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1º bachillerato El Barroco. La lírica del siglo XVII. Objetivos didácticos
Contenidos Bloque IV. Literatura.
Actividades de enseñanza-aprendizaje Actividades de iniciación-motivación y de explicitación de conocimientos previos
Actividades de aplicación y ampliación de los nuevos contenidos
Actividades de refuerzo, revisión y relacionadas con los otros módulos de contenidos
Atención a la diversidad Los objetivos básicos que en todo caso deberán alcanzar aquellos alumnos que necesiten una atención específica son los señalados en esta unidad, a excepción del 6 y 7 que necesariamente serán adaptados. Respecto a las actividades, realizarán las indicadas en esta unidad, menos la 6, 7 y 8 que serán sustituidas por otras. Los textos y lecturas seleccionados se podrán variar en función de la competencia curricular de estos alumnos. Como apoyo, dispondremos también de una amplia gama de ejercicios de refuerzo adaptados a las necesidades específicas de estos alumnos. SELECCIÓN DE TEXTOS PARA LAS ACTIVIDADES DE LA UNIDAD 3
Cerrar podrá mis ojos la postrera sombra que me llevare el blanco día, y podrá desatar esta alma mía hora a su afán ansioso lisonjera; mas no, de esotra parte, en la ribera, dejará la memoria, en donde ardía: nadar sabe mi llama la agua fría, y perder el respeto a ley severa. Alma a quien todo un dios prisión ha sido, venas que humor a tanto fuego han dado, médulas que han gloriosamente ardido: su cuerpo dejará no su cuidado; serán ceniza, mas tendrá sentido; polvo serán, mas polvo enamorado.
Es hielo abrasador, es fuego helado, es herida que duele y no se siente, es un soñado bien, un mal presente, es un breve descanso muy cansado. Es un descuido que nos da cuidado, un cobarde con nombre de valiente, un andar solitario entre la gente, un amar solamente ser amado. Es una libertad encarcelada, que dura hasta el postrero paroxismo; enfermedad que crece si es curada. Éste es el niño Amor, éste es su abismo. ¿Mirad cuál amistad tendrá con nada el que en todo es contrario de sí mismo!
A UNA NARIZ Ërase un hombre a una nariz pegado, Érase una nariz superlativa, Érase una nariz sayón y escriba, Érase un peje espada muy barbado; Era un reloj de sol mal encarado, Érase una alquitara pensativa, Érase un elefante boca arriba, Era Ovidio Nasón más narizado. Érase el espolón de una galera, Érase una pirámido de Egipto, Las doce tribus de narices era; Érase un naricísmo infinito, Muchísimo nariz, nariz tan fiera Que en la cara de Anás fuera delito
Cerrar podrá mis ojos la postrera sombra que me llevare el blanco día, y podrá desatar esta alma mía hora a su afán ansioso lisonjera; 5 mas no, de esotra parte, en la ribera, dejará la memoria, en donde ardía: nadar sabe mi llama la agua fría, y perder el respeto a ley severa. Alma a quien todo un dios prisión ha sido, 10 venas que humor a tanto fuego han dado, medulas que han gloriosamente ardido, su cuerpo dejará, no su cuidado; serán ceniza, mas tendrán sentido; polvo serán, mas polvo enamorado.
