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3 ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() EL CUENTO Y EL MICROCUENTO
El cuento es un texto narrativo breve, que centra su acción en una historia central, por lo que cuenta con un grupo de personajes reducidos. Dentro de su estructura encontramos una situación inicial, donde se presentan los personajes y el contexto en el cual se desarrolla la narración. Luego, una situación inicial, donde se presentan los personajes y el contexto en el cual se desarrolla la narración. Luego, una complicación o quiebre que da un giro al estado primero del relato, es decir, introduce un elemento disruptivo que genera una reacción de los personajes. Posteriormente pasamos a la resolución o nuevo elemento modificador que, como su nombre lo indica, resuelve el quiebre anterior para dar paso a la situación final, donde se establece la nueva realidad de los personajes involucrados en la historia. En términos generales, el cuento sigue un orden lineal, pero este puede variar de acuerdo a la intencionalidad del autor. Conocer la estructura de los cuentos te ayudará a organizar los acontecimientos del relato y a completar la información con tus conocimientos previos y experiencias personales, de acuerdo a los desafíos que el texto te vaya presentando. En el caso de que esta estructura se modifique, se altere o no se cumpla, podrás cuestionarte y encontrar respuesta. Situación final Resolución Reacción Complicación o quiebre Situación inicial ESQUEMA DE LAS ACCIONES DE UN CUENTO
EL MICROCUENTO En una guía anterior te presenté dos narraciones breves: “El dinosaurio” y “La culta dama”. Estos relatos corresponden a una nueva forma de literatura que nace en la agitada vida contemporánea, y que se adapta a la necesidad de contar con momentos de lectura que nos acompañen. Estas narraciones cortas reciben varios nombres: minicuento, microcuento, cuento en miniatura, entre otros. Sus características son:
Dado que el microcuento entrega una realidad “incompleta”, el lector tiene que llenar los espacios que deja el narrador en la presentación del mundo narrado. Para graficar el trabajo que debe realizar el lector, te invito a recrear tu proceso de lectura de acuerdo al siguiente modelo y al ejemplo que te presentamos, que hemos tomado de las lecturas vistas. “La culta dama” Le pregunté a la culta dama si conocía el cuento de Augusto Monterroso titulado “El dinosaurio”. Ah, es una delicia –me respondió- ya estoy leyéndolo. LO QUE YO TUVE QUE COMPLETAR PARA DARLE UN SENTIDO A LOS SUCESOS La dama no conocía el cuento. El título se trata de una ironía INFORMACIÓN QUE YO DEBÍA CONOCER DE ANTEMANO PARA COMPRENDER LO QUE SE DECÍA El cuento de Monterroso tiene sólo una línea de extensión. INFORMACIÓN EXPLÍCITA QUE ME DIO EL TEXTO El narrador le pregunta a la dama si leyó el cuento “El dinosaurio” de Monterroso. Ella responde que sí, Afirma estar leyéndolo. Actividad CONTINUIDAD DE LOS PARQUES JULIO CORTÁZAR Había empezado a leer la novela unos días antes. La abandonó por negocios urgentes, volvió a abrirla cuando regresaba en tren a la finca; se dejaba interesar lentamente por la trama, por el dibujo de los personajes. Esa tarde, después de escribir una carta a su apoderado y discutir con el mayordomo una cuestión de aparcerías volvió al libro en la tranquilidad del estudio que miraba hacia el parque de los robles. Arrellanado en su sillón favorito de espaldas a la puerta que lo hubiera molestado como una irritante posibilidad de intrusiones, dejó que su mano izquierda acariciara una y otra vez el terciopelo verde y se puso a leer los últimos capítulos. Su memoria retenía sin esfuerzo los nombres y las imágenes de los protagonistas; la ilusión novelesca lo ganó casi en seguida. Gozaba del placer casi perverso de irse desgajando línea a línea de lo que lo rodeaba, y sentir a la vez que su cabeza descansaba cómodamente en el terciopelo del alto respaldo, que los cigarrillos seguían al alcance de la mano, que más allá de los ventanales danzaba el aire del atardecer bajo los robles. Palabra a palabra, absorbido por la sórdida disyuntiva de los héroes, dejándose ir hacia las imágenes que se concertaban y adquirían color y movimiento, fue testigo del último encuentro en la cabaña del monte. Primero entraba la mujer, recelosa; ahora llegaba el amante, lastimada la cara por el chicotazo de una rama. Admirablemente restallaba ella la sangre con sus besos, pero él rechazaba las caricias, no había venido para repetir las ceremonias de una pasión secreta, protegida por un mundo de hojas secas y senderos furtivos. El puñal se entibiaba contra su pecho, y debajo latía la libertad agazapada. Un diálogo anhelante corría por las páginas como un arroyo de serpientes, y se sentía que todo estaba decidido desde siempre. Hasta esas caricias que enredaban el cuerpo del amante como queriendo retenerlo y disuadirlo, dibujaban abominablemente la figura de otro cuerpo que era necesario destruir. Nada había sido olvidado: coartadas, azares, posibles errores. A partir de esa hora cada instante tenía su empleo minuciosamente atribuido. El doble repaso despiadado se interrumpía apenas para que una mano acariciara una mejilla. Empezaba a anochecer. Sin mirarse ya, atados rígidamente a la tarea que los esperaba, se separaron en la puerta de la cabaña. Ella debía seguir por la senda que iba al norte. Desde la senda opuesta él se volvió un instante para verla correr con el pelo suelto. Corrió a su vez, parapetándose en los árboles y los setos, hasta distinguir en la bruma malva del crepúsculo la alameda que llevaba a la casa. Los perros no debían ladrar, y no ladraron. El mayordomo no estaría a esa hora, y no estaba. Subió los tres peldaños del porche y entró. Desde la sangre galopando en sus oídos le llegaban las palabras de la mujer: primero una sala azul, después una galería, una escalera alfombrada. En lo alto, dos puertas. Nadie en la primera habitación, nadie en la segunda. La puerta del salón, y entonces el puñal en la mano. La luz de los ventanales, el alto respaldo de un sillón de terciopelo verde, la cabeza del hombre en el sillón leyendo una novela. Comprensión de Lectura
a- el triángulo amoroso b- La comunicación entre dos mundos, lo que es vivir y lo que es leer. c- lo fantástico en lo cotidiano y viceversa d- el destino e- la muerte
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