descargar 1.24 Mb.
|
LA FUERZA DEL ESPIRITU ![]() Wayne W. Dyer LA FUERZA DEL ESPÍRITU Hay una solución espiritual para cada problema Traducción de Carme Camps grijalbo mondadori Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorización escrita de los titulares del copyright, bajo las sanciones establecidas por las leyes, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografia y el tratamiento informático, así como la distribución de ejemplares de la misma mediante alquiler o préstamo públicos. Título original: STOP GIVING ENERGY TO THE THINGS YOU DON'T BELIEVE IN Traducido de la edición original de HarperCollins Publishers, Inc., Nueva York © 2001, Dr. Wayne W. Dyer © 2001 de la edición en castellano para todo el mundo: GRIJALBO MONDADOR1, S. A. Aragó, 385, 08013 Barcelona www.grijalbo.com © 2001, Carme Camps, por la traducción Primera edición Reservados todos los derechos ISBN: 84-253-3626-0 Depósito legal: B. 32.910-2001 Impreso en Cremagrafic, Bernat Metge, 197, 08205 Sabadell (Barcelona) Para Sommer Wayne Dyer: Te quiere incondicionalmente tu padre en la Tierra y tu padre en el Cielo No tienes problemas, aunque creas que los tienes. A Course in Miracles ÍNDICE Introducción 06 SECCIÓN I FUNDAMENTOS ESENCIALES PARA LA SOLUCIÓN ESPIRITUAL DE LOS PROBLEMAS
SECCIÓN II PON EN PRÁCTICA LA SOLUCIÓN ESPIRITUAL DE LOS PROBLEMAS
INTRODUCCIÓN El subtítulo de este libro contiene una afirmación muy amplia. Sí, literalmente puedes deshacerte de todos los problemas buscando y poniendo en práctica soluciones espirituales. En el primer capítulo explico lo que quiero decir con las palabras «espiritual», «problemas» y «soluciones», de modo que no será necesario que lo haga en esta breve introducción. El mensaje esencial del libro está contenido en los siguientes diez puntos:
He dividido este libro en dos secciones. La primera consta de seis capítulos que explican con detalle los fundamentos básicos para comprender que existe una solución espiritual para todos los problemas. He estudiado los textos sagrados de muchas tradiciones espirituales, así como las áreas denominadas científicas o pragmáticas. No afirmo que una tradición o práctica sea superior a otra. He examinado los conocimientos que poseo sobre estos conceptos con una mentalidad abierta a todo y apegada a nada. He investigado en libros espirituales antiguos y modernos de Oriente, de Occidente, de todos los lugares entre uno y otro, y los presento porque sé que son veraces y útiles. La segunda sección de este libro consta de los capítulos siete a trece, cuyos títulos corresponden a una de las plegarias más conocidas y aceptadas que jamás se han escrito. Esta plegaria es de san Francisco de Asís y representa el mensaje fundamental de este libro. Los problemas desaparecerán cuando pases de las frecuencias más bajas de los «problemas» a las frecuencias superiores del espíritu. He procurado dar ideas muy específicas para emplear estas energías más elevadas de un modo práctico y útil y empezar hoy mismo. Al releer el libro, me he dado cuenta de que repito con frecuencia que hay una solución espiritual para cada problema. En algunos casos lo he eliminado, pero en otros lo repito deliberadamente para hacer hincapié en este principio en cada caso concreto. He descubierto que de este modo se reafirma de forma instantánea y es mucho más probable que el concepto se te quede grabado. Escribir este libro ha sido para mí un ejercicio de autoconciencia. He descubierto que ahora soy mucho más capaz de apartarme de las pautas de energía más baja y más lenta y de acceder a la guía espiritual, y puedo hacerlo en cuestión de segundos. Me siento más ligero, más cariñoso, compasivo y literalmente libre de problemas cuando, en momentos en que antes creía que tenía un «problema» que había que resolver, accedo a mis energías superiores. Ahora me limito a desconectarme mentalmente de ese mundo de problemas y a conectarme con el espíritu. Escribir este libro me ha acercado más a Dios y me ha hecho comprender que no estoy nunca solo, que eso sería imposible. Espero que, cuando leas estas palabras, encuentres la misma paz que yo he encontrado. Y que todos tus problemas se disuelvan cuando te apartes de las energías inferiores y aprendas que hay una solución espiritual para todos los problemas, tan