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LA EDAD MEDIA Desde el punto de vista de la literatura, la Edad Media comprende desde el siglo X hasta el siglo XV. Las primeras manifestaciones literarias tienen las siguientes características:
Se desarrollan los siguientes géneros literarios: Narrativa en verso. Lírica popular y culta. Teatro. Prosa. NARRATIVA EN VERSO 1. Los juglares son personajes muy importantes en la difusión de las obras medievales. Recorrían aldeas, pueblos y ciudades, y reunían a las gentes en plazas y castillos o acudían a ferias y mercados para divertir al público a cambio de comida, hospedaje, regalos o dinero. Eran cantores, recitadores, actores, músicos, a veces hasta hacían acrobacias. Esta actividad que llevaron a cabo los juglares recibe el nombre de MESTER DE JUGLARÍA (= oficio de juglares). Su repertorio incluía canciones, información sobre el desarrollo de la guerra y, fundamentalmente, los cantares de gesta. Los cantares de gesta son poemas de bastante extensión que narran las hazañas de un héroe. En España, el único que nos ha llegado casi completo es el Poema de Mío Cid, que relata las hazañas de Rodrigo Díaz de Vivar, desterrado de castilla por el rey Alfonso VI. El cantar está dividido en tres partes: cantar del destierro, cantar de las bodas y cantar de la afrenta de Corpes. 2. Junto al Mester de juglaría, se desarrolla otra corriente: el MESTER DE CLERECÍA (= oficio de clérigos). Con este nombre se agrupa al conjunto de poemas narrativos que redactan los clérigos, que son los hombres cultos del mundo medieval. Sus poemas tratan normalmente de temas religiosos, aunque también cuentan hechos protagonizados por personajes históricos o fantásticos. Estos autores sí firman sus obras. A ello se debe que uno de estos clérigos sea nuestro primer poeta de nombre conocido: Gonzalo de Berceo. Otro autor importante del Mester de Clerecía es Juan Ruiz, el Arcipreste de Hita, y su obra: el Libro de buen amor. LÍRICA POPULAR Las lenguas romances o románicas son las lenguas procedentes del latín, en la Península Ibérica: el castellano, catalán, gallego-portugués… Antes de que existieran poetas que escribieran en romance, las gentes del pueblo, que desconocían el latín, cantaban y bailaban al ritmo de sus propias canciones. Sus letras eran verdaderos poemas que se difundieron oralmente de generación en generación. El pueblo, analfabeto, no los escribía. Sin embargo, en algún momento, los poetas cultos se sintieron atraídos por estas cancioncillas populares, las copiaron y las adaptaron o imitaron para incluirlas en sus propios poemas. Gracias a ellos han llegado hasta nosotros las jarchas (recogidas en Andalucía), las cantigas de amigo (Galicia) y las canciones castellanas (Castilla). Llamamos “lírica tradicional” a las cancioncillas anónimas que se cantaban en Castilla a lo largo de la Edad Media. Las composiciones más importantes de esta lírica tradicional son los romances. El romance tiene un número indeterminado de versos octosílabos, con rima asonante en los pares (quedando sueltos los impares). Existe una recopilación que recoge romances de esta época llamada “Romancero viejo”. Los romances contenidos aquí se clasifican según su temática en:
LÍRICA CULTA La lírica culta castellana del siglo XV se desarrolla, fundamentalmente, en la corte, y sus composiciones se recogen en unos libros llamados cancioneros. Por eso, a esta poesía se la conoce con el nombre de “poesía de cancionero”. Dentro de esta lírica culta podemos encontrar dos tendencias:
Además de esta poesía de cancionero, hubo algunos autores que destacaron en el siglo XV como el Marqués de Santillana, Juan de Mena y Jorge Manrique. Este último destacó por las “Coplas a la muerte de su padre”, donde habla sobre temas como la fugacidad de la vida, el desprecio de los bienes terrenales, el poder igualatorio de la muerte… y donde, finalmente, hace un elogio de su padre, de sus hazañas y cualidades. Tenemos que mencionar en la lírica del siglo XV y posterior, la influencia de dos autores italianos muy importantes: Dante (cuya obra más importante es la “Divina Comedia”) y Petrarca (que destacó por su poesía amorosa recogida, fundamentalmente, en su obra “Cancionero”). TEATRO El teatro medieval surge muy unido a las celebraciones religiosas. El punto de partida fueron los tropos, breves piezas cantadas que pronto se hicieron dialogadas. Se intercalaban en la celebración litúrgica e iban ligadas a momentos importantes dentro del ceremonial católico: Navidad, Pascua de Resurrección, etc. Con el paso del tiempo, esas breves piezas fueron adquiriendo mayor extensión e independencia. Dejaron de formar parte de las ceremonias religiosas y se representaban en las plazas públicas y en cualquier época del año. El único texto que conservamos del teatro medieval es un fragmento del Auto de los Reyes Magos. PROSA Las primeras manifestaciones en prosa son del siglo XIII. El rey Alfonso X el Sabio fue su impulsor al emplear el castellano en documentos oficiales y de cultura, que hasta entonces se redactaban en latín. Alfonso X clasificó y tradujo toda la ciencia conocida de su tiempo. Dirigió la Escuela de traductores