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5b) Comente los aspectos más relevantes de la obra de la segunda mitad del siglo XX que haya leído en relación con su contexto histórico y literario. (1 p.) Las personas del verbo, Jaime Gil de Biedma. Jaime Gil de Biedma es uno de los poetas españoles más singulares del siglo xx y más en boga hoy en día, a pesar de la escasez de su obra. Su planteamiento fue escribir unos cuantos poemas que, por su circunstancia perfecta, resistieran el paso del tiempo. Solo se decidió a publicar lo que estuviera a la altura de sus propias exigencias como poeta y como lector. El resultado precisamente fue Las personas del verbo, libro en el que reunió casi todos los poemas que componían los tres poemarios escritos por Biedma: Compañeros de viaje, Moralidades y Poemas póstumos. Biedma pertenece a la llamada generación de los cincuenta o del medio siglo, donde se han incluido a otros poetas como Claudio Rodríguez, Ángel González o Francisco Brines. Con esta generación se produce un cambio en la orientación de la poesía española de posguerra. Estos poetas propusieron y llevaron a cabo un cambio que surgió como discrepancia con la poesía social precedente. Ese cambio se conoce como poesía de la experiencia. La poesía de la experiencia consiste no en la revelación de una experiencia personal del poeta, sino en el simulacro de esa experiencia real. La experiencia se construye dentro del poema. Lo que verdaderamente importa en esta poesía no es la anécdota, sino la cambiante perspectiva asumida por el poeta al irla evocando. Se produce entonces una escisión fundamental en la conciencia del poeta: construye otro yo, el de la imagen del recuerdo. En ese sentido, el poeta se desdobla para dialogar con su propia memoria de una manera crítica. La expresión poética de la experiencia se convierte en la mejor manera que posee el poeta para construir su propia identidad. El desdoble del poeta y el monólogo con ese yo del recuerdo llevan a la ironía, la idea de criticar y reírse de los demás y de uno mismo, aspecto que se aprecia en poemas como “Contra Jaime Gil de Biedma”. Por esa razón, esta poetización de la experiencia propia en sus textos adquiere un tono confesional y narrativo, con el que transmite una amarga visión de su clase social, la alta burguesía. La ciudad tiene un papel relevante en su poesía. La urbe se convierte en un ámbito de la experiencia, del enorme espacio donde se diluye el sujeto, la ubicación del poeta como uno más de los habitantes. Ello se aprecia en poemas como “Barcelona ja no es bona o mi paseo solitario en primavera”. Por otro lado, el tema erótico es muy frecuente en su obra. En él se presente muchas veces una dialéctica entre el amor romántico y el amor promiscuo. El ejemplo más claro es Pandémica y celeste”. Los poemas de Biedma suelen constituir más bien una sinuosa combinación de versos regulares e irregulares, cuya articulación sirve a menudo para crear unas expectativas y luego desmentirlas. Biedma saca mucho provecho a los encabalgamientos, que sirven para subrayar la presencia de la conciencia del poeta. Usa un lenguaje coloquial, que lejos de ser una expresión natural, es una estilización del habla cotidiana. El tono es de vital importancia para entender su poesía. Gil de Biedma se preocupa por convertir el habla y los sucesos cotidianos en poesía. |