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no los imaginamos peor que ellos a sí mismos, pasarán por excelentes. Aquí vienen dos nobles bestias: un hombre y un león. Entran [AJUSTE/]LEÓN y [HAMBRÓN/]LUZ DE LUNA. AJUSTE/LEÓN «Gentiles damas, si vuestro pecho teme al menudo ratoncito que se arrastra, quizá aquí y ahora se estremezca y tiemble cuando oigáis rugir a León en su rabia. Pues sabed que yo, Ajuste el ebanista, s oy un cruel león, y no una leoncita, y si yo entro ahora feroz y violento en este lugar, vivir no merezco.» TESEO Una bestia plácida y de buena conciencia. DEMETRIO Señor, el más bestia que he visto en mi vida. LISANDRO Este león tiene el valor de un zorro. TESEO Cierto, y la prudencia de un ganso. DEMETRIO No, mi señor, pues su valor no le gana a su prudencia, y el zorro sí le gana al ganso. TESEO Su prudencia no le gana a su valor, de eso estoy seguro, pues el ganso no le gana al zorro. Ya basta. Que decida su prudencia, y oigamos a la luna. HAMBRÓN/LUZ DE LUNA «Esta lámpara es la luna con sus cuernos.» DEMETRIO Debería llevar los cuernos en la cabeza. TESEO No está muy creciente, y los cuernos no se ven en el círculo. HAMBRÓN/LUZ DE LUNA «Esta lámpara es la luna con sus cuernos, y el que esto recita encarna a la luna.» TESEO Ése es el mayor error de todos: él debía estar metido en la lámpara. Si no, ¿cómo puede ser la luna? DEMETRIO No se atreve a meterse por el fuego: está que arde. HIPÓLITA Estoy cansada de esta luna. ¡Ojalá cambiara! TESEO A juzgar por sus pocas luces, parece que está en menguante. Mientras, por cortesía y buen juicio debemos esperar. LISANDRO Continúa, Luna. HAMBRÓN/LUZ DE LUNA Yo sólo os digo que quiero deciros que esta lámpara es la luz de la luna, que yo soy la luna, que este espino es mi espino, y este perro, mi perro. DEMETRIO Pues todos debían estar dentro de la lámpara, que en la luna están todos. Mas silencio; aquí viene Tisbe. Entra [FLAUTA/]TISBE. FLAUTA/TISBE «Ésta es la tumba de Nino. ¿Y mi amado?» Ruge [AJUSTE/]LEÓN. AJUSTE/LEÓN «¡Grrf » Huye [FLAUTA/]TISBE [y se le cae el manto]. DEMETRIO ¡Así se ruge, León! TESEO ¡Así se corre, Tisbe! HIPÓLITA ¡Así se brilla, Luna! En verdad, la luna brilla con garbo. [LEÓN ataca el manto.] TESEO ¡Buen zamarreo, León! Entra [FONDÓN/]PÍRAMO. DEMETRIO En esto llega Píramo. [Sale LEÓN.] LISANDRO Y al fin se va el león. FONDÓN/PÍRAMO «Gracias, mi luna, por tus rayos de sol; gracias, gentil luna, por tanto brillar, pues con tu perfecto y febeo fulgor a mi fiel amada confío en divisar. ¡Aguarda! ¡Ah, tormento! Pobre caballero, ¡mira qué terrible escena! Ojos, ¿lo veis bien? ¿Cómo puede ser? ¡Ah, mi paloma, mi prenda! Tu óptimo manto, ¿de sangre manchado? ¡Venid a mí, Furias crueles! ¡Venid, venid, Parcas! ¡Cortad hilo y trama! ¡Venced, aplastad, dad muerte! TESEO Este lamento y la muerte de un amigo querido son como para ponerle a uno triste. HIPÓLITA Pues por mi alma, que a mí me da pena. FONDÓN/PÍRAMO «¿Por qué creaste al león, naturaleza, a este vil león que desfloró a mi amada, que es -no, no, que fue- la flor más bella que amó, vivió, gozó y rió alborozada? ¡Ven, llanto, devasta! Y tú ven, espada, a herir el pecho de Píramo: la tetilla izquierda, donde el alma alienta. Así muero, así expiro. Muerto estoy ahora; mi ser me abandona: mi alma ha subido al cielo. Lengua, pierde vista; Luna, haz tu huida. [Sale HAMBRÓN.] La muerte me he dado y muero.» DEMIETRIO Con ese «dado» éste ha salido un as. LISANDRO Un as, no, hombre, que muerto no es nada. TESEO Con la ayuda del médico podría mejorar y ser un asno. HIPÓLITA ¿Cómo es que se ha ido Luz de Luna antes que vuelva Tisbe para hallar a su amado? TESEO Le hallará con la luz de las estrellas. Entra [FLAUTA/]TISBE. Aquí viene, y con su lamento acaba la obra. HIPÓLITA No creo que deba hacerlo muy largo con un Píramo así. Espero que sea breve. DEMETRIO Una mota inclinará la