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C![]() ![]() Joaquín Bernal 650 – Lince ÁREA: COMUNICACIÓN AÑO y SECCIÓN: ___ Prof.: Wagner Del Castillo Indicación: La separata muestra un modelo de una monografía. Recuerden jóvenes que éste es un ejemplo hecho muchos años atrás, por lo tanto tengan en cuenta que las formas de citar no corresponden a las vistas en clase; las cuales son según la norma APA. Otra cosa que no consta en el trabajo es la carátula ni el índice. INTRODUCCIÓN Hablar de Martín Adán es hablar de casi un siglo de Literatura peruana porque sus obras se enmarcan en la mayor parte del siglo XX. Para realizar este trabajo de investigación hemos recurrido a la primera biografía que se realizó de Martín Adán y estuvo a cargo de José Antonio Bravo, así como la última hasta el momento que es la realizada por Luis Vargas Durand, en 1992. En la medida que nos ha sido posible hemos tratado de buscar los documentos a los que hacen mención ambas biografías, trabajo que resultó difícil pues la mayoría de los informantes de estos autores ya han fallecido. El trabajo consta de tres partes: en la primera ubicamos la vida de Martín Adán y a partir de ella, aludimos al contexto de la época y a su obra. En la segunda parte presentamos el análisis realizado por el grupo de la casa de cartón. Finalizamos el trabajo con la tercera parte que son las conclusiones a las que hemos llegado al realizar este trabajo de investigación. Queremos añadir que resultó una experiencia muy grata poder acercarnos a la vida de este genial escritor; a quien ya apreciamos y sentimos sincero afecto. MARTÍN ADÁN (Primera Parte) LA INFANCIA Martín Adán nació en Lima, el 27 de Octubre de 1908 y tal como lo registra su partida de nacimiento su nombre completo fue Ramón Rafael de la Fuente Benavides, nombres que correspondían a su abuelo paterno y materno. Se le llamó Rafael por la proximidad a su abuelo materno. Este dato del nombre es muy importante ya que pocos lo conocen: José Antonio Bravo que es quien hace la primera biografía de Martín Adán no lo menciona. El dato es presentado por Luis Vargas Durand, en la biografía que realiza en 1992, verificado en la partida de nacimiento de Martín Adán que conservaba Mejía Baca desde 1960. Al parecer, el propio escritor no quiso que este dato se sepa, quizá por las implicaciones que de ello podían sacarse en La Casa de Cartón, donde habla de un tal Ramón tomando distancia e ironizando. Citamos aquí un fragmento de la biografía hecha por Luis Vargas Durand en la que alude a la partida de nacimiento: Partida número ciento setenta y tres. Hoy a las cuatro y cuarto de la tarde del día 27 de Noviembre de 1908, se presento ante esta sección de registro del estado civil del honorable Consejo Provincial de Lima, Perú, Don Santiago M. de la Fuente Santolalla de 38 años, casado, comerciante, natural de Pacasmayo, la Libertad, domiciliado en la Calle Apurímac 28 y manifestó un varón nacido el día 27 de Octubre de este año a la una de la tarde en el distrito octavo, cuadra tercera de Apurímac, número, 28 ; llamado Ramón Rafael de la Fuente hijo legítimo del declarante y de Doña Rosa Mercedes Benavides de la Fuente de 32 años, natural de Lima ( PUCP, 1992 ) . Rafael tuvo un hermano menor, César Augusto. Ambos enfermaron de escarlatina pero César no sobrevivió, falleciendo en 1919, Rafael se salvo, pero le quedó una horrenda marca detrás de la oreja que llevo por el resto de su vida. Acerca de la muerte de su hermano, hecho que le afectó muchísimo. Menciona en una entrevista en la que le preguntan el hecho más triste de su vida: “la muerte de mi único hermano, era menor y que tenía una inteligencia prodigiosa. Sólo me acompañó nueve años y lo necesité toda mi vida”. Acerca de sus padres, empezaremos hablando del lado paterno, los de la Fuente ya