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adjetivo. 1. Palabra cuya función propia es la de modificar al sustantivo —con el que concuerda en género y número—, bien directamente: casa pequeña; magníficas vistas; aquel avión; bien a través de un verbo, caso en el que el adjetivo funciona como atributo (→ atributo) o como predicativo (→ predicativo): La casa es pequeña; Los niños comen tranquilos. Los adjetivos se dividen en dos grandes clases: a) adjetivos calificativos. Son los que expresan cualidades, propiedades, estados o características de las entidades a las que modifican, como suave, valiente, nervioso, conductivo, magnético, u otras nociones, como relación o pertenencia, origen, etc.: materno, policial, químico, aristócrata, americano, siguiente, presunto. Los que expresan relación o pertenencia, como materno, policial o químico, se denominan, más específicamente, adjetivos relacionales; y los que expresan nacionalidad u origen, como americano o cordobés, se llaman adjetivos gentilicios (→ gentilicio). b) adjetivos determinativos. Son los que tienen como función básica introducir el sustantivo en la oración y delimitar su alcance, expresando a cuáles o cuántas de las entidades designadas por el nombre se refiere el que habla: este coche, algunos amigos, tres días. 2. adjetivos gentilicios. → 1a. 3. adjetivos relacionales. → 1a. comparativo -va. Que expresa comparación. Se aplica a ciertos adjetivos y a ciertos adverbios (→ grado, 3), a algunas conjunciones (→ conjunción, 4) y a un tipo de oraciones o construcciones (→ oración, 7). 4. conjunción comparativa. La que introduce el segundo término de comparación en las construcciones u oraciones comparativas (→ oración, 7). Son que y como. especificativo -va. Que especifica. Se aplica a los adjetivos, aposiciones, complementos u oraciones que delimitan la referencia del nombre especificando alguna cualidad o circunstancia de la entidad a la que este alude: Me he comprado un ordenador portátil; Mi amigo el frutero es simpatiquísimo; Busco personas de buen carácter; Solo van de viaje los alumnos que han aprobado. Se opone a explicativo (→ explicativo). explicativo -va. Que explica. Se aplica a los adjetivos, aposiciones, complementos u oraciones que simplemente expresan cualidades o circunstancias de la entidad a la que se refiere el sustantivo, sin que su supresión impida la correcta comprensión del enunciado ni modifique su sentido: El policía, muy valiente, se enfrentó a los atracadores; Madrid, la capital de España, es una ciudad muy arbolada; En esta casa, que compré a muy buen precio, paso la mayor parte del verano. Se opone a especificativo (→ especificativo). género. Rasgo inherente a los sustantivos por el que estos se dividen, en español, en masculinos y femeninos. Adoptan también el género, a través de la concordancia, los determinantes y adjetivos que los acompañan o los pronombres que los sustituyen. El artículo y algunos pronombres también tienen género neutro (→ neutro), como las formas lo, esto, eso, aquello. gentilicio. Adjetivo (a menudo usado como sustantivo) que expresa nacionalidad o lugar de origen, como africano, azteca, croata, francés o bagdadí. grado. 1. Forma con la que se expresa gramaticalmente la intensidad de la propiedad denotada por los adjetivos calificativos y algunos adverbios. 2. grado positivo. La propiedad denotada por el adjetivo o el adverbio aparece sin intensificar: alto, sincero, cerca. 3. grado comparativo. Se atribuye a la propiedad denotada por el adjetivo o el adverbio una intensidad comparativamente mayor, menor o igual en relación con otra propiedad o con esa misma propiedad en una entidad o circunstancia distintas. Este grado se expresa utilizando los cuantificadores comparativos más, menos, tan o igual de: más alto, menos sincero, tan cerca, igual de lejos. Algunos adjetivos y adverbios tienen formas comparativas propias, como mejor (comparativo de bueno y de bien), peor (comparativo de malo y de mal), mayor (comparativo de grande) o menor (comparativo de pequeño). 4. grado superlativo. La propiedad denotada por el adjetivo o el adverbio presenta la máxima intensidad, bien de modo absoluto (superlativo absoluto): altísimo, paupérrimo; bien en relación con la que presentan el resto de los integrantes de un grupo o conjunto (superlativo relativo): el más alto de mis hermanos, el menos sincero de todos, la mejor de sus novelas. Unos pocos adjetivos y adverbios son en sí mismos superlativos absolutos, porque lo eran ya en latín: óptimo, máximo, mínimo, pésimo, óptimamente, pésimamente. locución. 