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EXTRAÑA LENTITUD EN PROCESO JUDICIAL DE UN ESCRITOR PERUANO Ivo Morán, es un escritor peruano de reconocida trayectoria en nuestro sello editorial MARIBELINA, en Perú. Sus amplios conocimientos de globalización comercial, capacidad de lenguas (POLÍGLOTA) y relaciones sociales en el mundo cultural por donde ha transitado, siempre la admiramos. Estas experiencias, generosamente las ´propuso a nuestra organización que, ciegamente caminaba y trataba de también globalizarse. En este sentido fue Asesor Internacional de Actividades culturales de la Casa del Poeta Peruano. Hoy, la Casa del Poeta Peruano (creada por Ley 24616), tiene 14 Representaciones en todo el mundo y 13 filiales en casi toda la República Peruana. Su presencia, fue determinante y extrañamente generosa. Nuestra editorial, consciente de sus excepcionales cualidades para la narración, lo editó en sendas publicaciones: -LA NIEBLA AZUL. Novela. Maribelina, Lima, Perú, 2001;pp. 248. IBSN: 9972-685-13-6. -LA MUERTE BUENA. Novela. Maribelina, Lima, Perú, 2003. Págs. 90. IBSN:9972-685-18-7 Ambas novelas tuvieron éxito de lectores más no en publicidad, porque bien sabemos cómo se maneja, en las naciones globalizadas, el rubro, literario y/o artístico y el aporte económico que «perfuma» este ajetreo. La Niebla Azul, tuvo resonancia mundial en las esferas literarias NO comprometidas con el sistema. Y es que esta novela era, es y será urticante a las esferas del poder y más aún, las que intentan poner sordina a los descalabros y abusos de la invasión española ( en España se le cerraron las puertas). Entonces se dijo que era una novela de aliento con extrañas aleaciones de historia-ficción, alta y hartamente dialéctica. Cierto, es o era una novela que fastidiaba, pero sólo para aquellos de piel y ojos oscuros que se atormenta por no tenerlos azules o para los otros que, regoldándose en un grosero racismo facistoide, eructan una segregación zoológica, haciéndoles perder la proyección y la elemental, perspicacia histórica. Para ellos, dijimos entonces, esta obra era un invento de un nacionalismo indigenista para justificar la incapacidad de los pueblos sudamericanos de encontrar su camino. El libro tiene como gigante metáfora el TIEMPO, pero refundido en las vísceras de la llamada CONQUISTA ESPAÑOLA y, como en un bajo cifrado, el terrible problema racial y de clases en el Perú ( y en Argentina?); la hipocresía social, su huachafa secuencia y el enfoque de identidad de los sudamericanos en la llamada mutación étnica. Entonces su lectura arde ( como en sus otras creaciones); y es que las sociedades latinoamericanas ( y en especial la peruana, uruguaya o Argentina;etc), son muy acomplejadas, hipócritas, llenas de traumas y complejos de culpa. Tanta grandeza y brillantez, en los salones del Gobierno y tánta, pero tánta podedumbre, cuando Montesinos Torres, prende o, prendía su candil al costado de nuestros televisores. Pero no seamos dialécticamente injustos: no olvidemos que el agua estaba hirviendo cuando puso las presas para el caldo. Y bien.... Harto sabemos ahora que todo esto se paga y....bien caro. Esto lo saben los «sudacas», los indios, los indígenas, los cholos, los serranazos, las «rucas». Insistimos: Esto es sólo un avance para poder tratar de explicar- entre otras mil cosas- el enredo y/o abuso de la dolorosa y trágica situación legal de nuestro escritor peruano Ivo Morán Gasparotto IVO MORALES. No es un santo. Debe tener sus sabrosos «anticuchos». No es un ángel y más bien diablo, si quieren. Bien: debieron juzgarlo y condenarlo justicieramente. Pero, pero, algo se pudre en «Dinamarca». Porque a partir de él, se abre otro telón para ver otras corrupciones en las mesas de muy pocos y algunos magistrados. Los intelectuales, poetas y artistas en general, deben estar con los ojos bien abiertos y hacer un seguimiento a este extraño proceso judicial. Puesto esto como un antipático prólogo, entremos a definir la situación de nuestro paisano, pero a grandes rasgos. /José Vargas Rodríguez-Encargado de Negocios del Parlamento Mundial para la Seguridad y la