolsa, con estallido peor que pólvora: un alarido, una orfandad, la nada. De una categoría de humillación le nace el desarrollo donde lo pequeño culmina si ha habido éxito de aplastarlo. La gente y la multiplicación de los panes del caos, se reúne, en torno a la puerta de Epulón y que laman los perros, que aseguran el balance del régimen monetario, donde sistema social y profesión están lejos de ser un asunto de fe. Así, viendo el catálogo, desecho, no es una dinámica biológica, tampoco una receta casera, dentro de la zonificación del ajuste del planeta al ruido de las monedas y al festín de sus dueños. Pudiera ser un equipo que clasifica, una bandera que ondea, o una ráfaga de aplausos, efímeras, en tanto que son recuerdos distraídos, si bien aparecen en los noticieros. Explicar esto, no es tan silvestre como decir la palabra campesino, refiriéndose a algo abstracto, demasiado desconocido para ser otra cosa, sino un desconocido de todos reconocido; por decir: ingresos, decir: votos. Botaretes, botaderos En numerario, desecho es algunas veces lo que pensamos, como lo único que le quedará al planeta a manera de materia prima para la gran fosa común. Julio Yao Panamá Lloras, Panamá querida LLORAS, PANAMÁ QUERIDA, PUES DE TI SE ESTÁN BURLANDO ALGUNOS, ESPECULANDO CON TU ENTRAÑA DOLORIDA. (1) Cuando recuerdo el ultraje tras de la cerca de malla y los nidos de metralla ocultos en el follaje, la ira enciende un fogaje en mi garganta oprimida pues abierta está la herida por la cobarde agresión* y desde aquella ocasión LLORAS, PANAMÁ QUERIDA. (2) En los próceres del Tres** hubo ingenuidad y engaño, y a demandas del extraño en coro dijeron, ¡yes! Tememos verte otra vez uncida al yugo nefando, que tu suerte está jugando la servil oligarquía, y hoy el pueblo desconfía PUES DE TI SE ESTÁN BURLANDO. (3) ¡Cómo te hiere el rastrero político oportunista! En su ambición egoísta te traiciona por dinero. A los mártires de enero ya los han ido olvidando, y es que hay muchos usurpando honores que no merecen: ¡qué triste cuadro te ofrecen ALGUNOS, ESPECULANDO. (4) ¡Cuánta angustia aflige ahora a todo buen panameño!*** Pero un futuro risueño aguarda en la nueva aurora. Y cuando llegue esa hora, ¡oh, patria no redimida! ofrendaremos la vida para un digno altar hacerte, salomando hasta la muerte CON TU ENTRAÑA DOLORIDA. * El 9, 10 y 11 de enero de 1964, el ejército de Estados Unidos masacró a 23 panameños e hirieron a más de 500, porque los estudiantes exigían que se cumpliera una acuerdo entre Estados Unidos y Panamá que obligaba a izar la bandera panameña en la Zona del Canal a partir del 1 de enero de 1964, lo cual no ocurrió. ** El Tres de Noviembre Panamá se separó de Colombia con fuerte intervención por parte de Estados Unidos, que impuso a la naciente repúbica el Tratado Hay-Bunau Varilla, que cercenó la soberanía panameña. *** A raíz del 9 de enero de 1964, Panamá y Estados Unidos iniciaron negociaciones para reemplazar el Tratado de 1903, pero los proyectos de tratados, que eran tres (sobre Canal a Nivel del Mar, sobre Neutralidad y Defensa, y sobre el Funcionamiento del Canal), fueron rechazados por la opínión pública. El autor participó de manera resaltante como uno de los que orientaron el rechazo panameño, y sus razonamientos aparecen en el libro, EL CANAL DE PANAMA, CALVARIO DE UN PUEBLO, editado en Madrid (1972, 1974). Las décimas de Yao aparecen en un disco de larga duración (33 rpm) en la voz de la declamadora colombiana, Dora Alexandra. Panamá, 9 de enero de 1966. José Pablo Quevedo Perú (reside en Alemania) En lo voluble de los días En lo no voluble de los días un reloj de tiempo gira sobre nuestras costillas lleva la vida a su savia Cada inmensidad la perseguimos impacibles a veces a manos abiertas con una sonrisa en los labios o haciendo saltar la lágrima deseada En la necesidad de la duda ese reloj acrecienta la arena hasta hacernos conocer que cada grano es necesario en el tiempo conformado sin prisa impar pero justo en la elíptica de la espera de “Arte Regresivo” de José Pablo Quevedo y Raúl Gálvez Cuéllar. Ediciones Viernes Literarios Carolina Orozco Cartagena de Indias, Colombia -z.madrid- Me he preguntado: cómo pasan las horas en tu reloj de arena, y con ese pretexto, he cabalgado en mis sueños para alcanzar una espumosa nube que ha pretendido