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Autores: Gustavo Belatti, Mario Segade Dirección: Carlos Luna(Piso), Miguel Colom(Exteriores) Producción: Telefe Contenidos 220 episodios ELENCO Pablo Echarri - Diego Moreno Celeste Cid - Julia Malaguer Podestá Fabián Vena - Mauricio Doval Carolina Fal - Martina Manzur Claudia Lapacó - Eladia RESUMEN DE LA TRAMA La historia relata la vida de Diego Moreno (Pablo Echarri), un joven sastre que trabajaba en una tienda de ropa de alta costura, y que con su trabajo mantenía a su familia conformada por su padre Ricardo Moreno (Hugo Arana), su madre Eladia Moreno (Claudia Lapacó) y su hermana Rosario Moreno (Romina Ricci). Un día, conoció a Julia Malaguer (Celeste Cid), una joven muy bonita a la que encontró observando la vidriera de su local. A pesar de que el encuentro duró poco, Diego tuvo la suerte de volver a encontrarla en una cena de gala a la cual fueron invitados (por separado, por supuesto), a donde Julia asistió acompañada de su esposo, Mauricio Doval (Fabián Vena). Diego y Julia volvieron a encontrarse y luego de que Diego la invitase a bailar, tuvo un acercamiento peligroso a ella al arreglarle un bretel de su vestido que se había roto. Luego de separarse, en ese mismo lugar, Diego se tropezó con una mujer totalmente fuera de sí, que lo único que pretendía era asesinar a Doval. Era Martina Manzur (Carolina Fal), una mujer que había quedado traumada luego de la misteriosa muerte de su hijo en un extraño accidente y que al parecer Doval tenía algo que ver. Luego de intentar convencer a Martina que desistiese de sus locuras, en otro evento al que Mauricio Doval fue invitado, Diego logra salvar la vida de este, luego de que Martina le dispare con un arma de fuego. La sorpresa que causó en Doval el accionar de Diego, hace que constantemente lo busque para ofrecerle algún tipo de agradecimiento, por tan "noble" acto. Luego de esto, Diego se queda sin su trabajo de sastre y su madre que se encontraba enferma, empeoró su estado de salud. Es así que Doval aprovechó la ocasión para contactarse con Diego, y además de hacerse cargo de los gastos de internación de Eladia Moreno, aprovecha para ofrecerle trabajo en su quinta. Diego se ve obligado a aceptar y comienza a trabajar con Doval, y sus relaciones comenzaron a ser cada vez más estrechas. Hasta que Diego descubre en la quinta de Doval, una extraña casa, a la cual misteriosamente Doval entraba y salía. Fue así que una noche en la cual, después de tantas idas y vueltas, Diego y Julia pudieron concretar un encuentro amoroso. Y cuando de repente hace su entrada en escena Doval, Diego escapa de la quinta y accidentalmente se refugia en la misteriosa casa de al lado. Allí Diego descubre que en realidad, la casa de al lado no es más que un horroroso laboratorio, donde se secuestraban personas para quitarles sus órganos, sangre, plasma, etc. para su comercialización en el mercado negro. Además, dicho laboratorio reunía el propósito de encontrar una cura para una extraña enfermedad que derruía la salud de Doval y cuyo director era nada más ni nada menos que el padre de Julia: El Dr. Alfredo Malaguer (Daniel Fanego), quién estaba obligado por Doval a trabajar allí realizando experimentos, en pos de encontrar una fórmula que retardara el efecto de esa enfermedad. A partir de ese momento, la vida de Diego cambió totalmente, viéndose obligado a combatir a Doval para frenar esta locura, generándose situaciones de acción, suspenso, violencia y llegando a vincular a las más altas esferas políticas en las negociaciones de Doval, sin dejar de lado el amor entre Diego y Julia que cada vez se hacía más fuerte. Esta telenovela fue precursora en utilizar temas de relevancia social para contextualizar. En la misma, se tomó el tema del tráfico de sangre como foco de conflicto. Si bien el tema del tráfico ya había sido tomado en otros programas, Resistiré marca un hito al tratar temas que