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Nemesio Martín Román 09/06/01 18:26 Hs Arias, Córdoba, Argentina. El umbral (Soneto) Muge el toro con furia y rebeldía cuando el lazo certero lo aprisiona y el ansia de matar que lo devora es destello iracundo en la pupila. Ve alarmado peligrar su vida e intenta luchar con el verdugo, derrotarlo, sacudirse el yugo y cambiar el final que se avecina. Brama y escarba embravecido, exhala nubes de vapor su aliento; su cuerpo se agita convulsivo… Manantial letal la abierta herida, color carmesí el umbral siniestro… Al fin descansa… ¡Se le fue la vida! En clave de amor Voy alfombrando de poesías el camino que lleva a los abrazos, besos y caricias. Para que puedas transitarlo, vida mía, feliz y enamorada, derrochando sonrisas Mis dedos al jugar, escribirán las notas en el negro pentagrama de tu pelo. Y pondré mil silencios en tu boca, amordazada por la mía, beso a beso. Fecundidad Tienes los ojos del color del tiempo, un fulgor fugitivo en la mirada, y un vibrante clamor, enmudecido, pugna por estallar en tu garganta. ¿Tu sangre…? Lava ígnea desbordada, devastador tsunami enfurecido; alud de pasión que se agiganta sin límite ni rumbo conocido. Torbellino fogoso de latidos, bello preludio de placer y gozo. Luego el jadeo débil, afanoso, testimonio veraz de lo vivido. Sublime acto, feliz, maravilloso… Todo un himno al amor… ¡El hijo concebido! Nemesio - 25-08-2009 - 21:27 Hs. Arias Florecer A Laura Macedo, en sus quince años. Divino mecanismo de la vida, preludio de amor y flores nuevas, renacer de pujantes primaveras diciendo adiós a la niñez cumplida. Etapa de sueños e ilusiones, habitada de angustias y alegrías; percibiendo extrañas sensaciones que saldrán a tu encuentro cada día. ¡Quince años!, edad maravillosa. Natural evolución del propio ser; cuando el capullo se convierte en rosa, cuando la niña pasa a ser mujer. Muchachita, que flores y poesía embriaguen con su exquisita esencia, la fresca candidez y la inocencia de cuando eras mi niña todavía. Nemesio 09-07-1999 Arias, Córdoba, Argentina Flores secas Pisotean tus sueños e ilusiones, ¡Ay, viejo jardinero enamorado...! Ofrendaste tu vida por las flores, las amaste y ellas, también te amaron. Tiradas en el suelo, están las rosas, desdeñan su color y su perfume... Ayer, frescas, lozanas, primorosas; pináculo hoy de lo inservible. Esas flores marchitas, olvidadas, hablan de la desidia del humano: apátrida, hereje, impío, despiadado. Sin compasión por nadie ni por nada, esclavo de sus bienes y sus arcas, del dinero... ¡su Dios y Soberano! Nemesio 17-03-09 - 20:13Hs. Arias, Cba. Argentina Fortín "Las Tunas", mi pueblo (Zamba) 1 Heroico fortín "Las Tunas", junto a la laguna la historia te vio. Tu mangrullo vigilante a un pueblo pujante origen le dio. Al pie del "camino real", tropas de carretas que vienen y van. Su andar lento y traqueteante mil puntos distantes logran acercar. Estribillo Mi viejo fortín de antaño, después de cien años, te quiero evocar. De Arias fuiste la simiente, por eso presente por siempre estarás. De Arias fuiste la simiente, por eso su gente te recordará. 2 Viste arribar los colonos, sudor hecho abono, procurando el pan. Cantó el arado inmigrante un himno constante de amor y de paz. En el año ochenta y nueve ya cruzan los rieles por ese lugar. Llegan trayendo el progreso, se empieza con eso el pago a poblar. Estribillo Arias hoy tiene mil cosas sublimes y hermosas para destacar. Los obreros trabajando, felices, cantando, ganando su pan. Peones, obreros, colonos; con ellos yo entono un himno de paz. Letra y música: El "Neme" 17/09/98 - 22:39 Arias, Córdoba, Argentina Fui regresando en el tiempo (Recordando a mi hermano, José Manuel, “El Flaco”) He salido en mi caballo, sin guía ni rumbo cierto; solamente por placer de disfrutar un paseo. Y después, sin darme cuenta, me encontré con los senderos que estaban casi borrados, sepultados en el tiempo. fui recorriendo lugares y en cada sitio, un recuerdo, iba saliéndome al paso, como brotado de un sueño. Así, a lomos del caballo, al ir bebiendo los vientos, me adentraba y adentraba por esos caminos viejos. Me encontré con los amigos, aquellos que no se fueron. Por ellos supe de otros, que ahora son sólo, silencio… Cuánta alegría y angustia se viven al mismo tiempo… ¡Tumbas, con la flores mustias, abrazos en los reencuentros…! seguí adelante, al galope, para poder