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4. ORÍGENES FOLKLÓRICOS 5. RELATO AUTOBIOGRÁFICO 6. EL LAZARILLO Y LA NOVELA PICARESCA 7. RENACENTISMO DEL LAZARILLO 8. ESTRUCTURA DE LA OBRA 9. DESARROLLO DE LA ESTRUCTURA 10. ESTILO 11. GUÍA DE LECTURA EL LAZARILLO DE TORMES (1554) 1. PRIMERA NOVELA MODERNA La importancia de esta novela breve, aparecida en 1554 y titulada Vida de Lazarillo de Tormes y de sus fortunas y adversidades, no consiste sólo en haber iniciado el género picaresco en nuestra narrativa, sino en que, como muchos críticos han señalado, es el pórtico de la novela moderna. • Se apoyan para afirmarlo en el siguiente hecho: el relato, hasta entonces, presentaba un héroe adulto —un caballero, un señor entregado a la vida pastoril, un príncipe, etc.— cuyos rasgos y cuyo destino están ya fijados cuando la novela empieza; las peripecias y aventuras no lo transforman, sino que lo confirman en lo que ya es. Pertenece, además, al gran mundo. • En el Lazarillo, por el contrario, se nos presenta una vida haciéndose. Nos narra la historia de un personaje desde su niñez, para que entendamos por qué, en el último capítulo, ha caído en el deshonor. De esta manera, ese personaje —por primera vez en la historia, un protagonista pobre y miserable— es, en cada momento, una consecuencia de lo que ha vivido. No podríamos comprender qué siente cuando sirve al clérigo de Maqueda, si no supiéramos cuanto le sucedió antes sirviendo al ciego. Las novelas anteriores son sartas de sucesos; a veces, estos podrían cambiarse de orden sin que el relato se alterara. En el Lazarillo, los acontecimientos siguen un orden progresivo e intocable. En este sentido, el famoso relato participa ya de caracteres novelescos modernos. 2. APARICIÓN DEL LAZARILLO En 1554 se publicaron simultáneamente tres ediciones de la obra, en Burgos, Alcalá y Amberes, sin nombre de autor. Tuvo un éxito fulminante, pero en 1559 fue incluida en el índice de libros prohibidos. Sin embargo, continuó leyéndose porque entraban en España muchos ejemplares impresos en el extranjero. En 1573 se autorizó la publicación de una versión expurgada, en la cual se suprimieron, completos, los tratados IV y V y varias alusiones irreverentes en los demás. Has 1834 no volvió a editarse entero el Lazarillo nuestro país. Pero hubo múltiples y continuadas ediciones, en español, hechas en Italia, Portugal, Francia y Países Bajos. Y enseguida comenzarán las traducciones a otras lenguas: francés (1560 inglés (1576), holandés (1579), alemán (1617), italiano (1622), portugués (1786). Hoy está traducido, prácticamente, a todos los idiomas. 3. PROBLEMAS Al igual que La Celestina, el Lazarillo está rodeado de problemas.
