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PRE ![]() ![]() ![]() LAS JARCHAS Y LAS MOAXAJAS Sólo a partir de la Edad Media y en un sentido exclusivamente geográfico es posible hablar de literatura española. Hasta este periodo, se supone la coexistencia de una poesía popular en lengua romance, tanto lírica como épica, junto a unos usos escriturales cultos cuya lengua de expresión y transmisión era el latín. PRIMERAS MANIFESTACIONES Hasta la década de 1950 fue habitual considerar que el comienzo de la literatura española se daba con una obra épica: el Cantar de Mio Cid (siglo XII). La historiografía literaria, sin embargo, no tuvo en cuenta datos proporcionados por crónicas anteriores a la definitiva fijación textual de dicho cantar de gesta. Estos datos se refieren a la tradición oral tanto en su versión lírica más antigua como a los romances, ambas formas de expresión que formaban parte del patrimonio popular. En el año 1948, Samuel Miklos Stern, un investigador israelí, descubrió en antiguos manuscritos conservados en El Cairo, unas estrofas líricas en lengua romance aljamiada, denominadas jarchas. Este hecho obligó a los historiadores de la literatura a reestructurar su concepción del sistema literario medieval. LA JARCHA: ORIGEN Y ESTILO A. Definición: 1. la poesía lírica más antigua en lengua romance (ss. XI y XII) 2. de origen popular. 3. en lenguaje mozárabe 4. escritas en letra árabe o hebrea 5. el final de un poema más largo, llamado moaxaja B. Moaxaja 1. poema lírico que florecía en el territorio musulmán de Al-Andalus 2. escrito en árabe o hebreo clásico 2. poema estrófico que consta de 5 estrofas 3. el esquema de la rima es: AAABB, CCCBB, DDDBB, EEE[BB] 4. último pareado es la jarcha, escrita en mozárabe. 5. *NOTE: la moaxaja y el zéjel no son nativos a la tradición árabe porque es poesía estrófica y acepta rima asonante, dos rasgos que no permitía el árabe. C. Composición de las moaxajas/jarchas: 1. Nacen de la heterogeneidad social y lingüística árabe [lengua oficial] v. mozárabe [casa, calle] 2. Los poetas cultos recogían la poesía popular--las jarchas--de la calle para inspirarse en la creacion de la moaxaja. 3. Relación entre moaxaja y jarcha: a. el tema de la moaxaja es un panegírico (homenaje) puesto en boca de hombre y dirigido a un protector, o una expresión de un amor homosexual. b. La jarcha sirve como especie de símil prolongado: el poeta sin protección de su dueño = una doncella privada de su amante c. difícil hacer la transición entre moaxaja y jarcha. D. Problemas textuales: 1. textos basados en una mezcla de lenguas (mozárabe/árabe) 2. las lenguas semíticas no utilizan vocales escritas E. Temática 1. voz femenina 2. se dirige al amado (siempre ausente), o la madre, hermana, amiga; 3. temas: desconsolación o queja por la ausencia del amado; sufrimiento amoroso. 4. estilo: sencillo, brusco, exclamaciones e interrogaciones EL CANTAR DEL MIO CID “Los caminos de la lealtad son siempre rectos” Rasgos generales El Cantar de Mio Cid es el más antiguo cantar de gesta castellano que ha llegado hasta nosotros casi íntegro. Se conserva gracias a una copia que hizo de él Per Abat en el siglo XIV. Se cree que el Cantar de Mio Cid debió de componerse a comienzos del siglo XII, cuando aún estaban recientes las hazañas de Rodrigo Díaz de Vivar, héroe legendario de la Reconquista española; es decir, la época en que los cristianos luchaban por tomar dominio nuevamente de sus territorios invadidos por los musulmanes. Aunque el Cantar es anónimo, se acepta la hipótesis de que haya sido compuesto por juglares castellanos. Cantar de Gesta, origen de la épica romance Los poemas épicos son narraciones en verso de carácter heroico. Su objetivo era cantar o relatar la vida de personajes importantes, sucesos notables o acontecimientos de vida nacional que merecieran ser divulgados. Su probable origen es que un poeta, que se haya servido de materiales del patrimonio popular o colectivo, los haya redactado. Ten en cuenta: Los juglares recogen la tradición oral: los relatos que pasaban de juglar en juglar tenían un equilibrio entre la originalidad y la inventiva El Mester de Juglaría (S.XII) En el siglo XII empieza a desarrollarse la literatura en lenguas románicas en toda Europa. La iglesia ha empezado a darse cuenta de que el pueblo ya no entiende los sermones en latín y autoriza a que estos se pronuncien en lengua vulgar, aunque el resto de la liturgia siga pronunciándose en latín ![]() En torno a tres centros, uno religioso (monasterios y escuelas catedralicias) y dos profanos (las Cortes reales y nobiliarias y los estudios generales predecesores de