ver, de intento, aquellos días de la infancia que tan lejanos se fueron… aquel guardapolvo blanco, con que empecé a ir al colegio, donde cursé los estudios hasta terminar el sexto. Una pelota de trapo, los “picados” del potrero, los pantalones largos, mi primer “novia”, en secreto… Por esos y otros caminos me lleva aquel potro inquieto, difícil de sujetar, al ir, bebiendo los vientos. Es doloroso volver a desandar en el tiempo, porque acuden en tropel, recuerdos y más recuerdos… Por eso no he de montar de nuevo en mi pensamiento, difícil de sujetar, al ir, bebiendo los vientos. Es muy triste no encontrarse con aquellos que se fueron… Que jamás han de volver… Y ahora son sólo ¡silencio! Nemesio - 18 de junio de 1976. Arias Grito de amor (A quien le debo todo) Quiero escribir con letras irreales el más real y hermoso de los versos. Llenarlo de caricias y de besos, para luego entregárselo a mi madre. Con flores nunca vistas haré un bello ramo, adornado de sueños y canciones. Llegaré perfumando ventanas y balcones, hasta mi madre, a quien tanto amo. Con gusto verteré toda mi sangre, si versos, flores, sueños y canciones; no alcanzan a gritar... ¡Te quiero, madre! Nemesio 1997 Arias, Córdoba, Argentina Guitarra de serenata Milonga canción I Noche serena, canta hasta el alba, desde la boca de mi guitarra. Piel de azucena, mi voz te llama. ¡Quédate cerca!, mi enamorada. Criolla guitarra argentina, es tu cordaje de oro. Siempre con él canto o lloro desde la sexta a la prima. Criolla guitarra argentina, es tu cordaje de oro. II Nunca te alejes, si tú te marchas oirás el grito, mi piel te llama. Quiero tenerte, mi enamorada, dicen las cuerdas de mi guitarra. Guitarra serenatera, vas de ventana en ventana; para dejar una flor en la reja de mi amada. Guitarra serenatera, vas de ventana en ventana; entre el ladrar de los perros, esperando la mañana. Guitarra... guitarra de serenata, ¡Para vos... mi enamorada! Nemesio – 1976 -Arias Hermandad americana Por una utopía, la unión americana. Se va elevando hacia el cielo el canto arisco del alma y unido al canto del grillo, alegran la noche en calma. Rompen la tórrida siesta violines de mil chicharras, que intentan formar la orquesta junto a las criollas guitarras. Acompasados los pies, irán mostrando, en la danza, costumbres y tradiciones de la patria soberana. Late un solo corazón por Salavina, en Santiago, en san Juan, por Calingasta, en Tucumán, en Simoca, por Cafayate, allá, en Salta. Así laten esta noche dos corazones de Arias, que en un sueño guitarrero sus voluntades hermanan, intentando rescatar algunas coplas lejanas; que no por estar distantes habrán de ser olvidadas. Chacareras, gatos, cuecas, la cadencia de la zamba, el Pericón Nacional, el Malambo y sus mudanzas, en más de un rostro curtido verán correr una lágrima, que brotará de emoción, enancada en la nostalgia. Esa emoción y alegría hoy nuestros pechos embarga al traerles el saludo musical del pueblo de Arias. Nosotros, Los de mi Pueblo, mensajeros de esperanza, a esta América Latina, le decimos, ¡Pacha Mama!5 Y poniendo el corazón, en este canto que hermana, borraremos las fronteras, de ambición que nos separan, y elevamos nuestras voces... Elevamos nuestras voces. En pos de una sola patria. Nemesio - 1976 Arias, Córdoba, Argentina Héroes y villanos Propuesto a un imparcial balance inicié los trabajos con euforia; con la ayuda fiel de la memoria, pretendí salvar airoso dicho trance. Revisé a conciencia las historias consecuentes del accionar del hombre. Así comprendí -¡nadie se asombre! sus luchas, sus miserias y sus glorias. La voraz ambición del usurero... Hiroshima, Nerón, el Holocausto, Caín y Abel, el "Gólgota", la Cruz... El dolor de Favaloro, el bueno. El dolor de Favaloro, el bueno, la "Santa de Calcuta", sus desvelos, su amor, su sacrificio y su virtud. Nemesio - 4/10/01 - 23:00 Hs. Arias, Córdoba, Argentina Hoy... ¿Qué venderemos? El género humano llegó a tal extremo de vender el alma por cuatro dineros. Se ha prostituido hasta el intelecto. "Al mejor postor, vendo el pensamiento". (No debe extrañarnos si esta frase vemos, leyendo un diario o en un noticiero) "Yo vendo dos hijas..." "Compro padre nuevo..." Serán los avisos de un futuro cierto. Siempre me pregunto: ¿idiotas seremos, que no distinguimos, lo malo y lo bueno? El género humano llegó a tal extremo de vender el alma por cuatro dineros. Yo voy con la mía, ¡rápido, al