de Toledo, donde reunió, para llevar a cabo su tarea, a un grupo de expertos de las tres culturas que convivían en la península: cristiana, árabe y judía. Cuando los textos literarios en prosa ya se escribían en castellano, las NOVELAS DE AVENTURAS llegaron a tener mucho éxito. La más leída de su época fue Amadís de Gaula. Otro género en prosa muy difundido durante la Edad Media fue el CUENTO, no sólo debido al gusto por contar historias y oírlas contar, sino además porque se consideró que era el mejor medio para transmitir una enseñanza, ya fuera moral o religiosa. El autor más representativo del cuento medieval fue Don Juan Manuel y su obra más importante El conde Lucanor. LA CELESTINA La Celestina o Tragicomedia de Calisto y Melibea es una de las obras literarias más importantes de todos lo tiempos. No es exactamente una obra teatral sino una obra dialogada, pues por su gran extensión y el gran número de actos que tiene, no puede ser representada fácilmente. Su autor es Fernando de Rojas. Aunque la obra gira en torno a los amores de Calisto y Melibea, la verdadera protagonista es Celestina. Este personaje representa a una alcahueta, es decir, una persona encargada de favorecer las relaciones entre enamorados. Celestina es astuta y ambiciosa, conoce por igual el mundo mísero y pobre (representado por los criados) y el refinado de la nobleza (representado por Calisto y Melibea). EL RENACIMIENTO (Siglo XVI) El movimiento renacentista (siglo XVI) supuso un profundo cambio en la mentalidad de la época que afectó a todas las ramas del arte y del saber. Algunos de los rasgos más importantes son los siguientes:
POESÍA
El primer poeta renacentista español fue Gracilaso de la Vega. De su obra se desprende equilibrio y serenidad, por eso es considerada el más alto ejemplo de poesía clásica de la literatura española.
TEATRO Hata el siglo XVI, la mayor parte de las obras teatrales eran de carácter religioso y se representaban en las iglesias. A medida que estos elementos religiosos iban desapareciendo, se fueron representando en el exterior: patios, calles, plazas… Una de las figuras más importantes del teatro en el siglo XVI fue Lope de Rueda, fundador de la primera compañía teatral española. Lo más original dentro de la obra de Lope de Rueda son sus pasos, breves cuadros de carácter cómico y popular que se intercalaban en sus comedias, pero sin relación directa con su argumento. Destacan: “Las aceitunas” y “La tierra de Jauja”. Los pasos son los antecedentes de un subgénero teatral que surgirá años más tarde y del que Miguel de Cervantes fue un auténtico maestro: el entremés. Entre los entremeses de Cervantes destacan: “El retablo de las maravillas”, “El juez de los divorcios” y “El viejo celoso”. Son, al igual que los “pasos”, pequeñas obras teatrales en un acto, que trataban de asuntos cómicos con personajes populares y que se representaban en los entreactos de las obras largas. PROSA Durante la primera mitad del siglo XVI, el género narrativo de mayor éxito fue el de los libros de caballerías, cuyo origen es la épica medieval, pero con elevadas dosis de fantasía: héroes que siempre salen victoriosos, lugares imaginarios, seres fantásticos, etc. Las obras más importantes de este género son “Amadís de Gaula” y “Tirante el Blanco”. Hacia la segunda mitad del siglo surgen nuevos géneros narrativos: novela pastoril, bizantina, morisca… Pero con la aparición de “El Lazarillo de Tormes” se inicia en España el más importante de estos nuevos géneros: la picaresca. En la novela picaresca el protagonista es un pícaro, es decir, una persona que tiene que ganarse la vida con su propia astucia, por lo que se ve obligado a mentir, robar e ir de un lado para otro para sobrevivir. Los hechos se cuentan de forma realista, pues muestran con total crudeza los problemas de la época. Se caracteriza por estar escrita en primera persona. El pícaro narra, desde su infancia, las desventuras que ha vivido. Nuestra novela picaresca más importante es el Lazarillo de Tormes, de autor desconocido. Algunos años más tarde, aparece un autor, Miguel de Cervantes, mundialmente conocido por una de sus obras: Don Quijote de la Mancha. Al parecer el propósito de Cervantes con esta novela era ridiculizar las disparatadas aventuras de los protagonistas de las novelas de caballerías. Para ello inventó un personaje, don Quijote, que pierde el juicio al leer tantos libros de este tipo y se hace armar caballero con el fin de recorrer toda España en defensa del ideal caballeresco, aunque siempre fracasa en sus aventuras, acompañado de su escudero Sancho Panza. Don Quijote representa los ideales que deben mover a todo ser humano: la generosidad, la justicia, el heroísmo, la amistad, el respeto, la generosidad, etc. EL BARROCO (Siglo XVII) El pensamiento en el Barroco
POESÍA Y PROSA Surgen dos corrientes literarias que cambiaron la estética renacentista de la naturalidad por otra más compleja que evita llamar a las cosas por su nombre. Estas corrientes son: el culteranismo y el conceptismo. Ambas se dan tanto en prosa como en verso. Comparten la misma finalidad (evitar nombrar directamente las cosas) pero lo hacen de forma diferente.