tienen que ver con la salud, en un contexto nacional donde se luchaba por comenzar a incentivar la donación de órganos y de sangre. Resistiré, como todas las tiras trabajadas, también desató polémicas. Mientras el ciclo estaba al aire, y a merced de cierta confusión, se planteó una polémica en Mendoza que involucró a la telenovela. Resultó una crítica por parte de un grupo de médicos que dijeron que Resistiré podía ser una mala influencia en un país donde "ya de por sí cuesta instalar en el público la necesidad del trasplante de órganos". En verdad, la confusión radica en que no se planteó el tráfico de órganos en Resistiré sino que en un capítulo se mostraba que se podía extraer de los riñones sangre más pura. Es más, con la locura cínica que caracterizaba a Mauricio Dobal, la ironía no tardó en llegar: Dobal aborrece del tráfico de órganos, le parece algo detestable y opina que a esos traficantes se les debería sacar hasta la última gota de sangre. Lo suyo es más refinado y, además, por pura necesidad personal. La sangre, en definitiva, siempre fue un problema, aunque la televisión actual poco y nada toque el tema del sida (se lo hizo, únicamente en algunos unitarios, especialmente los producidos por El Trece y la Fundación Huésped). La baja de donantes de sangre es otro problema de la salud pública mundial y se empieza a debatir en la Argentina. EL ELEGIDO " ![]() Comenzó a emitirse el 17 de enero y terminó el 31 de octubre de 2011, de lunes a jueves en el horario de las 23:00 (UTC-3), por Telefe. Durante el mes de julio, se emitió también los viernes, en el horario especial de las 21:30, por los cambios de programación debidos a la transmisión de la Copa América Argentina 2011. Fue escrita por Gustavo Belatti y Adriana Lorenzón, e ideada por ella y Pablo Echarri. RESUMEN DE LA TRAMA "El elegido" narra la historia de Andrés Bilbao (Pablo Echarri), un abogado ambicioso que está casado con Verónica San Martín (Leticia Brédice) y con quien tiene una hija autista llamada Alma Bilbao (Maite Lanata). Proveniente de una familia humilde, Andrés es un profesional que anhela asociarse con Oscar Nevares Sosa (Lito Cruz), del estudio de abogados donde trabaja. Andrés viene de una familia pobre, de un barrio no muy enriquecido económicamente, por lo que sabe qué es vivir en la miseria. Él logra obtener una vida de lujos y riqueza gracias a que, supuestamente por el amor que en ese momento sentía por Verónica, se casó con ella, que sufre bipolaridad en su personalidad. Debido a su enfermedad, ella sufre trastornos y se vuelve muy nerviosa e insegura, lo que hace que, de vez en cuando, piense que su esposo no la quiere, que sólo se haya casado con ella por el dinero (ya que ella es exuberantemente rica) y que la engaña con otras mujeres. Otro de los motivos de que ella tenga esa actitud es porque de pequeña fue abusada sexualmente. Al inicio de la historia, Andrés gana un juicio y es premiado con un viaje a España, lugar en el que no sólo se encuentra con Mariana Estévez (Paola Krum), una abogada idealista, sino que también vive un encuentro místico con el líder de una logia masónica. Por otra parte, el socio de Oscar muere y él decide someter al buffet a una competencia brutal para ver quién es el elegido en el camino del reemplazo: Andrés, Greta Sáenz Valiente (Mónica Antonópulos), Octavio Linares Calvo (Ludovico Di Santo) o Roberto Planes (Jorge Suárez). El objetivo principal de Mariana no será su crecimiento profesional, sino averiguar la verdad acerca de la muerte de su padre. Andrés tendrá que pasar por una innumerable cantidad de pruebas para salir de la cueva en la que él mismo se metió, al tiempo que corre los riesgos más extremos, como el de perder a su familia, su dignidad y a la mujer que ama, que es Mariana Estévez. Una novela con una trama que atrapó a más de un televidente argentino. En la novela "El Elegido" se puso en discusión el tema de la venta de tierras