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![]() Este período comienza con Descartes, y el nacimiento de la ciencia experimental, lo que marca una ruptura respecto de toda la filosofía anterior. Pero es necesario comprender qué fue lo que detonó esta ruptura, y qué provocó la crisis en la filosofía medieval. NOMINALISMO DE OCKHAM. Este autor afirma que no conocemos la realidad, sino más bien formamos conceptos universales. Tomamos una nota común a varios individuos y los agrupamos bajo un mismo nombre. Por eso, tales conceptos (y términos) tienen referencia y no significado. Las consecuencias fueron:
Todo esto provocó que la filosofía no tuviera salida frente a tales razonamientos. La metafísica, se hace cargo de todo aquello que no puede comprobarse experimentalmente, porque está más allá de lo físico, por lo que la metafísica al modo en que la veían los antiguos y medievales, carecía de valor. Además, solo podemos estar seguros de lo que puede comprobarse y de aquello con lo que podemos experimentar. Con todo esto, aquello que dice relación con la vida humana, no tiene sentido, por lo tanto hay que dárselo y quizás tendremos que crearlo. El nominalismo supuso el fin de un modo de pensar, de una mentalidad. La filosofía clásica admiraba la realidad, quedó convertida en pura ficción. La mente de un nominalista finge la existencia de mundos posibles, pero en realidad el único que existe es un mundo contingente, sin logos, sin regularidad. Por lo que conocer la realidad no será ya hacer filosofía, sino mas bien hacer ciencia, experimentación. Para que la filosofía, siguiera existiendo debía partir de nuevos presupuestos, pues le tocará asumir el planteamiento del nominalismo y al mismo tiempo, intentar comprender la realidad. La filosofía intentará no asumir el nominalismo, y su forma de filosofar, no será a partir de ningún presupuesto, ni de consideraciones de períodos pasados. COPÉRNICO. Astrónomo polaco (1473-1543) que revolucionó la ciencia, al postular que la Tierra y los demás planetas giran en torno a un sol estacionario. Su teoría centrada en el sol (heliocéntrica) fue desarrollada en los primeros años de la década del 1500, que se oponía a la teoría de Ptolomeo, según la cual el Sol y los planetas giran alrededor de una Tierra fija. El gran aporte fue el nuevo orden de alineación de los planetas según su período de rotación. A diferencia de Ptolomeo, Copérnico vio que cuanto mayor era el radio de la órbita de un planeta, más tiempo tardaba en dar una vuelta completa alrededor del sol. Pero en el siglo XVI la idea de que la tierra se movía no era fácil de aceptar y, aunque parte de su teoría fue admitida, la base principal fue rechazada. Entre 1543 y 1600 Copérnico contó con pocos seguidores y fue objeto de numerosas críticas, en especial de la Iglesia, por negar que la Tierra fuera el centro del universo. Los seguidores más importantes fueron Kepler y Galileo. KEPLER. 1571-1630, astrónomo alemán que recogió ideas copernicanas y publicó en 1609 su Physica Caelestis. Este autor dio expresión matemática rigurosa a los descubrimientos de Copérnico. Y afirmaba de modo más enérgico el matematismo en la ciencia: “Nada puede conocer perfectamente el hombre más que las magnitudes o por medio de las magnitudes”. En 1596 Kepler escribió un libro en el que exponía sus ideas llamado “El misterio cósmico”. En 1600 acepta la propuesta de colaboración del astrónomo Tycho Brahe, quien había montado el mejor centro de observación astronómica de esa época. Cuando muere Brahe, Kepler puede acceder a todos los datos recopilados por éste, los que además eran mucho más precisos que los copernicanos. Luego de probar con diferentes combinaciones geométricas para explicar el movimiento planetario, desentrañó sus famosas tres leyes que describen el movimiento de los planetas. GALILEO. 1564-1642. Este autor fue quien aportó un nuevo método al conocimiento científico, y formuló expresamente una nueva concepción de la naturaleza. Ambos aportes se implican y son simultáneos. En la filosofía aristotélica, la naturaleza se entendía como un principio intrínseco de operaciones que distinguía los seres naturales de los artificiales. Además, la naturaleza se considera activa debido a su esencia. Galileo, considerará a la naturaleza de otra manera: la materia es homogénea y está compuesta de átomos. Las diferencias que existen entre los cuerpos se deben al orden y al movimiento de sus partículas, y no a su esencia. Todos los cambios son cuantitativos y locales; de estos cambios cuantitativos, se derivan los cualitativos. Las cualidades secundarias (sensibles propios, aspectos de la realidad física que solo pueden captarse por un solo sentido y sólo uno, por ejemplo, el color sólo lo capta el sentido de la vista) son reacciones subjetivas ante estímulos físicos, éstas existen sólo en el sujeto que los siente. Las cualidades primarias (son aquellas que no se captan por sí mismas, sino justamente por medio de sus accidentes) son reales y derivan de la extensión. |