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Félix A. Núñez Cuando leímos “La Luna de Otoño” pensamos que la personalidad del poeta, desconocida por completo, podía darnos una cosecha lírica que nos definiera su valor efectivo. Porque “La Luna de Otoño” contiene impurezas, pequeñas manchas que enturbian el cristal diáfano de aquellos poemas en que el alma del poeta brilla con una ideal magnificencia. Y “La Voz Intima” significa un avance de verdadera trascendencia. Mayor selección, pureza más grande, una sinceridad conmovedora o risueña: en fin, Núñez nos brindaba un relicario fragante y armonioso. Los dos libros que marcan la estada de F. A. Núñez en Chile y lo incorporan a nuestros acervo lírico, pueden señalar a la realidad de su concepción poética, sinsibilizada hasta una limpidez de agua fontana. Siempre es él el cantor de una alborada mañana soleada en que las aves trinan ante el milagro potente de la naturaleza. Pero el intérprete no eleva la voz. Armoniosamente sueña y balbucea sus líricas palabras que le rebosan de los labios puros. Su deseo es que vayan aladamente a resonar en los oidos de la mujer que le aguarda en la ardorosa cuchuela. ¿Quisiéramos para F. A. Núñez una mayor excelsitud? ¿Hay acaso otra cima que indicarle y adonde se pudiese impulsarlo? No. Su género elegíaco no precisa ningún otro elemento para que integre la sincera capacidad de ensoñar y amar, que el poeta posee. Y sin embargo, él nos dice que hay una desazón en su alma porque cree no haber encontrado el ritmo de su canción. Así, laborando incansablemente como hasta ahora nos ha probado, persiguiendo la ideal forma -sombra de una sombra-, anhelando mayor cristalinidad, mayor suavidad sedeña de aguas corrientes, este poeta hermano llegará muy lejos en su busqueda de belleza. FERNANDO OSSORIO. LLUVIA (Inédito) Divagando en esta lluvia te recuerdo sin las civia, y el corazón se hace limpio como las hojas llovidas... Estaría junto a mi alma, para hacerte compañía a estos pensamientos diáfanos como el agua cristalina. Me echaría en tu regazo con la inocencia abstraida con que sumimos la mano en una vertiente límpida.., Y sentiría tu cuerpo tan nuevo como tú misma te lo sientes, cuando sales del baño, rosada y tímida... Te decuerdo en esta lluvia casi sin melancolía..... Tengo el corazón tan limpio como las hojas llovidas... Si tú estuvieras conmigo en este instante, sabrías que se puede amar de veras sin tristeza, ni lascivia... Domingo (Inédito) Domingo, día de los novios, día del amor musitado en oraciones, día de mi mayor melancolía porque no tengo novia ni ilusiones; y cuando la bandada matinal de las campanas de oro me despierta, mi pecho escomo una urna de cristal para exponer a Blanca Nieves muerta... Domingo, día de los novios, día de no sé qué Celeste Primavera: ¡que nadie lleve mi melancolía por el mundo idespués que yo me muera! Del “Gitanjali” de Rabindranat Tagore (Inédito) A don Carlos Fredes. Cuando te traigo lindos juguetes de colores comprendo, hijo mío, por qué hay tantos matices en el agua y las nubes y el color de las flores... Cuando te traigo lindos juguetes de colores... Cuando te canto para que bailes, adivino por qué penetra el coro de voces de las ondas al corazón absorto del Mundo, y por qué el trino de los pájaros rueda tan dulce entre las frondas... Cuando te canto para que bailes lo adivino.... Cuando colmo de dulces tus manos implorantes se por qué guarda, mieles el cáliz de la flor y los frutos se cargan en secreto rumor de jugos deliciosos y fragantes.... Cuando colmo de dulces tus manos implorantes... Y cuando para hacerte sonreír, amor mío, beso tu cara entiendo bien cuál es la alegría que mana de los cielos al sonreír el día y el goce de mi cuerpo a las brisas de Estío... Cuando beso tu cara para que me sonría... -Nuestro Amor- Este amor nuestro es tan sencillo y claro como un canto de pájaros. Yo vengo con la pena de la vida y tú haces el milagro: tu alegría es más sabia que mi pena y como en un crepúsculo, nos serenamos... Este amor nuestro es tan sencillo y claro como un canto de pájaros: es el reposo de mi vida inquieta en tus dormidas manos... Y como el sueño largo duele tanto no hay para qué soñar; y nos miramos y nos miramos sin .descanso, como sí tuviera la vida más encanto que los sueños lejanos.... Este amor nuestro es tierno y refrescante como las altas ramas de los árboles altos. Un beso tuyo cura mis insomnios y me duermo ¡tan bien! sin sueños vanos. ¡Que buena fué la vida con mi alma al hacerte sencilla como un canto! Los poetas te habrían desdeñado porque no tienes vibraciones largas, y sin embargo, siento como una mano de Dios en tu reposo adormilado!... El Misterio se acaba. Tú no tienes preguntas hondas en tus ojos claros eres serena y transparente como un azul remanso!.. Morirá mi inquietud, cuando me entregue pleno a tu espíritu risueño y llano... Oh! el inefable encanto de sentir que te filtras, en mi vida, suave como el rocío sobre el campo! Este amor nuestro es tan sencillo claro como Un canto de pájaros.... De “La Luna de Otoño”. PARFUM DE LUNE... Parfum de Lune... No es luna de siempre... Es un claro de lino y rosas blancas que hace más vago mi dolor... Es lo que poseían sus manos de divino cuando languidecían del delirio de amor. No es la luna de siempre... Es un secreto triste que pone a llorar todos mis recuerdos... Consuelo Inútil de algo bello y alto que ya no existe... desesperación muda de un familiar anhelo... La luna hechiza todo, colgando por mi estancia en un sueño lejano sus yedras cristalinas, y echa a vagar como una imposible fragancia mi nostalgia incurable de blondas femeninas... La luna como un beso que apenas fuera un beso que se ignora qué labios deliciosos lo han dado, comienza por llenarme: de un apacible embeleso que se va haciendo un largo sueño desesperado. Oh! nostalgia de amores en la noche fragante bajo un claro de lino o más bien de rosales: dolor de soledad y del amor distante sin un labio romántico que aleje tantos males... Luna que va sembrando de una armonía loca la garganta apretada y el ruiseñor que canta, luna que me pregunta por la miel de una boca y la palabra dulce que muere en mi garganta. Luna, luna doliente... no puedo con mi pena: si como ahora en mi alma pasara ella otra vez, me encontraría bajo tú fulgor de azucena con la boca en el polvo, muerto de languidez.... |
![]() | ![]() | «de culto», que cruza todas las fronteras. El trabajo narrativo de José Saramago goza desde entonces de una admiración sin límites,... | |
![]() | ![]() | «de culto», que cruza todas las fronteras. El trabajo narrativo de José Saramago goza desde entonces de una admiración sin límites,... | |
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