pertenecientes a los pueblos originarios. Por lo tanto, puso en boga el enfrentamiento que existe entre el poder político y las empresas capitalistas con los grupos originarios. El motivo de la disputa es la propiedad de tierras que el poder político vende a bajos precios a grandes empresas para que se construyan grandes emporios. Durante 2011, año de emisión del programa este tema fue tratado en toda la sociedad ya que hubo pueblos originarios con carpas en la avenida 9 de julio tratando de que los políticos los escucharan, y también hubo quejas de una agrupación de querandíes de que les querían quitar dos héctareas. Este caso tiene grandes semejanzas con el caso de la novela. "Los aborígenes señalan que la empresa que quiere quedarse con terrenos para construir allí un barrio privado tiene vinculación con el poder político de turno, tal como ocurre en la novela de Telefe, y sospechan que también está relacionada con un sector de la iglesia católica, exactamente igual que sucede en la ficción."4 Otro de los temas tratados fue el del casamiento igualitario entre personas del mismo sexo. en la novela, la pareja de lesbianas de Greta (Antonopulos) y Paloma (Balcarce) hicieron uso de la ley y se casaron. Esto no fue un hecho menor porque fue la primera vez que en un programa de ficción se usó el casamiento igualitario para reflejar algo que pasaba en la sociedad: la comunidad gay, tras una intensa lucha, pudo adquirir el derecho de unirse civilmente. FICHA TECNICA Creador: Adriana Lorenzón Producción: Federico D'Elía. Ronnie Amendolara, Andrea Tuozzo, Pablo Echarri, Martín Seefeld Dirección: Pablo Ambrosini, Omar Aiello, Negro Luna Guión: Adriana Lorenzón, Gustavo Belatti País de origen: Argentina Época de ambientación: 2011 Duración: 60 minutos - 154 Episodios ELENCO Pablo Echarri - Andrés Bilbao Paola Krum - Mariana Estévez Leticia Brédice - Verónica San Martín Lito Cruz - Oscar Nevares Sosa: Leonor Manso - María Bilbao Patricio Contreras - Alfredo Bilbao Daniel Fanego - Arturo Logroñeses Siete personajes de la serie representan a los pecados capitales: Lujuria: Octavio Linares Calvo Gula: Oscar Nevares Sosa Pereza: David Nevares Sosa Avaricia: Greta Sáenz Valiente Ira: Mariana Estévez Envidia: Roberto Planes Soberbia: Andrés Bilbao ![]() Pablo Echarri visitando a los pueblos Originarios. Google. Antecedentes históricos Historia de la telenovela en la Argentina La telenovela, históricamente, nace en la radio. Fue recién en el otoño de 1950 cuando Cuba y Brasil comienzan a experimentar con ella en el mundo televisivo. En un principio, las emisiones duraban no más de 15 o 20 minutos y se resolvían en solo 20 capítulos distribuidos en días alternos. La frecuencia diaria recién se impone en la segunda mitad de los 50. Hasta los 90, la mayoría de las telenovelas eran emitidas en capítulos de media hora. En cuanto a la telenovela argentina, ha pasado por diversas etapas a lo largo de su historia. Las dos primeras, la etapa inicial y la etapa artesanal, coincidieron con el desarrollo de la telenovela latinoamericana en general. De la primera de ellas no se tienen mayores registros, ya que en un comienzo, durante la década del '50, las ficciones se emitían en vivo y no existía el videotape, por lo cual los capítulos no podían ser guardados para la posteridad. La etapa artesanal llega hasta los años '70 y en ella, la producción televisiva se vio revolucionada por la inclusión del videotape como soporte. Esto permitió que el material fílmico sea editado, enlatado, vendido y conservado. Las telenovelas de esa época se caracterizaron por ser llevadas a cabo con un presupuesto bajo, y por mantenerse muy apegadas al lenguaje cinematográfico y radial, ya que el televisivo era aún, para muchos realizadores, un terreno nuevo que había que explorar. Uno de los grandes éxitos del momento fue "El amor tiene cara de mujer" (1964), protagonizada por Bárbara Mujica, Iris Láinez, Delfy de Ortega