1. Grupo estable de dos o más palabras que funciona como una unidad léxica con significado propio, no derivado de la suma de significados de sus componentes. Se distinguen varios tipos según su funcionamiento gramatical: 2. locución adjetiva. La que funciona como un adjetivo: una mujer de bandera, una verdad como un templo. 3. locución adverbial. La que funciona como un adverbio: Todo salió a las mil maravillas; Apareció de repente. 4. locución conjuntiva. La que funciona como una conjunción: así que, por más que. 5. locución determinativa. La que funciona como un adjetivo determinativo (→ adjetivo, 1b): algún que otro cigarrillo. 6. locución interjectiva. La que equivale a una interjección: ¡santo cielo!, ¡Dios mío!, ¡ni modo! 7. locución nominal. La que equivale a un sustantivo y funciona como tal: brazo de gitano ('pastel de forma cilíndrica'), ojo de buey ('ventana circular'). 8. locución preposicional. La que funciona como una preposición: acerca de, con vistas a, junto a, a pesar de. 9. locución pronominal. La que equivale a un pronombre y funciona como tal: alguno que otro, cada uno. 10. locución verbal. La que equivale a un verbo y funciona como tal: echar de menos, caer en la cuenta, hacer caso. neutro -tra. De género que no es ni masculino ni femenino. Los sustantivos no pueden tener en español género neutro, a diferencia de lo que sucede en otras lenguas, como el latín o el alemán. En español solo tienen formas neutras los demostrativos (esto, eso, aquello), los cuantificadores (tanto, cuanto, cuánto, mucho, poco), el artículo definido o determinado (lo) y los pronombres personales de tercera persona (ello, lo). relativo. 1. Se dice del pronombre, el adjetivo o el adverbio que, además de desempeñar su función dentro de la oración a la que pertenece, sirve de enlace entre dicha oración y la principal de la que esta depende. Los relativos en español son los pronombres (el) que, el cual y quien, así como el adjetivo cuyo, con sus variantes de género y número, y los adverbios (a)donde, cuando, como y cuanto. 2. oración de relativo. La que va encabezada por un relativo (→ 1): Ha venido el tipo que llamó ayer; El problema, cuya solución anhelamos, sigue agravándose; Iremos donde tú quieras. 3. oración enfática de relativo. Oración perifrástica (→ perífrasis, 1) de intención enfática, en la que el verbo ser une dos componentes oracionales entre los que existe una relación de identidad, de los cuales el segundo va encabezado siempre por un pronombre o un adverbio relativo (→ 1): Con esta arma es con la que se cometió el crimen; Ayer fue cuando vi a tu mujer. mismo -ma. 1. Como adjetivo, tiene variación de género y número —mismo(s), misma(s)— y se sitúa normalmente entre el artículo o el determinante y el sustantivo al que modifica: el mismo día, esta misma semana, sus mismos hijos. Puede indicar identidad, esto es, que la persona o cosa a la que nos referimos no es otra diferente: «Era la misma persona que había visto en el convento de Valladolid» (UPietri Visita [Ven. 1990]); o bien que, refiriéndonos a personas o cosas diversas, estas son iguales o muy semejantes: «A todos les hizo el mismo regalo» (GaCandau Madrid-Barça [Esp. 1996]); «Casi todos los pacientes tenían la misma cara» (GmzMontoya Cirugía [Esp. 1995]). Cuando forma parte de una estructura comparativa, el término de comparación va introducido por que: «Tienes los mismos ojos que tu madre» (Pedrero Besos [Esp. 1987]); «Seguirá la misma estrategia que han usado durante toda su gestión gubernamental» (NDía [P. Rico] 8.1.98). En México y el área centroamericana es frecuente, en textos periodísticos o de prosa divulgativa, emplear mismo (a menudo sin artículo) como antecedente del que relativo que introduce oraciones explicativas; es uso superfluo, que debe evitarse, pues el solo relativo basta: ![]() 2. A menudo se emplea como mero refuerzo enfático y puede ir antepuesto o pospuesto al sustantivo, a veces en forma diminutiva (mismito) o superlativa (mismísimo): «Mis sorpresas comenzaron en la puerta misma del Club Alemán de la ciudad» (Edwards Anfitrión [Chile 