eran en el siglo pasado una extensa familia del norte del Perú. El bisabuelo de Martín Adán fue don Santiago Joaquín de la Fuente Moreyra, un hacendado de Pacasmayo que se caso con la vasca Carmen Goyburu y tuvieron siete hijos, entre ellos Ramón, abuelo de Martín Adán quien se dedicó a las letras, nietos de un hermano de Ramón son Nicanor de la Fuente Sifuentes (Nixia), notable escritor Trujillano y Nicanor de la Fuente Salcedo, Hombre también de letras, por ello podemos decir que la bohemia y afición a las letras le venía del lado paterno. Su abuelo siguió estudios en Francia, a recomendación del presidente Castilla quien, en su paso por el norte conoció al joven Ramón y admirado de su talento, recomendó se le envié a estudiar a Europa. El padre de Martín Adán, Santiago de la Fuente Santolalla, siguió su educación escolar en Lima, se sabe que estuve en Brasil, muy joven a donde llegó por Iquitos y ahí conoció a quién más adelante sería su cuñado Rafael Benavides. A su vuelta al Perú se dedico a la agricultura se dice que era de índole bohemia y no era bien visto por la familia materna. Su muerte ocurrió el 26 de Octubre de 1914 un día antes de que Martín Adán cumpliera 6 años. En ocasiones en que Martín Adán visitó Pacasmayo fue bien recibido y es sabido, por votos y libros con dedicatorias, que llevó una relación cordial con su familia paterna. Por el lado materno se conoce que su bisabuelo, don Miguel Benavides, fue oficial de San Martín y peleó en la batalla de Junín y Ayacucho y se caso con María Rosa. Ambos fueron padres del abuelo de Adán, Rafael Benavides Roa, quien fue un eminentísimo ginecólogo, que nació en 1832, estudio medicina en San Fernando y se especializó en Francia. Rafael Benavides Roa trabajo como catedrático en la facultad de Medicina de Lima, desde su fundación en 1856 hasta su muerte. Para este puesto fue invitado por Cayetano Heredia. Uno de sus alumnos fue Emilio Valdizán quien lo recuerda como un maestro claro y elegante, con perfecto conocimiento de su especialidad, además de un conversador delicioso para provecho de sus alumnos. En la época de la guerra con Chile, continuó dictando clases en su casa. Del lado materno, Martín Adán heredó la gracia en el decir y el sentido de la caballerosidad que lo caracterizaron. El doctor Rafael Benavides Roa tuvo cuatro hijos. Rosa Mercedes, la melancólica madre de Martín Adán, la tía Tarcila, mujer severa y recta, soltera y beata que vivió con su hermana y su sobrino Rafael, y en quien se asume se inspiró Martín Adán para su personaje en la Casa de Cartón, un tío retrasado menta, que vivió con ellos, y Rafael Benavides, de quien hablamos antes al referirnos al padre de Adán, quien se fue a la selva y no se supo más de él. Rafael Benavides Roa murió el 18 de Diciembre de 1915, y de su herencia se benefició Adán hasta casi 1970. La familia de Adán era muy reservada ya que no hay registro de ellos en las crónicas de sociales de su época. LA CASA DE ADÁN Siempre se dice que Rafael de la Fuente vivió entre Lima y Barranco, pero hay un dato en la biografía hecha por Vargas Durand que nos habla de otro domicilio en Chorrillos, para ello se apoya de una carta que Adán dirigió a José Dammert con fecha del 7 de junio de 1975. Transcribimos aquí un fragmento:”(Enrique Dammert) fue mi primer amigo: lo fue en el tiempo que yo no podía saberlo tal. Mi familia y yo, recién nacido, vivíamos en Chorrillos, en la calle de Lima, en una casa que el terremoto de 1940 hizo desaparecer...” (PUCP, 1992). Nada más se sabe sobre esta casa, por eso se asume que allí vivió sus primeros años el matrimonio de la Fuente Benavides y de allí fueron a la casa de la calle Sagrado Corazón, hoy Apurímac 334, en el Centro de Lima. De esta casa se sabe que tenía ambiente ascético e intelectual, con zaguanes, paredes empapeladas, sillones