descargar 26.65 Kb.
|
LAS CUENTAS CLARAS“Deja tus cuentas claras Pues no regresarás.” Joseph BrodskySylvia Plath y su famoso desayuno: dos tostadas y gas Quiroga y su cianuro, los bolsillos de piedra de Virginia Wolf Nerval y la misma cuerda de Tsvetáieva, Hemingway y la escopeta como Mishima la daga Pavese y los somníferos, Celan y el puente sobre el río sena Dylan Thomas un célebre rosario de vasos alineados la cocaína de Trakl Pizarnik y el seconal, Ferrater a sus cincuenta años Maiakowski: “No se culpe a nadie…y estamos a mano” El domingo los atardeceres entran por la ventana como una tormenta en un vaso olvidado en el jardín; punzante, como diana, mi biblioteca de libros angostos alberga gota a gota todas esas vidas. ROMA O ATENAS: LO MISMO DA. “Si debo el tema a Corneille, debo el cuadro a Poussin”Jaques-Louis DavidTanto en el proceso de construcción de nuestra propia Roma como en lo que atañe a su destrucción figura Pound y abastece Winckelmann sus finos productos de Pompeya pero no está el busto colosal de una diosa que hacía temblar las paredes de la casa de Goethe en Weimar. Están quizás aquellas japonerías que alguna vez robaron Darío y sus precursores, qué se yo: se han llevado tanto mármol desbastado. Hölderlin añoraba una Grecia que nunca existió a diferencia de nosotros era capaz de volar en varias direcciones, incluso en la novela. Pero en este barco anclados en el caos del futuro imposible del fin del arte al fin de la historia al fin de la tierra ¿Sobre qué cimientos podemos construir nuestros templos de hormigón armado? Sí, es cierto: hemos tenido la perspicacia de reírnos de todo incluso de nosotros mismos (aunque no tanto como deberíamos). Pero esa risa la risa que se queda en los labios de un muerto en el acto pecador es el signo siniestro de prepotencia del inútil; vamos y venimos del museo real al museo virtual y en esos viajes de ignorantes consagrados es lícito que te preguntes: ¿de qué me río? HORACIO QUIROGA ES RECIBIDO POR FEDERICO FERRANDO EN EL PUERTO DE MONTEVIDEO (5 DE MARZO DE 1902) también había pensado durante el viaje en barco desde Salto en la importancia de la confección de un decálogo para narradores jóvenes y en la figura sagrada de un maestro tal vez la imagen viva de su amigo Ferrando la comedida compra del arma Lafouchex como si se tratase de la escritura de un poema modernista ornamental y tonto para cargar la pólvora imitando al asesino en medio del influjo demasiado fuerte con que se desconfía de los resortes de la fe ciega, en el ardor con que deseamos un triunfo, y esperar dejando de lado las miras de los otros cerca del piso o dentro de la tierra a pocas cuadras de la torre de Herrera y Reissig adjetivando sin necesidad los sustantivos que iban a volverse débiles en la pérdida como un poeta viejo se regodea en el miasma de sus propios textos con afán perentorio, olió algo la cita queda con ribetes importantes o fatales el calor de la tarde designada igual que un toro un dormitorio en la calle Maldonado, una cama el disparo en la boca y lanzarse sobre el cuerpo del amigo pidiendo el perdón y todavía hoy a veces una mosca ingresa por más que sea invierno casi sin perturbar el silencioso entorno en la oralidad difunta de una casa cerrada por completo como suspiran las armas cuando se disipa el humo. él dijo: “oyóse un grito de dolor y ferrando cayó sobre la cama” o también “ha ocurrido una desgracia” o también “ha empezado una cadena de sucesos infinita y heroica hasta quitarse la vida” JORGE MEDINA VIDAL COMENTA LA DIVINA COMEDIAen un golpe blando y exiguo pero al rostro la eventualidad del humo profano en el santuario epifánico: una forma de hablar es el arte del habla: lo exacto de la palabra frotando sus contornos auráticos al salir, al entrar un arquitecto o mago que conoce exactamente el peso que tiene lo verbal en el oído virgen ansioso de ser formulado, de existir y allí en Montevideo (o Rávena) un balcón que da a la rambla y con acanto el run-run de los autos que otros con más amigos llamarían murmullo del mar las piernas quebradas o las manos de Oscar Wilde frente al espejo se agenció el derecho de ponerse un traje cruzado y fumar mientras hablaba lento la forma liminar del hermetismo en cada juicio para crear con ellos, los alumnos, los discípulos la escuela que odiaron los que entrarían al panteón y no pudieron, pero tú un arquitecto o mago siempre adelante enterrando las borlas de reseda y de jazmín en lo viejo de lo viejo de lo nuevo ¿estamos? EDUARDO DARNAUCHANS CANTA “ÉPICA” EN EL TEATRO DE VERANO es eso: una gesta o la leyenda adjunta al hombre estoico en la mesa del bar oficiando como gesta: el trovador ha dejado de cantar y llora atrás de un árbol en provenzal lo amargo se pronuncia alargando mucho las vocales. Es: eso solo en el escenario sólo en el escenario: llorar las cuerdas de la guitarra como instrumento para ahorcar la mano imaginemos: una botella de cerveza en vaso largo una madera rectangular una mujer poeta, otra mujer hermosa, la pared y la ventana, el invierno lejos de casa donde los padres ya están muertos bien: hay una niña en un jardín que dice que las botas y el habla hacen las armas del caballero, la inteligencia de la palabra, en provenzal, estirando mucho las vocales pero con be larga bocales de cantar con la garganta al aire frío de la noche: “andarás por algún lado…” al teatro del verano ha llegado el invierno |