infierno! Dicen que el diablo paga el mejor precio... Estoy impaciente por llegar a tiempo. Si me pagan bien… ¡el alma les vendo! Total... como anda hoy el mundo... ¡¿Para qué la quiero?! Nemesio Martín Román Arias, Córdoba, Argentina Huella del amigo (Huella pampeana) 1 Pampa, huella y guitarra, bello destino. Sembrando mis canciones cosecho amigos. Amigo será siempre palabra santa, un corazón abierto a la gauchada. Estribillo El amigo no exige, nunca reclama, sólo tiende la mano cuando hace falta. La amistad no se compra con oro y plata. que alumbra el alma. Es la antorcha encendida que alumbra el alma. (Tarareo) 2 Ser amigo implica el compromiso de dar hasta la vida cuando es preciso. Los amigos se unen y Dios los ata, con un nudo de afecto que nunca falla. Estribillo Nemesio Ilusiones muertas 1 Seguro, amor mío, será lo mejor. Vayámonos lejos, más lejos, muy lejos… A un país remoto, donde no conozcan relojes ni tiempo, no exista el ayer, tampoco el mañana, sólo un hoy eterno. Donde no contemplen tu cuerpo adorado con sucios deseos u osen desnudarte con el pensamiento. Y nadie controle si vamos, venimos, qué estamos haciendo. Allí viviremos. Serán confidentes y fieles testigos de nuestro cariño, millares de estrellas desde el firmamento. En nuestra morada, alegre, perfecta; no tendrán cabida dolores o llantos, rencores ni celos. En eterno idilio, ajenos a todo, sin preocupaciones; el mundo ideal que allí construiremos, será… ¡sólo nuestro! (23-06-2011) 2 Hace varios años hemos arribado al país remoto donde no conocen relojes ni tiempo. Aquí no hay pasado, tampoco futuro; sólo disfrutamos el día de hoy, monótono, ¡eterno! Ahora nadie observa tu triste sonrisa, tu rostro agraciado ni mira tu cuerpo que el poco sustento ha ido convirtiendo sólo en piel y huesos. A nadie interesa si vamos, venimos… qué estamos haciendo. Solo las estrellas, desde el firmamento nos miran piadosas, velan nuestro sueño… ¡Ah…! Hallamos la casa mísera tapera, la están derruyendo soles, aguaceros, las furias del viento. Hoy somos dos parias, dos desheredados sin fe ni esperanza, ansiando algún día emprender la marcha en pos del regreso. -¡Vamos, amor mío! -diré sollozando- hagamos los pasos en sentido inverso. -De acuerdo, mi vida, mejor nos volvemos… Y los dos, a coro, puede que gritemos: “¡Nuestras ilusiones… para siempre han muerto!” Nemesio - (15-07-2011) Arias, Córdoba, Argentina In vino véritas... "Yo soy quien pinta las uvas y las vuelve despintar; (Trilogía) al palo verde, lo seco; y al seco, lo hago brotar". (Dávalos y Falú - “Vidala del Nombrador”). I Nacimiento Transida de dolor, la estoica parra, herida, se desangra por las uvas. Y un día cantará, alegrando el alma, coplas añejas de hileras que maduran. Cuando al zumo primigenio del racimo, Noé6, con su alquimia, lo fecunda, late el embrión espiritual del vino desde el materno vientre de la cuba. En su claustro uterino, impone el roble, monacales silencios de trapiches; gestación mansa y lenta, en la penumbra. El cuerpo frutado, sobrio, austero, noble; irrumpe al vaginal desgarro del “espiche”7 y embriagado de sol, de luz se inunda. II Consagración Trastabilla, cae, avanza a trompicones, triste despojo, mísero borracho. Recibe indiferencia, insultos, vejaciones; de Dios y de los hombres... olvidado. ¿Quién puede aseverar que el vino es malo... pernicioso, letal, artero, impío? ¿No es, acaso, confidente, consejero, hermano,... del encumbrado "Rey de Hambres y Fríos"? El vino es traicionero, si lo obligan... Llega al crimen horrendo, si es preciso... Reacciona cual toda criatura. Va hasta el Divino Altar, Fuente de Vida... Y consagrado, en el Santo Sacrificio, es la Sangre del Hombre... que perdura. III Bendición Transida de dolor, la estoica parra, herida, se desangra por las uvas... Será por siempre bálsamo en las almas, la Sangre del Señor... desde la Altura. Seudónimo: Elmi Shindo Nemesio Martín Román. Arias, Córdoba, República Argentina Poesía seleccionada en Perú, integra la obra grabada “Los Ángeles también cantan”. Certamen organizado por Olandina, revista de Literatura y Arte y La Casa del Poeta Peruano (Lima, Perú). Este seudónimo es en memoria de mi abuelo materno, Manuel Román Silva, “el tío Misindo”. Inmigrante (Leída por el autor en la Misa del Inmigrante, 2003) Hermano inmigrante, abandonaste un día la geografía que te dio la vida. Lejos quedaron fiordos y