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La épica. Los cantares de gestaArtículo principal: épica medieval Entendemos por cantares de gesta una serie de obras en verso que cuentan las hazañas de un héroe nacional. El género tiene mucha influencia occitana y francesa. La poesía épica se encuadra dentro del mester de juglaría. Los cantares de gesta eran recitados de memoria por los juglares que actuaban en las plaza de los pueblos y ciudades, en los castillos o en las estancias de la corte, a cambio de un pago por sus servicios. Sabían danzar, tocar instrumentos, recitar y realizar ejercicios acrobáticos y circenses. Los cantares de gesta surgieron entre los siglos XII y XIII. Se han conservado muy pocos debido a que su transmisión era oral y no escrita. Además del Poema de Mío de Cid, que se conserva casi completo, nos han llegado fragmentos del Cantar de Roncesvalles y del Cantar de las Mocedades de Rodrigo. De otros cantares de gesta nos han llegado noticias gracias a las crónicas históricas, que los utilizaron como fuente. Características de los cantares de gesta de nuestra literatura son: a) Su carácter anónimo. b) Su gran vitalidad, pues sus temas pervivieron en la literatura posterior (romancero, comedia nacional, drama neoclásico, romántico y moderno, en la lírica, en la novela, etc.) c) Su realismo, pues se compusieron en fechas cercanas a los hechos que cuentan y apenas aparecen elementos fantásticos.
El Cantar de mio Cid es un cantar de gesta anónimo que relata hazañas heroicas inspiradas libremente en los últimos años de la vida del caballero castellano Rodrigo Díaz de Vivar. Se trata de la primera obra narrativa extensa de la literatura española en una lengua romance. El poema consta de 3.735 versos anisosilábicos de extensión variable, aunque dominan versos de 14 a 16 sílabas métricas. Los versos del Cantar de mio Cid están divididos en dos hemistiquios separados por cesura. No hay división en estrofas, y los versos se agrupan en tiradas, es decir series de versos con una misma rima asonante. Está escrito en castellano medieval y compuesto alrededor del año 1200 DataciónSolamente se conserva en una copia realizada en el siglo XIV (como se deduce de la letra del manuscrito) a partir de otra que data de 1207, efectuada por un copista llamado Per Abbat, que transcribe un texto compuesto probablemente pocos años antes de esta fecha. Argumento y estructuraEstructura internaEl Cantar de mio Cid trata el tema del complejo proceso de recuperación de la honra perdida por el héroe El poema se inicia con el destierro del Cid, primer motivo de deshonra, tras haber sido acusado de robo. Este deshonor supone también el ser desposeído de sus heredades o posesiones en Vivar y privado de la patria potestad de su familia. Tras la conquista de Valencia consigue el perdón real y con ello una nueva heredad, el señorío sobre Valencia, que se une a su antiguo solar ya restituido. Para ratificar su nuevo estatus de señor de vasallos, se conciertan bodas con linajes del mayor prestigio cuales son los infantes de Carrión. Pero paradójicamente, con ello se produce la nueva caída de la honra del Cid, debido al ultraje de los infantes a las hijas del Cid, que son vejadas, malheridas y abandonadas en el robledal de Corpes. Este hecho supone según el derecho medieval el repudio de facto de estas por parte de los de Carrión. Por ello el Cid decide alegar la nulidad de estos matrimonios en un juicio presidido por el rey, donde además los infantes de Carrión queden infamados públicamente y apartados de los privilegios que antes detentaban como miembros del séquito real. Por el contrario, las hijas del Cid conciertan matrimonios con reyes de España, llegando al máximo ascenso social posible. Así, la estructura interna está determinada por unas curvas de obtención–pérdida–restauración–pérdida–restauración de la honra del héroe. En un primer momento, que el texto no refleja, el Cid es un buen caballero vasallo de su rey, honrado y con heredades en Vivar. El destierro con que se inicia el poema es la pérdida, y la primera restauración, el perdón real y las bodas de las hijas del Cid con grandes nobles. La segunda curva se iniciaría con la pérdida de la honra de sus hijas y terminaría con la reparación mediante el juicio y las bodas con reyes de España. Pero la curva segunda supera en amplitud y alcanza mayor altura que la primera. Estructura externaEstá dividido en tres cantares. Primer cantar. Cantar del destierro (vv. 1–1.086)El Cid ha sido