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Bitácora de Astrología. Pág. ÍNDICE TEMÁTICO HISTORIA DE LA ASTROLOGÍA Introducción. Los Caldeos. Construcciones Megalíticas. Egipto. La cultura Maya. Grecia y Roma. Los Árabes. Los primeros calendarios. La Edad Media. Medicina y Astrología. El Renacimiento. Los Racionalistas. La Astrología actual. CONCEPTOS BÁSICOS DE ASTROLOGÍA Grados y Horas. Conversión de Arco en Tiempo y de Tiempo en Arco. Tabla de Tiempo. Día Sideral. Día Astronómico. Día Solar Medio. Mes Sideral. Mes Lunar (Mes Sinódico). Mes Civil. Año Sideral. Año Tropical (Año Solar). Año Anomalístico. Año Juliano. Año Civil. Tiempo Equinoccial. Cómo calcular la Longitud por medio del Tiempo. Perihelio y Afelio. Perigeo y Apogeo. Declinación. Equinoccio. Latitud. Longitud. Logaritmos. Eclíptica. Ciclos Trópicos Astrales y Tránsitos por Signo. Velocidades Medias, Estacionados, Retrocesos y Nodos. Los Nombres de los Satélites. Equivalencias entre Tiempo Sideral y Ascención Recta (T.S. y A.R.). Intersecciones de la Eclíptica con otros Puntos. Ciclos Astrales y duración de cada Año o Ciclo de Traslación. Revoluciones Sinódicas: Latitudes y Longitudes coincidentes. Nodos Lunares. LAS HORAS EN ASTROLOGÍA. HORARIOS DE VERANO. CONSTRUCCIÓN DE UNA CARTA CELESTE. LAS CASAS. DIVISIÓN DE LAS CASAS. LOS SIGNOS ZODIACALES. CLASIFICACIÓN DE LOS SIGNOS ZODIACALES. LOS PLANETAS. ORDEN PLANETARIO. LOS ASPECTOS. PROGRESIONES PRIMARIAS. PROGRESIONES SECUNDARIAS. TRÁNSITOS. LUNACIONES Y ECLIPSES. REVOLUCIÓN SOLAR. REVOLUCIÓN LUNAR. CÁLCULO DE LA DIRECCIÓN DE ARCO (SOLAR). PARTES ARÁBICOS. HISTORIA DE LA ASTROLOGÍA Introducción. Los Caldeos. Construcciones Megalíticas. El antiguo Egipto. La cultura Maya. Grecia y Roma. Los Árabes. Los primeros calendarios. La Edad Media. Medicina y Astrología. El Renacimiento. Los Racionalistas. La Astrología actual. INTRODUCCIÓN El inicio de la astrología es casi tan antiguo como el ser humano. El viejo mundo Mesopotámico del año 8.000 a.C., el hombre vivía a cielo abierto, su espíritu estaba casi dominado por un mundo superior, lleno de fenómenos inexplicables, truenos, rayos, eclipses, etc. y sólo el signo de alzar la mirada y mirar hacia e cielo continuamente, hacía en cierta forma buscar con la vista la comprensión de unos hechos determinados. La idea de mirar hacía el cielo cuando algo no comprendemos ha permanecido siempre presente en el hombre y en la actualidad prevalece en todos los momentos de nuestra vida (en momentos de tristeza, de alegría...). Es como buscar la solución de unos acontecimientos o de nuestros actos, allá en el firmamento. Investigaciones llevadas a cabo sobre inscripciones óseas en la Edad de Hielo, por ejemplo, indican que el hombre conocía los períodos lunares hace unos 32.000 años. En fragmentos de documentos del reinado de SARGON DE ARGADE (2870 a.C.), llamado Soberano recto y señor de las cuatro partes del mundo (rey Caldeo) muestran predicciones basadas en las posiciones del Sol, la Luna y los cinco planetas hasta luego conocidos, más una serie de datos sobre otros fenómenos, incluidos cometas y meteoritos. LOS CALDEOS Entre los milenio IV y III a.C., en la época sumeria - durante la cual fueron establecidos los primeros sistemas astrológicos, se concebía el Universo como una inmensa bola vacía compuesta de dos hemisferios y cuyo centro era la Tierra; por encima se hallaba el Cielo y por debajo el Infierno. Según esta interpretación del mundo, los antiguos mesopotánicos imaginaron que los dos hemisferios se unían en la línea del horizonte, dónde se fundían el Cielo y las aguas de las cuales emergía la Tierra. Los caldeos fueron astrónomos y matemáticos importantes. Observaron que los acontecimientos del cielo seguían un mismo patrón, las estrellas se movían en el firmamento siguiendo un orden fijo, y los planetas giraban excéntricamente y casi en un mismo