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ODA A LA BOMBILLA Recipiente de transparente agua cristalina que a la oscuridad vence. Con una perfecta armadura elíptica los lugares más solitarios conquista. La luna desprecia, Al sol envidia. Más su acto de vasallaje y fidelidad se mantiene con total impunidad . 35 BUJÍAS Sí, cuando quiera yo la soltaré. Está presa aquí arriba, invisible. Yo la veo en su claro castillo de cristal, y la vigilan -cien mil lanzas- los rayos -cien mil rayos- del sol. Pero de noche, cerradas las ventanas para que no la vean -guiñadoras espías- las estrellas, la soltaré (Apretar un botón.). Caerá toda de arriba a besarme, a envolverme de bendición, de claro, de amor, pura. En el cuarto ella y yo no más, amantes eternos, ella mi iluminadora musa dócil en contra de secretos en masa de la noche -afuera- descifraremos formas leves, signos, perseguidos en mares de blancura por mí, por ella, artificial princesa, amada eléctrica. Pedro Salinas, Seguro Azar PROPUESTA DE LECTURA El poema de Salinas resulta cuando menos muy llamativo. Como ya habrás descubierto al leerlo completo, está dedicado a una bombilla. El título alude a la potencia habitual de las bombillas de la época, 35 watios, a los que entonces se llamaba "bujías", palabra que en castellano antiguo quería decir "vela". Lo primero que llama la atención es precisamente el tema. No es habitual que los poetas dediquen sus versos a algo tan moderno, pues a menudo la técnica se ha considerado como algo opuesto a la poesía. 35 bujíaspertenece a una tendencia de vanguardia llamada "Futurismo", caracterizada precisamente por la exaltación de la tecnología. Algo así como si tú te atrevieras a componer hoy en día un poema la ordenador o al teléfono móvil. Pero lo estéticamente valioso es que, sobre el simple hecho de encender la luz, Salinas ha construido una bella historia con un argumento y unos personajes, mediante un juego de prosopopeyas. La luz eléctrica es una especie de princesa cautiva en un castillo de cristal (la propia bombilla), vigilada por cien mil lanzas que son los rayos del sol. El poeta, que hace el papel de galán o caballero, la libera al llegar la noche, aunque su hazaña queda limitada a apretar un botón. Antes ha tenido que cerrar las ventanas para que su furtiva relación no sea delatada por las estrellas-espía. . Hasta aquí el poema resulta chocante e incluso gracioso pero, a partir del verso 12, una vez que la luminosa doncella es rescatada, empieza la tarea de iluminar los objetos y formas ocultos del mundo. En otras palabras, la noche, que tradicionalmente ha sido una fuente de inspiración para los poetas precisamente por su oscuridad, está siendo "desvelada" por la acción de la luz eléctrica, de la tecnología, del progreso. Así, un elemento de la modernidad técnica ha entrado en el mundo de lo poético, pero en el esquema de un poema amoroso, lo que resulta enormemente original. Los demás personajes de la historia de amor se han buscado en el campo semántico de la bombilla: el día y la noche, el sol y las estrellas. Es por tanto el poeta quien, enamorado de una bombilla, ha entrado en un universo fantástico en el que sus palabras de amor resultan una simple broma.. Y, sin embargo, el poema no se agota en el mero juego fantástico, sino que a la vez transmite un mensaje muy real: el regocijo del autor porque la oscuridad, la noche, lo misterioso, retrocede a la nueva luz del progreso |