Poderoso caballero Es don dinero. Madre, yo al oro me humillo; Él es mi amante y mi amado Pues, de puro enamorado, De contino anda amarillo; Que pues, doblón o sencillo, Hace todo cuanto quiero, poderoso caballero es don Dinero. Nace en la indias honrado, Donde el mundo le acompaña; Viene a morir en España, Y es en Génova enterrado. Y pues quien le trae al lado Es hermoso, aunque sea fiero, poderoso caballero es don Dinero. Es galán y es como un oro, Tiene quebrado el color, Persona de gran valor, Tan cristiano como moro. Pues que da y quita el decoro Y quebranta cualquier fuero, poderoso caballero Es don Dinero. Son su padres principales, Y es de nobles descendientes, Porque en las venas de Oriente Todas las sangres son reales; Y pues es quien hace iguales Al duque y al ganadero, poderoso caballero Es don Dinero. Mas, ¿a quién no maravilla Ver en su gloria sin tasa Que es lo menos de su casa Doña Blanca de Castilla? Pero, pues da al bajo silla Y al cobarde hace guerrero, poderoso caballero Es don dinero. Sus escudos de armas nobles Son siempre tan principales Que sin sus escudos reales No hay escudos de armas dobles; Y pues hasta los mismos robles Da codicia su minero, poderoso caballero Es don Dinero. Por importar en los tratos Y dar tan buenos consejos, En las casas de los viejos Gatos le guardan de gatos. Y pues él rompe recatos Y ablanda al más severo, poderoso caballero Es don Dinero. Y es tanta su majestad (aunque son sus duelos hartos), que con haberle hecho cuartos, no pierde su autoridad; pero, pues da calidad al noble y al pordiosero, poderoso caballero es don Dinero. Nunca vi damas ingratas A su gusto y afición, Que a las caras de un doblón Hacen sus caras baratas; Y pues hace las bravatas Desde la bolsa de cuero, poderoso caballero Es don Dinero. Más valen en cualquier tierra (¡mirad si es harto sagaz!) sus escudos en la paz que rodelas en la guerra. Y pues al pobre le entierra Y hace propio al forastero, poderoso caballero Es don Dinero. Unidad didáctica 4: La prosa barroca. El teatro clásico español. Objetivos didácticos
5. Conocer las líneas más características del teatro de Lope de Vega, obras representativas y principales seguidores. 6. Conocer las peculiaridades del teatro de Calderón de la Barca, obras representativas y principales seguidores. Contenidos Bloque IV. Literatura
Actividades de enseñanza-aprendizaje Actividades de iniciación-motivación y de explicitación de conocimientos previos
Actividades de aplicación y ampliación de los nuevos contenidos
Lope como estudio de las características de la comedia barroca: géneros, estructura dramática, personajes y tipos.
Actividades de refuerzo, revisión y relacionadas con los otros módulos de contenidos
Atención a la diversidad Los objetivos básicos que en todo caso deberán alcanzar aquellos alumnos que necesiten una atención específica son los señalados en esta unidad, así como las actividades programadas. No obstante, se adaptarán los textos en función de la competencia curricular de estos alumnos. Como apoyo, dispondremos también de una amplia gama de ejercicios de refuerzo adaptados a las necesidades específicas de dichos alumnos.SELECCIÓN DE TEXTOS PARA LAS ACTIVIDADES DE LA UNIDAD 4
Francisco de Quevedo Cap. I "... Hubo grandes diferencias entre mis padres sobre a quién había de imitar en el oficio, mas yo, que siempre tuve pensamientos de caballero desde chiquito, nunca me apliqué a uno ni a otro. Decíame mi padre: -Hijo, esto de ser ladrón no es arte mecánica sino liberal. Y de allí a un rato, habiendo suspirado, decía de manos: -Quien no hurta en el mundo, no vive. ¿Por qué piensas que los alguaciles y jueces nos aborrecen tanto? Unas veces nos destierran, otras nos azotan y otras nos cuelgan..., no lo puedo decir sin lágrimas (lloraba como un niño el buen viejo, acordándose de las que le habían batanado las costillas). Porque no querrían que donde están hubiese otros ladrones sino ellos y sus ministros. Mas de todo nos libró la buena astucia. En mi mocedad siempre andaba por las iglesias, y no de puro buen cristiano. [...] Nunca confesé sino cuando lo mandaba la Santa Madre Iglesia. Preso estuve por pedigüeño en caminos y a pique [...] de acabar todos mis negocios con diez y seis maravedís: diez de soga y seis de cáñamo. Mas de todo me ha sacado el punto en boca, el chitón y los nones. Y con esto y mi oficio, he sustentado a tu madre lo más honradamente que he podido. -¿Cómo a mí sustentado? -dijo ella con grande cólera. Yo os he sustentado a vos, y sacádoos de las cárceles con industria y mantenídoos en ellas con