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Filología Hispánica LA ÉPICA. ÉPICA HEROICA Y ÉPICA CULTA La poesía narrativa se desarrolla generalmente con posterioridad a la lírica y, de ese modo, escasea entre los pueblos más primitivos, pues su carácter objetivo requiere cierto grado de complejidad técnica. No obstante, en la mayoría de las áreas en que ha aparecido, lo ha hecho con mucha anterioridad a la difusión de la literatura por escrito, siendo normal la existencia de una poesía narrativa de composición y difusión oral, común, sobre todo, bajo la forma de la épica, pues hay numerosos motivos para creer que, incluso cuando los poetas épicos comenzaron a componer por escrito, contaban con aquella forma de popularización de su obra. La épica es una narración heroica en verso (su equivalente en prosa es la saga) y su objeto esencial se ha definido como la «persecución del honor a través del riesgo». El poeta épico aborda las hazañas de un héroe, individual o colectivo, en la mayoría de los casos fuertemente arraigado en su contexto comunitario. Toda la poesía narrativa oral posee casi inevitablemente rasgos en común, y la épica oral, en efecto, despliega un alto grado de analogías aun en pueblos con amplias diferencias: sería atractiva, en este sentido, la conclusión de que tales semejanzas derivan, en último término, de un tronco ancestral común, pero una explicación más probable es que las circunstancias básicas de composición y difusión oral entre un auditorio popular tienden a producir idénticos resultados dondequiera que aquéllas se den. Dos categorías pueden establecerse a este respecto: épica heroica de un lado, o sea poemas dirigidos a una audiencia popular, compuestos oralmente o por escrito, y épica culta que, en la Europa medieval como en la renacentista, entronca fundamentalmente con la Eneida de Virgilio. En la Edad Media se nos presenta la última compuesta generalmente en latín, aunque haya algunos importantes poemas en romance, como el castellano Libro de Alexandre; a la inversa, en el Renacimiento la épica prefiere las lenguas vulgares. La épica comparte algunas características narrativas con la poesía heroica; pocos son, en cambio, los rasgos estilísticos comunes y escasa la dependencia consciente de aquélla con respecto a la tradición literaria, lo que, unido al refinamiento de su público, la aleja de los poemas que despliegan para el pueblo las hazañas de sus héroes reales o imaginarios. Autores cultos, sin embargo, componían a veces -como ocurrió en España- poemas épico-heroicos para ser ejecutados por juglares ante un público que los escuchaba con entusiasmo, rasgo cuya importancia examinaremos más adelante en el presente capítulo. La diferencia esencial, pues, entre la épica literaria y la heroica, no se sitúa de parte del autor o del tema (aunque pueda haber una diferencia en casos particulares), sino que hay que buscarla, más bien, por lo que atañe al público y a la tradición en que los poetas se hallan inmersos. http://www.loseskakeados.com |