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Capítulo V Corrupción institucionalizada de las autoridades pertenecientes a emblemáticos organismos públicos mediante los subsidios distribuidos por la Agencia El doble deber y la múltiple subordinación de los docentes-investigadores de las universidades nacionales, analizada anteriormente, nos permite visualizar una compleja red de organismos estatales y para-estatales sometidos a una corrupción institucionalizada, funcionaria o legal (ver Kaufmann y Vicente, 2005). En efecto, a instancias del Banco Mundial y del Consenso de Washington una media docena de instituciones legales (AGENCIA, CONICET, CONEAU, SPU, Secretarías de CyT de Universidades, CECTE, INADI, INTA) concluyeron tejiendo un inmenso hexágono compuesto por verdaderos nudos gordianos y por flujos venales de ida y vuelta (subsidios, incentivos, ascensos, categorizaciones, acreditaciones, confidencialidades, asesorías, consultorías, observatorios, transferencias tecnológicas, etc.). Este contaminado hexágono, al condicionar las libertades académicas y tercerizar las universidades, ha concluido por corromper a las autoridades universitarias, y por devaluar tanto la autonomía de las mismas, como el sistema de equilibrio de poderes (frenos y contrapesos) que debe existir en el seno de los organismos académicos colegiados, así como por tergiversar la estrategia para desarrollar la ciencia argentina, por faltar a la transparencia de las estadísticas y los portales electrónicos públicos, por fomentar el servilismo moral e intelectual, y por afectar la excelencia de la formación universitaria y de la producción científica. AGENCIA-FONCYT 50 de sus Coordinadores percibieron subsidios de la Agencia 8 percibieron $3.662.000 promedio de $457.750 c/u. ===================== CONICET: 3 del Directorio (Girbal, Siñeriz y Rapela) percibieron subsidios de la Agencia. 60 miembros de las Comisiones Asesoras del CONICET percibieron subsidios de seis dígitos de la Agencia, de los cuales 7 percibieron $2.846.105, promedio de $406.586 A 200 Investigadores de Carrera se les autorizó asesorías y consultorías violatorias de la dedicación exclusiva. ====================== CONEAU : 2 miembros de su Directorio (Villanueva y Krotsch) percibieron de la Agencia $275.354, a un promedio de $138.000 c/u. ======================= Secretarías de Ciencia y Técnica de las Universidades Nacionales. En seis (6) universidades (Tucumán, Córdoba, Rosario, Sur, MdP, UBA), sus Secretarios de CyT (Campi, León, Colantonio, Aquilano, Bottasso, Agamennoni, Manzini), percibieron subsidios de la Agencia. Estos funcionarios tienen la responsabilidad de controlar la rendición de cuentas de los colegas que percibieron subsidios. ========================= CECTE: 4 de sus directivos (Kornblihtt, Parodi, Vainstok y González Cappa) percibieron subsidios de la Agencia. La Dra. González Cappa recibió 3 subsidios de 6 dígitos c/u. ========================= INADI: Una de sus directivas, Marta Mercedes Maffia recibió un subsidio de $210.000. ========================= INTA: Uno de sus directivos, Rubén Bottini recibió en 2002 y 2004 subsidios por $482.969. ========================= Por ende, autoridades de siete (7) organismos de CyT, de Educación, de Justicia y DDHH, de Agricultura, y de las Universidades percibieron subsidios de la Agencia y del Ministro de Ciencia y Técnica. : 1) Coordinadores del FONCYT-Agencia, 2) Directores del CONICET 3) miembros de las Comisiones Asesoras del CONICET, 4) Secretarios de Ciencia y Técnica de las Universidades Nacionales, 5) integrantes del Directorio del CECTE 6) Directores de la CONEAU 7) Directora del INADI 8) Director del INTA Negligencia de los Ministros del Área (Barañao y Filmus) El actual Ministro Dr. Lino Barañao debe auditar la gestión de los organismos bajo su órbita y desarticular las redes mafiosas; y debe decretar la nulidad de todo