1987]); «Me dejó con la espina clavada en el mismito centro de mi corazón» (LpzPáez Herlinda [Méx. 1993]); «Se atrevió a dar el paso de telefonearlo a la mismísima casa de su amante» (Vergés Cenizas [R. Dom. 1980]). Puede seguir a un pronombre personal: «Nosotros mismos nos condenamos al nacer» (Britton Siglo [Pan. 1995]); su empleo es obligatorio tras un pronombre tónico que, a su vez, refuerza al reflexivo átono correspondiente: «Muchas veces usted no se cuida a sí mismo» (Sophia Arte [EE. UU. 1996]); aquí no sería posible *usted no se cuida a sí; sin embargo, en ausencia del pronombre átono, no es obligatorio añadir el refuerzo mismo: «Gracias al instinto de supervivencia cada uno cuida de sí» (GmzPérez Abc [Esp. 1994]). 3. El adjetivo mismo puede sustantivarse, manteniendo los sentidos de identidad y de igualdad o semejanza que le son propios: «Sus ideas reformistas solo cambian de posición, pero son las mismas» (Vitier Sol [Cuba 1975]). A pesar de su extensión en el lenguaje administrativo y periodístico, es innecesario y desaconsejable el empleo de mismo como mero elemento anafórico, esto es, como elemento vacío de sentido cuya única función es recuperar otro elemento del discurso ya mencionado; en estos casos, siempre puede sustituirse mismo por otros elementos más propiamente anafóricos, como los demostrativos, los posesivos o los pronombres personales; así, en ![]() ![]() ![]() ![]() 4. Pospuesta a adverbios o locuciones adverbiales, la forma mismo funciona como adverbio en el español general. Se emplea como mero refuerzo enfático, por lo que a menudo aparece en la forma diminutiva expresiva mismito: «Buscó un lugar para dormir, al lado mismo de la carretera» (FdzCastro Novia [Esp. 1987]); «Ahí mismito entra mi sobrino Gonzalo» (Scorza Tumba [Perú 1988]). Puede denotar también elección indiferente entre varias posibilidades: «Te llevaré a Lisboa. Cuando tú quieras, mañana mismo, esta noche» (MñzMolina Invierno [Esp. 1987]). Son ajenos a la norma culta general los usos adverbiales de mismo con los sentidos de ‘justamente o cabalmente’ (→ mismamente) y de ‘hasta o incluso’, que se dan en algunas zonas de España y de América: Con ese vestido parecía mismo una modelo; Mismo los ricos tienen que rendir cuentas a Dios. 5. Debe evitarse el uso de la forma arcaica ![]() 6. así mismo. → asimismo. 7. lo mismo. Tiene distintos valores: a) Cuando forma parte de estructuras comparativas, con el sentido de ‘igual’, bien con valor nominal (‘la misma cosa’), bien con valor adverbial (‘de la misma manera’), el segundo término de comparación va introducido por la conjunción que: «Analizar el pasado no es lo mismo que auscultar el presente» (Vistazo [Ec.] 20.3.97); «Escucha lo mismo a los criados que a los huéspedes opulentos del hotel» (País [Esp.] 21.5.97). En este caso, es incorrecto emplear como o a en lugar de que: ![]() ![]() b) Se usa en correlación con que, o más raramente como, con sentido equivalente a tanto... como..., para denotar la suma de dos nociones: «La fermentación puede operarse lo mismo en caliente que en frío» (Toharia Setas [Esp. 1985]); «Su agradable sabor se aviene con todos los platos, tanto salados como dulces, lo mismo en repostería como en panificación» (Bonfiglioli Arte [Arg. 1990]). c) En España se usa, coloquialmente, con el sentido de ‘tal vez o a lo mejor’: «Además, si te hablo lo mismo me cuelgas» (Resino Pop [Esp. 1991]). Diccionario panhispánico de dudas ©2005 Real Academia Española © Todos los derechos reservados concordancia. 1. Es la coincidencia obligada de determinados accidentes gramaticales (género, número y persona) entre distintos elementos variables de la oración. Se pueden distinguir dos tipos de concordancia: a) Concordancia nominal (coincidencia de género y número). Es la que establece el sustantivo con el artículo o los adjetivos que lo acompañan: la blanca paloma; esos libros viejos; el pronombre con su antecedente o su consecuente: A tus hijas las vi ayer; Les di tu teléfono a los chicos; o el sujeto con el atributo, con el predicativo o con el participio del verbo de la pasiva perifrástica: Mi hijo es un santo; Ella se encontraba cansada; Esas casas fueron construidas a principios de siglo. b) Concordancia verbal (coincidencia de número y persona). Es la que se establece entre el verbo y su sujeto: Esos cantan muy bien. |