las universidades por un lado y, por el otro, el mundo popular de los actores itinerantes, las canciones tradicionales y los juglares) se empiezan a componer algunas obras literarias en lengua vulgar. Así se articulan tres mesteres o escuelas literarias principales: el Mester de Clerecía, el Mester de Cortesía y el Mester de Juglaría. Cronológicamente el primero en surgir es el Mester de Juglaría, formado por cantares de gesta que imitan las chansons francesas al principio y luego reaccionan con una temática nacional bien diferenciada agrupándose en varios ciclos, de los cuales los más importantes son los relativos al Cid, a los Siete infantes de Lara y el relativo a Bernardo del Carpio. Frente a la épica francesa, la épica española posee unos rasgos diferenciales muy acusados:
El protagonista: El Cid es un personaje histórico. Su verdadero nombre es Rodrigo Díaz y nació en Vivar (Burgos). Fue un caballero que vivió en el siglo XI, en tiempos del rey Alfonso VI de Castilla. En el poema, el Cid aparece idealizado y engrandecido para destacar su heroísmo, de tal modo que se ha convertido en un personaje legendario. Versificación La métrica del Cantar de mio Cid es irregular: se agrupa en versos de diferente número de sílabas. La rima es asonante. Hacia la mitad de cada verso suele aparecer una cesura o pausa que lo divide en dos hemistiquios: ¡Merced, os pido, buen Cid, // noble barba tan crecida! Género: épica ![]() Especie: cantar de gesta Argumento del poema del Cid: tres cantares
Destierro del Cid LECTURA DIRIGIDA El Cid abandona su casa en Vivar antes de salir al destierro. Los ojos de mio Cid mucho llanto van llorando; vuelve la cabeza y se quedaba mirándolos. Vio las puertas abiertas y sin candados, alcándaras vacías, sin pieles y sin mantos, sin halcones y sin azores mudados. Suspira el Cid porque va de pesadumbre cargado. Y habló, como siempre habla, tan justo y tan mesurado: “¡Bendito seas, Dios mío, Padre que estás en lo alto! Contra mí tramaron estos mis enemigos malvados” El Cid se despide de Jimena y sus hijas “¡Merced os pido, buen Cid, noble barba tan crecida! Aquí ante vos me tenéis, mio Cid, y a vuestras hijas, de muy poca edad las dos, y todavía tan niñas. Conmigo vienen también las damas que nos servían. Bien veo, Campeador, que preparáis vuestra ida; tenemos que separarnos estando los dos en vida. ¡Decidnos lo que hay que hacer, oh Cid, por Santa María!” Las dos manos inclinó el de la barba crecida, a sus dos niñas toma, en sus brazos las subía, al corazón se las llega, de tanto que las quería. Llanto le asoma a los ojos y muy fuerte que suspira. “Es verdad, doña Jimena, esposa honrada y bendita, Tanto cariño os tengo como tengo el alma mía. Tenemos que separarnos, ya lo veis, los dos en vida: A vos toca quedaros, a mí me toca la ida. ¡Quiera Dios y con Él quiera la Santa Virgen María que con estas manos pueda aún casar a nuestras hijas Y que me quede ventura y algunos días de vida para poderos servir, mujer honrada y bendita!” Al partir de Castilla, el Cid toma Castejón y luego Alcocer, mediante un ardid. La bandera del Cid ondea sobre Alcocer. Pedro Bermúdez llegó con la bandera en la mano y en el castillo la planta, allá en el sitio más alto. Había entonces mio Cid, Ruy Díaz, el bienhablado: “Gracias al Señor del cielo; gracias a todos sus santos, mejor vivienda tendremos ahora dueños y caballos. Prestadme oído Alvar Fáñez, y los demás caballeros: Al tomar este castillo, un gran botín hemos hecho; muertos los moros están, con vida a muy pocos veo. Estos moros y estas moras no hemos de poder vencerlos, con cortarles la cabeza poca cosa ganaremos, Nosotros somos los amos, sigan ellos en el pueblo, viviremos en sus casas y de ellos nos serviremos. Luego el moro Abengalbón, que mirándoles está, con gesto muy sonriente a Minaya fue a abrazar según la costumbre mora, beso en el hombro le da. “Dichoso el día, Minaya, en que os vengo a encontrar. A esas damas traéis vos que honra nos vienen a dar, a las dos hijas del Cid, su esposa tan leal. Tal es la suerte del Cid y todos le hemos de honrar, aunque poco le quisiéramos no se le puede hacer mal, se quedará con lo nuestro sea por guerra o por paz. Por muy torpe tengo yo al que no ve esta verdad”. Al oírle sonrió Alvar Fáñez de Minaya: “Bien lo veo, Abengalbón, que sois amigo sin tacha”. Glosario: Alcándaras: perchas para colgar vestidos o posar sobre ellas las aves de caza (halcones, gavilanes, etc.) Azores mudados: aves de caza que han cambiado de plumaje ACTIVIDAD RESUELVE:
TAREA I- Retroalimentación: Responde a las siguientes interrogantes.
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