El principal representante del conceptismo es Francisco de Quevedo. De su obra en prosa destaca la novela picaresca “La vida del Buscón”. Y de su obra poética, sus poemas clasificados en: filosóficos, morales y religiosos (en los que trata temas serios como la muerte, la fugacidad y caducidad de la vida…), amorosos (en los que aparece el amor como fuerza que da sentido a la vida) y satírico-burlescos (en los que se burla de todo y de todos, incluso de los temas que trata en su poesía más seria). TEATRO Durante el siglo XVII el teatro era la manifestación artística preferida de la sociedad. Por ello se multiplicaron las compañías de actores y se abrieron locales específicos para las representaciones teatrales. Estos lugares se llamaban corrales, y eran simples patios alrededor de un conjunto de viviendas en los que se colocaba una especie de tablado para los actores. El teatro se utilizaba para entretener al público y hacerle olvidar sus preocupaciones cotidianas (ya hemos dicho antes que el Barroco fue un periodo de crisis, la miseria se había extendido por todo el país), y también para enseñarle valores como la devoción religiosa, el honor, la monarquía, etc. Estos serán los temas principales en las representaciones teatrales, junto con el amor pasional. La máxima figura del teatro fue LOPE DE VEGA. Lope cambia el concepto de teatro que había hasta entonces, inventando una nueva fórmula teatral cuyas características principales son:
Los personajes de la comedia barroca suelen ser: el rey, encargado de impartir justicia; un noble, que suele abusar del pueblo; un caballero, encargado de mantener el orden en su entorno (en el mundo rural, este papel lo desempeña el villano); un galán joven, apuesto, valiente y enamorado: una dama, también enamorada, atrevida e ingeniosa; y el gracioso (personaje añadido por Lope de Vega), que suele acompañar al galán, es la figura cómica y , a veces, además de ayudar a su señor, es el protagonista de la segunda acción de la obra. Los títulos más importantes de la producción teatral de Lope de Vega son: “Fuenteovejuna”, “El caballero de Olmedo”, “El mejor alcalde, el rey”, “El perro del hortelano”, “La dama boba" y “Peribáñez y el Comendador de Ocaña”. El otro gran dramaturgo de la época, junto con Lope, es CALDERÓN DE LA BARCA. En su trayectoria suelen distinguirse dos épocas. En la primera, siguió el modelo de Lope de Vega; y en la segunda, su teatro es mucho más profundo y reflexivo. Escribió, entre otras muchas obras, “La dama duende”, “Casa con dos puertas, mala es de guardar”, “El alcalde de Zalamea” y la mejor obra del teatro filosófico de la época: “La vida es sueño”. La época de Lope y Calderón también produjo en otros países europeos sus más elevada manifestaciones teatrales. En Francia destacó Molière, autor de “Tartufo”, “El avaro”, “El enfermo imaginario” o “El médico a palos”. En Inglaterra, Wiliam Shakespeare con títulos como “Romeo y Julieta”, “Hamlet”, “Otelo” o “El sueño de una noche de verano”. LA ILUSTRACIÓN (siglo XVIII) Con Calderón de la Barca acaba la gran literatura barroca. Las dos últimas décadas del siglo XVII y las primeras del XVIII son años de crisis que conducen lentamente a una nueva cultura: la Ilustración. El movimiento renovador y reformista de los ilustrados pretende alcanzar el progreso y la justicia gracias a la luz de la razón, por lo que el siglo XVIII es también conocido como Siglo de las Luces. El espíritu ilustrado fomentó reformas en todos los niveles con el fin de modernizar España y acercarla al resto de Europa. En la cultura hay que destacar la creación de entidades importantes como la Biblioteca Nacional o la Real Academia Española. La idea imperante en la época era la de modernizar el país y proporcionar cultura y educación para el pueblo, pero sin contar con él para las tareas de gobierno. Es lo que se conoce como “Despotismo ilustrado” cuyo lema era “Todo para el pueblo, pero sin el pueblo”. La creación literaria en los tres géneros tradicionales (novela, poesía y teatro) no ofrece el interés de los Siglos de Oro; la lírica, especialmente, entra en grave crisis. Los escritores adoptan una actitud crítica, moralizante y didáctica. Los géneros que destacan son el ensayo, la prosa didáctica, la investigación histórica, el artículo periodístico, etc. Pueden señalarse dos etapas en la evolución literaria:
El Neoclasicismo en literatura no se asentó plenamente en España y pronto fue desbancado por nuevos ideales estéticos que defendían una vuelta a una mayor libertad creativa. Es lo que se conoce con el nombre de Prerromanticismo. Resurge así, aunque muy tímidamente, la poesía, sepultada durante años por el imperio de la razón. |