aquello que atente contra las Leyes de Actos Discriminatorios, de Ética de la Función Pública, y de Libre Acceso a la Información Pública. La negligencia del Ministro de Ciencia y Técnica y ex Presidente de la Agencia puede constituir delito, y ser fruto de una conspiración para discrecionalizar los fondos públicos y los recursos humanos en provecho de una camarilla facciosa que habría alcanzado también a las Universidades Nacionales y al Ministerio de Educación, específicamente a organismos tales como la Secretaría de Políticas Universitarias (SPU) y la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria (CONEAU), cuyos directivos también fueron beneficiados por la Agencia. Falta de transparencia de las estadísticas y de los portales electrónicos públicos. La falta de transparencia en las pantallas electrónicas de estos organismos fue montada por la burocracia ministerial con el objetivo de impedir a los Investigadores y Docentes-Investigadores el conocimiento de las Leyes Nacionales de Actos Discriminatorios N° 23.592, de Ética de la Función Pública Nº 25.188, y de Libre Acceso a la Información Pública. Para ello el FONCYT-Agencia, en la sección titulada Biblioteca de Documentos; el CONICET y la CONEAU, en sus secciones tituladas Normativa, y la SPU en su sección titulada Legislación, ocultaron la exhibición de dichas Leyes y garantías. También el FONCYT-Agencia enmascara los listados de los beneficiarios de subsidios de la década comprendida entre 1997, año de su iniciación, y el 2007, que alcanzaron la suma de 645 millones procedentes de créditos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). En lugar de informar la nómina de los beneficiados en forma alfabética, cronológica y por disciplina, la burocracia científica se las ingenia para revelarla oculta en los Informes de cada convocatoria, lo que vuelve su lectura e interpretación muy ardua y escabrosa. Todas las cifras divulgadas por la Agencia fueron dibujadas con el solapado afán de simular una supuesta equidad distributiva. Para esa tarea de inflar el número de beneficiarios como si fuera moneda falsa incorporaron entre los Proyectos computados los viáticos otorgados para jornadas, congresos y mesas redondas, los subsidios para revistas, y otra serie de bagatelas, de forma tal de ocultar la oligopolización de los subsidios en beneficio de una minoría incestuosa de eternos favoritos. Tergiversación de las estrategias para desarrollar la ciencia argentina A propósito de las estrategias para desarrollar la ciencia argentina, nos preguntamos ¿cuál ha sido el motivo para que en la distribución de los subsidios del FONCYT-Agencia o ANPCYT se menospreciaran los Centros e Institutos de Investigación universitarios o extra-universitarios y por el contrario se privilegiara un listado selectivo y concentrado de Investigadores en forma individual o grupal? Si bien esta estrategia selectiva fue iniciada en la segunda presidencia de Menem por el Secretario de la SECYT Juan Carlos Del Bello, la misma fue acentuada con posterioridad, y en especial durante el período K por la gestión Barañao, quien ha considerado que su responsabilidad es la de “contribuir a crear empleo” y no la de desarrollar la comunidad científica. Sin duda, ahora se explicaría, para boicotear el desarrollo de una comunidad científica, se precisa la alianza con lo más retrógrado del arco científico, como ha sido el caso en el CONICET. Pero insistimos ¿A que razones se debe la adopción de esta estrategia individualizante? ¿Acaso son las instituciones científicas menos confiables que ciertos y determinados investigadores individuales seleccionados por el Poder Ejecutivo? O, por ventura, ¿son las instituciones de la ciencia más vulnerables a las presiones políticas que los investigadores individuales? Finalmente, ¿es preferible consolidar y potenciar las instituciones académicas o por el contrario, es aconsejable