descargar 17.68 Kb.
|
LA LITERATURA REALISTA: la novela en la segunda mitad del s.XIX. 1. INTRODUCCIÓN El realismo fue una corriente artística y literaria, surgida a mediados del s.XIX que captaba las transformaciones históricas provocadas por el desarrollo de la revolución industrial y el encubramiento económico y político de la burguesía. El realismo se concibe con la clase media burguesa. Ésta clase social proporcionó el público lector a la novela realista. Los burgueses vieron representada su existencia, sus aspiraciones y sus lacras morales en es esas novelas. Algunos elementos del realismo literario tienen su origen en algunas peculiaridades de la literatura romántica:
2. CARACTERÍSTICAS DE LA NOVELA REALISTA Los escritores realistas pretenden reflejar las clases sociales y los conflictos de los individuos. Para conseguirlo utilizaban la novela, un género más libre de límites normativos que la lírica o el drama. En ella tienen cabida tanto lo lírico como lo épico. Esta versalidad convirtió a la novela en una de las expresiones artísticas representativas del s. XIX (la ópera sería la otra). Sus principales características son:
El naturalismo es una variante cuyos principios fueron propuestos por Émile Zola. Se trataba de analizar al ser humano, y de demostrar cómo su libertad estaba condicionada por el medio y la herencia genética. La novela naturalista refleja las condiciones de vida de los seres más desfavorecidos y critica las injusticias sociales. Pero éstas obras están sometidas a unos supuestos muy rígidos, que las convierten en novelas de tesis. En España los postulados naturalistas influyen en la novela de la década de 1880 y se ve en obras como Lo prohibido de B. Pérez Galdós y Los Pazos de Ulloa de E.Pardo Bazán. 3. PRINCIPALES AUTORES DEL REALISMO ESPAÑOL La narrativa realista española aparece tarde. Anteriormente se daban cuadros de costumbres, la novela de folletín, la novela romántica... El realismo español reflejará los conflictos ideológicos de la época. El liberalismo democrático se expresará en las obras de autores como Galdós o Clarín. En el lado ideológico opuesto autores como J.M. Pereda, el padre Coloma o Pedro A. de Alarcón. Por otra parte, la novela realista española recupera el legado cervantino de El Quijote, a la vez que adquiere las tendencias estéticas europeas. JUAN VALERA Su novela se identificaba con la poesía y tenía como fin la creación de la belleza y el deleite del autor. El tema más frecuente de sus obras es el amor. En Pepita Jiménez, Valera se introdujo en uno de los debates fundamentales de su época: la controversia sobre la moral católica LEOPOLDO ALAS “CLARÍN” Cultivó la crítica, el ensayo, la novela y el cuento. Dio a conocer en España las innovaciones literarias europeas. En su obra confluyen diversas influencias: elementos del naturalismo y la religiosidad de las corrientes espirituales del s.XIX. Su novela más importante es La Regenta, en la que trata sobre el conflicto de la búsqueda del amor ideal en un ambiente mediocre y hostil. EMILIA PARDO BAZÁN Tuvo una intensa actividad intelectual como periodista, narradora y crítica literaria. Su narrativa incorpora elementos naturalistas. Entre sus principales novelas destaca Los Pazos de Ulloa. En ésta novela describe la Galicia campesina del XIX: un mundo lleno de ignorancia, violencia y crueldad.
Es autor de una obra literaria ingente: ochenta novelas y veinte obras teatrales que tuvieron su inicio con la publicación de La fontana de oro. En su quehacer novelístico distinguiremos tres etapas: PRIMERA ETAPA: Novelas de tesis las novelas se producen en el clima histórico generado por las consecuencias de la Revolución de 1868 y la Restauración monárquica. Las obras de ésta épocas son consideradas novelas de tesis: ambientación espacio-temporal abstracta, personajes planos que simbolizan el conflicto de ideas que plantea el autor. Destacan Doña Perfecta, Gloria y Marianela. SEGUNDA ETAPA: Novelas españolas contemporáneas Galdós supera el esquematismo de sus obras anteriores, sus tramas son elaboradas y sus personajes de gran hondura psicológica. La obra cumbre de éste período es Fortunata y Jacinta. La acción es un triángulo amoroso, muy adecuado para expresar la fragilidad de la moral burguesa. Éste entramado permite a Galdós hacer un retrato de la clase media y de las capas más humildes. TERCERA ETAPA: Las novelas espiritualistas se produce una evolución en la novela galdosiana. La opción por los valores transcendentes expresa su desilusión ideológica. El autor considera concluido el análisis del mundo burgués y se interesa por otros personajes más extraños y utópicos. En éstas novelas espiritualistas predominan los valores evangélicos, el amor y la caridad cristiana, la culpa y la redención. Aunque no desaparece la representación de las condiciones sociales (el mundo de la mendicidad en Misericordia). Destacan títulos como Nazarín y Misericordia. Ésta es quizá la creación más misteriosa e inmortal del autor. Narra la historia de Nina, una criada que se ve obligada a ejercer la mendicidad para mantener a su señora. Sobre ésta base argumental Galdós retrata a una serie de personajes construidos sobre el modelo quijotesco. La novela nos propone el acercamiento a temas imperecederos: el milagro de la bondad y su reverso, el egoismo. A partir de 1873 se embarca en la redacción de los Episodios Nacionales. Se trata de un conjunto de cuarenta y seis novelas agrupadas en cinco series. Escritas entre 1873 y 1912, están inspiradas en los acontecimientos históricos más importantes de España: la guerra de la Independencia etc. Muchos de sus títulos aluden directamente a éstos sucesos históricos: Trafalgar, Zaragoza; Napoleón en Chamartín...Sin embargo, más allá de los títulos, los episodios son relatos antiépicos, se pretende representar la vida diaria del pueblo no las glorias militares ni políticas. El proyecto tiene una pretensión pedagógica: Galdós trataba de contribuir a la creación de una conciencia nacional desde la perspectiva de la burguesía liberal: el fundamento de la nación estaría en la voluntad democrática del pueblo. Este radicalismo democrático se oponía a quienes defendían la esencia de la nación española estaba en el catolicismo y en la tradición centralista y autoritaria. Los referentes históricos de éste nacionalismo liberal que defendía Galdós serían aquellos en los que el pueblo se enfrentó a la tiranía. |