sólo a un paso. Que Dios te bendiga, Wayne DYER SECCIÓN I FUNDAMENTOS ESENCIALES PARA LA SOLUCIÓN ESPIRITUAL DE LOS PROBLEMAS No hay nada malo en la creación de Dios. El misterio y el sufrimiento sólo existen en la mente. Ramana MAHARISHI 1 SOLUCIONES ESPIRITUALES DE LOS PROBLEMAS La solución al problema del día es el despertar de la conciencia de la humanidad a la divinidad que hay dentro... Hazrat Inayat JAN ¿PUEDES HACER CRECER UNA FLOR? Probablemente en un primer momento tu respuesta sea: «Es muy sencillo. Plantas una semilla, le proporcionas luz y agua y, con el tiempo, aparecerá la flor. ¡La prueba es que en estos momentos están brotando millones de flores!». Es cierto, sin duda. Sin embargo, te invito a que vuelvas a leer la pregunta y pienses quién o qué genera la vida que hace crecer la flor, porque es en ese quién o ese qué donde podemos encontrar la fuente de la solución a todos nuestros problemas. ¿Quién o qué hace que la semilla de la flor se transforme en un capullo y que el diminuto embrión se convierta en un ser humano? ¿Quién o qué hace que nuestras uñas crezcan y nuestro corazón palpite incluso cuando dormimos? ¿Quién o qué está detrás del movimiento de los vientos, que sentimos pero nunca tocamos? ¿Qué fuerza mantiene los planetas en su lugar e impulsa a nuestro mundo a una velocidad vertiginosa? El hombre se ha planteado estas preguntas desde que tuvo capacidad para pensar en su existencia. Espíritu es la palabra que yo utilizo para referirme a la energía informe e invisible que constituye el origen y el sustento de la vida en este planeta. Esta fuerza, sea cual fuere el nombre que le demos, puede resolver todos los problemas con que tropezamos. Existe una solución espiritual para cada problema; sólo tenemos que aprender a acceder a ella. En este libro explicaré las diferentes maneras que he descubierto de hacer esto. Empezaré por explicar los tres pasos básicos para encontrar tus soluciones espirituales a los problemas. Conocí la existencia de estos pasos cuando me sumergí en el Yogasutra* de Patanjali, escrito entre el siglo ív a.C. y el siglo iv d.C. Estas técnicas y disciplinas espirituales fueron escritas para que la persona alcance el conocimiento último de Dios y la unión con El. Me referiré con frecuencia a esta colección de escritos y compartiré contigo la forma en que puedes aplicar este conocimiento a tu vida. Confío en que descubrirás por ti mismo que aquello a lo que llamas problemas tiene fácil solución, y que puedes acceder a ello ahora mismo, en este momento, en ese mundo al que llamamos espíritu. PRIMER PASO PARA ACCEDER A LA DIRECCIÓN ESPIRITUAL Reconocer: puede parecer evidente que hay que reconocer algo antes de aplicarlo; pero, en realidad, es el paso más difícil para alcanzar la iluminación espiritual. Para reconocer que existe una fuerza invisible que puede emplearse para solucionar problemas hay que superar toda una serie de condicionamientos que nos han ido inculcando durante toda la vida. ¿Has pensado alguna vez en las limitaciones que experimentamos cuando nos identificamos sólo como un cuerpo físico de existencia material? Por ejemplo, ¿crees que para hacer frente a nuestros problemas sólo podemos remitirnos a nuestras facultades sensoriales o intelectuales? A la mayoría nos han enseñado que es así y que toda la información que hemos adquirido constituye el inventario total de las opciones de que disponemos. Esta actitud condicionada no reconoce nuestra conexión divina, que nos ofrece la posibilidad de encontrar una solución espiritual a los problemas. En este estado de no reconocimiento, creemos que las medicinas, las hierbas, la cirugía y los médicos son responsables de todas las curaciones, o que mejorar el panorama financiero de uno supone exclusivamente que hay que trabajar mucho, estudiar, hacer entrevistas y enviar currículos. En esencia, este no reconocimiento nos lleva a creer que sólo conocemos los fenómenos que se pueden explicar a través de las funciones sensoriales. Patanjali describió un tipo de conocimiento o poder al que no se accede únicamente a través del mundo material o sensorial. El primer paso para activarlo consiste en reconocer que este poder existe y que siempre está disponible. Sin embargo, no se accede a él sólo a través de las enseñanzas de