hacerlo con los investigadores en forma individual? ¿Cuál de las dos estrategias es más susceptible de caer en la corrupción, la simulación, la hipocresía, la genuflexión, el oportunismo, la indiferencia moral y la autocensura o miedo a expresarse libremente; o cual de las dos se presta más al favoritismo, el acomodo y el patronazgo? Más aún ¿Cuál de las dos estrategias propicia mas el desarrollo de las oportunidades y la creatividad y la originalidad científicas, cuál impide la “inflación curricular artificial” derivada del axioma de publicar o perecer, cuál evita la fuga de cerebros, y cuál alienta mas las libertades académicas, el espíritu de colaboración y la autonomía de las universidades e instituciones científicas? Capítulo VI Repetición concentrada (duplicación, triplicación y cuadruplicación) de los subsidios otorgados por la Agencia y su obscena desigualdad Habíamos visto que los subsidios del FONCYT-Agencia se distribuyeron en forma harto desigual. En efecto, el otorgamiento de los subsidios de la Agencia no lo ha sido por una sola vez, sino que se han repetido en numerosas oportunidades, en dos, tres y hasta en cuatro veces. Más aún, y como lo hemos advertido antes, si computáramos los Listados de los beneficiarios correspondientes a las primeras Convocatorias de los años 1997-1999, inhallables en el portal de la Agencia, muy probablemente nos encontraríamos con Investigadores que han repetido hasta cinco (5) veces la participación en el botín. Para mayor precisión, de los milquinientosdiecisiete (1517) subsidiados por la Agencia (ANPCYT) en el periodo 2002-2006, que fueran alfabetizados por el profesor de química Roberto Etchenique, http://www.neuro.qi.fcen.uba.ar/agencia/2000-2006-Apellido-Nombre.pdf y de los 645 millones repartidos entre 1997 y 2007 según la Estadística de la propia Agencia, hemos encontrado merced al Apéndice III que: a) nueve (9) subsidiados (Altamirano, Arregui, Cazzulo, Cukierman, Elizalde de Brecco, Fossati, Frasch, Podestá, Prat Gay) percibieron cuatro (4) subsidios por un total de $7.709.049, a un promedio de $856.561 c/u; b) treintaycinco (35) subsidiados (Aschero, Ballare, Berretta, Boccaccio, Bouzat, Castellani, Cerdán, Ceriani, Echave, Elizalde, García Vescovi, Geffner, Goya, Guiamet, Guido, Lagares, Lamattina, Lorandi, Malchiodi, Mattea, Medan, Palermo, Parodi, Podhajcer, Rubinstein, Salvia, Schinder, Soncini, Walsoe de Reca, Zerba) percibieron tres (3) subsidios por un total de $22.051.000, a un promedio de $630.028 c/u; c) trecientos cuarentaydos (342) subsidiados percibieron un par de subsidios por un total de $137.188.000, a un promedio de $401.149 c/u, perteneciendo la mayoría de los mismos a las ciencias duras; y d) milcientotreintayun (1131) subsidiados percibieron un solo subsidio por un total aproximado de 226 millones de pesos, a un promedio de $200.000 c/u. Por lo tanto, de los seis mil (6.000) supuestos subsidiados que publicita la estadística oficial exhibida en el portal de la Agencia, la cifra real de los mismos por nosotros estimada habría disminuido enormemente (1517 subsidiados entre 2002 y 2006), y por cierto su índice de concentración habría sido altísimo, totalizando un monto de 393 millones de pesos. En cuanto a los montos de los subsidios, el químico Roberto Etchenique sostiene que los mismos “son dependientes principalmente de los gastos de cada disciplina y del año del subsidio”. Sin embargo, hemos podido comprobar que si bien el año del subsidio incide en los montos (se incrementan notoriamente a partir del 2002 como lo corroboramos al final del capítulo VII) las cifras individuales distribuidas siguen un patrón que por lo repetido pareciera no tener nada que ver con los gastos de cada proyecto, y sí con la premura burocrática de gastar la partida del correspondiente tramo del BID. Dicha premura podría estar íntimamente vinculada con la inclusión de más de un centenar