plano sobre el fondo estelar. Resultó evidente que los planetas también tenían y seguían sus propias leyes , así se diseñaron las primeras efemérides o tablas de los movimientos planetarios; las más antiguas que conocemos datan de mediados del siglo VII a. C., durante el reinado de ASURBANIPAL Rey asirio. Los caldeos, para confeccionar su sistema cosmológico, utilizaron las doce constelaciones más importantes, por las que el Sol y la Luna pasaban periódicamente y que constituyen los antepasados de nuestro zodíaco. Cada dos horas las constelaciones giran en el cielo 30º, o sea una doceava parte del total de la circunferencia. Durante siglos, toda observación astrológica permaneció ligada a la salida y ocaso de los cuerpos celestes siguiendo este patrón. Además existía otro conjunto de 12 secciones, que no guardaban relación con la anterior, denominadas casas. Fueron numeradas desde el Este hacía abajo, en dirección contraria a las agujas del reloj y simbolizaban sectores de la vida según el siguiente orden: 1ª Vida, 2ª Riqueza/Pobreza, 3ª Hermanos, 4ª Padres, 5ª Hijos, 6ª Enfermedad/Salud, 7ª Matrimonio, 8ª Muerte, 9ª Religión, 10ª Honores, 11ª Amistad, 12ª Enemistad. Los planetas fueron descritos de acuerdo con las casas que ocupaban y las distancias angulares entre ellos, que indicaban el tipo de influencias que iban a ejercer. La denominación de los signos zodiacales fue apareciendo debido a las observaciones caldeas del firmamento. Los nombres que propusieron los caldeos surgieron de sus preocupaciones cotidianas, simbolizando la fusión de sus temores más inmediatos (toros, escorpiones, leones...). En un principio designaron 36 estrellas, luego eligieron las 12 constelaciones más importantes que, más tarde dieron lugar al zodíaco Occidental al inicio de la cultura griega. La astrología babilónica no se ocupó solamente de realizar predicciones de tipo personal sino que se preocupó más bien de predecir la ocurrencia de grandes acontecimientos: guerras, inundaciones, eclipses... y los efectos que tendrían sobre el Rey que encarnaba el Estado y el bienestar general. Desde la época del rey ASURBANIPAL, a mediados del siglo VII a.C., no hubo casi cambios en la teoría astrológica, hasta que KEPLER hizo sus cálculos matemáticos de las órbitas planetarias hace 350 años. LAS CONSTRUCCIONES MEGALÍTICAS La importancia que el hombre primitivo dio a los movimientos del Sol, la Luna, las estrellas y los planetas se refleja en el gran número de construcciones megalíticas que se realizaron. Se ha demostrado que una de las funciones principales de estas construcciones era calcular las rotaciones planetarias anuales. El monumento de Stonehenge, en Inglaterra, es el más interesante. Los estudios realizados demuestran que su construcción se inició hacia el 2.500 a.C., antes de la civilización micénica. Constituye una prueba extraordinaria de los logros de los hombres de la Edad de Bronce de Europa Occidental. Esta cultura aparentemente bárbara desarrolló un complicado método de calcular un calendario de gran precisión que indicaba los solsticios y predecía los eclipses. A pesar de esto no supieron plasmar sus conocimientos para la posterioridad. La construcción de Stonehenge se verificó en tres etapas básicamente y representa una labor que según el profesor Hawkins es de 1.497.680 días de trabajo por hombre. Como se puede observar esta civilización posee grandes astrónomos y astrólogos. EL ANTIGUO EGIPTO De Egipto nos han llegado mapas estelares que datan del año 4.200 a. C., con fines astrológicos y astronómicos ya que tan sólo hace unos 300 años la astrología y la astronomía eran una misma cosa, y la misión de las técnicas científicas era de poder conocer o predecir las influencias de las fuerzas cósmicas sobre la vida. Las pirámides de Egipto aún mantienen orgullosamente su puesto entre los ancestrales observatorios astronómicos. Están