y Angélica López Gamio. El programa, emitido por Canal 13, contaba la historia de cuatro mujeres muy diferentes que trabajaban en un instituto de belleza. A comienzos de la década del '70 tuvieron lugar dos de las más populares y recordadas telenovelas argentinas de todos los tiempos, "Rolando Rivas, taxista" (1972-1973) y "Piel Naranja" (1975), ambas creadas por el autor Alberto Migré. Ésta última, además de exitosa, generó una gran polémica en torno a la trama. La historia no sólo tocaba temas de marcado tinte sexual, sino que también tuvo un sorpresivo final que marcó una ruptura con la tradición universal de la telenovela, que implicaba un "final feliz". En el último capítulo, los tres protagonistas (Arnaldo André, Marilina Ross y Raúl Rossi) terminaban muertos, hecho que los espectadores no esperaban en absoluto. En el caso de “Rolando Rivas…”, protagonizada por Claudio García Satur y Soledad Silveyra, lo curioso era la manera en la cual el país se paralizaba para sintonizarla. En los números, es considerada la telenovela más exitosa de la historia argentina. A fines de los ’70 y principios de los ’80, en gran parte de Latinoamérica comenzó la etapa industrial de producción, caracterizada por el avance de los recursos técnicos y la venta internacional de las ficciones. Sin embargo, en Argentina se desataba la dictadura militar, hecho que repercutió gravemente en la realización televisiva. Las producciones sufrieron un estancamiento y se quedaron atrás con respecto al creciente progreso del resto de las telenovelas latinas. Todas las áreas de la comunicación se vieron afectadas por la represión y el exhaustivo control que ejercían sobre ellas los gobiernos militares de turno, los cuales coartaban la libertad de expresión y censuraban muchas de las temáticas en las cuales las telenovelas argentinas querían ahondar. Entre los meses de marzo y abril de 1980, la Secretaría de Información Pública (la SIP), emitió una serie de recomendaciones sobre el teleteatro: • se aconsejaba que la narración se limitara a una historia central sin agregar tramas paralelas “que atrapasen al espectador para obtener buenos promedios de rating a costa del nivel de calidad de la historia”. • sobre los contenidos de las historias: “que no muestren parejas desavenidas, que no se elijan ejemplos de dudosa moral. Tienen que incluir un mensaje positivo en lo moral, lo ético y lo estético, evitando conflicto sociales y situaciones límite con gastadas fórmulas que generan las marcadas diferencias sociales a que pertenezcan los personajes”. • también dispusieron que cada canal no exhibiera más de dos títulos diarios, y permitía un tercero en el caso de que hubiera sido vendido al exterior. En éste sentido, la trama de las telenovelas sufre un retroceso con respecto a las innovaciones que había instalado Migré en el género. Durante esta etapa, los guiones tuvieron que limitarse a inocentes y trilladas historias de amor que no representaran ninguna "contradicción moral". Además, se censuraban los títulos de las telenovelas importadas de otros países porque se los consideraba “extremadamente transgresores”. Un ejemplo fue la producción mexicana "Los ricos también lloran" que en Argentina se llamó “Mariana” Al finalizar la dictadura militar, a mediados de la década del '80, la telenovela retoma su avance, a pesar de que el aislamiento sufrido durante ese período con respecto a la producción Latinoamericana sigue sintiéndose incluso en la actualidad. En Argentina la realización televisiva al fin se industrializa, se forman productoras independientes y se fomentan las coproducciones y la contratación de estrellas extrajeras con el fin de conquistar nuevos mercados internacionales. Esta práctica recibió una muy buena respuesta por parte del público y catapultó a la fama nacional a actrices y actores del resto de Latinoamérica como la venezolana Grecia Colmenares (protagonizó éxitos de audiencia como “María de nadie” (1985) y “Pasiones” (1988), la mexicana Verónica Castro y el paraguayo Arnaldo André, quien desde la década de 1970 sigue siendo uno de los galanes más convocantes de la televisión argentina. Algunas de las telenovelas más novedosas y populares de la época fueron "Amo y señor" (1984), con Luisa Kuliok y Arnaldo André, considerada por muchos "la novela del destape", por haber sido emitida a menos de un año del retorno a la democracia en el país y tratar temas como la relación entre el erotismo y la violencia física (son especialmente recordadas las escenas en las cuales el protagonista masculino le propinaba cachetadas a la heroína, cosa que habitualmente sucedía al revés); y "Extraña dama" (1989) cuya historia de amor central estaba protagonizada por una monja. Además, surge "Clave de sol" (1987-1990) uno de los primeros éxitos de la telenovela adolescente argentina. La década del '80 se caracteriza también por el boom de las telenovelas mexicanas, brasileñas y venezolanas en la pantalla Argentina. Ésta situación demostró que las producciones nacionales también podían llegar a tener un alcance internacional, pero al mismo tiempo, causó conflictos laborales con técnicos y actores argentinos que veían afectadas sus posibilidades de trabajo. 1989 constituye un año clave para la telenovela argentina, que hasta ese entonces sólo era vendida en el resto del continente. A partir de allí se inicia la comercialización con diversos países europeos que compran producciones realizadas en nuestro país e invierten en coproducciones, con lo cual el negocio despega y se globaliza. Esto se ve facilitado por ciertas ventajas que los europeos veían en la realización argentina de las telenovelas, en especial la que refiere a los tiempos mucho más veloces que aseguraba. En América Latina, un día de grabación equivale a un capítulo, cosa que en el viejo continente era vista como un gran abaratamiento de costos. La ya mencionada telenovela "Extraña dama" es la que da el puntapié inicial en el terreno de la comercialización masiva, al ser vendida a más de doce países, americanos y europeos. Éste sistema de mercadeo y coproducciones son la principal característica que atraviesa a la programación televisiva de ficción en los `90. A pesar de ello, también adquieren gran éxito y difusión las telenovelas producidas por canales argentinos (muchos de ellos en manos de multimedios desde comienzos de la década) como "Una voz en el teléfono" (1990). Una de las problemáticas de la década de 1990, es que, acorde a la situación de despilfarro y extremos gastos que vivían algunas clases económicas, las producciones le daban mucha importancia a las innovaciones técnicas dejando de lado el tratamiento de los guiones. El avance de la trama se estancaba y caía en los clichés. En 1991 llega a la pantalla "Celeste", protagonizada por Andrea del Boca y Gustavo Bermúdez. La trama incluía contenidos como la homosexualidad y el HIV, temas sensibles hasta el momento y que representaban cierto tabú en la televisión nacional. El programa sin duda abrió el camino para comenzar a tocar este tipo de problemáticas más asiduamente y sin tantos reparos. En 1995 llegó una ficción que marcó una ruptura en la producción de telenovelas. "Poliladron", a pesar de ser un unitario, supo combinar efectos especiales, policial, comedia, romance, y grandes éxitos de audiencia en un solo programa. Protagonizada por Laura Novoa y Adrián Suar, relataba la historia de amor entre un estafador y una integrante de la policía. La primera creación de Pol-ka marcó el camino para muchas realizaciones posteriores (de la misma productora y de otras) en cuanto al manejo de la trama y a la inclusión de temas de interés social como el narcotráfico. Hacia el fin de los `90, durante los últimos años del menemismo, comenzó con "Gasoleros" (1999) el boom de las telenovelas costumbristas que se extendió hasta la década siguiente e incluso