sabanas, campos, ríos, estepas y montañas. Pusiste proa hacia el futuro incierto, fue tu nave, la utopía de un sueño; arribando a esta, nuestra tierra, madre amorosa que te acogió en su seno. Fuiste sabio y experto consejero, pródigo de bondad, ejemplos y palabras. Cimentando con tu coraje y sangre la grandeza esencial de nuestra raza. Y luchamos unidos, codo a codo, compartiendo las buenas y las malas; -circunstancias eventuales de la vida-. Canciones, risas, llantos y plegarias. ¡Cuánto tiempo pasó! cuesta creerlo... Inmigrante, ¡nos entregaste todo...! Somos hijos de tu estirpe laboriosa, sacrificios, anhelos y esperanzas. Y hoy queremos, en apretado abrazo, decirte simplemente: ¡muchas gracias! Nemesio - 12 de septiembre de 2003 Interrogantes ¿Por qué, Señor, me pregunto a diario, hay niños que aún andan descalzos? Por qué los trabajos son escasos, Siendo aún más escasos los salarios? ¿Por qué en todo ansiamos ser primeros, sin fijarnos a quién vamos pisando? ¿Por qué, ciegos, seguimos escalando hasta la indigna cima del dinero? ¿Por qué, Señor, los progresos de la ciencia, hemos de utilizar en la maldad? ¿Por qué cometer la iniquidad desdeñando la voz de la conciencia? ¿Por qué, cuando nos piden, nunca damos, teniendo en demasía lo pedido? ¿por qué, si hasta nosotros han venido, paupérrimos, tendiéndonos la mano? ¿Por qué, Señor, cometer el desatino de ambicionar placeres y riquezas? ¿Por qué no vivir con la simpleza, de quien, feliz, recorre su camino? ¿Por qué no valoro lo que tengo, mas si llego a perderlo, me doy cuenta? ¿Por qué el pensamiento me atormenta, de saber quién soy yo, de dónde vengo? ¿Por qué, Señor, será que en esta tierra, jamás hemos vivido como hermanos? ¿Por qué, criminales, e inhumanos, creamos los horrores de la guerra? ¿Por qué para vivir la fantasía, refugiarnos en la droga, que condena? ¿Por qué no vivir la vida, plena, de amor, de flores, de niños y poesía? ¿Por qué, Señor, el rumbo equivocamos...? ¿No querías que fuésemos perfectos? ¡Ah...! Dejaste que inventásemos defectos... Lograr la perfección... ¡¡No sería humano!! Nemesio Martín Román 1994 Inventario final Sé que pronto emprenderé el viaje... ¿Qué llevaré?... Ante todo... La fiel promesa de un amor eterno con la emoción sincera de lágrimas y besos; el recuerdo de tanto ser querido y la tierna mirada de mis nietos. Alojaré también -si me permiten- en un rincón del alma, algunos versos. Hay muchos amigos que me esperan... Los llevaré tan sólo para ellos. Quisiera poner en mi equipaje el trino majestuoso del jilguero, la claridad de mil amaneceres, y, por si allá escasea... un vino bueno. En cambio, dejaré... Unos cuantos poemas inconclusos, en el viejo cuaderno. Mis libros, volando por el mundo como pájaros nuevos. La amiga confidente y armoniosa, de musical acento; cobijando en su vientre de madera, bellos sueños, melodías, y recuerdos. Quedarán -no he de poder llevarlos- mis hijos y mis nietos, la sombra, sólo la sombra de la angustiada y fiel esposa, transitando anhelante los recuerdos. Dejaré, por último, mi espíritu vagando -su psíquica energía orbitará en el cosmos-, cuidando mis afectos. Y yo… yo… inerte materia, por Sagrado Precepto… seré barro en las manos del "Supremo Alfarero". Seudónimo: Persona Burgués Nemesio Martín Román 2/09/01 - 18:10 Hs. Arias, Córdoba Primer Premio en el Certamen de Primavera (2001) organizado por Poder Ciudadano, órgano periodístico independiente. Juego adolescente Canción Lejos fueron la dicha y la alegría, el sol de tu sonrisa en la mañana; los poemas de amor que entonces te escribía, la hoguera del rubor que ardía en tu cara. Los poemas de amor que entonces te escribía, el sol de tu sonrisa en la mañana. Si jurabas ser siempre sólo mía… si prometí adorarte hasta la muerte... ¿Por qué nos apartamos, un mal día y emprendimos rumbos diferentes? ¿Por qué nos apartamos, un mal día, si prometí adorarte hasta la muerte? Estribillo De esa antigua pasión, tenemos las cenizas. Un soplo sería suficiente... El beso ligero de la brisa puede hacernos arder, intensamente. El beso ligero de la brisa, o un soplo, serían suficientes. Volvamos a inventar la fantasía, simple y feliz, el juego adolescente. Cuando tanto te amé y mucho me querías, e intentamos volar, ingenuamente. Cuando tanto te amé y mucho me querías, simple y feliz, el juego adolescente. Sembraremos luces y armonías en el íntimo reducto de tu vientre. Con arrullo