descargar 11.79 Kb.
|
a.- Concepto No resulta sencillo delimitar el concepto de investigación-acción participativa (IAP). La investigación-acción en su primitiva delimitación por Kurt Lewin remitía a un proceso continuo en espiral por el que se analizaban los hechos y conceptualizaban los problemas, se planificaban y ejecutaban las acciones pertinentes y se pasaba a un nuevo proceso de conceptualización. La manera en que Lewin concebía ese proceso estaba aún cargada de supuestos elitistas y de concepciones del cambio social alucinadas con la eficacia de la acción instrumental (Carr, Kemmis, 1988: 175-177). Por su parte, los profesores Lourdes Merino y Enrique Raya proponen establecer diferencias entre investigación-acción e investigación-acción participativa, situando a la primera como una aplicación del método científico a un problema con voluntad praxeológica y con cierta participación de los afectados (Merino, Raya, 1993: 5). La IAP aparecería entonces como un tipo de investigación-acción que, incorporando los presupuestos de la epistemología crítica, organiza el análisis y la intervención como una pedagogía constructiva de disolución de los privilegios del proceso de investigación como punto de partida para un cambio social de alcance indeterminable. Esa búsqueda del conocimiento se caracteriza por ser colectiva, por proporcionar resultados cuya utilización y gobierno corresponde a los propios implicados, que deben haber determinado el proceso de conocimiento a la vez que experimentado en el mismo un proceso de maduración colectiva (De Miguel, 1993, 97-101). Por otra parte, y esta cuestión es central, los iniciadores de la IAP se previenen contra su propio poder concibiéndose "como participantes y aprendices en el proceso, aportando sus conocimientos y convirtiéndose también en objeto de análisis" (IOE, 1993: 69). Los investigadores entran así en un proceso en que la objetivación de sí mismos, en una suerte de inagotable sociología del conocimiento, se convierte en testigo de la calidad emancipatoria de su actuación (Rahman, 1991: 34). http://www.ucm.es/info/eurotheo/diccionario/I/invest_accionparticipativa.htm Los fines y objetivos de la IAP El primer paso para que el "sujeto en proceso" delimite su identidad se produce al intentar definir colectivamente la problemática que se quiere abordar y decidir entre todos los primeros objetivos de acción que se van poner en marcha. Esto se puede producir de muy diversas maneras, la más sencilla es iniciar un proceso de debates abiertos y de contrastación con informantes cualificados a partir de una primera propuesta ?verbal o escrita? planteada por el grupo promotor de la idea. Este trabajo se puede desarrollar en dos etapas, una primera centrada en definir la necesidad sentida por la población así como los motivos por los que se quiere iniciar el proceso, y otra para determinar cómo se puede desarrollar en concreto la IAP o, al menos, cuáles son las primeras acciones que se van a emprender. Al término de este proceso, como se hizo en el Proyecto +60, conviene convocar una asamblea general, lo más 18 amplia y participada posible, a fin de expresar simbólicamente el carácter abierto, colectivo e independiente del proyecto que se quiere emprender. Existen fórmulas más complejas que la anterior que pueden ser de especial interés para facilitar la participación en profundidad de algunos colectivos con mayor motivación o que ya están organizados y les es más fácil entrar en un proceso sistemático de reflexión. Exponemos a continuación algunos de ellos: ? Diagnóstico participativo de necesidades: con el apoyo de un animador experimentado, un colectivo amplio de personas (el número ideal es en torno a 50, trabajando en asamblea y en grupos de diez) reflexiona intensivamente sobre cómo satisfacen sus propias necesidades y sobre cómo las podrían satisfacer (el método proporciona un cuadro con casillas correspondientes a nueve necesidades humanas fundamentales). El propósito es llevar a los participantes a un análisis en profundidad sobre cómo organizan su vida con vistas a encontrar vías de solución para los problemas detectados más importantes (estas vías se pueden convertir en objetivos consensuados de la IAP, a desarrollar en etapas posteriores). Esta técnica, aplicada con éxito en diversos países y grupos sociales, se basa en un enfoque del concepto de necesidad que destaca tanto el aspecto de carencia como sus potencialidades transformadoras49. ? Tabla de invención: apoyado también en un animador experto, un grupo de personas trata de organizar sus opiniones y juicios en torno a un tema o temas en los que están interesados; para ello, se parte de una tabla de doble entrada donde se hace referencia a los principales agentes implicados en el tema en cuestión y a las condiciones del entorno. A partir de una reflexión sistemática de cada cruce de la tabla, lo que se persigue es consensuar el núcleo generador y los principales objetivos de un proceso de IAP. La "tabla de invención" era utilizada por algunos oradores griegos para organizar sus pensamientos cuando hablaban en público sin recurrir a anotaciones. Se trata también de una técnica bastante utilizada, sobre todo en el campo de la educación(50). ? Conocimiento del medio: reflexión grupal, también apoyada en animadores expertos, que persigue reconstruir las condiciones del entorno de un colectivo profundizando en tres niveles: económico, socio?político y cultural; se trata de rellenar un esquema con casillas vacías a partir de las experiencias y aportaciones de los miembros de la comunidad y con el fin de obtener un cuadro global organizado y compartido por todos. Esta técnica es muy flexible para adaptarse a diferentes tipos de agrupación y ha sido probada en muchas partes del mundo51. En las tres fórmulas descritas se requiere la presencia de "animadores" que tengan experiencia en este tipo de procesos de reflexión colectiva. Aunque no son siempre necesarios, la práctica indica que en las primeras etapas de un proceso de IAP el impulso de la animación es bastante útil (no necesariamente de un animador individual, puede ser un rol compartido). La tarea de animación requiere entrenamiento para plantear en su momento las preguntas adecuadas (no hay que tener todas las respuestas y por ello no se necesita un experto en el sentido académico) y para desbloquear los atascos habituales de los grupos. El animador trata de crear un clima propicio para que los participantes participen activamente y aprendan a trabajar los conflictos que inevitablemente suelen surgir. Entre otras cosas, procuran introducir dinámicas de grupo que divierten al grupo, ensanchan el campo de su imaginación y favorecen una reflexión cada vez más ampliada de los asuntos que se quieren abordar, hasta obtener un conocimiento compartido de los contextos que condicionan la vida cotidiana y explican los problemas que se padecen. Es aconsejable que, cualquiera que sea el que desarrolle el papel de animador, se clarifique bien desde el principio. No se precisa ni un tutor omnipresente ni un árbitro desimplicado del programa. http://www.monografias.com/trabajos32/investigacion-accion-participativa-ejercicio-ciudadania/investigacion-accion-participativa-ejercicio-ciudadania.shtml DOCUMENTO EN PDF CON LA DEFINICION Y CARACTERISTICAS DE LA IAP http://webpages.ull.es/users/ctinobar/2docencia/Poltsociale/Lecciones/lec9/IAP.pdf |