
Antonio Machado (1875-1939) Poeta y prosista español, perteneciente al movimiento literario conocido como generación del 98. Probablemente sea el poeta de su época que más se lee todavía.
Nació en Sevilla y vivió luego en Madrid, donde estudió. En 1893 publicó sus primeros escritos en prosa, mientras que sus primeros poemas aparecieron en 1901. Viajó a París en 1899, ciudad que volvió a visitar en 1902, año en el que conoció a Rubén Darío, del que será gran amigo durante toda su vida. En Madrid, por esas mismas fechas conoció a Unamuno, Valle-Inclán, Juan Ramón Jiménez y otros destacados escritores con los que mantuvo una estrecha amistad. Fue catedrático de Francés, y se casó con Leonor Izquierdo, que morirá en 1912. En 1927 fue elegido miembro de la Real Academia Española de la lengua. Durante los años veinte y treinta escribió teatro en compañía de su hermano, también poeta, Manuel, estrenando varias obras entre las que destacan La Lola se va a los puertos, de 1929, y La duquesa de Benamejí, de 1931. Cuando estalló la Guerra Civil española estaba en Madrid. Posteriormente se trasladó a Valencia, y Barcelona, y en enero de 1939 se exilió al pueblo francés de Colliure, donde murió en febrero. Actividad: Elabore una biografía más completa del poeta Poemas de Antonio Machado
“Campos de Soria”
VII
 ¡Colinas plateadas, grises alcores, cárdenas roquedas por donde traza el Duero su curva de ballesta en torno a Soria, obscuros encinares, ariscos pedregales, calvas sierras, caminos blancos y álamos del río, tardes de Soria, mística y guerrera, hoy siento por vosotros, en el fondo del corazón, tristeza, tristeza que es amor! ¡Campos de Soria donde parece que las rocas sueñan, conmigo vais! ¡Colinas plateadas, grises alcores, cárdenas roquedas!...
VIII
He vuelto a ver los álamos dorados, álamos del camino en la ribera del Duero, entre San Polo y San Saturio, tras las murallas viejas de Soria? barbacana hacia Aragón, en castellana tierra?
Estos chopos del río, que acompañan con el sonido de sus hojas secas el son del agua, cuando el viento sopla, tienen en sus cortezas grabadas iniciales que son nombres de enamorados, cifras que son fechas.
¡Álamos del amor que ayer tuvisteis de ruiseñores vuestras ramas llenas; álamos que seréis mañana liras del viento perfumado en primavera; álamos del amor cerca del agua que corre y pasa y sueña, álamos de las márgenes del Duero, conmigo vais, mi corazón os lleva! IX ¡Oh, sí! Conmigo vais, campos de Soria, tardes tranquilas, montes de violeta, alamedas del río, verde sueño del suelo gris y de la parda tierra, agria melancolía de la ciudad decrépita.
Me habéis llegado al alma, ¿o acaso estabais en el fondo de ella?
¡Gentes del alto llano numantino que a Dios guardáis como cristianas viejas, que el sol de España os llene de alegría, de luz y de riqueza! Campos de Castilla.
2. En estos versos Antonio Machado dice adiós a Soria. Del mismo poema hemos encontrado dos versiones.
Primera versión
Y nunca más la tierra de ceniza
he de volver a ver, que el Duero abraza.
¡Oh loma de Santana, ancha y maciza;
placeta del Mirón; desierta plaza
con el sol de la tarde en mis balcones,
nunca os veré! No me pidáis presencia;
las almas huyen para dar canciones:
alma es distancia y horizonte: ausencia.
Mas quien escuche el agria melodía
con que divierto el corazón viajero
por estos campos de la tierra mía,
ya sabe manantial, cauce y reguero
del agua clara de mi huerta umbría.
No todas vais al mar aguas del Duero.
Escrito en Baeza en 1915. Segunda versión
Y nunca más la tierra de ceniza
a pisar volveré, que Duero abraza.
¡Oh loma de Santana, ancha y maciza;
placeta del Mirón; desierta plaza
con el sol de la tarde en mis balcones,
nunca os veré! No me pidáis presencia;
las almas huyen para dar canciones:
alma es distancia y horizonte: ausencia.