otros, o a través de escritos antiguos, igual que no soñamos porque alguien enseña o escribe sobre los sueños. Reconocer, igual que soñar, es algo a lo que accederemos si nos comprometemos interior y exteriormente con nuestra capacidad de reconocer. Por ejemplo, en este primer paso, cuando te encuentres ante un problema, te aconsejo que crees una afirmación personal como: «Puede que no sepa exactamente cómo encontrar la solución espiritual, pero reconozco que existe». Reconociendo su existencia invitamos al poder a que sea conocido por nosotros. Como seres físicos, podemos hacer crecer una flor en el sentido al que se alude en la respuesta a la pregunta de antes. Pero si pensamos un poco, nos damos cuenta de que somos incapaces de desentrañar el misterio de la fuerza invisible que da origen a la vida. Sin embargo, la solución a nuestros problemas está ahí, en ese mundo espiritual omnipresente, omnisciente y omnipotente. Esta fuerza espiritual está en todas partes, en todas las cosas y en cada uno de nosotros. Cuando damos el primer paso, reconocer, iniciamos el proceso de acceder a este poder que todo lo sabe. SEGUNDO PASO PARA ACCEDER A LA DIRECCIÓN ESPIRITUAL Percepción: descubrimos que el conocimiento alcanzado por la percepción es de un orden mucho más elevado que el razonamiento intelectual No se trata de un ejercicio de razonamiento intelectual. En este paso vamos más allá del reconocimiento de una presencia espiritual y entramos en la fase de percepción, donde no se confía en nada más que la propia experiencia. Nos convertimos en exploradores de un territorio virgen en el que no puede haber nadie más que nosotros. Aquí, sólo tú puedes validar tu experiencia. Nuestro deseo de percibir la presencia espiritual forma parte de la dinámica inexplicable que da origen a la vida. Cuando meditamos activamente sobre un ideal espiritual, o incluso sobre una personalidad dada, expresamos nuestro deseo invitando a que esa presencia sea accesible. Sugiero que empieces este proceso de percepción visualizando la presencia que buscas. Crea en tu interior la imagen de tu persona recibiendo la orientación divina y borra todas las dudas que tengas sobre su validez. Sé consciente de que, cuando entras en ti mismo, no tienes que explicar o defender nada. Bastará con el deseo silencioso de percibir tu espíritu para que lo descubras. Descubrirás que tu imagen se disuelve y se convierte en la realidad de una presencia accesible dentro de ti. Esto es la percepción. Es una experiencia personal que va más allá de cualquier ejercicio intelectual. Con la práctica y el deseo, mediante la sola meditación, podrás experimentar la presencia. En ocasiones el intelecto persistirá, tratando de que tu experiencia encaje en la realidad del mundo material. Una manera de pensar en este proceso de acercarse a la percepción es imaginarse un imán. Imagina que tú eres el imán y atraes hacia ti todo lo que has reconocido como cierto. Luego, poco a poco, sé consciente de una fuerza magnética mayor, que te empuja hacia verdades más elevadas. El esfuerzo ya no es exclusivamente tuyo. Te encuentras en una especie de campo magnético metafísico, que te impulsa hacia tu percepción. He experimentado personalmente esta percepción durante años. Cuando entro en un estado de meditación profunda, soy consciente de una fuerza que me impulsa hacia Dios. Las revelaciones que experimento en esos momentos me ayudan a renovar mi mente, ya que conecto con una energía que me impulsa hacia la solución de cualquier dificultad. Por ejemplo, algo tan mundano como comprar una propiedad donde instalarme con mi esposa cuando nuestros hijos hayan abandonado el nido me causaba una gran inquietud. Entré en ese campo magnético invisible de energía y fui guiado hacia una solución. En el momento oportuno, un amigo me llamó y dijo una frase que me sacó del dilema. ¡Hecho! Esto es lo que yo llamo percepción en acción. Todos podemos emplear esta percepción de la disponibilidad del espíritu para resolver problemas. Cuando aprendas a dar el primer paso, el reconocimiento de las soluciones espirituales, pasarás a un estado de percepción en el que experimentarás el poder. Te darás cuenta de que, con la energía espiritual que hay en ti, puedes controlar cualquier falta de armonía, discordia o enfermedad. |