PRUEBA DE COMPETENCIA LECTORA Preguntas de la 1 a la 27 Texto 1 Pienso que el ridículo es el elemento dinámico, creador e innovador de toda conciencia que se quiera viva y que experimente lo vivo. No conozco ninguna transfiguración de la humanidad, ningún salto audaz en la comprensión ni ningún descubrimiento pasional fecundo que no haya parecido ridículo a sus contemporáneos. Pero eso no es prueba suficiente, pues todo lo que supera el presente y el límite de la comprensión parece ridículo. Hay otro aspecto del ridículo y ese es el que me interesa: la disponibilidad, la vida eterna, la fecundidad eterna de un acto, de un pensamiento o de una actitud ridícula. El ridículo nos enseña siempre cada uno lo puede asimilar e interpretar a su manera: se es libre de sacar de él lo que se quiera y de hacer con él todo lo que uno desee. No sucede lo mismo con lo que es racional, justificado, verificado, reconocido. Se trata aquí de verdades o de actitudes que no conciernen a la vida presta a aparecer. Convierten al mundo en una plataforma estable. Nadie las discute, nadie duda de su veracidad. Pero están muertas. Su victoria es su lápida. Son adecuadas para las familias, las instituciones y la pedagogía. Uno puede leer un buen libro, uno de esos libros perfectamente escritos, perfectamente construidos, destacados por la crítica, aprobados por el público, coronados de premios. Un buen libro, es decir, libro muerto. Es tan bueno que en nada conmueve nuestro marasmo ni nuestra mediocridad; por el contrario, se integra perfectamente en nuestros cortos ideales, en nuestros pequeños dramas, en nuestros vicios mezquinos, en nuestras pobres nostalgias. Esto es todo. En diez o en cien años ya nadie lo leerá. Todo lo que no es ridículo es caduco. Si tuviera que definir lo efímero, diría que es todo lo que es perfecto, toda idea bien expresada y bien delimitada, todo lo que se muestra racional y comprobado. A menudo la mediocridad tiene como atributos “perfecto” y “definitivo”. Los tomos de filosofía de un profesor francés de provincia están mejor escritos, son mucho más racionales y serios que cualquier panfleto del siglo XIX que fecunda decenas de ideas y fue comentado en decenas de libros. Evitar el ridículo significa rechazar la única posibilidad de inmortalidad y el único contacto con la eternidad. Un libro que no sea ridículo, o una idea unánimemente aplaudida de entrada, ha renunciado -por el hecho mismo de su éxito- a toda potencialidad, a toda posibilidad de ser retomado y continuado. Creo que una buena definición de ridículo sería esta: lo que puede ser retomado y profundizado por otros. No me refiere al ridículo maquinal, como el hombre vulgar con una chistera o la niña haciéndose pasar por mujer fatal. Ese es un ridículo superficial, un ridículo social creado por automatismos i inhibiciones, sin fecundidad espiritual, como todo acto reflejo. Todo acto que no sea ridículo, en mayor o menor medida, es un acto muerto. Esto se verifica en la más cotidiana vida social. Cuando uno toma té y en un salón y vuelve a colocar tranquilamente la taza en su sitio, realiza un acto perfecto, un acto muerto pues no hay consecuencia ni en su conciencia y en la de los demás. ¡Pero deja caer la taza al suelo derramando té en la falda de una señorita que habla francés y pídele excusas tartamudeando mientras tartas de borrar la metedura de pata secando el parquet con el pañuelo de batista! Por un instante eres ridículo, puara y simplemente ridículo, de pronto, el acto de llena de innumerables virtualidades. Lo estás pasando mal y en ese instante de turbación y de pánico comprendes que tu vida es inútil, que la de los demás está vacía, que eres un mono grotesco bien vestido y perfectamente arreglado en un salón a donde se va a perder el tiempo, a donde se va empujado por el miedo a la soledad, por atracción hacia las vacuidades. Toda un filosofía a partir de una taza de té rota por descuido ¡Y eso no es nada!, porque sólo has sido ridículo en una mínima proporción. Ve a decirle a la cara lo que piensa de su té, que en el fondo es lo que piensa todo ser dotado de razón, dile francamente que están perdiendo el tiempo, que se están engañando, que llevan una vida artificial, fáctica, inútil. Diles todo eso y dilo con pasión. Entonces serás realmente ridículo, entonces la gente se burlará de ti, entonces comprenderás que no puedes vivir tu vida sin ser ridículo. Así, pues, resulta que los libros, los autores que un día fueron ridículos en razón de su sinceridad despojada y total, poseen virtualidades infinitas que pueden ser retomadas y profundizadas por cualquiera de nosotros. Con los libros ridículos sucede al extraño: no afectan del mismo