balanza sobre si es mejor Píramo o Tisbe: él de hombre (¡Dios nos valga!) o ella de mujer (¡Dios nos bendiga!). LISANDRO Ya le ha encontrado con sus dulces ojos. DEMETRIO Y se lamenta como sigue... FLAUTA/TISBE «¿Durmiendo, mi amor? ¡Ah! ¿Muerto, mi sol? ¡Oh, ponte en pie, dulce Píramo! ¡Habla, habla! ¿Mudo? ¿Muerto? Un sepulcro cubrirá tus ojos lindos. Tu boca de nardo, tu nariz de guinda y tu faz de crisantemo te han dejado ya. Amantes, llorad sus ojos de verde puerro. Que las Tres Hermanas vengan preparadas con manos de blanca leche. Bañadlas en sangre, puesto que cortasteis su hilo de seda tenue. No hables, mi lengua. La espada me hiera y me empape el corazón. Adiós, mis amigos, que Tisbe ha caído. Adiós, pues, adiós, adiós.» TESEO Los vivos, Luz de Luna y León, enterrarán a los muertos. DEMETRIO Sí, y Muro también. [Se levantan FONDÓN y FLAUTA.] FONDÓN La verdad es que no, pues cayó el muro que separaba a los padres. ¿Queréis ver el epílogo u oír bailar una bergamasca a dos de los nuestros? TESEO No haya epílogo, os lo ruego, pues la obra no requiere excusa. No os excuséis, que, si mueren los actores, no hay por qué acusarlos. Vaya, si el que la escribió hubiera hecho de Píramo y se hubiera ahorcado con la liga de Tisbe, habría sido una hermosa tragedia. Y a decir verdad, lo es, y muy bien representada. En fin, venga vuestra bergamasca y dejad en paz el epilogo. [Bailan y salen los cómicos.] Medianoche ha sonado con lengua de hierro. Acostaos, amantes: es la hora de las hadas. Por la mañana, lo sospecho, dormiremos todo lo que hemos velado en esta noche. Esta tosca función ha burlado el paso lento de la noche. Acostémonos, amigos. Celebraremos las bodas quince días con fiestas nocturnas y nueva alegría. Salen. Entra ROBÍN. ROBÍN Ya ruge hambriento el león y a la luna aúlla el lobo, mientras ronca el labrador tras su quehacer fatigoso. Ya sólo arden las brasas, mientras chilla la lechuza, recordando la mortaja al que yace con angustia. De la noche ya es la hora en que todos los espectros han salido de la fosa y rondan los cementerios. Y a los elfos, que rehuimos, junto a Hécate y su escolta, la luz del sol y seguimos igual que un sueño a las sombras, nos da gozo. Ni un ratón profanará esta mansión. Con esta escoba me han dicho que barra el suelo bien limpio. Entran [OBERÓN y TITANIA], rey y reina de las hadas, con todo su séquito. OBERÓN Vuestras tenues luces ardan junto al fuego mortecino. Todo elfo y toda hada brinque como pajarillo. Ahora conmigo cantad y con grácil pie bailad. TITANIA Ensayad vuestra tonada: un trino en cada palabra. De la mano, pues, cantad y bendecid el lugar. Canción [y danza]. OBERÓN Hasta el día, cada hada bulla por toda la casa. Iremos al mejor tálamo y, así que lo bendigamos, los hijos que allí se engendren serán felices por siempre. Las tres parejas darán a su amor fidelidad, y sin tacha o impureza nacerá su descendencia. Ni mancha, labio partido, ni marca o lunar maligno que en las criaturas ofenden afearán a su progenie. Con el rocío consagradas, marchen ya todas las hadas y den a cada aposento la bendición y el sosiego, y así el dueño del palacio, bendecido, estará a salvo. No tardéis, id, corred y vedme al amanecer. Salen [todos menos ROBÍN]. ROBÍN Si esta ilusión ha ofendido, pensad, para corregirlo, que dormíais mientras salían todas estas fantasías. Y a este pobre y vano empeño, que no ha dado más que un sueño, no le pongáis objeción, que así lo haremos mejor. Os da palabra este duende: si el silbido de serpiente conseguimos evitar, prometemos mejorar; si no, soy un mentiroso. Buenas noches digo a todos. Si amigos sois, aplaudid y os lo premiará Robín. [Sale.] |
![]() | «Sueño de una noche de verano», «El mercader de Venecia», etc. En 1599, «Romeo y Julieta». En 1ó02, concluyó «Otelo» y, un año después»,... | ![]() | |
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