4. ORÍGENES FOLKLÓRICOS La mayor parte de las peripecias que acontecen a Lázaro de Tormes son folklóricas. Así, por ejemplo, tienen ese origen: — el nacimiento del protagonista a orillas de un río; — la muerte del padre, que origina la miseria de la familia; —el que sirva a un ciego; la pareja ciego-niño aparece en abundantes cuentos, y farsas medievales — y, por supuesto, los cuentecillos como el del niño negro que se asusta de la fealdad de su padre; el del trompazo que el ciego propina a Lázaro contra el toro de piedra de Salamanca; el de su venganza, haciendo que el amo se estrelle contra una columna, etc. • El autor apenas si ha inventado, pues, los materiales; la mayor parte eran relatos populares que circulaban atribuidos a personajes distintos. Pero él ha elegido los que le convenían para su propósito, y se los ha atribuido a un solo personaje: a Lázaro de Tormes. Con todo, como ya se ha dicho, no se ha limitado a ensartarlos: están orgánicamente dispuestos, al servicio de su intención novelesca de mostrarnos el progreso del protagonista en su desventurado vivir. 5. RELATO AUTOBIOGRÁFICO El Lazarillo está contado por su protagonista en primera persona: se trata, pues, de una fingida autobiografía. • Más concretamente, adopta la forma de una carta. Por el prólogo, sabemos que un desconocido señor (a quien Lázaro se dirige llamándolo siempre “vuestra merced”), le ha escrito rogándole que le cuente qué hay de verdad sobre un caso que se refiere a él y que ha llegado a su noticia (conoceremos el caso en el último capítulo: en Toledo se dice que Lázaro se ha casado por interés con la barragana de un arcipreste). El protagonista, que ejerce el cargo de pregonero en la ciudad imperial, decide no limitarse a contarle el caso, sino a darle noticia entera de su vida. (Es el artificio de que se vale el autor para que comprendamos cómo la pobreza y la mala educación han conducido a un hombre al deshonor.) • El método autobiográfico que el Lazarillo adopta gozó de mucho predicamento en el siglo XVI. Está al servicio de la ficción realista, de hacer más creíble lo que se cuenta. 6. EL LAZARILLO Y LA NOVELA PICARESCA Esta breve y gran novela funda, como hemos dicho, el género picaresco. Lo cual se ha discutido alguna vez, argumentando que Lázaro de Tormes no es un pícaro y que nunca en el libro se le llama así. Según ese argumento, la primera novela picaresca española sería la Vida del pícaro Guzmán de Alfarache, escrita por Mateo Alemán (1599). Lázaro no es, efectivamente, un pícaro sino un desdichado. Sus picardías son raterías de poca monta: nada comparables a las “hazañas” de los pícaros posteriores. Sin embargo, estos no hacen sino acentuar rasgos de maldad que, en el de Tormes, estaban en esbozo. (El pícaro propiamente dicho será un personaje sin oficio conocido, entre cuyas actividades entran las de mendigar y robar; sin ninguna conciencia moral, vive a costa de los demás, pero suele ser víctima de sus propios ardides.) El carácter de novela picaresca que tiene el Lazarillo no puede negarse si, además de lo que en el personaje hay ya de pícaro potencial, tenemos en cuenta la estructura del libro. Estos son sus rasgos principales, que imitarán las novelas picarescas, empezando por el Guzmán de Alfarache:
— es hijo de padres sin honra; empieza declarándolo cínicamente; — se ve obligado a abandonar su hogar por la pobreza; — en una parte importante de su vida, sirve a diversos amos. Esto hace posible que pasen por la obra personajes representativos de la sociedad de la época, y hace posible ofrecer un retrato de tono satírico en el que se denuncian y ridiculizan vicios y hábitos de estos personajes. — es ladrón inducido por el hambre y, a veces, simplemente por su natural vicioso; usa tretas ingeniosas para robar; o, en sentido más amplio, para superar sus adversas condiciones de vida. — aspira a ascender en la escala social, pero no logra salir de su estado miserable; — cuando parece que ha logrado un éxito en sus planes, le sucede una desventura: suerte y desgracia se alternan; — suele contraer matrimonio sin honra;
