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1. Rasgos temáticos y formales de la nueva narrativa hispanoamericana y su reflejo en La casa de los Espíritus (Una vez) LCDLE es la primera novela de Isabel Allende, publicada en 1982, y es una crítica a la sociedad chilena. Los rasgos temáticos, narrativos y estilísticos de “LCDLE” se pueden incluir en la corriente literaria denominada el Post-boom, que es posterior al Realismo Mágico, de la que es continuadora en formas y temas. En el Post-boom irrumpen tres ejes, que caracterizan la Nueva Narrativa centrada en mostrar una realidad hispanoamericana dominada por la pobreza, el subdesarrollo o las dictaduras:
Las características de la Nueva Narrativa o Post-boom son fácilmente reconocibles en LCDLE:
2. Análisis de los personajes de La casa de los Espíritus (Una vez y solo pedían un masc y otro fem) Los personajes conforman el microcosmos de la sociedad chilena. LCDLE contiene una multitud de personajes, la mayoría de ellos complejos, que maduran y cambian sus inquietudes con los sucesos de la novela, algunos desaparecen y reaparecen como Transito Soto y Esteban García. Esteban Trueba: es el único personaje que tiene presencia en toda la obra, fue un hombre con dificultades económicas pero con una gran finca para explotar. Con esfuerzo levanta la hacienda rural heredada de su padre. Se casa con Clara del Valle y tienen tres hijos. Él representa la autoridad del patrón en el ámbito rural y la del patriarca machista en el ámbito domestico. Se aferra a unos valores erróneos: se cree buen patrón, viola a las adolescentes, no sabe amar a Clara y se distancia de sus hijos, especialmente cuando se entera de los amores de Blanca con el rebelde Pedro Tercero. Es nombrado senador y al ganar la presidencia, la coalición de izquierdas, alienta a las fuerzas militares al golpe de Estado. Al morir su esposa Clara, oye espíritus y acepta a Pedro Tercero. Acaba humillado, infeliz y solo con la única compañía de su nieta Alba, que al parecer es la única que consigue ablandarle. Las mujeres cumplen un papel protagonista y sus respectivos nombres tienen un valor simbólico: Nívea, Clara, Blanca y Alba; sinónimos de la luz, la pureza y de lo paranormal: Clara: constituye el eje de acción en la primera parte. Es bondadosa, sensible y tiene una presencia enigmática. Tiene poderes sobrenaturales (clarividencia), ve el mundo oculto y predice eventos. Dedicada a esto, no se ocupa del hogar y por ello su cuñada Férula lleva las riendas domesticas. Hereda de su madre, Nívea, conciencia de justicia social. Protege a los pobres y analfabetos: enseña a los campesinos en la escuela que construye y conciencia también a Blanca, a quien dice: “Justicia, y no caridad, necesitan, hija”. Cuando su marido expulsa de la casa a su cuñada Férula, Clara lo castiga con su mutismo. Sus diarios sirven como hilo conductor de la obra. Blanca: entabla desde los cuatro años una relación profunda con Pedro Tercero, que con el tiempo pasara del cariño infantil al amor. Cuando Esteban Trueba y Pedro Tercero chocan por sus ideologías, Blanca se enfrenta a su padre. Embarazada de Pedro Tercero es obligada a casarse con el conde Jean de Satigny, a quien pronto abandona, sin haber consumado, para regresar al hogar familiar. Oculta a su hija Alba la identidad de su padre. Ayudada por su padre, se exilia a Canadá con Pedro Tercero cuya vida peligraba Alba: personaje clave en la segunda parte por ser el motivo de reflexión del patriarca Trueba al final de su vida. Se habituó a vivir con lo sobrenatural desde pequeña con su abuela Clara, aunque no hereda sus poderes metapsíquicos. Va a la universidad y se enamora de Miguel, un revolucionario pobre que también estudia en la universidad. Recibe el afecto mimoso de su abuelo y todo su amor, y es que el amor hace cambiar y acercar posturas entre los enemigos más cercanos. Sufre prisión y tortura durante la barbarie golpista y, en el epilogo, hace su propia interpretación de la novela, nos aclara que ella ha recopilado y redactado casi todo lo que hemos leído y formula un deseo: un mundo mejor para su hija nonata.