de música y poesía, florecerá, canción de cuna, la simiente. Con arrullo de música y poesía, en el íntimo reducto de tu vientre. Estribillo De esa antigua pasión tenemos las cenizas. Un soplo sería suficiente... El beso ligero de la brisa puede hacernos arder, intensamente. Un gesto, una mirada, una sonrisa... Nos llevarán al sueño adolescente. El "Neme" 13/05/02 - 23:26 Hs Arias, Córdoba, Argentina La mejor riqueza Al mencionarte, mi pueblo, tu nombre florece y se agiganta. ¡Arias! ¡Cómo endulza los labios la palabra! Al escucharla el corazón se ensancha ¡Arias! Lugar bendito del planeta, favorecido por la Divina Gracia. No tienes selvas, ríos ni paisajes imponentes, posees otro tesoro: la calidad de tu gente. ¡Arias…! ¡Divina palabra! ¡Siempre te llevo presente! Nemesio Martín Román ******** La muerte del poeta Se muere el poeta. Rostros de mil brujas, con groseras muecas, se mofan, burlonas, haciendo piruetas… Melopea macabra, entonan las Letras, y a coro repiten… Las brujas grotescas… ¡Que muera el poeta! Nemesio - 6 de noviembre de 2006 Arias “La Nona” (En el cumpleaños de Doña Amelia de Milicich, “Nona” luchadora.) Según nos contó La Nona, hace de esto mucho tiempo, ella vino de muy joven buscando horizontes nuevos. Su querida isla de Juar se fue perdiendo, allá, lejos… Prolongaba la mirada, dilatada en un esfuerzo, para encerrar esa imagen, apretada, en su recuerdo… Mas, la distancia, a los ojos, interponía oscuro velo, y las lágrimas salobres empapaban el pañuelo… el pañuelo del adiós, para los seres queridos que, allá, en su querida isla, se fueron perdiendo… lejos. Y tras un largo viaje, por fin arribaba al puerto de una ciudad joven, nueva, de éste, tan hermoso suelo. Todo era distinto acá: el clima, la tierra, el cielo… Había gente hospitalaria, con los dos brazos abiertos… En los campos de La Emma, con amor, sudor y esfuerzo, comenzaron a luchar para lograr el sustento. Trabajaron sin descanso, hasta perder el aliento; aunque a veces el destino fijase otros derroteros. Así transcurría el tiempo, en mil trabajos e intentos. Se fue alegrando el hogar con los niños y sus juegos. Fueron nueve los retoños para compartir los besos y prolongarse en su vida y hacerse vida de nuevo. El bullicio de los hijos se acrecentó en cada nieto, repartiéndose el cariño de aquel corazón ya viejo. Quince sonrisas unidas que alegran cada momento y la hacen sentir niña, cual si no pasara el tiempo. Así se siente de nuevo y oye una voz muy adentro… Es la voz de su Juar que le habla al sentimiento. ¡Que seas feliz, Amelia…! Mientras enjuga una lágrima ya no se siente tan lejos… Los quince nietos a coro, repiten igual que un eco… ¡feliz cumpleaños, Nonina…! Hoy, darte un beso queremos. Nemesio – 1976 - Arias La visita 1 Lucirá muy ricas prendas, joven, bella, cutis terso... Digna de un cuento de hadas o del más hermoso sueño. Sucia y cubierta de harapos. Vieja, fea, desdentada; una horrible pesadilla, surgida de los avernos. Poco importará su aspecto cuando decida buscarte. Donde estés, sabrá encontrarte. ¡Desbarata sus intentos!. Si equivocas la jugada... ¡Considérate hombre muerto!. 2 Si te visita la muerte que no te pille durmiendo; duele mucho caer vencido, sin haber luchado al menos. Conseguirás esquivarla utilizando el ingenio. Mas, debes ser precavido... ¡¡Que no te pille durmiendo!! Si adviertes que se aproxima, apártate del sendero. Puede que logres burlarla, utilizando el ingenio. Cuando avance victoriosa, finge marchar a su encuentro y faltando pocos pasos, ¡¡Apártate del sendero!!. Finge marchar a su encuentro... Utilizando el ingenio, ¡apártate del sendero!. ¡¡Que no te pille durmiendo!!. Si esto te falla... ¡¡Perdiste!!. Pasarás a ser… ¡¡ Recuerdo!!. “El "Neme" - 02 / 06 de agosto de 1998 Arias (No fue corregida, quedó la versión inicial) Las moneditas Lamentablemente, un hecho, real. Flotaban en el aire los rizos de sus cabellos. Se reflejaban en ellos, radiantes rayos de sol. Todo un mundo de ilusión asomaba en su carita. Con la mano apretadita, cerquita del corazón. La mano muy cerradita, cerquita del corazón... ¡todo un mundo de ilusión, esas cuatro moneditas! María Eugenia, la niñita, va hasta el quiosco de la esquina; a comprarse golosinas con aquellas moneditas. María Eugenia, cuatro añitos... está cruzando la calle... la madre a buscarla sale, de su entraña brota el grito. Nemesio ¡María Eugenia! ¡Cuidado! desgarrador