TEMA I ROMANTICISMO ESPAÑOL GUSTAVO ADOLFO BECQUER
RIMA XLIV Como en un libro abierto
leo de tus pupilas en el fondo
¿a qué fingir en los labios
risas que se desmienten con los ojos?
¡Llora! No te avergüences
de confesar que me quisiste un poco.
¡Llora! Nadie nos mira,
Ya ves: yo soy hombre… ¡y también lloro!
| RIMA XXX
Asomaba a sus ojos una lágrima
y a mis labios una frase de perdón…
habló el orgullo y se enjugó su llanto,
y en la frase en mis labios expiró. Yo voy por un camino, ella por otro,
pero al pensar en nuestro mutuo amor,
yo digo aún : “ ¿ Por qué callé aquel día?
y ella dirá : ¿Por qué no lloré yo?
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RIMA XXI
¿ Qué es poesía?, dices mientras clavas
en mi pupila tu pupila azul.
¿Qué es poesía? ¿Y tú me lo preguntas?
Poesía eres tú
| Amor eterno
Podrá nublarse el sol eternamente;
podrá secarse en un instante el mar;
podrá romperse el eje de la tierra
como un débil cristal ¡Todo sucederá! Podrá la muerte
cubrirme con su fúnebre crespón
pero jamás en mí podrá apagarse
la llama de tu amor.
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RIMA XLI
Tú era el huracán, y yo la alta
torre que desafía su poder.
¡Tenías que estrellarte o abatirme!...
¡No pudo ser!
Tú eras el océano y yo la enhiesta
roca que firme aguarda su vaivén:
¡Tenías que romperte o que arrancarme!..
¡No pudo ser!
Hermosa tú, yo altivo; acostumbrados
una a arrollar, el otro a no ceder;
la senda estrecha, inevitable el choque..
¡No pudo ser!
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RIMA LII
Volverán las oscuras golondrinas
en tu balcón sus nidos a colgar,
y otra vez con el ala sus cristales
jugando llamarán:
pero aquellas que el vuelo refrenaban,
tus hermosuras y mi dicha al contemplar;
aquellas que aprendieron nuestros nombres
ésas…¡no volverán! Volverán las tupidas madreselvas
de tu jardín las tapias a escalar,
y otra vez a la tarde, aún más hermosas,
sus flores se abrirán;
pero aquéllas cuajadas de rocío,
cuyas gotas mirábamos temblar
y caer, como lágrimas del día…
ésas… ¡no volverán ¡ Volverán del amor en tus oídos las palabras ardientes a sonar;
tu corazón, de su profundo sueño tal vez despertará:
pero mudo y absorto y de rodillas,
como se adora a Dios ante su altar
como yo te he querido…desengáñate:
¡así no te querrán!
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