de funcionarios de la Agencia, el CONICET, la CONEAU, el INADI, el INTA, el CECTE, y las Secretarías de Ciencia y Técnica de las Universidades, entre los favorecidos con subsidios, materia actualmente investigada en sede penal por un Juez Federal y descripta en el escrito La Red Mafiosa en la Ciencia y la Universidad Argentina, http://www.mitosyfraudes.org/Polit/Conicet.html Por cierto, de esta estadística no surgen si los recursos han sido bien o mal empleados. Ello podrá ser comprobado sólo mediante la respectiva Rendición de Cuentas y el Informe científico correspondiente de cada proyecto. Capítulo VII Complicidad con el peculado de los Coordinadores del FONCYT, dependiente de la Agencia En la inmensa y compleja red de organismos de CyT involucrados en la corrupción institucionalizada o legal se destaca por sobre todos ellos el FONCYT-Agencia por ser el mismo el responsable de una enorme masa de dinero proveniente de un crédito del Banco Mundial (U$S 160 millones). En dicha Agencia, que fuera dependiente de la Secretaría de Ciencia y Técnica de la Nación (SECYT) y ahora del Ministerio de Ciencia y Técnica, su Presidente era el Dr. Lino Barañao y los integrantes del Directorio eran propuestos por la SECyT y ahora por el Ministerio de CyT, y los Coordinadores de Área por el propio Directorio a propuesta del FONCYT. En cuanto a la nómina de funcionarios del FONCYT-Agencia e investigadores beneficiados con subsidios hemos practicado una serie de correlaciones directas y de las mismas hemos descubierto la identidad de más de medio centenar de funcionarios, la mayoría denominados Coordinadores, involucrados en el peculado o saqueo. En efecto, si bien ocho (8) Coordinadores (Coira, Cánepa, Rubiolo, Cabada, Cazzulo, Arzt, Poderoso, y Corti), percibieron un total de $3.662.000, a un promedio de $457.750 c/u, el total de Coordinadores beneficiados con subsidios alcanzó al medio centenar (ver Apéndice IV). En principio, los Coordinadores de Área Jorge Jorrat, Marcelo Cabada, Eduardo Arzt, y Jaime Cerda, se adjudicaron a sí mismos o por interpósitos funcionarios sendos subsidios. Efectivamente, en la Convocatoria-2002, en una sospechosa operación les fue adjudicado $210.000 a los que al año siguiente fueron los Coordinadores de las Áreas de Tecnología Informática Dr. Marcelo Frías, de Tecnología de Alimentos María Cristina Añón, y de Economía y Derecho Dr. Luis Beccaria. En la Convocatoria-2003, el Coordinador del Área de Ciencias Médicas Dr. Eduardo Arzt recibió la suma de $210.000; el Coordinador del Área de Ciencias Biológicas Dr. Marcelo Cabada recibió la suma de $210.000, y el Coordinador del Área de Tecnología Química Dr. Jaime Cerda también la suma de $210.000. Y en la Convocatoria-2004, el Coordinador del Área de Ciencias Humanas y Sociales Dr. Jorge Jorrat recibió la suma de $209.000 (ver Apéndice IV). . A los Coordinadores de Área, denunciados al comienzo de este escrito, debemos agregar los Coordinadores siguientes: 1) En la Convocatoria-2000/2001 les fue adjudicado diferentes subsidios por diferentes montos a los Coordinadores de Area Eduardo Cánepa, Juan José Cazzulo, Marcelo Cabada, Rodolfo Sánchez, Damián Ravetta, Gustavo Corach, Juan Pablo Paz, Juan José Poderoso, Alcira Batlle, Beatriz Coira, Walter Helbling, Ana María Parma, Alberto Escande, Amelia Rubiolo, Alberto Vargas, Francisco Felipe Garcés, y el actual Presidente de la Agencia Lino Barañao. 2) En la Convocatoria-2002 les fue adjudicado subsidios por diferentes montos a los Coordinadores de Área Gustavo Politis, Luis Alberto Beaugé, Roberto Salvarezza, Ricardo Astini, Beatriz Coira, Hermenegildo Ceccatto, Carlos Gigolo, Luis Mroginski, Maria Cristina Anón, Luis Beccaria y Marcelo Frías. 