desterrado de Castilla. Debe abandonar a su esposa e hijas, e inicia una campaña militar acompañado de sus fieles en tierras no cristianas, enviando un presente al rey tras cada victoria para conseguir el favor real. Segundo cantar. Cantar de las bodas (vv. 1.087–2.277)El Cid se dirige a Valencia, en poder de los moros, y logra conquistar la ciudad. Envía a su amigo y mano derecha Álvar Fáñez a la corte de Castilla con nuevos regalos para el rey, pidiéndole que se le permita reunirse con su familia en Valencia. El rey accede a esta petición, e incluso le perdona y levanta el castigo que pesaba sobre el Campeador y sus hombres. La fortuna del Cid hace que los infantes de Carrión pidan en matrimonio a doña Elvira y doña Sol. El rey pide al Campeador que acceda al matrimonio y él lo hace aunque no confía en ellos. Las bodas se celebran solemnemente. Tercer cantar. Cantar de la afrenta de Corpes (vv. 2.278–3.730)Los infantes de Carrión muestran pronto su cobardía, primero ante un león que se escapa, después en la lucha contra los árabes. Sintiéndose humillados, los infantes deciden vengarse. Para ello emprenden un viaje hacia Carrión con sus esposas y, al llegar al robledo de Corpes, las azotan y las abandonan dejándolas desfallecidas. El Cid ha sido deshonrado y pide justicia al rey. El juicio culmina con el «riepto» o duelo en el que los representantes de la causa del Cid vencen a los infantes. Éstos quedan deshonrados y se anulan sus bodas. El poema termina con el proyecto de boda entre las hijas del Cid y los infantes de Navarra y Aragón. Cantar del Destierro, en el que se relata cómo el Cid es desterrado (el destierro era la mayor deshonra para un caballero) por el rey Alfonso VI debido a falsas acusaciones. El Cid debe partir de la corte y recuperar su honra, y para ello, por medio de hazañas bélicas, va aumentando su riqueza y su fama para ser rehabilitado por el rey. Este primer cantar termina cuando el Cid se encuentra en las proximidades de Valencia. Es un cantar esencialmente bélico y en algunos aspectos, emotivo )estancia en Burgos, despedida de su familia). Narra las luchas del Cid con reyezuelos moros y con el Conde de Barcelona. · Cantar de las Bodas, que se centra en la conquista de Valencia, envío de regalos al rey y reunión con su familia. Vence a los almorávides y recibe en Valencia a los codiciosos Condes de Carrión que, previa autorización real, deciden casarse con las hijas del Cid. Se celebran las bodas y se advierte la actitud recelosa del Cid.
Características.
Estilo.
Características y temasEl Cantar de Mio Cid se diferencia de la épica francesa en la ausencia de elementos sobrenaturales, la mesura con la que se conduce su héroe y la relativa verosimilitud de sus hazañas. Además está muy presente la condición de ascenso social mediante las armas que se producía en las tierras fronterizas con los dominios musulmanes El propio Cid, siendo solo un infanzón (esto es, un hidalgo de la categoría social menos elevada, comparada con condes, potestades y ricos hombres, rango al que pertenecen los infantes de Carrión) logra sobreponerse a su humilde condición social dentro de la nobleza, alcanzando por su esfuerzo prestigio y riquezas (honra) y finalmente un señorío hereditario (Valencia) y no en tenencia como vasallo real. Por tanto se puede decir que el verdadero tema es el ascenso de la honra del héroe, que al final es señor de vasallos y crea su propia Casa o linaje con solar en Valencia, comparable a los condes y ricos hombres. Aspectos métricosCada verso está dividido en dos hemistiquios por una cesura. Esta forma, también típica de la épica francesa, refleja un recurso útil a la recitación o canto del poema. Sin embargo, mientras en los poemas franceses cada verso tiene una métrica regular de diez sílabas divididas en dos hemistiquios por una fuerte cesura, en el Cantar de mio Cid tanto el número de sílabas en cada verso como el de sílabas en cada hemistiquio varía considerablemente. A este rasgo se le denomina anisosilabismo. Aun cuando se encuentran versos de entre diez y veinte sílabas y hemistiquios de entre cuatro y catorce, más del 60% de los versos oscila entre 14 y 16 sílabas. En principio, todos los versos riman en asonante, pero las asonancias no son tampoco totalmente regulares ni muy variadas (se usan once tipos de asonancia). Los versos se agrupan en tiradas de extensión variable. Su longitud varía entre 3 y 90 versos, cada una de las cuales tiene la misma rima y constituye una unidad de contenido. |