Mas quien escuche el agria melodía
con que divierto el corazón viajero
por estos campos de mi Andalucía
ya sabe manantial, cauce y reguero
del agua clara de mi huerta umbría.
No todas vais al mar aguas del Duero! Córdoba 1919 3. EL RÍO DUERO COMO TEMA LITERARIO
Hemos visto que el río Duero ha servido de inspiración literaria a Antonio Machado y a Gerardo Diego, pero su presencia en la producción literaria es mucho más antigua, pues también encontramos huellas en el Romancero tradicional. En este caso sus aguas recuerdan la tragedia del cerco histórico a Zamora.
EL RÍO DUERO
Bajan las aguas del Duero tan turbias de sangre y barro que ni reflejan los olmos ni las beben los caballos. Murmurando alegaciones de traición y asesinato, despiertan con sus quejidos la soledad de los campos. Vuelven la espalda a Zamora, aunque deteniendo el paso para contemplar sus torres de nuevo en cada meandro. Y ven huellas en la arena que avanzan de cuatro en cuatro; recias manos de Bellido enarbolando el venablo, vida en rojos borbotones huyendo del Rey Don Sancho, y dos huellas que se alejan fundiéndose en cuatro cascos.
Dorium-Duero-Douro
Alarzón, Carrión, Pisuerga, Tormes, Agueda, mi Duero. Lígrimos, lánguidos, íntimos, espejando claros cielos, abrevando pardos campos, susurrando romanceros.
Valladolid; le flanqueas, de niebla le das tus besos; le cunabas a Felipe consejas de comuneros.
Tordesillas; de la loca de amor vas bizmando el duelo a que dan sombra piadosa los amores de Don Pedro.
Toro, erguido en atalaya, sus leyes no más recuerdo, hace con tus aguas vino al sol de León, brasero.
Zamora de Doña Urraca, Zamora del Cid mancebo, sueñan tus torres con ojos siglos en corriente espejo.
Arribes de Fermoselle, por pingorotas berruecos, tembalndo el Tormes acuesta en tu cauce sus ensueños.
Code de Mieza, que cuelga sobe la sima del lecho. Escombrera de Laverde, donde se escombraron rezos.
Frejeneda fronteriza, con sus viñedos de fresnos, Barda d´Alva del abrazo del Agueda con tu estero.
Douro, que bordando viñas vas a la mar prisionero, de paso cojes al Támega, de hondas saudades cuévano.
En su Foz Oporto sueña con el Urbión altanero; Soria en su sobremeseta con la mar toda sendero.
Árbol de fuertes raíces aferrado al patrio suelo, beben tus hojas las aguas, la eternidad del ensueño.
Miguel de Unamuno
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 4. A UN OLMO SECO Al olmo viejo, hendido por el rayo  y en su mitad podrido, con las lluvias de abril y el sol de mayo algunas hojas verdes le han salido. ¡El olmo centenario en la colina que lame el Duero! Un musgo amarillento le mancha la corteza blanquecina al tronco carcomido y polvoriento. No será, cual los álamos cantores que guardan el camino y la ribera, habitado de pardos ruiseñores. Ejército de hormigas en hilera va trepando por él, y en sus entrañas urden sus telas grises las arañas.  Antes que te derribe, olmo del Duero, con su hacha el leñador, y el carpintero te convierta en melena de campana, lanza de carro o yugo de carreta; antes que rojo en el hogar, mañana, ardas en alguna mísera caseta, al borde de un camino; antes que te descuaje un torbellino y tronche el soplo de las sierras blancas; antes que el río hasta la mar te empuje por valles y barrancas, olmo, quiero anotar en mi cartera la gracia de tu rama verdecida. Mi corazón espera también, hacia la luz y hacia la vida, otro milagro de la primavera. Campos de Castilla. ACTIVIDADES Los alumnos de 4º B+C realizarán un ejercicio de redacción en el que recojan sus impresiones del recorrido por la ciudad de Soria.
Los alumnos de 4º B+C realizarán más adelante comentarios literarios de algunos de los poemas seleccionados, tanto de Antonio Machado como de Gerardo Diego, puesto que ambos poetas se estudian en el programa de 4º.
SORIA A NTONIO MACHADO Y SU MUJER LEONOR IZQUIERDO |