3) En la Convocatoria-2003 les fue adjudicado subsidios por diferentes montos a los Coordinadores de Área Carlos A. Balseiro, Juan José Cazzulo, Horacio Corti, Roberto Rossi, Carlos Lanusse, Isidoro Schalamuk, y Ricardo Carelli 4) En la Convocatoria-2004 les fue adjudicado subsidios por diferentes montos a los Coordinadores de Área Eduardo Cánepa, Mirta Quattrochio, Juan Pablo Paz, Rodolfo Sánchez, Damián Zanetti, Juan Jose Poderoso, Amelia Rubiolo y Verónica Bucala. 5) En la Convocatoria-2005 les habría sido adjudicado subsidios por diferentes montos a los Coordinadores de Área Marcelo Cabada, Juan José Cazzulo, Eduardo Arzt, Alcira Batlle, Juan José Poderoso, Horacio Corti, Alberto Vargas, Luis Gugliotta, y Ana María Antón. En efecto, acotando estos mismos nombres con mayores datos, en la Convocatoria-2000/2001, le fue adjudicada a los Coordinadores del Área de Ciencias Biológicas Eduardo Cánepa $130.000; Juan José Cazzulo $140.000; y Marcelo Cabada $90.000; a los de Tecnología Agraria Rodolfo Sánchez $84.000 y Damián Ravetta $140.000 (este último colaborador del Ing. Víctor Kopp, Director del Área Técnica de Gestión de Subsidios); a los de Ciencias Físico-Matemáticas Gustavo Corach $105.000 y Juan Pablo Paz $90.000; al de Ciencias Médicas Juan José Poderoso $105.000; a la de Ciencias Químicas Alcira Batlle $150.000; al de Ciencias de la Tierra Beatriz Coira $120.000; al de Ciencias Biológicas de Organismos Walter Helbling $130.000; al de Tecnología Pecuaria Ana María Parma $100.000; al de Tecnología Agraria Alberto Escande $105.000; al de Tecnología de Alimentos Amelia Rubiolo $150.000; y a los de Tecnología Energética Alberto Vargas $84.000 y Francisco Felipe Garcés $72.000. En esta última Convocatoria 2000/2001 le fue adjudicada al Prof. Lino Barañao la suma de $140.000; al ex Presidente del CONICET y actual Director General del FONCYT Armando Bertranou $75.000; el Decanos Alberto Boveris $140.000 y $280.000 en 2005; y el Decano de Filosofía de la UBA y recientemente ascendido a la máxima categoría de Investigador Superior del CONICET Héctor Trinchero la suma de $170.000 (ver Apéndice IV). . En la Convocatoria-2002, le fue adjudicada al Coordinador de Ciencias Humanas Gustavo Politis $200.000; al de Ciencias Médicas Luis Alberto Beaugé $210.000; al de Ciencias Químicas Roberto Salvarezza $193.000; a los de Ciencias de la Tierra Ricardo Astini $210.000 y Beatriz Coira $204.000; al de Ciencias Físico-Matemáticas Hermenegildo Ceccatto $200.000; al de Tecnología Química Carlos Gigoló $85.000; al de Tecnología Agraria Luis Mroginski $163.000; a la de Tecnología de Alimentos María Cristina Anón $209.000; al de Economía y Derecho Luis Beccaria $121.000; y al de Tecnología Informática Marcelo Frías $206.000 (ver Apéndice IV). . En la Convocatoria-2003, le fue adjudicado al Coordinador del Área de Ciencias Matemáticas Carlos A. Balseiro $210.000; al de Ciencias Biológicas Juan José Cazzulo $210.000; a los de Ciencias Químicas Horacio Corti $209.000 y Roberto Rossi $210.000; al de Tecnología Pecuaria Carlos Lanusse $210.000; al de Tecnología Energética Isidoro Schalamuk $206.000; y al de Tecnología Informática Ricardo Carelli $256.000. A propósito, el Coordinador Roberto Rossi, aquí mencionado, sería el mismo que figura en La Nación del viernes 1º de diciembre como habiendo recibido el Premio Sadoski-Bernardo Houssay. En la Convocatoria-2004, le fue adjudicado al Coordinador del Área de Ciencias Biológicas Dr. Eduardo Cánepa un subsidio por $280.000; al de Ciencia de la Tierra Mirta Quattrochio $223.000; a los de Ciencias Fisico-Matemáticas Juan Pablo Paz $271.000, Rodolfo Sánchez $200.000; y Damián Zanetti $202.000; al de Ciencias Médicas Juan José Poderoso $279.000; al de Ciencia de la Tierra Rodolfo Sánchez $78.802; al de Tecnología de Alimentos Amelia Rubiolo $280.000; y al de Tecnología Química Verónica Bucala $248.000 (ver Apéndice IV). Y en la Convocatoria-2005, les habría sido adjudicado a los Coordinadores del Área de Ciencias Biológicas Marcelo Cabada la suma de $280.000 y a Juan José Cazzulo un monto de $279.000; a los de Ciencias Médicas Eduardo Arzt $280.000, y Juan José Poderoso $277.000 y a Alcira Batlle una cifra indeterminada bajo el código 32.642; al de Ciencias Químicas Horacio Corti un monto de $279.000; al de Tecnología Energética Alberto Vargas una cifra indeterminada bajo el código 32.438; al de Tecnología Química Luis Gugliotta una cifra indeterminada bajo el código 38.158; y al de Ciencias Biológicas de Organismos Ana María Antón un monto indefinido bajo el código 34.901. Y en la misma Convocatoria-2005 registra su aparición el ex Secretario de Ciencia y Técnica del Menemismo Juan Carlos del Bello la suma de $138.000, y la Secretaria de Educación de la Provincia de Buenos Aires Adriana Puiggrós un monto de $204.000. También registra un subsidio el también recientemente ascendido a la máxima categoría de Investigador Superior del CONICET y dirigente del Grupo de Gestión de Políticas de Estado en CyT Martín Isturiz con una suma de $279.000 (ver Apéndice IV). Una rápida lectura de estos datos nos revela que a través de las sucesivas Convocatorias existió un sostenido crecimiento de los montos de dinero asignados en calidad de subsidios, Mientras en la Convocatoria del 2000/01 el promedio se mantuvo en los $125.000, en la Convocatoria siguiente del 2002 aumentó a $180.000, en la del 2003 a $210.000, en la del 2004 a $229.000, y en la del 2005 a $280.000. Es decir, mientras el aumento del 2002 respecto al 2001 alcanzó al 43%, el del 2003 sobre el 2001, registró un aumento tan sólo del 16%, el del 2004 sobre el 2003, uno del 10%, y el del 2005 respecto al 2004, un aumento del 21%. Este sostenido crecimiento del monto de los subsidios había obedecido a la imperiosa necesidad de repartir entre pocos y antes de producirse la sucesión presidencial el tramo correspondiente al préstamo del BID. También se puede apreciar en esta distribución de subsidios, un sesgo totalmente pronunciado a favor de los Coordinadores de las ciencias duras, y una casi ausencia de peculado de los Coordinadores de las ciencias blandas. A propósito de los Coordinadores de la Agencia y su incompatibilidad para recibir subsidios de la propia Agencia, en el curso del 2007, se suscitó una polémica que atravesó la Lista de Discusión Electrónica Pol-Cien (ver Apéndice V) y que fue luego reproducida en otros foros, www.fmmeducacion.com.ar/Sisteduc/Unicienciaytecno/cartaANPCYTsaguier.htm entre el autor de quien denunciara la incompatibilidad –el que suscribe— y quien en esa oportunidad detentaba el cargo de Presidente de la Agencia o ANPCYT Dr. Lino Barañao, luego Ministro de CyT, pero entonces dependiente del Ministro Daniel Filmus. Barañao planteó “¿Cómo evitar el potencial conflicto de intereses de los Coordinadores y al mismo tiempo no provocarles un perjuicio derivado de la suspensión de su financiamiento?”. La primera alternativa ensayada para solucionar este problema fue, según Barañao, “…el otorgamiento de un subsidio automático a los coordinadores”. A posteriori, y debido a la incorporación de los Co-coordinadores, Barañao optó “…por un sistema mediante el cual los proyectos presentados eran remitidos a otro coordinador de un área relacionada quien se encargaba de enviarlos a pares para su evaluación”. En esta asignación de pares por parte de otros Coordinadores para evaluar los proyectos presentados por los propios Coordinadores, Barañao afirmó que “…si bien podría argüirse la existencia de algún favoritismo en dicha asignación, no hay evidencias concretas al respecto”. Concretamente y bajo tales argumentos Barañao reconoció la posible supervivencia de un tráfico de influencias pues admitió que se otorgaban subsidios a los Coordinadores de la Agencia, que a su vez juzgaban a pares para el otorgamiento de tales beneficios.- Finalmente, como veremos más luego, en la controversia terció el Comité de Ética quien dictaminó que no existía ninguna incorrección. |