sigue teniendo ciertos resabios en la actualidad. La tira de canal 13 contaba una historia de amor entre dos personajes de edad madura y mostraba la rivalidad clásica entre taxistas y colectiveros y la realidad cotidiana de una familia de clase media baja. Así fue como los 2000 empezaron con éxitos como "Buenos vecinos" y "El sodero de mi vida" que se valían, entre otros recursos, de la utilización de galanes poco convencionales (característica bastante común en las telenovelas del nuevo milenio), entre los cuales se puede nombrar a Daddy Brieva y Miguel Ángel Rodríguez. Éstos no cumplían con el canon de belleza promocionado en las décadas anteriores y encarnado en galanes apuestos y masculinos. Sin embargo, el objetivo era apelar a su popularidad como humoristas y a la posibilidad de que los personajes que interpretaban fueran héroes más queribles y reales. Otro de los recursos fue invocar la identificación por parte del público, no solo con los personajes, sino con profesiones o costumbres con las que estaban en contacto todos los días. Otra tira que reflejó la realidad cotidiana de la clase popular argentina en los inicios de la crisis económica que estalló en 2001 fue "Campeones" (1999-2001). La telenovela combinaba la temática principal del boxeo con personajes humildes que se ganaban la vida de distintas maneras. En 2002 apareció en pantalla "099 central", que actuó como una ficción bisagra. Producida por Pol-ka y protagonizada por Facundo Arana y Nancy Duplaa, fue la primera telenovela que incluyó en su guión un tema de peso histórico y social como el del robo y la apropiación de menores durante la última dictadura militar. Hasta el momento, habían sido muchísimas las películas que habían tomado ésta situación como punto de partida, pero era la primera vez que ocupaba un lugar de importancia en una ficción de este tipo. Si bien las acciones no giraban completamente en torno a ese conflicto, sino que tenía más que ver con el pasado de los personajes principales, abrió una puerta que en la posterioridad se supo aprovechar con creces. El tema de los desaparecidos se veía reflejado en la historia de Tomás (Facundo Arana), el protagonista, que ignoraba el hecho de que su supuesto hermano Franco (Luis Luque) en realidad lo había secuestrado durante la dictadura. En una nota que realizaron los guionistas Marcos Carnevale y Leonardo Bechini con Página 12 el 26 de mayo de 2002, éste último afirmó “Somos una generación de reparto porque no hemos sido protagonistas de ningún hecho histórico: ni fuimos Montoneros, ni fuimos a Malvinas, pero somos testigos de una historia y tenemos que contarla. Cosa resistida, pero esa resistencia hace que el pasado se nos venga encima todo el tiempo”. Mientras que sobre la dificultad de tratar temas como éste en una telenovela, Carnevale afirmó “La tira exige verbalizar y hacer gruesa la información para que se digiera. En un unitario o un película es más sutil”. Fue en 2003, cuando "Resistiré" abrió el juego a la inclusión de problemáticas sociales como ejes centrales de la trama en las tiras diarias (hasta el momento eran tratadas sólo en unitarios). Producida por Telefé contenidos, la telenovela le sumaba un conflicto de fondo a la clásica relación amorosa central encarnada en los personajes de Pablo Echarri y Celeste Cid. Fue así como a partir de ese éxito le sucedieron otras ficciones cuyos guiones se construían en torno a situaciones que causaban un interés y una preocupación en la sociedad argentina. A Resistiré la sucedieron otras telenovelas con temáticas igual de comprometidas como "El deseo" (2004) que ahondaba en el tema del narcotráfico, "Montecristo" (2006) que giraba en torno a los desaparecidos y "Vidas Robadas" (2008) que se comprometió con un caso real de trata de personas y se construyó enteramente en base a él. En 2011, "El elegido" fue la telenovela con eje social. |
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