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Isla Negra 9/347 casa de poesía y literaturas -2004- Abril – 2013- suscripción gratuita. Lanusei,Italia Dirección: Gabriel Impaglione. Publicación inscripta en el Directorio Mundial de Revistas Literarias UNESCO Miembro fundador del Movimiento Poético Mundial revistaislanegra@yahoo.es - http://revistaislanegra.fullblog.com.ar - http://revistaislanegra.wordpress.com/ Por qué los árboles esconden el esplendor de sus raíces? Pablo NerudaManuel del Cabral República Dominicana – 1907 – 1999Ellos Ellos no tienen lecho, pero sus manos son las que hicieron nuestras casas. Ellos comen cuando pueden pero por ellos comemos cuando queremos. Ellos son zapateros pero están descalzos. Ellos nos visten pero están desnudos. Ellos son los dueños del aire cuando manejan alas, mas son los limosneros del aire de la tierra. Ellos no hablan, tienen palabras vírgenes... Hacen nuevo lo viejo... La mañana lo sabe y los espera... Juan Gelman Buenos Aires, Argentina - 1930 Oración de un desocupado Padre, desde los cielos bájate, he olvidado las oraciones que me enseñó la abuela, pobrecita, ella reposa ahora, no tiene que lavar, limpiar, no tiene que preocuparse andando el día por la ropa, no tiene que velar la noche, pena y pena, rezar, pedirte cosas, rezongarte dulcemente. Desde los cielos bájate, si estás, bájate entonces, que me muero de hambre en esta esquina, que no sé de qué sirve haber nacido, que me miro las manos rechazadas, que no hay trabajo, no hay, bájate un poco, contempla esto que soy, este zapato roto, esta angustia, este estómago vacío, esta ciudad sin pan para mis dientes, la fiebre cavándome la carne, este dormir así, bajo la lluvia, castigado por el frío, perseguido te digo que no entiendo, Padre, bájate, tócame el alma, mírame el corazón, yo no robé, no asesiné, fui niño y en cambio me golpean y golpean, te digo que no entiendo, Padre, bájate, si estás, que busco resignación en mí y no tengo y voy a agarrarme la rabia y a afilarla para pegar y voy a gritar a sangre en cuello por que no puedo más, tengo riñones y soy un hombre, bájate, qué han hecho de tu criatura, Padre? un animal furioso que mastica la piedra de la calle? Waldo Leyva Cuba – 1943 Agradezco la noche Aquí estoy, nuevamente amanecido, dispuesto a soportar hasta que vuelva la noche irremediable. Cuento los días y me resulta eterno el tiempo que supongo me separa del silencio sin ruido. Estoy como en un pozo pero viendo la luz solo en el agua. En un sitio del mundo comenzará otra guerra y vencerán los muertos a los muertos. De aquello que fue el rostro del amigo queda sólo una mancha, un tatuaje que ha dejado la máscara en la piel. ¿Quién le cortó los hilos a la rueca? ¿Quién me dejó sin calles, sin laguna con una puerta sólo hacia la infancia, hacia el agua del pozo? Aquí estoy, nuevamente amanecido, ha sonado el teléfono, comienza la ciudad su ruido informe, y siguen los semáforos en rojo. Juan Manuel Roca Medellín, Colombia - 1946 Última costura en el agua Es vano remendar el agua, Hacer trenzas de lluvia, Pintar lagos de voces Y lotos de silencio. Escribimos la palabra grifo, La dejamos abierta Y soñamos, Oh gavilla de ilusos Que se convierta en río. Pedro Shimose Riberalta, Bolivia - 1940 Epigrama Después de impresionar a las muchachas con nuestro ingenio; después de quemar lirios, enterrar nubes e incendiar templos; después de degollar vacas sagradas y asesinar dioses; después de escribir sin mayúsculas y sin signos de puntuación; después de dinamitar museos y bailar en los cementerios; después de perseguir la gloria y soñar que nos acostamos con ella; después de pelear con dragones, imperios y quimeras; de gemir porque publiquen nuestro nombre en los periódicos y de reunirnos por la madrugada para derribar pirámides, ¿qué nos queda? un sillón en la academia y una chequera. Pompeyo del Valle Tegucigalpa, Honduras - 1929 Lempira ( Primera semilla de la Libertad) Lempira, Gran Señor, con amor pronunciamos tu nombre: lo pronuncian las lenguas del agua, las pequeñas hijas del Hol pop, los amargos labios del Hol can , el agua Azul, las garzas, los matemáticos , los astrónomos, los jugadores de pelota, las grandes máscaras de madera y los cuatro Bacabes