orientadas hacia el polo norte del firmamento, actualmente cercano a la estrella Polar, pero entonces situado muy próximo a la estrella Tuban (Alpha Dragonis). Las pirámides tuvieron la doble función de tumbas faraónicas y observatorios astronómicos. En la antigüedad más remota, los egipcios practicaron una forma Mística de astrología que dependía del foco religioso y económico de su civilización: El Nilo. Este caudaloso río era la fuente de toda vida; las inundaciones, que aportaban fertilidad a las regiones desérticas, eran provocadas, según se creía por la acción conjunta del Sol y Sirio, la brillante estrella que como consecuencia adquirió inusitada importancia. En la tumba de Ramses IV, Faraón que reinó durante la vigésima dinastía (1.200 - 1.085 a.C.) aparece un interesante mapa estelar con forma de hombre sentado. Según la Doctora Margaret Murray, era posible leer en este mapa las culminaciones de las estrellas cada hora de todas las noches del año. LA CULTURA MAYA El tiempo y el calendario tuvieron capital importancia para la cultura maya. Poseían dos calendarios, uno con el año solar de 365 días, que regía la siembra y otros asuntos domésticos; el otro de 260 días con fines rituales. Cada uno ligado a un complejo sistema astrológico que cubría todas las facetas de la vida. Los sacerdotes - interpretes Mayas, como los aztecas, que más tarde adoptaron el sistema Maya, sobresalieron como una poderosa jerarquía. El quinto día de que ocurriera el nacimiento de un varón los sacerdotes eran encargados de levantar el horóscopo del recién nacido y de predecir la profesión que debería desarrollar en el futuro: soldado, sacerdote, funcionario, o bien víctima para ser sacrificada en los holocaustos en honor de los dioses. Como consecuencia de esta primitiva aplicación de la teoría cósmica se produjo el efecto fatídico de que los pueblos enteros pasaron a ser dominados por una creencia totalmente irrazonable en la absoluta predestinación de las personas. GRECIA Y ROMA La astrología apareció relativamente tarde en Grecia. No obstante, hacía el año 250 a.C., el astrólogo babilónico Berosus impresionó al mundo clásico con sus escritos, consiguiendo fundar una escuela de astrólogos en la isla de Cos. En los cuatrocientos años siguientes los griegos adaptaron la astrología caldea a sus propias tradiciones, haciéndola cada vez más formal y complicada. divulgaron un sistema de diagnosis, hasta entonces reservado a los soberanos y diseñaron un método para calcular el destino individual basándose en el momento del nacimiento. El primer compendio moderno de astrología, el TETRABIBLOS, se atribuye al gran astrónomo, matemático y geógrafo Claudio Ptolomeo, nacido en Alejandría. Ptolomeo, uno de los mejores intelectuales de su tiempo, trabajó entre los años 150-180 de nuestra era y sentó las influencias cósmicas básicas que constituyen el meollo de la práctica astrológica moderna. Bajo la cultura griega y con Ptolomeo en particular, el Zodíaco se racionaliza y se crean las bases de su funcionamiento que permanecen casi inalterables. En la Roma imperial, los astrólogos llegaron a estar muy de moda. Sin embargo, no tenían asegurado, ni mucho menos, su sustento que en la mayoría de los casos dependía del capricho de cada emperador e incluso de las preferencias momentáneas de éstos. A Tiberio, por ejemplo, loa astrólogos le vaticinaron su "alto destino" en el momento del nacimiento por lo que siempre se hizo rodear por ellos y los protegió. Juvenal los llamaba irónicamente el "rebaño caldeo". Claudio, por su parte, prefirió dejarse orientar por los augures y desterró a los astrólogos. Juvenal nos muestra la posición y el prestigio social que gozó la astrología durante su época en el siguiente comentario que fue escrito hacia el año 100: "Existen algunas personas que no son capaces de aparecer públicamente en banquetes o salas de