el acento. Materna advertencia, inútil... vibrando quedó en el viento. Desesperada maniobra, vano, doloroso intento. Sollozando... demudado... el rostro del camionero. Impotentes sus esfuerzos ante el hecho sin remedio. La vida huye de la niña de los dorados cabellos. Su almita pura, inocente, ya emprendió el viaje hacia el cielo. La madre, arrodillada, enloquecida, llorando su desconsuelo. Y rodando por el suelo de la abierta manecita, esas cuatro moneditas, para comprar caramelos. Arias - 1978 Leyenda Narra la leyenda que hace mucho tiempo, allá en la quebrada, detrás de los cerros... con fragor de truenos, llegando la noche, por los ventisqueros cayó una majada. Cayó una majada, con pastor y perros. Aquel pastorcito, tocando la flauta se marchó hacia el cielo. ¡Qué pena! ¡Qué angustia! Dulce melodía, suave, lastimera... ¡Musical lamento! ¡Pobre pastorcillo...! ¡Pobre pastorcillo...! Honda la congoja de los lugareños. Fueron a buscarlo. Estéril esfuerzo. No encontraron... nada. Por doquier reinaban quietud y silencio. Ni el menor indicio. Nadie halló su cuerpo. Dice la leyenda que allá en la quebrada, a impulsos del viento, en noches serenas... Se escuchan... ¡Su flauta, ladridos, cencerros! Murmullos lejanos repiten los ecos; piadosas plegarias le rezan los cerros. Según la leyenda... hace mucho tiempo... Allá en la quebrada cayó una majada, con pastor y perros. Allá, en la quebrada del hondo misterio. Nemesio - 1989 Arias Los dibujos de papá A la memoria de Néstor Arturo de Lavalle y sus dibujos. Están allí, entre las cosas simples, fiel testimonio de mejores tiempos. Cuando pena y dolor, meras palabras, se trocaban en amor, risas y besos. Los dibujos me invitan, cada noche, a bucear, cuando madura el sueño; rescatando alegrías y pesares, en el profundo mar de los recuerdos. Intensa, la emoción, oprime el pecho. ¡Qué pena...! esa etapa tan hermosa, se escapó, cual agua entre los dedos... Tus dibujos, papá, guardan silencio; y ocupan hoy, entre las simples cosas, la exacta dimensión de lo perfecto. Nemesio 1/08/2002 - 22:42 Hs. Arias Marginados ¿Tan lejos se encuentra Dios de la vida de estos niños víctimas de hambres y fríos? Conmueve verlos llorar, Y entre lágrimas, rogar, finalice ese castigo. Cuántos infantes disfrutan de un venturoso destino… Nacieron bajo otro sino, pleno de dicha y cariño. ¿No son iguales? ¡Lo son! ¿Por qué, distintos caminos? ¿Cómo se puede entender que sigan desprotegidos… ¿No son hijos de ese Dios que murió por redimirnos? ¿Dónde están los gobernantes, o es que viven en el Limbo? Sufren mil enfermedades basta con ver sus cuerpitos, intentan cubrir sus carnes con cuatro trapos raídos, que tiran, por inservibles, en las casas de los ricos. Da pena, rabia y vergüenza Cuando pasan descalcitos, con los pies ensangrentados de tanto andar los caminos, por un mendrugo de pan aunque sea enmohecido. Nemesio Melodía interior8 Invaden el silencio los sonidos y endulzan la tarde cordobesa. Sin prisas y sin pausas, entre amigos, compartimos criterios y experiencias. El viento, peregrino impenitente, prosigue presuroso su carrera. (Explorador constate del espacio, comulgando con lloviznas y mareas). Va sembrando música a su paso, porta notas de soles y de estrellas. Nuestro mundo interior nos ilumina y su luz sonora, nos alegra. En forma involuntaria e intangible, casi, casi, sin que nos demos cuenta; esta tarde tan gris, desapacible… Es, de pronto… ¡radiante primavera! Nemesio 16-08-2009 - 03:22 Hs. Arias Mensaje al amigo A Gustavo "El Cuchi" Leguizamón. Hermano de coplas y bohemia, ¿por qué apresuraste la partida? ¿Qué intangible promesa te sedujo, para marchar, así, sin despedida? Ya sé, fuiste con tus amigos: Juan Carlos, su hijo Jaime, Armando -el mendocino-; Castilla, Pantaleón y tantos otros que esperaban impacientes tu visita. En Cafayate, Cerrillos, toda Salta, resuenan por valles, cerros y quebradas, los ecos plañideros del silencio cuando el viento te nombra en las bagualas. En la Poma te está esperando Eulogia carnavaleando por las cacharpayas; Y la luna, amorosa y refulgente, rayos de harina esparcirá en tu cara. La niña que bajaba desde el cerro cuando el sol despertaba en las mañanas; no volvió con su pregón al pueblo: "vendo ricos dulces... quesillos de cabra". El pastorcillo que engarzó en el aire cromáticos arpegios de su flauta, sollozando la arrojó en el fuego, vencido por la angustia que lo