dinero. Si no confesábades, ¿era por vuestro ánimo o por las bebidas que yo os daba? ¡Gracias a mis botes! Y si no temiera que me habían de oír en la calle, yo dijera lo de cuando entré por la chimenea y os saqué por el tejado. Más dijera, según se había encolerizado, si con los golpes que daba no se le desensartara un rosario de muelas de difuntos que tenía. Metílos en paz diciendo que yo quería aprender virtud resueltamente y ir con mis buenos pensamientos adelante, y que para esto me pusiesen a la escuela, pues sin leer ni escribir no se podía hacer nada. Parecióles bien lo que decía, aunque lo gruñeron un rato entre los dos. Mi madre tornó a ocuparse en ensartar las muelas, y mi padre fue a rapar a uno (así lo dijo él) no sé si la barba o la bolsa: lo más ordinario era uno y otro. Yo me quedé solo, dando gracias a Dios porque me hizo hijo de padres tan celosos de mi bien". Primor I Que el héroe platique incomprehensibilidades de caudal Sea esta la primera destreza en el arte de entendidos: medir el lugar con su artificio. Gran treta es ostentarse al conocimiento, pero no a la comprehensión; cebar la expectación, pero nunca desengañarla del todo. Prometa más lo mucho, y la mejor acción deje siempre esperanzas de mayores. Escuse a todos el varón culto sondarle el fondo a su caudal, si quiere que le veneren todos. Formidable fue un río hasta que se le halló vado, y venerado un varón hasta que se le conoció término a la capacidad; porque ignorada y presumida profundidad, siempre mantuvo con el recelo el crédito. Culta propiedad fue llamar señorear al descubrir, alternando luego la vitoria sujetos; si el que comprehende señorea, el que se recata nunca cede. Compita la destreza del advertido en templarse con la curiosidad del atento en conocerle, que suele esta doblarse a los principios de una tentativa. Nunca el diestro en desterrar una barra remató al primer lance; vase empeñando con uno para otro, y siempre adelantándolos. Ventajas son de ente infinito envidar mucho con resto de infinidad. Esta primera regla de grandeza advierte, si no el ser infinitos, a parecerlo, que no es sutileza común. En este entender ninguno escrupuleará aplausos a la cruda paradoja del sabio de Mitilene: Más es la mitad que el todo, porque una mitad en alarde y otra en empeño más es que un todo declarado. Fue jubilado en esta, como en todas las demás destrezas, aquel gran -pág. 536- rey primero del Nuevo Mundo, último de Aragón, si no el non plus ultra de sus heroicos reyes. Entretenía este católico monarca, atentos siempre, a todos sus conreyes, más con las prendas de su ánimo, que cada día de nuevo brillaba, que con las nuevas coronas que ceñía. Pero a quien deslumbró este centro de los rayos de la prudencia, gran restaurador de la monarquía goda, fue, cuando más, a su heroica consorte; después a los tahures del palacio, sutiles a brujulear el nuevo rey, desvelados a sondarle el fondo, atentos a medirle el valor. Pero, ¡qué advertido se les permitía y detenía Fernando!, ¡qué cauto se les concedía y se les negaba! Y, al fin, ganoles. ¡Oh, varón cándido de la fama! Tú, que aspiras a la grandeza, alerta al primor. Todos te conozcan, ninguno te abarque; que con esta treta, lo moderado parecerá mucho, y lo mucho infinito, y lo infinito más.
QUINTANA: Cinco días hace hoy que mudo contigo voy. Un lunes por la mañana en Valladolid quisiste fiarte de mi lealtad: dejaste aquella ciudad; a esta Corte te partiste, quedando sola la casa de la vejez que te adora, sin ser posible hasta agora saber de ti lo que pasa, por conjurarme primero que no examine qué tienes, por qué, cómo o dónde vienes, y yo, humilde majadero, callo y camino tras ti haciendo más conjeturas que un matemático a escuras. ¿Dónde me llevas ansí? Aclara mi confusión si a lástima te he movido, que si contigo he venido, fue tu determinación de suerte que, temeroso de que, si sola salías, a riesgo tu honor ponías, tuve por más provechoso seguirte y ser de tu honor guardajoyas, que quedar, yéndote tú, a consolar las congojas de señor. Ten ya compasión de mí, que suspensa el alma está hasta saberlo. JUANA: Será para admirarte. Oye. QUINTANA: Di. JUANA: Dos meses ha que pasó la pascua, que por abril viste bizarra los campos de felpas y de tabís, cuando a la puente, que a medias hicieron, a lo que oí, Pero Anzures y su esposa, va todo Valladolid. Iba yo con los demás, pero no sé si volví, a lo menos con el alma, que no he vuelto a reducir, porque junto a la Vitoria un Adonis bello vi que a mil Venus daba amores y a mil Martes celos mil. Dióme un vuelto el corazón, porque