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Determina y justifica el tipo de texto de que se trata atendiendo a sus características lingüísticas y literarias INSOMNIO Tú y tu desnudo sueño. No lo sabes. Duermes. No. No lo sabes. Yo en desvelo, y tú, inocente, duermes bajo el cielo. Tú por tu sueño y por el mar las naves. En cárceles me espacio, aéreas llaves te me encierran, recluyen, roban. Hielo, cristal de aire en mil hojas. No. No hay vuelo que alce hasta ti las alas de mis aves. Saber que duermes tú, cierta, segura --cauce fiel de abandono, línea pura--, tan cerca de mis brazos maniatados. ¡Qué pavorosa esclavitud de isleño; yo, insomne, loco, en los acantilados, las naves por el mar, tú por tu sueño. Gerardo Diego, Alondra de verdad POSIBLE COMENTARIO Este texto, evidentemente, es de carácter literario. Por ello, la función lingüística que predomina en él es la función poética. El poeta quiere que destaque su obra tanto por el mensaje que dice, como por la forma en que lo expresa. Por ello, emplea una serie de rasgos propios y exclusivos de los textos retóricos o literarios.
No obstante, en este texto podemos advertir la presencia de otras dos funciones del lenguaje como la expresiva y la apelativa. La primera se observa en la expresión, en primera persona, de los sentimientos y de la subjetividad del poeta. Las formas pronominales y posesivas de primera persona junto con los verbos, todos en presente, nos aportan esta subjetividad: verso 2: “Yo en desvelo”; verso 5: “En cárceles me espacio”; verso 8: “las alas de mis naves”; verso 11: “de mis brazos maniatados”, verso 13:“yo, insomne”. La segunda, por su parte, se observa por la presencia de la segunda persona, en clara alusión al oyente lírico, la amada durmiente, por medio de vocativos y expresiones enfáticas en las que aparecen pronombres y posesivos de segunda persona y formas verbales también en 2ª persona a lo largo de toda la primera estrofa; o en los versos 6 (con un claro dativo ético), 9 y 14. Todo el poema gira, en suma, en el contraste entre las dos personas gramaticales: el yo lírico del poeta, atormentado, inquieto, intranquilo que observa la serenidad y despreocupación del oyente lírico, de su amada que duerme. Tema éste de larga tradición en la literatura: el desvelo del poeta ante la posible pérdida de la amada quien, ajena al insomnio del amado, duerme placenteramente. Estructuralmente, el texto se ubica dentro del género literario de la lírica en verso. Se trata de una forma métrica clásica, un soneto en versos endecasílabos, con rima consonante ABBA, ABBA, CCD, EDE. Atendiendo a su contenido, la estructura del poema es circular: partiendo de observación de la despreocupada amada que duerme plácidamente durante la noche de la primera estrofa, el poeta comienza a aludir su preocupado desvelo e inquietud, su miedo a perderla, durante las estrofas segunda y tercera y concluye, en la última estrofa, recuperando lo dicho anteriormente: el contraste entre lo que siente él y lo que parece sentir ella. Finalmente, atendiendo al estilo, debemos mencionar el hecho de que se trata de un estilo muy conciso y breve, la sencillez expresiva domina el poema. De hecho, las oraciones y estructuras yuxtapuestas son las que predominan en todo el texto, habiendo incluso ausencia de verbos (elipsis) dentro de estas estructuras. En suma, nos encontramos ante un molde clásico, un soneto endecasílabo, en el que se aborda un tema tradicional de la lírica, pero de una forma escasamente retórica, que busca la expresión directa y también sugerente por medio de expresiones e imágenes novedosas, lo cual hace que estemos ante un claro texto representativo del espíritu de los poetas del 27 quienes sintetizaron con gran maestría la tradición con las innovaciones vanguardistas. |