Paz. Sede Florencia, Italia. El escritor Ivo Moran Albonico Gasparotto, se encuentra detenido hace casi dos años en el Penal de Devoto en Buenos Aires, por una causa que aún no ha cerrado, donde se le imputa una supuesta participación en un grupo delictivo, y en la cual él se ha visto involucrado por meros vínculos sociales, por ofrecer sus servicios profesionales, y su mismo interés y curiosidad por las historias y anécdotas que escucha de labios de personas que forman parte del escenario social humano. Ivo Moran está preso por su carácter social, y porque se le pretende estigmatizar. Ivo Moran no cometió delito alguno, ni se le encontró en un lugar donde se haya cometido delito alguno, tampoco se le halló posesión de elemento prohibido alguno, y para completar el cuadro de injusticia, ha sido exculpado por los verdaderos autores del delito que se perseguía; y en su acusación, se especula, se trata de adivinar lo que él pensaba, y qué quería hacer, como si existiera un método para adivinar el futuro en el pensamiento de las personas. Es decir otra novela. Ivo Moran al contrario de lo que pregonan los derechos humanos y la presunción a la inocencia, fue privado de su libertad abruptamente, en un procedimiento policial abusivo, donde fue robado y extorsionado con testigos presentes quienes a su vez fueron víctimas del abuso policial; fue detenido durante tres días sin alimento, sin abrigo en invierno y sin poder dormir, para luego, sin que lo haya atendido el juez a cargo, ni se le permitiera llamar por teléfono, como la ley indica, sea lanzado a una prisión donde tuvo que sortear la miseria y la violencia carcelaria que impera en las cárceles argentinas. En las peruanas no? Nuestro escritor, ha sido encarcelado por meras especulaciones, y su encarcelamiento ha sido basado en indicios fraguados dentro de una causa prefabricada, la cual él ha denunciado. Se le ha denegado la excarcelación con argumentos subjetivos contrarios al espíritu básico del derecho humano que consagra la libertad ambulatoria y la sagrada presunción a la inocencia. Los tribunales que ratificaron su proceso, publicaron en Internet arbitrariamente contextos sensibles, y negaron su excarcelación esgrimiendo fundamentos discriminatorios, documento que ha sido también publicado en Internet en el cual el magistrado aduce la denegación por su condición de forastero, incurriendo en una violación contra los principios básicos del derecho humano que contempla a toda persona sin distinción alguna ante la ley, discriminándolo por su condición de forastero como lo exhibe expresamente en su texto, el magistrado que ha publicado el documento. Además, se incurre en situaciones de especulación en un proceso que no ha llegado a su fase final, ni ha alcanzado la certeza requerida en un debate público Ivo Moran se encuentra preso, y junto con su prisión y encierro, han puesto bajo una injusta llave, pensamientos, ilusiones, e ideas que motivan a la sociedad en pensar en la importancia de la justicia social, temas que él aborda constantemente en sus libros y ensayos. Han puesto bajo llave de igual modo, garantías y principios fundamentales del ser humano que deben empezar a respetarse en nuestro continente, y que, desafortunadamente no se respetan. Ivo Moran está preso pero no vencido, porque dentro del mal que le han hecho vivir, existe en Buenos Aires, en la prisión de Devoto, un centro universitario que lo ha acogido, y gracias a esta magnífica y aislada gestión, puede escribir, colaborar, y participar en las actividades de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA. Ivo Moran, desde su encierro sigue escribiendo para nosotros y luchando para probar su inocencia, esperando, se cumplan las garantías y los derechos fundamentales de la Declaración Universal de derechos humanos, que no se cumplen, porque su condición de extranjero lo hace susceptible, según un magistrado, a una supuesta sustracción de la justicia, hecho imposible por su misma calidad de escritor e intelectual que defiende los valores sociales y de la justicia social, motor del desequilibrio, pobreza y desgracias en nuestro continente*** |