amor es alguacil de las almas, y temblé como a la justicia vi. Tropecé, si con los pies, con los ojos al salir, la libertad en la cara, en el umbral un chapín. Llegó, descalzado el guante, una mano de marfil a tenerme de su mano. ¡Qué bien me tuvo! ¡Ay de mí! Y diciéndome: "Señora, tened; que no es bien que así imite al querub soberbio cayendo, tal serafín", un guante me llevó en prendas del alma, y si he de decir la verdad, dentro del guante el alma que le ofrecí. Toda aquella tarde corta, digo corta para mí, que aunque las de abril son largas mi amor no las juzgó ansí, bebió el alma por los ojos sin poderse resistir el veneno que brindaba su talle airoso y gentil. Acostóse el sol de envidia, y llegóse a despedir de mí al estribo de un coche adonde supo fingir amores, celos, firmezas, suspirar, temer, sentir ausencias, desdén, mudanzas y otros embelecos mil, con que, engañándome el alma, Troya soy, si Scitia fui. Entré en casa enajenada: si amaste, juzga por ti en desvelos principiantes qué tal llegué. No dormí, no sosegué; parecióme que olvidado de salir el sol ya se desdeñaba de dorar nuestro cenit. Levantéme con ojeras desojada, por abrir un balcón, de donde luego mi adorado ingrato vi. Aprestó desde aquel día asaltos para batir mi libertad descuidada. Dio en servirme desde allí; papeles leí de día, músicas de noche oí, joyas recibí, y ya sabes qué se sigue al recibir. ¿Para qué te canso en esto? En dos meses don Martín de Guzmán, que así se llama quien me obliga a andar ansí, allanó dificultades tan arduas de resistir en quien ama, cuanto amor invencible todo ardid. Dióme palabra de esposo, pero fue palabra en fin tan pródiga en las promesas como avara en el cumplir. Llegó a oídos de su padre, debióselo de decir mi desdicha nuestro amor, y aunque sabe que nací si no tan rica, tan noble, el oro, que es sangre vil que califica interés, un portillo supo abrir en su codicia. ¡Qué mucho, siendo él viejo, y yo infeliz! Ofrecióse un casamiento de una doña Inés, que aquí con setenta mil ducados se hace adorar y aplaudir. Escribió su viejo padre al padre de don Martín pidiéndole para yerno. No se atrevió a dar el sí claramente por saber que era forzoso salir a la causa mi deshonra. Oye una industria civil: previno postas el viejo y hizo a mi esposo partir a esta Corte, toda engaños; ya, Quintana, está en Madrid. Díjole que se mudase el nombre de don Martín, atajando inconvenientes, en el nombre de don Gil, porque, si de parte mía viniese en su busca aquí la justicia, deslumbrase su diligencia este ardid. Escribió luego a don Pedro Mendoza y Velasteguí, padre de mi opositora, dándole en él a sentir el pesar de que impidiese la liviandad juvenil de su hijo el concluirse casamiento tan feliz, que por estar desposado con doña Juana Solís, si bien noble, no tan rica como pudiera elegir, enviaba en su lugar y en vez de su hijo a un don Gil de no sé quién, de lo bueno que ilustra a Valladolid. Partióse con este embuste; mas la sospecha, adalid, lince de los pensamientos y Argos cauteloso en mí, adivinó mis desgracias, sabiéndolas descubrir el oro, que dos diamantes bastante[s] son para abrir secretos de cal y canto. Supe todo el caso, en fin, y la distancia que hay del prometer al cumplir. Saqué fuerzas de flaqueza, dejé el temor femenil, dióme alientos el agravio, y de la industria adquirí la determinación cuerda, porque pocas veces vi no vencer la diligencia cualquier fortuna infeliz. Disfracéme como ves y, fiándome de ti, a la fortuna me arrojo y al puerto pienso salir. Dos días ha que mi amante, cuando mucho, está en Madrid; mi amor midió sus jornadas. ¿Y quién duda, siendo ansí, que no habrá visto a don Pedro sin primero prevenir galas con que enamorar y trazas con que mentir? Yo, pues que he de ser estorbo de su ciego frenesí, a vista tengo de andar de mi ingrato don Martín, malogrando cuanto hiciere; el cómo, déjalo a mí. Para que no me conozca, que no hará, vestida ansí, falta sólo que te ausentes, no me descubran por ti. Vallecas dista una legua: disponte luego a partir allá, que de cualquier cosa, o próspera o infeliz, con los que a vender pan vienen de allá, te podré escribir. Bibliografía páginas web En estas páginas web se encuentra todo el material necesario para realizar las actividades de las dos unidades didácticas. En la primera página podemos encontrar la versión musical de algunos romances tradicionales para que lo escuchen los alumnos. http://www.elmundoenverso.blogspot.com http://www.cervantesvirtual.com http://www.materialesdelengua.org http://www.rincóncastellano.com Blanca Prieto. |