embarga. Los collas ríen, cantan, bailan, -para alejar las penas de sus almas- pero... el canto suena lastimero y les quema en el pecho... como brasas. Se interrumpió el concierto de los grillos, respetuosas callan las guitarras; junto al canal, sin vinos ni canciones, con dolor, te recuerda Balderrama. Si hasta el vino parece estar tan triste... y deja un gusto amargo en la garganta... ¡Claro!... perdió el fundamento de su esencia9 cuando vos te alejaste de tu Salta. ¡Hermano!.. El viejo piano se quedó muy solo... Añora amanecidas de zambas y vidalas, gime y llora, silenciosas notas; y el viento -mensajero de todos los idiomas-, repite con su incansable aliento... Tu nombre, "Cuchi"... ¡Tu nombre...! Sólo tu nombre... ¡¡en las bagualas!! Nemesio - 08-10-2000 Mi amigo, el payaso A Ricardo Cardinali, buen actor, excelente ser humano y mejor amigo. Amigo payaso con alma de niño, amor y cariño, siembras a tu paso. Amigo payaso, a ti me dirijo; maestro del arte del chiste y la gracia. Con talento innato, descubre tu magia, el hondo misterio de la carcajada. Usando del gesto, la dúctil palabra, la cómica mueca y hasta la mirada, a grandes y chicos, la sonrisa arrancas. Que el mundo se ría... le hace buena falta. Que el mundo se ría, la risa no mata. Donde hay un payaso, no existen tristezas... guerras, ni dolores, miserias humanas... balas asesinas, que cuerpos desgarran... ni reina la droga, que al mundo devasta. Con cada payaso nace la esperanza... se alivia el olor, se secan las lágrimas. Los niños, felices, estudian y cantan; mirando la luz de cada mañana, lejos del horror que a los hombres mata. Con cada payaso, florece la vida... el ave canora, posada en la rama, sonoras delicias, jubilosa, ensaya. Amigo payaso, detrás de tu máscara, adivino al hombre que triunfa y fracasa; con los mismos sueños que todos tenemos, las mismas angustias que a todos asaltan. Dudas del presente, tal vez del mañana... pensando en tus hijos, tu esposa, tu casa; y el futuro incierto que a todos aguarda. Amigo querido, sigue con tu causa... que no te dobleguen las ideas raras; recuerda que debes salir a la escena, tienes que apurarte... ¡píntate la cara! Que nadie perciba en tus ojos tristes que estabas pensando tantas cosas malas... en esta función debes esforzarte. Pon garra en tus actos. ¡Demuestra tu magia! Descubre el secreto de la carcajada. Amigo payaso, mientras tú trabajas piensa que contigo, nace la esperanza. Cuando tú apareces, la alegría estalla. Bríndales tu magia... ¡la risa no mata! Siembra tu alegría... amigo del alma... que el mundo se ría... que el mundo se ría. ¡¡Le está haciendo falta!! Nemesio ¿Mi mejor poesía? “Cuando suelto las amarras de mi sangre y canto para ti, mi amor, mi cielo, mi universo… Dentro de mí repican mil campanas y mi Verba florece en cada verso”. (Elmi Shindo – Poesías para “mi cielo”). ¿Mi mejor poesía…? Todavía no existe. Aunque la declamen de noche los vientos… Mi mejor poesía… ¿Todavía no existe? ¡Sí… seguro que existe! La apresó el silencio… Puedo vislumbrarla en el centelleo de tus ojos negros, y hasta creo oírla en cada suspiro que agita tu pecho y en las dos palomas de tus blancas manos, raudal de caricias, diciendo: “te quiero”. Mi mejor poesía la forman: tu nombre, las francas sonrisas, lágrimas y besos; esa languidez que invade tu cuerpo, al ir desgranando sentires, recuerdos, dichas y quebrantos, íntimos momentos… Divinos tesoros, guardados muy dentro. Mi mejor poesía se escribió hace tiempo; esa noche, ¿en marzo, diciembre o enero…? La llevo conmigo, sangrando en el pecho… ¡Cual divino estigma del amor eterno! Nemesio - 30-01-2009 - 03:02 Hs Miénteme un poco de amor10 Canción (La cantamos desde hace más de 20 años) 1 Quiero gritar que te quiero, que lo demás es mentira. Te quiero como se quiere sólo una vez en la vida. Te quiero con toda el alma y aunque tú no me lo digas, siempre me estarás amando, hasta el fin de nuestros días. Quiero gritar que te quiero, que lo demás, que lo demás, es mentira. Recitado Tal vez estés esperando, de mis pasos el regreso, fríos tus labios y tu alma, sin el fuego de mis besos. Te quiero con toda el alma y aunque tú no me lo digas, siempre me estarás amando, hasta el fin de nuestras vidas. Yo sé que estás esperando, de mis pasos, de mis pasos, el regreso. 