que sostienen el cielo. II Lempira, Gran Señor, con amor pronunciamos tu nombre: tu nombre tenso como la cuerda en el arco del guerrero; tu nombre con siete pájaros, tu nombre con siete piedras, tu nombre con siete soles, con siete lunas, con siete estrellas, con siete dardos, con siete gritos, con siete vueltas, tu nombre con siete dientes de jaguar, tu nombre con siete mujeres que cantan, tu nombre con siete hombres que cantan, tu nombre con siete viejitos y siete años que cantan, tu nombre con siete cazadores muertos, tu nombre con siete cazadores vivos. III Lempira, Gran Señor, con amor escribimos tu nombre: los escribimos en la cal de los muros, en el sueño, en sangre, en los parpados. en la guerra, en la paz, en el mar lo escribimos, en la hierba, en las nubes, en la sombra, en la noche, en el día, Señor , escribamos tu nombre. IV Lempira, Gran Señor, con amor pronunciamos tu nombre: tu nombre hermoso como tu vida, tu nombre hermoso como tu muerte, como el resplandor de las fogatas, como tu altísima frente coronada de plumas, como tu pecho de humo sagrado, como tu corazón de rió, de tierra amarilla, negra, roja, verde, blanca, de tierra trabajada donde cayó y combatió la primera semilla de la Libertad! Tomás Borge Matagalpa, Nicaragua – 1930 - 2012 Verano del marine Las cenizas devoran el cielo y las pestañas Los niños juegan con sus juguetes rotos entre charcos de estrellas Los muertos se levantan para esculpir perfiles con la señal de la ira Su castigo final será que no esté muerta la luz que esté muerta la muerte Silvia Guerra Maldonado, Uruguay 4. No hay marca de lugar, no hay pertenencia. Manera de fundir que amalgama en profundo y sella monolito, jergón que no se acusa. Salta de ahí animal, transforma en alas dos o tres manchas, va y viene, más de una cosa, cierto viento remueve los colores ahora pastosos, a veces ciertamente tienen un tornasol. Vuelve la tarde a sí, vuelve a la hora a pequeñas conjeturas de platos, confituras de té, partes de ritos más o menos mundanos. Allá más lejos están los puentes enormes extendidos, allá lejos la tarde vuelve con los colores de la tarde sin intermediación posible, la tarde vuelve a tarde, la luz cede sus puestos, el mar con su rumor a ser el mar sin pertenencia. Humberto Vinueza Ecuador – 1942 EL VIENTO MECE su ceguera entre las ramas y estimula el descenso de la luz hacia lo inmaterial del ave habitada por un eco a dúo ignoran los amantes cuáles raíces se hunden en un misterio sucinto y cuáles lo develan. En Árbol de los vínculos, Ecuador, 2011. Mía Gallegos San José, Costa Rica - 1953 Hay dos caminos en mi vida… II Hay dos caminos en mi vida. Siempre los hubo. En cada uno hallé un ánfora con el agua hasta los bordes. De las dos aguas he bebido hasta saciarme. Mas ahora, he llegado al final de cada trecho y las aguas han sido consumidas. Me coloco el peplo y te escojo a ti, vida, como tercer camino. Rosina Valcarcel Lima, Perú Vuelven los molinos (a R.M.B.) Vuelven los molinos hacia ti le dan hálito a tu barba alada Don Quijote de la Mancha Sobrevives aún y a la luz de los árboles duermes como antaño Le platicas al gracioso Sancho Panza y le pones los puntos sobre la i Cuántos años han transcurrido Padre En tus brazos florezco y perduro Héroe fabuloso te celebro y de tu silencio aprendo Y a la hora del sol me pongo de pie y camino hacia las colinas de ámbar y reparto pan entre los fugitivos y tu mirada anhelante se alza y me saluda Luego se hunde en los rayos de la gloria. Juan Carlos Vilchez Estelí, Nicaragua - 1952 Predecesores Existieron tan sólo unos segundos y su mensaje cifrado nos ha llegado en cámara lenta mucho tiempo después. Dicen algunas cosas accesorias nada sustancial pues lo esencial de sus palabras quedó con ellos como la fuerza necesaria -la explosiva carga exacta- para obligarnos a desaparecer. De Bestias de papel, Edit. Zorrillo, Managua, 1995 Libeslay Bermúdez Caracas, Venezuela – 1965 Sangrar el cuerpo Para sentir su ausencia Homenaje sordo A los dioses de la virginidad en Insectos en el paraiso, El pez Soluble, Caracas, 2010 Arlen Regueiro Ciego de Ávila, Cuba –1972 II Puesto que toda ciudad puede habitar en otra Yo te saludo libertad errante Yo te aclamo en el riesgo de las llamas Que