3. Aspectos políticos y sociales en La casa de los Espíritus (no ha salido) Las etapas de la vida de Esteban Trueba son un reflejo de la sociedad chilena del s.XX con la evolución de una estructura social arcaica a una más moderna, con sus desigualdades sociales, su inestabilidad política, la reforma agraria, el golpe de Estado y la involución política. Algunos de los personajes están inspirados en personalidades históricas o en familiares representativos de la vida de Isabel Allende, p.ej: los abuelos Clara y Esteban como los abuelos maternos de la autora La realidad histórica: las alusiones en la novela a la historia reciente de Chile se ciñen a la historia oficial contada por los demócratas destituidos y perseguidos: Salvador Allende fue cuatro veces candidato a la presidencia desde 1952 y fue el primer presidente marxista en el mundo que accedió democráticamente al poder. En la obra se le acusa de corrupto al igual que a Salvador También se cita a la CIA estadounidense, Nixon (presidente norteamericano) rechazaba la presidencia marxista en el continente y mando a su secretario que actuara contra el gobierno marxista. El personaje de Miguel encarna la posición de extrema izquierda que pretendía imponerse políticamente a la fuerza, esto impedía un gobierno estable y propicia el alzamiento militar con el apoyo de la derecha chilena y de fuerzas extranjeras estadounidenses. El palacio presidencial, bombardeado en la novela, corresponde al Palacio de la Moneda, residencia del presidente. Las clases sociales: en la novela se retratan todas las clases sociales de Chile. Las diferencias sociales provocan conflictos y esta lucha de clases se sintetiza en la novela. La clase alta, con un comportamiento moral de caciques, se comportan como señores feudales en sus posesiones y con sus gentes, Pancha es violada por el patrón y ella lo acepta. La clase baja, retratada en varias capas, crece sumisa y resignada. También surgen voces discrepantes con ideas revolucionarias marxistas: en este sector se encuentran Pedro Tercero y Miguel. El amor: presenciamos tres historias de amor en las que se debate el respeto o la transgresión de las normas sociales. Se muestra dos modos de comportamiento ante la pasión amorosa:
El papel de la Iglesia católica: la Iglesia aparece defendiendo dos posturas opuestas: la tradicional y la progresista. Isabel Allende se burla de la Iglesia tradicional por medio del personaje bufo del padre Restrepo En conclusión, los aspectos políticos y sociales reflejados en la obra son un claro reflejo de la situación política y social hispanoamericana 4. El “Realismo Mágico” y La casa de los Espíritus (3 veces) El Realismo Mágico es la corriente de la novelística del siglo XX en Hispanoamérica (a partir de 1960). Es un intento de renovación literaria, muy unido a las renovaciones estéticas de las vanguardias europeas y norteamericanas. Procede del deseo de descubrir la peculiaridad americana desde la síntesis de la realidad y la fantasía, dado que solo el realismo de lo perceptible era incapaz de recoger la asombrosa y variadísima realidad del mundo hispanoamericano. A la realidad también pertenecen objetos y sueños, hechos constatables y supersticiones populares, realidades materiales y elementos naturales. Lo insólito y sobrenatural se incorpora a lo real, porque así sucede en gran parte de la sociedad hispanoamericana. La narrativa describe cosas imaginarias o sobrenaturales como si fueran reales y cotidianas y las cosas cotidianas como si fuesen imaginarias o sobrenaturales. Esta mezcla es una identidad hispanoamericana. En una época en la que se presenta el triunfo de los vicios, la corrupción y la tiranía, el Realismo Mágico revierte este axioma. A partir de 1959, animados por la revolución cubana de Fidel Castro, la literatura se erige en una herramienta útil contra las dictaduras hispanoamericanas. Rasgos generales del Realismo Mágico:
Isabel Allende forma parte del fenómeno artístico y comercial que siguió al Realismo Mágico, esta corriente paso a denominarse post-boom o Nueva Narrativa en torno a 1980. Las características heredadas del Realismo Mágico que utiliza Isabel Allende responden a las expectativas de los lectores europeos, deslumbrados previamente por el boom hispanoamericano. En LCDLE se vislumbra un ambiente fantasmagórico en la residencia de los Del Valle en sus hijas: Rosa y Clara. En esta obra encontramos, de manera moderada, cuatro tipos de Realismo Mágico:
Según Isabel Allende, no interesa la fantasía propia de los cuentos de hadas sino la inclusión de la imaginación para explicar mejor la realidad, puesto que todo esto forma parte de ella. Por otro lado, hechos racionales y cotidianos son tomados por los personajes como extraordinarios. Allende retoma otras características formales del Realismo Mágico:
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