baño si no han consultado antes las efemérides". Estas palabras hablan por sí solas de la importancia que llegaron a tener en Roma las prácticas astrológicas. En Europa la tradición clásica muere con Ptolomeo en el año 180. La astrología empieza a declinar, fundamentalmente porque por estas mismas fechas se pierde la habilidad técnica para hacer observaciones y cálculos. A la caída del Imperio Romano la astrología se corrompe, y se convierte temporalmente en superstición. Esta situación de la astrología constituyó una de las razones por la que la Iglesia Católica la atacó con todas sus fuerzas. Y ello, a pesar de la aparición de referencias astrológicas en el Nuevo Testamento. Los Magos del Evangelio de San Lucas son uno de los muchos ejemplos. Sin embargo, no se perdió todo, y la Iglesia Oriental conservó cierto trato con la astrología científica. Entre los primeros padres de la Iglesia empeñados en erradicar la astrología, la figura más formidable y eficaz fue San Agustín de Hipona (354-430), que si bien aceptó la astrología en su juventud, la condenó más tarde totalmente. La astrología, según él, era en el mejor de los casos un fraude; y si los astrólogos acertaban a veces, ello era debido a que invocaban a los espíritus diabólicos. Es interesante comentar que la Iglesia aunque condenó la astrología públicamente, gracias a sus bibliotecas y a sus estudios secretos ayudan a que la astrología no desaparezca y pueda resurgir después con más fuerza. LOS ÁRABES La supervivencia de la ciencia y la filosofía clásicas se debe en gran medida, al hecho de haber sido conservadas y utilizadas por las florecientes culturas árabes del Norte de Africa y del Mediterráneo Oriental, desde el siglo VII aproximadamente. Sobretodo en el campo de la medicina y de la astronomía, los árabes mostraron muy pronto una extraordinaria habilidad. En Bagdad y Damasco se instalaron sendos centros de estudios y el califa de Bagdad, Al-Mansur (hijo de Haran Al Rasid) creó un gran observatorio y una gran biblioteca, haciendo de esta ciudad la capital astronómica del mundo. Es más, los estudios astronómicos árabes tuvieron una importante orientación astrológica. Los árabes definieron una nueva, aunque dudosa, forma de astrología practica que podía utilizarse en la vida cotidiana para todo tipo de adivinaciones, tales como el descubrimiento de los momentos propicios para emprender viajes, etc. Sin embargo, su énfasis sobre indicaciones "favorables" o "desfavorables", en vez de profetizar acontecimientos categóricos, iba a ser de gran ayuda para la astrología al rehabilitarse en Occidente durante el Renacimiento. Albumansur o Abu Maaschar (805-885) fue el mejor de los astrólogos árabes. Su tratado INTRODUCTORIUM IN ASTRONOMIAM muestra una positiva influencia aristotélica. En él escribía: "Así como los movimientos de estas estrellas errantes (los siete planetas) no se interrumpen nunca, así las generaciones y alteraciones de las cosas terrenas no tienen nunca fin. Solamente observando la gran diversidad de los movimientos planetarios se pueden llegar a comprender las innumerables posibilidades de cambio en este mundo." El INTRODUCTORIUM de Albumansur fue uno de los primeros libros cuya traducción, a través de España, llegó a Europa en la temprana Edad Media, y tuvo gran influencia en el renacimiento de la astrología y la astronomía. LOS PRIMEROS CALENDARIOS Quienes crearon los calendarios - relojes del mundo antiguo- observaron y midieron los ciclos del Sol y de la Luna, los movimientos repetitivos y aparentemente inmutables, que el astro rey y el satélite de la Tierra realizan alrededor del planeta. El mes lunar, muy utilizado antiguamente, cayó en desuso en tiempo de los romanos. Con ayuda de los astrónomos egipcios de Alejandría, Julio César puso a punto el calendario Juliano el año 46 a.C., que se siguió utilizando en la Europa del Renacimiento. |