de cuero y olor a adobe húmedo, mezclado con cigarro. En el salón, que pocas veces se abría, se lucían muebles de seda amarilla y el cuadro en pan de oro del abuelo médico. Luego se mudan a la casa de Barranco, que hoy es Sánchez Carrión 131. EL COLEGIO ALEMÁN Martín Adán estudió el preescolar en el colegio San José de la Cruz de Barranco y en 1916 ingresó al Colegio Alemán donde estudió hasta 1926. La formación en el Colegio Alemán marcó la dedicación a la literatura y en gran parte el estilo de Adán, y no sólo el de él, ya que fue un centro de estudios de destacadas personalidades, compañeros de Adán como son: Estuardo Núñez, Adolfo Westphalen, Xavier Abril, el teólogo Gerardo Alarco, el filósofo Luis Felipe Alarco, el pintor Ricardo Grau, el educador Carlos Cueto Fernandini, Carlos Lisson, el historiador Guillermo Lohomann, entre otros. En la plana docente, la calidad fue magnífica, había dos clases de docentes, los alemanes y los peruanos. Los primeros constituían el concejo de profesores y venían contratados por dos años. Entre los peruanos o de habla castellana figuran el español Emilio Huidobro, Federico Gardini, Guillermo Vela Tudela, Carlos Landerer, Jorge Guillermo Leguía, Luis Alberto Sánchez y Raúl Porras. Aquí destaca mucho la influencia de Emilio Huidobro, profesor de gramática, quién tenía métodos novedosos y renovadores en la enseñanza de gramática basadas en la revisión etimológica de las palabras latinas que han pasado al español. Se conoce que “La casa de Cartón” la comenzó a escribir Adán, a partir de una tarea que les asignó Huidobro. El dominio del lenguaje se lo debe a este curso. Alberto Ureta, también, tiene un papel importante en la formación poética de Adán. Él enseñaba Literatura en San Marcos y utilizaba estos apuntes en las clases escolares, además, supo atender las preocupaciones renovadoras de la poesía e impulsar a los jóvenes. ADÁN EN LAS TERTULIAS DE EGUREN Y MARIÁTEGUI Adán frecuentó diversos círculos literarios entre los que destacan el de Eguren y Mariátegui. Con Eguren tuvo una amistad que se remota casi desde su niñez. Se reunían en la casa de Barranco de Eguren, cerca de la plazuela de San Francisco. A Eguren le gustaba decir que era un duende y que su tertulia era una cofradía de duendes. Años más adelante, Adán afirmará que Eguren y Estuardo Núñez fueron sus únicos amigos en Barranco, añadiendo que Eguren era un poeta puro, que no le gustaba hablar de su propia poesía y era bondadoso cuando hablaba de la obra literaria de otros. Fue Eguren quien le presentó a Mariátegui, y a partir de 1927, Martín Adán empezó a frecuentar la tertulia de Mariátegui en la calle Washington, en el Centro de Lima. Mariátegui recibía a sus invitados todas las tardes y sus charlas no tenían carácter proselitista. Se comentaban cosas de actualidad, sobre todo en relación con libros, cuadros o música, no había lugar para chismes y mezquindades. Es por esta época que comienza a colaborar en Amauta. Amauta es una revista dentro aún del marco de prosperidad que va a recoger e impulsar formas de remozamiento cultural que, en gran medida, representan la cultura peruana del siglo XX. En ella participaban al margen de las preocupaciones sociales, pero hubo unos que empezaron publicando en Amauta y luego terminaron en una clara opinión comunista, como es el caso de Oquendo de Amat y Xavier Abril. Y es que Mariátegui relacionaba vanguardia con revolución y esperaba que al conocerse mejor entre sí todos los vanguardistas se solidarizaran con la causa. Es en Amauta donde Adán hará gala de su agudeza verbal. Colabora con prosa, poesía, reseñas, y su primera colaboración aparece después que la revista ha sido cerrada por el gobierno. Por esos años también colabora con otras revistas, como Mercurio Peruano que recibe en dos ocasiones sus