se ciernen sobre ti Como la serena aventura de los rostros Farruco Sesto Vigo, España- 1943. Reside en Venezuela Cuestión de nombres No bien quiero avanzar, me confundo. Cuestión de pasos o cuestión de nombres. Cuando cada palabra es una puerta que lleva y trae del amor a la muerte. Lotty Ipinza Valencia, Venezuela – 1953 En el ojo izquierdo estabas loca Alejandra se te caía un poco al abismo en el derecho Pizarnik todavía sonreías ligeramente irónicamente. en antología: La tierra tiene un nombre común, 8 festival mundial de poesía, 2011, Venezuela. Vilma Vargas Robles San José, Costa Rica – 1961 Las llaves Yo estoy aquí por un momento. Y oigo subir tremendas voces. Y cada uno es una llave. Y cada uno es una puerta. Qué lejos todos de cada uno. En Quizá mañana, Edit. Universidad de Costa Rica, 2007 Alejandra Flores Guatemala – 1965 Estoy endemoniada lo sé Me conformo cierro los ojos escucho la soledad la polilla comiéndose al tiempo Afuera de mi está el frío mi compañero vacío Adentro me voy hundiendo en el abismo del sueño en Transparencia del mal, FyG editores, Guatemala, 2004 Jessica FreudenthalBolivia – 1976 Princesas Disney La Caperucita Roja Consagraron mi vida injustamente a una canastilla. Consagraron mis entrañas a una caperuza a un disfraz de niña. Consagraron mi vida injustamente a un cuento sin final. Jamás creceré. Jamás conoceré las delicias de la carne. Nunca regresaré con mi madre. Me habré quedado con la idea de que el mundo es un lobo hambriento. ¿Porqué la vida es tan dura? Para dolerte mejor. Quise vivir, pobrecita. Quise crecer. Quise creer. Pero consagraron mi vida a las mentira Shatila V Abi - Rashed La Habana Guanabacoa, Cuba -1983 Para mi abuelo Benjamin Abi-Rashed Sacre Tu nariz de barco andante, manos de ángel debería llegar a la muerte para implorarle que no te cubra con su manto oscuro debería clavar mi cuerpo al tuyo para navegar en tu muerte, no, no es tu fin, siempre vivirás en mi, eres el espejo que no agota el tiempo eres el dios de mi silencio, cuando no estés le gritaré a la vida que te devuelva, aunque solo sea para exprimir el olvido de mis llantos, espero que ya para entonces, yo tenga la formula perfecta, de este amor que te proceso, es algo loco, o quizás cuerdo, pureza o impureza, ¿será de este mundo, o de otro mundo? solo el sudor de los días del templo que funda mi mismo ser. En Vidrieras para una aceituna - 2003 Gustavo Adolfo Garcés Colombia Habitación De no ser por el televisor todo sería sigilo y silencio las imágenes del noticiero se repiten en la jarra de agua Antología de Poesía Colombiana prologada y seleccionada por el profesor Fabio Jurado Valencia. editada por la colección Los Conjurados con el apoyo del Ministerio de Cultura y la Universidad Nacional de Colombia. José Miguel Junco Gran Canaria - 1951 Las rocas en que vivo Tocando la isla de El Hierro con la yema de los dedos Las rocas e que vivo han generado un extraño y preciso movimiento: se buscan con las manos bajo el agua y tejen una red casi invisible de lazos y junturas fraternales. Saben que la distancia es el olvido y el mar es mucho mar para andar a solas. en Cierta forma del viento en los cabellos, 2011. Paulina Vinderman Buenos Aires, Argentina - 19443)¿Qué terror es éste, enraizado en la escritura como ofìcio y deber, como espinas en la niebla de marzo que ella no puede quitar y sin embargo canta? La dulzura de la fe en las palabras que escapan de su cárcel es semejante a nuestra supervivencia en esta ciudad sin ángeles. Vendrá el sol como siempre, a romperse frente a mi asombro y vendrá la noche como una hilera infatigable de hormigas. Y cerraré este cuaderno, y soñaré con árboles rugosos pero sin heridas. Y con la clemencia de la luz. -Bote negro (2010) |
![]() | ![]() | «ningún poeta del hemisferio occidental de nuestro siglo admite comparación con él»,2 considerándolo uno de los veintiséis autores... | |
![]() | «nueva literatura» o el neorromantisico, al que se había apuntado ya Miguel Hernández de la mano de Vicente Aleixandre y de Pablo... | ![]() | «nueva literatura» o el neorromantisico, al que se había apuntado ya Miguel Hernández de la mano de Vicente Aleixandre y de Pablo... |
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