El género quedó constituido propiamente —si no, el Lazarillo hubiera sido una novela aislada— cuando, adoptando su esquema, el genial escritor sevillano Mateo Alemán escribió la Vida del pícaro Guzmán de Alfarache (1599-1605). El éxito de esta novela, unido al del Lazarillo, que no había dejado de leerse, indujo a otros varios escritores a publicar también novelas picarescas, ya dentro del siglo XVII. 7. RENACENTISMO DEL LAZARILLO El Renacimiento establece una frontera neta entre el mundo natural y el mundo sobrenatural, tan mezclados en la mente de los hombres de la Edad Media. De ese modo, la naturaleza y lo humano pueden explorarse por sí mismos. Los escritores optan por lo religioso (Fray Luis, los ascéticos y místicos) o por lo mundanal, decididamente. Tan renacentista se muestra el gran poeta agustino como el autor del Lazarillo. Este conduce a su protagonista por la sociedad de los hombres, sin que intervengan fuerzas o ideales sobrenaturales; se trata de una investigación literaria sobre determinadas miserias, bien humanas, que sirven de fondo a la lucha del protagonista contra la desgracia de haber nacido pobre. 8. ESTRUCTURA DE LA OBRA El Lazarillo tiene forma de carta o epístola. Es lo que se llamaba en la época una carta de relación, en la que una persona da cuenta de su vida a otra persona con cierto detalle. En efecto, el pregonero Lázaro de Tormes narra su vida, desde que nace en Tejares (Salamanca) hasta que consigue aquel cargo en Toledo. La obra está dividida en siete tratados, introducida por un prólogo: — En el Tratado I, el protagonista sirve a un ciego tacaño y mezquino, a quien tiene que engañar para poder comer. Al entrar a servirle es un niño inocente, pero a su lado aprende toda suerte de malicias, y cuando lo abandona sabe ya más tretas que él; — Sirve, en el Tratado II, al cura de Maqueda (Toledo), un clérigo avariento que no lo alimenta y a quien tiene que robar los bodigos (panes que le ofrendaban los fieles) con alardes de ingenio; es, pues, peor amo que el ciego; — Cuando ya parecía que no cabía más ruindad, Lázaro, en el Tratado III sirve a un escudero (un hidalgo sin fortuna) en cuya casa no hay absolutamente nada; pero lo trata bien, frente a la crueldad que mostraron con él los dos primeros amos. El criado, en este tercer tratado en que culmina la maestría del autor, siente piedad por él, y mendiga para alimentarlo. — El tiempo pasa, Lázaro va creciendo, y ya no sufre hambre con el cuarto y quinto amos. El Tratado IV es brevísimo: un apunte anticlerical. En el V, no actúa como protagonista: se limita a contemplar, asombrado, cómo un eclesiástico, vendedor de bulas (privilegio que el Papa concedía a quienes las compraban), engaña a unos incultos y crédulos aldeanos. Harto de ambos amos, los abandona cuando se cansa de ellos. — El Tratado VI, también muy corto, habla de su servicio a un maestro de pintar panderos, y a un capellán, que lo empleaba como aguador. Con este último, ahorra sus primeros dineros, que emplea para comprarse unas ropillas que mejoren su aspecto. — Por fin, en el Tratado VII, tras servir como auxiliar de un alguacil (oficio que deja pronto, por considerarlo peligroso), obtiene el cargo de pregonero real, lo protege un arcipreste, y se casa con una criada suya, lo que da mucho que hablar en la ciudad (el caso). Su largo “aprendizaje” ha terminado: ya puede aceptar la deshonra como una especie de felicidad. Toda la obra muestra el cumplimiento de una profecía: el ciego, en el Tratado I, dice a Lázaro: “Yo te digo […] que si un hombre en el mundo ha de ser bienaventurado con vino, que serás tú.” Y, efectivamente, alcanza su “ventura” cuando conoce al arcipreste de San Salvador, cuyos vinos pregonaba por Toledo para venderlos (Tratado VII). 9. DESARROLLO DE LA ESTRUCTURA 9.1. PRÓLOGO Está muy ligado al resto del libro: por él sabemos que Lázaro escribe a alguien que le ha pedido que le cuente el caso: Y pues Vuestra Merced escribe se le escriba y relate el caso muy por extenso…. Pero el protagonista va a ir más allá y va a narrar su vida desde el principio (porque se tenga entera noticia de mi persona (para que se pueda comprender su actuación en el caso. El autor es consciente de su estilo (que en este grosero estilo que escribo) y de que su relato puede prestarse a diversas lecturas: pues podría ser que alguno que las lea halle algo que le agrade, y a los que ahondaren tanto los deleite 9.2. TRATADOS I-III Se centran en la infancia de Lázaro — hasta los 13 o 14 años— y constituyen la parte fundamental de su proceso educativo. El aprendizaje de la “carrera de vivir” es el núcleo temático y narrativo. El niño tiene la necesidad de aprender a vivir a luchar en un mundo hostil para sobrevivir como sea. Aunque el tema del hambre está muy presente en estos tres tratados, lo fundamental es cómo todo esto influye en Lázaro, cómo se van formando el carácter y la mentalidad del protagonista. Hay que subrayar que Lázaro no cuento el diario vivir, sino que selecciona los acontecimientos y episodios que van a explicar mejor su evolución y posterior actuación en su edad adulta. |
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