2 Tal vez tú no lo comprendas ni le encuentres el sentido a este fuego incontrolable que llevo adentro encendido. Tu piel igual a magnolia quiero siempre respirar y al llegar la primavera, tan solamente quisiera, el capullo de tu boca a punto de reventar. ¡Miénteme un poco de amor...! ¡Dame tus labios de rosa! ¡Miénteme...! ¡Miénteme un poco de amor...! Te pido... ¡¡Te pido tan poca cosa!! Nemesio 24 de marzo de 1976. Molinero Honrando a Nemesio, mi abuelo paterno y mi tío Cipriano y su molino harinero. Confidente inmemorial del río, engarzado entre cielo y pizarras se destaca el secular molino, junto al margen izquierdo del "Águeda". En su entraña, ¡bendición divina!, de amor mueren los granos de trigo, engendrando la preciada harina, vital panacea de pobres y ricos. El abuelo va andando despacio, con su peso lo agobia la vida... Muele y canta, ¡feliz y contento! Presentir el ansiado alimento... Le disipa el enorme cansancio; torna dulce la amarga fatiga. El "Neme" -15/01/2000 - 21:21 Hs. Arias, Córdoba, Rep. Argentina Estuvo publicado en Internet www.valmarpublicidad.com.es de Salamanca, España. Mundo nuevo Sé que el amanecer está en tus ojos y el crepúsculo llegará cuando te alejes. Las respuestas, las buscaremos juntos… Disiparé tus sombras con mi luz y tus sonrisas las pagaré con creces. ¿Hallar tu mirada?, gran acierto… No la pude olvidar, ni quise hacerlo. ¿Y partir…? Sí, partiré. ¡Pero contigo! Al fin del mundo. ¡Al infinito! Y allí, entre ambos… ¡Crearemos, al fin, Nuestro Universo! Nemesio Niña enamorada A mi hija Patricia. Sé que estás enamorada. Lo manifiestan tus ojos. Me lo dicen los sonrojos, asomados a tu cara. Además... al preguntarte, me respondes, cabizbaja... “Solamente es un amigo, un amigo, nada pasa”. No debes tener vergüenza. ¡Pobre niña enamorada! ¿Por qué escondes ese amor, si quieres como Dios manda? Yo te comprendo. En tu vida se inicia una nueva etapa. Eres el pichón que vuela; tal vez, por probar las alas. Inténtalo si deseas y si un consejo te falta, ten presente que tus padres te lo darán sin tardanza. ¡Vuela, pequeña paloma...! ¡Pobre niña enamorada...! Tus ojos están diciendo lo que callan tus palabras. Nemesio Niñez y futuro ¡Pobre niño…! Ojos de cielo… en tu mirada nublada, un grito desgarrador, brota, lacerando el alma. A tu edad, el alfabeto, lo va creando la vida… Y en la lección aprendida, pasas, de niño, a ser viejo. ¿Qué futuro heredarás, si te mezquinamos todo… Y las “botas” del poder, sobre ti, limpian su lodo? Desamparado, vives en la calle, “fastuoso palacio” de los pobres… Luchas para cubrir necesidades, con las migajas que “al señor” le sobren. Mereces otra vida, te aseguro… Representas la esperanza del mañana… Eres base y cimiento del futuro. ¡Pequeño héroe marginado de la patria…! Candoroso niño, alma de anciano. Conforman tu inigualable riqueza: hambres, dolores, lágrimas y heridas. Ya sé… Ya sé… Perdiste el tren de la vida. Esfuerzo estéril, intentar alcanzarlo… Irónico dirás, basado en tu experiencia: ¡Qué bien! ¡Ya tengo mi futuro asegurado! Nemesio - 20 de mayo de 2007 - 22:35 Hs. Nosotros… Tímidamente, cual dos niños medrosos, exploramos geografías ignotas, presentidas, sí. Asaz imaginadas… Descubrirlas resultó sorprendente, colosal, maravilloso, ¡fascinante! Comenzamos a recorrer caminos, lentamente, total… ¿quién tenía prisa? Penetramos en mil laberintos, desdibujados, perdidos en el tiempo. Olvidados de pies que los hollasen, tortuosos, oscuros… conducentes tal vez, a precipicios insondables. Seguimos adelante y poco a poco fuimos: pajarillos piando por los aires, llama crepitante de la rojiza hoguera, huracán impiadoso, desatado y fresco arroyuelo cantarín, discurriendo gracioso entre las piedras… ¡Fuimos tantas cosas! ¡Tantas… tantas! La primera mujer y el primer hombre, disfrutando el Edén en nuestros labios. ¡Iniciación suprema de la especie! Fuimos también… Vorágine envolvente, irrefrenable, al ascender por la empinada cuesta… Conjunción de orgásmicos alientos. Copulativa erupción, geiser de lava… Luego, ya en comunión perfecta, un derrame de efluvios retenidos, células vivas de gozo incomparable. Y visitamos todas las estrellas, magia eficaz de los jadeos felices. Imposición espiritual sobre materia, hasta arribar a lo infinito… ¡Porque existe! Y allí, sin ataduras terrenales, volamos y volamos, sin atender a espacio o tiempo. Disfrutando, tan sólo… Disfrutando… ¡El divino milagro de la carne! En definitiva… de la vida: ¡la esencia! Nemesio 28 de noviembre de 2006 Arias |