colaboraciones. En la primera para colaborar con su maestro Alberto Ureta, en la que presenta obras con metáforas e imágenes desde una perspectiva ultraísta. Cuando empiezan los problemas internos en el Mercurio Peruano y se fracciona con la fundación de Nueva Revista Peruana, Adán sigue colaborando con Víctor Andrés Belaunde que se quedó al mando del Mercurio Peruano. También por esta época se matricula en la Acción Social de la juventud que dirige el maestro osé León y Bueno y era una propuesta de la Iglesia que buscaba un catolicismo progresista, no clerical y que agrupara a jóvenes que se reunían en el Jirón de la Unión para compartir juegos de sala, recitales, conferencias y deportes. Adán se inscribió y pagaba puntualmente sus cuotas pero no asistía. EL SEUDÓNIMO Mucho se ha especulado en cuanto al tema del seudónimo y cuando en una ocasión se le preguntó a Adán la razón de su seudónimo respondió: “No sea huachafo. ¿Eso a quién le importa o que importancia tiene? Existen dos posibilidades acerca del seudónimo: La necesidad del seudónimo y el significado del apelativo “Martin Adán”. En cuanto al primero, necesitaba un seudónimo ya que la familia quería que se dedique al estudio de las Leyes y sea un gran abogado y esto de las letras iba en contra de sus propósitos. Sobre todo la tía Tarcilia que soñaba que Martín Adán fuera un abogado notable que levantara la posición social de la familia. Además de cierta timidez y temor a la crítica. En lo referente al origen y significado de Martín Adán existe una explicación de Armando Bazán, escritor cercano a Mariátegui, que es confirmada por Estuardo Núñez y dice que cuando Adán presentó unos escritos a Mariátegui, éste los aprobó y le indicó la necesidad de que tomara un seudónimo para que se más literario, y le dijo que le causaba la impresión de representar la persistente tentativa de llegar a la completa transformación, el término del esforzado salto que va del simio al hombre y dijo “Hay que buscar dos términos que simbolicen este acontecimiento, así que asignaron Martín, porque la mayoría de los monos se llama así, y Adán, que representa al hombre, quedando Martín Adán, nombre que agradó a Rafael. Pero esta versión resulta demasiado exacta para ser cierta. Estuardo Núñez en un trabajo bibliográfico de “La casa de cartón” da otra posibilidad que alude a un origen más literario. Así, Rafael se pudo haber basado en la lectura de Alejandro Dumas (padre) que creó un personaje llamado Adán Martín. Pero, en especial Jack London creó en 1909 una novela titulada Martin Eden, leída por Rafael en su juventud. En esta novela, Eden, es el escritor y artista al comienzo incomprendido y desechado por la sociedad que no acepta los valores del espíritu, entonces, Eden escribe adaptándose al gusto ignaro del público y alcanza éxito y grandes ventas, pero esto lo hace sentirse pésimo y se aleja de la sociedad injusta para suicidarse. Es una obra casi autobiográfica de London y debido la temática, es posible que lo usara como seudónimo Rafael, cambiando Eden por Adán. LA CASA DE CARTÓN Acerca de esta obra, Adán responde en 1980: “No es novela. Es una serie de estampas del Barranco de cuando yo era niño”. La definición es justa, porque son 39 estampas en las que se trata de perder el hilo conductor. El libro se ha editado desde1928 acompañados del célebre prólogo de Luis Alberto Sánchez y el colofón de José C. Mariátegui. La publicación completa del libro estuvo precedida des dos publicaciones en Amauta, en 1927. Luis Alberto Sánchez se encargó de la edición del libro en una imprenta de su propiedad y salió en una edición privada, e iba acompañada de una dedicatoria del autor para quien le otorgaba el libro. El ejemplar de la Biblioteca Nacional, (según indica Luis Vargas) dice: “Para Ricardo Martínez este ejemplar clandestinote una