modo que un hecho social ridículo, porque lo leemos en la soledad, cuyos valores no son los mismos que los de la colectividad. Somos más sinceros cuando estamos solos. Puesto que echamos el cerrojo a nuestra sensibilidad ni a nuestra inteligencia en aras del buen sentido y de la lógica. ¿Por qué lloramos de emoción al leer una confesión, mientras nos crispamos molestos si la oímos en público? Quizás porque entonces haga su aparición el ridículo, esa censura la sinceridad, censura creada por la sociedad para frenar el individualismo en sus excesos. Miro a mí alrededor y, con toda franqueza solo los hombres y autores ridículos son capaces de enseñarme algo. Sólo ellos son sinceros, sólo ellos se desnudan sin reticencias ante mis ojos. Sólo ellos están vivos. Llegará un día en que morirán a su vez y en el que también serán distribuidos racionalmente en sistemas, en que serán aceptados y colmados de honores. No quiero evocar casos demasiado ilustres. Mencionaré únicamente a aquél hombre de un ridículo absoluto que es el único autor que no me atrevería a leer en público. Me refiero a Sören Kierkegaard, a quien hoy en día se consagra volúmenes de crítica, al que se traduce, comenta, comprende, y al que se mata. En un cierto sentido está muerto, y, sin embargo, ¿cuántas fuentes de vida y de pensamiento no se encuentran todavía hoy en el loco de Copenhague? Porque en cualquier momento puede ser retomado y continuado. Sólo el ridículo merece ser imitado. Pues sólo imitando el ridículo imitamos la vida; entraña, en efecto, la absoluta y completa sinceridad de la vida, y no las ideas fijas y convenciones que son las caras de la muerte. Y en cuanto a la muerte, bien sabe Dios que ya bastante la encontramos en todos nosotros.
Según el texto, el ridículo se opone a lo:
Dinámico, creador, innovador
Humanitario y fecundo
Consciente y vivo
Pasivo, infructífero y repetido
Del texto se infiere que todo salto audaz o descubrimiento:
Es tomado como algo normal por sus contemporáneos
Parece ridículo a sus contemporáneos
Pasa inadvertido por sus contemporáneos
Es innecesario gracias a su ridiculez
Lo ridículo:
Difícilmente se comprende en la inmediatez
Es comprendido fácilmente
Le pone un límite a la comprensión
Es presente
De acuerdo con el texto, el ridículo se caracteriza por la:
Fecundidad y disponibilidad
Dificultad que presenta para comprenderlo y la enseñanza que deja
Superación del presente y el límite de su comprensión
Dificultad para enseñar algo y la facilidad para comprenderlo
Si lo racional está relacionado con lo abstracto, el ridículo lo está con:
La experiencia inmediata del sujeto
Lo justificado, verificado y reconocido
La objetividad de los fenómenos de la realidad
La torpeza de los individuos
“convierten el mundo en una plataforma estable” (párrafo 1)
Los actos ridículos
Las verdades o actitudes
Las instituciones y la pedagogía
Las personas ridículas
Se podría afirmar , de acuerdo con lo planteado en el texto, que para el autor la pedagogía:
Siembra verdades indiscutibles porque dice cómo hacer las cosas
Está relacionada con el ridículo porque todo profesor hace el ridículo
Es una institución reconocida y fecunda
Enseña siempre cosas ridículas
Según el autor, la mediocridad:
Es ridícula
Nunca podría ser calificada de perfecta y definitiva
Frecuentemente puede ser calificada de perfecta y definitiva
A veces resulta ser ridícula
La comparación entre los tomos de filosofía de un profesor francés de provincia y los panfletos del siglo XIX que son comentados (párrafo 4), se puede tomar como:
Un elogio
Una burla
Un llamado a leer tomos de filosofía en lugar de panfletos
Una seria crítica a quienes escribían panfletos en el siglo XIX
Fecundar, de acuerdo en el texto, significa
Acción de producir, generar y propiciar algo
Unir las células reproductora masculina a la femenina para dar origen a un nuevo ser
Conjunto de comentarios sobre panfletos del siglo XIX y que se agrupa en docenas de libros
Capacidad de idear, comentar o escribir un asunto
Según el autor, derramar el té en la falda una señorita, en una reunión social, es un acto ridículo para alguien porque:
Se da cuenta de que la señorita es francesa
La señorita habla francés y usa falda
Se da cuenta de que la gente pierde su tiempo
Crea virtualidades y conciencia en el sujeto
Vida artificial e inútil, se opondría a vida
Postiza, efectiva
Profunda, pensada
Postiza, teórica
Profunda, efectiva
Vacuidad, según el texto se refiere a:
Ausencia de existencia, sentido y naturaleza en las cosas
Lo mismo que el miedo a la soledad
Presencia de existencia, sentido y naturaleza en las cosas
Un mono bien vestido y arreglado
Según el autor, un libro digno de ser leído es aquel que:
Dice los mismo que los demás
Dice cosas nuevas
Es elogiado por la critica
Está bien escrito y construido
En el texto Nadie las discute se refiere específicamente a:
Plataforma estable
Verdades o actitudes
Las familias, las instituciones y la pedagogía
La simpatía de las señoritas que toman té
Cuando el autor habla del ridículo como esa censura la sinceridad, se está refiriendo a que éste:
Genera individualismos que son dañinos para el sujeto y favorables para la sociedad
Produce el llanto en las personas que leen confesiones y estremecimientos en quienes las escuchan en público
Hace que el individuo sea sincero, lo cual es reprochado por la sociedad
Coarta los excesos de sinceridad de los individuos, lo cual es beneficiosos para la salud de éstos
Según el autor, si alguien hace una obra de arte que rompa con algún parámetro establecido por la sociedad, se lo podría calificar de:
Mediocre, efímero, caduco
Audaz, fecundo, perfecto
Racional, ridículo, fecundo
Ridículo, fecundo, libre
Se puede calificar de ridículo, en el sentido empleado por el autor, al:
Filosofo Althusser por haber asesinado a su esposa
Filosofo Aristóteles por atreverse a pensar diferente a su maestro Platón
Escritor cuyas obras repiten el mismo esquema narrativo
Pensador Jean Paul Sartre por no haber recibido el Premio Nobel de Literatura
Acomete un acto ridículo el profesor que:
Repite siempre su clase
Copia la clase de su colega
Sigue las instrucciones de un libro
Hace de su error un acontecimiento
Inmortalidad podría entenderse en el texto como:
Duración indefinida del cuerpo
Lo mismo que efímero
Lo opuesto al ridículo profundo
Duración indefinida de algo en la memoria de los hombres
El ridículo superficial es:
Igual que el profundo
Lo que puede ser retomado y profundizado por otros
La única posibilidad de ser inmortal
Un acto automatizado y vulgar
Si sólo el ridículo merece ser imitado, y al imitar el ridículo se imita la vida, entonces la vida puede ser entendida como:
Un ridículo superficial, pues es el producto de la imitación
Una experiencia caduca y efímera
Un acontecimiento ridículo
Un acto superficial ya que es imitación
El texto habla de, EXCEPTO:
La ética del comportamiento, las formas de ser inmortal
El ridículo los tipos de ridículo, la innovación y la mediocridad
El ridículo profundo, el ridículo superficial, lo dinámico y lo caduco
Lo efímero, lo perfecto, lo racional, lo innovador, lo creador, lo fecundo
Según lo dicho en el texto, se podría afirmar que el autor:
Incita a no cometer actos ridículos
Induce a cometer actos ridículos
Desacredita a las personas ridículas
Propone la construcción de pedestales a las personas ridículas
Se podría concluir que el ridículo se relaciona con:
Muerte, estulticia, ignorancia, mediocridad
Repetición, audacia, descubrimiento, mediocridad
Mediocridad, fugacidad, irracionalidad, inmortalidad
Vida, libertad, conocimiento, inmortalidad
Un posible título para el texto sería:
Invitación al ridículo
Abajo el ridículo
Todos somos ridículos
La función lógica del ridículo
Otro ejemplo de ridículo sería la de una persona que:
Opone la no violencia y la fuerza interior a un ejército colonizador
Sólo cree en lo planeado, organizado y sistemático
Sigue instrucciones para vivir su vida
Elabora una estrategia de guerra con la mayor meticulosidad
Cuando el autor dice miro a mi alrededor, se puede entender que el autor:
Miró a su alrededor cuando estaba escribiendo el texto
Tenía a su alrededor a los hombres y autores ridículos que le han enseñado algo
Es ridículo, porque escribe con personas a su alrededor
Hace una revisión mental de las personas que ha “conocido” y de los autores que ha leído
Los hombres y autores ridículos “están vivos”, porque:
Sus actos y textos perduran en el tiempo y la memoria
Literalmente son inmortales
Sólo se consideran ridículos los hombres y autores vivos
Los muertos no pueden ser ridículos
Cuando el autor dice ellos se desnudan, se refiere a que los hombres y autores ridículos:
Se quitan la ropa que llevan puesta cada vez que hacen el ridículo
Son sinceros
Son falsos
Se desvisten cada vez que el autor los ve a ojo desnudo
De lo anterior se puede concluir que:
La sinceridad es una cualidad de los seres ridículos
Andar sin ropa es una cualidad necesaria de la gente ridícula
Cada vez que se haga el ridículo es necesario quitarse la ropa
Todo el que lleve ropa es falso
De lo que dice el autor sobre los libros se puede concluir, MENOS:
Los libros afectan más al individuo que un hecho social
La soledad configura valores disímiles a los sociales
Las personas son más sinceras en la intimidad
Cuando el individuo está solo emplea mejor la lógica
Preguntas de la 33 a la 40 |