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Rima VII El poema titulado Rima VII cuyo autor es Gustavo Adolfo Bécquer, quién fue un autor destacado del Romanticismo tardío español ( finales del s. XIX), pertenece a los poemas dedicados a la creación poética según la clasificación temática establecida . El autor está presente en la obra y su presencia queda bien reflejada en el primer verso de la última estrofa, donde aparece el pretérito perfecto simple del verbo pensar en primera persona, lo que se convierte en una prueba clara de la existencia del poeta en su poema. El tema del poema de Bécquer es que la inspiración no siempre viene, sino que hay veces que se encuentra dormida. A menudo, la imaginación, la creatividad, la inspiración…están bloqueadas y necesitan un “pequeño empujón” para hacerlas despertar. La Rima VII está constituida por tres estrofas, cuyo orden, contenido, métrica y ritmo han sido cautelosamente elegidos por el poeta. En la primera estrofa se describe el lugar donde se desarrolla el poema, pero lo más importante es que en dicha estrofa se encuentra la palabra “arpa”, y la relevancia de esta palabra se debe a que el autor hace uso de ella para crear una metáfora. El arpa es la inspiración dormida, silenciosa, cubierta de polvo y olvidada en el ángulo oscuro del salón. En la segunda estrofa Bécquer piensa la idea expuesta en la estrofa anterior. Esta estrofa es el desarrollo del primer párrafo, en la que una vez que el autor ha visto el arpa, este piensa y la compara con el pájaro que duerme en las ramas. La tercera estrofa es el último párrafo donde el autor se pregunta, tras haber visto y pensado, consiguiendo llegar al lector y hacer que éste piense en la cuestión expuesta por él. Las rimas son asonantes y las tres primeras frases son de arte mayor, en cambio, la última de las dos primeras estrofas es de arte menor. Me gustaría destacar que la medida del verso cuarto es mucho menor a la de los versos anteriores a él. No creo que Bécquer haya puesto un verso más corto sin ninguna explicación, y la razón por la cual creo que ha hecho eso el autor es que durante la primera estrofa habla de un arpa olvidada, cubierta de polvo en una esquina del salón, y Bécquer decide presentarnos el arpa en la esquina del último verso de la estrofa, simulando que está escondida. Además, la métrica de este verso es inferior para causar más rapidez en la pronunciación en ese verso. En la primera estrofa, describe el lugar donde se sitúa un arpa usando un hipérbaton, para darle expectación al poema. Tales son las ganas del autor de darle importancia a un objeto, que en estos cuatros primeros se deja entrever el ansia de Bécquer de que el arpa sea recordada. En la segunda estrofa existe una comparación entre las notas dormidas en las cuerdas y el pájaro que duerme en las ramas. También hay que resaltar las palabras “mano de nieve” que tiene un valor connotativo, refiriéndose a la delicada mano de una mujer que despierta las dormidas notas al tocar las cuerdas del arpa. Creo que el poeta utiliza un juego de palabras, ya que las palabras “mano de nieve” me sugieren dos cosas diferentes: primero, las notas dormidas que son despertadas por la delicada mano femenina y segundo, el pájaro que descansa en las ramas esperando la llegada del invierno para emigrar. También tienen una especial importancia las exclamaciones al comienzo de la estrofa, porque el poeta trata de llegar al lector, espera a que alguien le escuche para así poder expresar sus sentimientos. En la tercera estrofa cabe destacar que el poeta comienza el verso con la interjección “Ay”, lo que permite al lector poder ponerse en el lugar del autor y darse cuenta que verdaderamente la inspiración no siempre está cuando se necesita. Además, el adverbio de modo “así”, presente al comienzo del segundo verso de la tercera estrofa, tiene una especial relevancia ya que compara las notas, el pájaro, el genio y Lázaro, que esperan a que una voz les diga: “levántate y anda”. He mencionado anteriormente a un personaje evangélico, del cual hace uso Bécquer para reforzar la idea de que la creatividad es como Lázaro, espera una voz que le despierte para empezar a funcionar. El autor huye de la poesía narrativa y retórica típica de aquella época, y lo que constituye el centro lírico de sus poemas es su sentimiento. El secreto de la profunda impresión que ha causado la poesía de Bécquer es ese saber decir, intimo y confidencial, intentando expresar su sentir de una manera clara, con los mínimos elementos necesarios. Interpreto la contextualización actual del poema en dos niveles:
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