edición malograda, con la protesta política clerical y civilista así como con simpatía personal y fraternísima de Martin Adán. 18 / VII / 1929.” Para personas fuera del círculo Amauta, lo dejaba sólo hasta “malograda”. Con respecto a esto de malograda, Westphalen señala que la edición tenía muchos errores y eso determinó que no se vendieran hasta 1958 en que sale a la venta con las correcciones hechas por Martín Adán. EL AERÓPAGO Durante sus primeros años de la universidad, Adán conforma un grupo literario que se reunía por las tardes en su casa de la calle Corazón de Jesús. Estuardo Núñez afirma que surge debido a que luego de terminar las clases se reunían en la casa de Adán para estudiar y cada vez el grupo se va haciendo más numeroso. El nombre “Aerópago”, es sugestivo, nombra a un antiguo tribunal ateniense casi mítico en el que sólo se juzgaban las acciones criminales más graves. Y tiene relación con la locuacidad de Adán que se complacía con el sarcasmo y crítica de las taras de su época. Entre los asistentes figuran Ricardo Grau, Emilio Westphalen, Xavier Abril, entre otros. Esto llegó a su fin en 1950, aunque en la década de los 40´ ya eran reuniones esporádicas, debidas a los constantes internamientos en Larco Herrea de Adán. LOS ESTUDIOS UNIVERSITARIOS Y EMPLEOS JUVENILES Ingresa a San Marcos en 1927 y se muestra descontento por el ambiente universitario debido a los problemas que atravesaba esta casa de estudios y por encontrar el nivel académico muy similar al del colegio, ello debido a que sus profesores eran los mismos del colegio Alemán. En 1932 San Marcos es cerrada y se suspenden las clases. Por esta época Rafael se encuentra trabajando para el Banco Agrícola, trabajo que le consiguió Alfredo Solf Muro, abogado y protector de su familia desde la muerte de su abuelo, y quien había sido nombrado presiente del Banco. Entre los años 1933 a 1935 es enviado por el Banco a Arequipa, donde se conoce, siguió estudios con Augusto Tamayo Vargas. Es en Arequipa donde conoce a José Luis Bustamante y Rivero, quien sería más adelante Presidente del Perú (cosa que Adán predice) y lo llamara para ser encargado de sus discursos, cargo que Adán no acepta. En 1935 y 1936 se inscribió en la Universidad Católica en jurisprudencia, pero no se conoce mucho de este periodo, excepto que recibió cátedra de José de la Riva Agüero. De lo Barroco en el Perú, es la tesis que presenta en 1938, para su doctorado en letras, la hizo residiendo en el Larco Herrera. Por documentos de su internamiento en el manicomio se sabe que en 1937 cursaba el cuarto año de jurisprudencia y el quinto año lo realizó en 1943. LOS AÑOS DE SANATORIO DE LAS DÉCADAS DE 1930 Y 1940 La condición de Adán en el Sanatorio no es propiamente la de un paciente, sus estadías son por periodos y son las se un hospedado. El diagnóstico que presenta es el de “alcoholismo crónico”. Existe una referencia de una primera estadía en 1935 en el Sanatorio de Magdalena, pero en el hospital Larco Herrera hay un registro de cuatro ingresos.
Estas fechas son relativamente exactas, ya que Adán gozaba de muchas licencias para salir, ya que estaba a cargo de sus amigos el Dr. Honorio Delgado y de Ricardo Arbulú. Adán al sanatorio a instancias de sus familiares y de Alfredo Solf Muro. En el examen que se hace al enfermo se lee (de acuerdo al testimonio de Luis Vargas):”actitud tranquila, acogida benévola (...) En la memoria anterógrada como retrógrada no se han constatado alteraciones apreciables. Juicio y raciocinio y de inferioridad por su desadaptación a la vida, pues se expresa así: Es penoso para un hombre confesar su desadaptación, su incapacidad para vivir”. Durante estas estadías cuenta con licencia para salir, como en julio de 1944 cuando se le informa que su tía Tarcila está muy enferma. Regresa de licencia muy