con garabatos dibujar ese misterio. Siempre despierto con la misma sensación de que tus años se han escapado por alguna rendija que no he percibido y entre más lo pienso, más se pierden los intentos. Cada noche vuelvo a juntar los parpados, y cada mañana trato de no despegarlos, así tal vez en los intervalos en que mi cuerpo decide mantenerse dormido, puede que algún día encuentre tu rostro dibujado cerca de mi almohada. Y atraparé tus sueños, y atraparé tu tiempo. La arena de tus años vendrá a postrarse al pie de mis huellas y podré despertarme sin miedo a que te pierdas entre la multitud de gentes, porque nunca he visto tu rostro, porque no sé quién eres. Óscar Sierra Honduras El vacío de lucesEl vacío de luces Y su maquina de muerte engendra Pistilos de volcánicos escorpiones nocturnales Maldicen con sus corbatas el recuerdo de primavera de la patria Huimos sobre la ladera de un mar lejano Navegamos en silencios de penumbras llenas de sangre Que ellos coronan con sus protocolos de poder arácnido Solo hemos encontrado a los felices cuervos verdes con sus metrallas inaugurando Lapidas a la orilla de los crepúsculos. Del poemario Horas Caídas Norton Contreras Robledo Chile Hombre de miles de banderas en el pecho A Atilio Andrade Bone in memoriam Aquí estás , hermano, camarada. rodeado de gente. Cubierto de flores y banderas, La lucha de los pueblos eran las tuyas, tenías la revolución metida en el alma y el pecho lleno de banderas. Es tu vida la que hoy nos convoca, Has dejado de pensar, tu corazón, ha dejado de latir. Pero tu obra , tus ideas, tu militancia consecuente estarán siempre en nuestras vidas. Tu alma y tu espíritu revolucionario seguirá proyectándose a través del espacio y del tiempo. Te recuerdo como eras en tu último Festival de Malmö, junto a la gente. Junto a los camaradas del partido. Nos diste ejemplo de coraje y entereza. Más que tu cuerpo eran tus ideales , tus deseos y tu voluntad lo que te sostenía. Te recuerdo como eras en los años de la primavera de la vida, en la casa del partido, o en las calles vistiendo la camisa Amaranto portando las consignas y las banderas de las Juventudes y del partido Comunista de Chile. Compañero Atilio Andrade Bone Camarada de miles de banderas en el pecho. Tenias la revolución metida en el alma, aquí te quedas. Él que es revolucionario puede morir en cualquier lugar,en cualquier parte. Aquí por estos Lares te quedas con el pecho lleno de banderas, de cantos, flores, y poesías. Te dejo en este último adiós, éste poema, que nace con el dolor de tu partida nace a tu memoria, va volando hacia tu alma. Poema leído en sus funerales que se realizaron el jueves 26 de noviembre, a las 11 hrs., en la capilla San Gertrud del cementerio de Rosengård de la ciudad de Malmö.Será incluido en el poemario en preparación ; Poemas peregrinos. Jorge Enrique Adoum Ambato, Ecuador, 1926- 2009 La visita (Capítulo de novela) Llamo a la puerta. -Quién es, pregunto. -Yo, contesto. -Adelante, digo. Yo entro. Me veo al que fui hace tiempo. Me espera el que soy ahora. No se cuál de los dos está más viejo. De "Yo me fui con tu nombre por la tierra" 1964 César Seco Las Panelas, Coro, Venezuela El viaje de los argonautas X Cuánto nos preparamos para esto. Sol ebrio del que está solo. Invicto mar engullendo y arrojando desperdicios a la longitud de las costas, a los parajes nublados de rocas. Obra de las aguas desprender algo a todo navío y a nosotros desprendernos de todo. Bogar al Sur fue volver a perdernos. Este y Oeste son uno solo. El Norte no está en donde estuvo. Hoyos y roturas nos hacen ver que apartamos el centro en el apacible engaño de las olas y la secuestrada turbulencia del abismo. Hasta aquí la bitácora de Argos. Pájaros ninguno. Saetas, cabriolas de un alma rota los peces huyen. Adelante no hay nada. Ponderable vacío, futuro ahora. El cristal del aire cierra mis párpados. Adelante es solo agua, reluciente y muda agua demorando la esperada tijera del acabose. Hebe Solbes Argentina- 1935-2009 Población Hay en mi casa plantas indefensas crecidas en la distracción. Hay panales de avispas solidarias y cascarones blandos, polillas que esperan nacer. Hay una paloma demorada en el techo, lechuza de la siesta y antena de plumas y pico. Y yo camino arrastrando las palmas de las manos por las aristas de los muebles, las