fatigado por la muerte de su tía y preocupado por su madre, quien está alojada en un hospicio ignorando la muerte de su hermana. Su situación de huésped se evidencia en que no se anotaban las hojas clínicas diariamente reportando su condición. En este periodo escribe “Travesía de Extramares” y “La Rosa de Espinela”. Adán contaba con permiso para salir pero muchas veces regresaba ebrio. Es probable que dejara el hospicio en el verano de 1947, luego de ganar el Premio Nacional de Poesía, en el cual participó motivado por un recorte de la convocatoria que le llevó un médico amigo. En este concurso participó con algunos de los Sonetos de la Rosa, que no habían sido publicados. El 5 de Agosto es internado nuevamente, llevado por su amigo Fernando Tovar Carrillo, y se muestra demacrado y se va reponiendo en cama. LOS ÚLTIMOS AÑOS Hacia 1650 decide regresar a su antigua casa de la calle Corazón de Jesús, la cual no le pertenecía ya, y recuerda a sus familiares y su vida pasada, llegando a una librería de la Plaza de Armas a la que decide entrar porque allí vio un ejemplar de Travesía de Extramares, el cual revisó casi dos horas. Al término de la revisión se le acercó Juan Mejía Baca, quien era el dueño de la librería, surgiendo entre ellos una amistad, ya que Adán empieza a visitar la librería todos los días al medio día. En 1954 viaja por la sierra, deteniéndose en Ayacucho. En 1959 se siente obsesionado por Macchu Picchu, luego de haberla visitado en 1959; acepta la convocatoria de Juan Mejía Baca de formar parte junto a Pablo Neruda y Alberto Hidalgo de un homenaje por los 50 años del descubrimiento de Macchu Picchu. En 1961 llega Borges a Lima para buscar material para su tesis doctoral sobre La poesía peruana contemporánea; y su secretaria Celia Paschero se comunica con Adán para saber más sobre su vida, a lo que Adán contesta con una serie de poemas que son incluidos en la edición de su poemario La mano desasida, en 1964. En 1975 le fue conferido el Premio Nacional de Literatura en su reconocimiento a su obra. En este mismo año, José Antonio Bravo edita “El Diario del Poeta” de Adán, en la serie inti – sol y para presentación del libro estuvieron Mario Vargas Llosa, Luis Alberto Sánchez y Edmundo Bendezú. Fue un homenaje a Adán quien había decidido apartarse del “mundanal ruido” (José A. Bravo, 1987) y se había mudado a una casa de reposo. Ya para 1982 y 1983 Marín Adán colabora con el diario Correo, pero se encontraba delicado de salud. En el año 1984 es operado de cataratas en el hospital Loayza y pierde la visión de un ojo y finalmente fallece el 29 de Enero de 1985; dejando tras de sí una huella de casi un siglo de vida en la literatura peruana contemporánea. LA ACTITUD DE ADÁN FRENTE A LA POESÍA Según la opinión de John Kinsella: La poesía de Adán representa un intento por explorar su propio y sustancial mundo interior. Su poesía a menudo expresa un sentido de desesperación metafísica ante la vida; al mismo tiempo, supone una búsqueda de lo absoluto frente a un mundo vacío y sin sentido. El poeta tiende a repetir lo mismos temas: caducidad, muerte, angustia, búsqueda de la propia transitoriedad, poesía misma – pero están totalmente representadas en un nivel de intensidad extrema. La casa de cartón, coincidimos con Kinsella en cuando a la búsqueda de lo absoluto frente a un mundo sin sentido, mas no a lo que refiere a manea de expresar su desesperación frente a la vida, porque, si bien Adán presenta una mala vida conflictiva, sabe aislar su obra de su vida, por ello, después de la casa de cartón alude muy poco situaciones concretas. Prueba de ello es que en las Moradas (1947) se publica un texto que hace con referencia a la muerte de su hermano pero jamás quiso que se re – editara por respeto al dolor que sentía por su hermano. ANÁLISIS DE LA CASA DE CARTÓN |