barandas, un imaginario balcón que improvisa el domingo. Somos una legión de seres sin destino dispersos los unos en los otros, dibujados por la casualidad. Somos lo que decimos: avispas. polillas, cascarones, plantas, picos de la siesta en los destellos de un vidrio. Tomado de Poéticas. “Los pobres no duermen porque tienen hambre, y los ricos no duermen porque tienen miedo a los que tienen hambre”. En “La Geografía del Hambre”, de Josué de Castro, ex director de la FAO. Francisco Jesús Muñoz Soler Málaga, España, 1957 Me marché mirando hacia atrás y ella sentada en la baranda me daba la espalda y me la daba y me la daba, es lo que hallaba mi mirada cada vez más distanciada cada vez más triste, más oscura, más callada. Silvio Hoffman Argentina La danza de las horas… A Amilcare Ponchielli (1834-1886) que las hizo ballet Las horas se deslizan sobre los pentagramas del tiempo Son diminutas esferas que ruedan sobre carriles blandos Son invisibles si no arrastran la lluvia o la hojarasca del viento Permeables a los colores y al sol, negras en la ceguera No se pierden al sonido ni reposan el silencio Parecen no llegar o saltar apresuradas sin razones Bellas cuando acunan el sueño entre la respiración leve Y se transforman en fracciones de segundo al encuentro Elásticas en las ventanillas de las despedidas Condenan, no se dejan atrapar ni detener con agujas de reloj ¿Qué haremos con las impacientes, marchitas, perdidas? Saben danzar con las hermanas que fueron y serán Son música, voz, risa, llanto, se mueven como lágrima Pasos de ruedos, rodar, cantos de amor y gritos de dolor Su baile incógnita y desfallece en los brazos y el beso Ellas no sabe su comienzo y las sorprende el final, que sigue Mágicas se apagan con una vela y las enciende un rayo Fueron infinitas cuando la vida estaba en camino Vacío, espacio, solitarias esperando en lo desconocido Hasta ser piedra, aire, agua, fuego, revuelo de caos Y al fin el instante, desde millones de horas para el coro de vida Hasta el último suspiro, latido final, manos que se alejan Quedan y ríen, no pierden el paso en el movimiento eterno. Rodrigo Castillo México, 1982 Antibeatle Que me declare anti-beatle no quiere decir que me declare sumiso he puesto a prueba mi hombría escribiendo versos a escondidas padre: —deja de escribir puterías ni me declaro anti-beatle por el gusto de la fauna. Fauna* ::::::::::*Léase escuchando Dont let me down Canta el cerdo para que no le metan navaja. Eduardo Dalter Argentina, 1947 En la quietud derramada de las costas sólo el mar insiste en decir no y desparrama su saliva, chista y se revuelve, mientras el blancor desvaído de las nubes se desliza lentamente hacia el oeste y el sol guiña, se suaviza. Pero el mar insiste, insiste, hasta que la hora, ya suya, oscurece y sobrecoge. Jacques Viau Renaud Puerto Príncipe, Haití, 1941- 1965 En qué preciso momento se separó la vida de nosotros, en qué lugar, en qué recodo del camino? ¿En cuál de nuestras travesías se detuvo el amor para que decimos adiós? Nada ha sido tan duro como permanecer de rodillas. Nada ha dolido tanto a nuestro corazón como colgar de nuestros labios la palabra amargura. ¿Por qué anduvimos este trecho desprovistos de abrigo? ¿En cuál de nuestras manos se detuvo el viento para romper nuestras venas y saborear nuestra sangre? Caminar... ¿Hacia dónde? ¿Con qué motivo? Andar con el corazón atado, llagadas las espaldas donde la noche se acumula, ¿para qué?, ¿hacia dónde?, ¿Qué ha sido de nosotros? Hemos recorrido largos caminos. Hemos sembrado nuestra angustia en el lugar más profundo de nuestro corazón. ¡Nos duele la misericordia de algunos hombres! Conquistar nuevos continentes, ¿quién lo pretende? Amar nuevos rostros, ¿quién lo desea? Todo ha sido arrastrado por las rigolas. No supimos dialogar con el viento y partir, sentarnos sobre los árboles intuyendo próxima la partida. Nos depositamos sobre nuestra sangre sin acordamos de que en otros corazones el mismo líquido ardía o se derramaba combatido y combatiendo. ¿Qué silencios nos quedan por recorrer? ¿Qué senderos aguardan nuestro paso? Cualquier camino nos inspira la misma angustia, el mismo temor por la vida. Nos mutilamos al recogemos en nosotros, nos hicimos menos humanidad. Y ahora, solos, combatidos, comprendemos que el hombre que somos es porque otros han sido. |