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MIS DIÁLOGOS CON J. KRISHNAMURTI 1975 - 1986 1999 P R Ó L O G O Durante mis encuentros con la gente muchos me han pedido que escriba mis diálogos con Krishnamurti, aún sabiendo que sería recordándolos sólo de mi memoria, ya que sólo unos pocos habían sido grabados. Así fue como yo empecé a pensar en escribir al menos algunos de mis recuerdos. Sin embargo algunos otros amigos sintieron que era innecesario escribir mis recuerdos puesto que Krishnamurti había hecho tan bello trabajo de exposición de la vida y la verdad para la humanidad con sus propios libros, videos y audiocassettes. Escribí mis recuerdos para mí mismo por amor a Krishnamurti. Ellos no añaden nada a la enseñanza de Krishnamurti. Espero que cualquiera que lea “Mis Diálogos con Krishnamurti” sienta la necesidad de leer al mismo Krishnamurti. Casi he dejado de leer, y si lo hago es solamente para leer los “Diarios de Krishnamurti” o los “Comentarios sobre el vivir” por Krishnamurti y “Collected Works of Krishnamurti.” (17 volúmenes Kendall Hunt) (1933 1967). El autor escribió este libro a pedido de sus amigos en idioma inglés originalmente para ser más fiel a las palabras de J. Krishnamurti en el diálogo. La traducción al español fue hecha desde el original inglés, aunque es necesario decir que el idioma nativo del autor es el español. LA ÚLTIMA CONFERENCIA DE J. KRISHNAMURTI (Madrás, India 1986) “¡Supongo que tenemos que hablar!” “Participarán ustedes amablemente, si quieren, (no que vayan a pensar en esto), sino que participen, que par ti ci pen”. Esto dijo Jiddu Krishnamurti,para comenzar su última charla pública,unos dos meses antes de su muerte, mientras la brisa lo despeinaba. Los cantos de los innumerables pájaros de Madrás acompañaban sus palabras: “¿A dónde vamos?” ... “¿Se preguntarán ustedes a dónde vamos, más allá de lo que los pobres libros nos puedan decir (y por más sagrados que sean)?” Se preguntó si es que hay algo más en la vida que no sea “hacer dinero e impresionar a los demás”. Se preguntó si es posible vivir en este mundo,tal cual es,sin volverse cínico. Se preguntó si hay diferencia entre el cerebro y la mente. Dijo que el cerebro no puede comunicarse con la mente, pero ésta sí con el cerebro. Krishnamurti comparó el cerebro con la computadora, que no sólo es resultado de un programa, sino que puede crear programas semejantes. “¿Y qué son ustedes, señores?” dijo Declaró que estamos todos encajonados en esa maquinaria cerebral que crea los programas de ser ruso, americano, católico, protestante, musulmán, judío, etc. Declaró que la invención no es la creación. Tuve uno de mis encuentros con David Bohm en 1987 para comentar esto, en Ojai, California y vimos juntos que el proceso genético que genera la forma del organismo (y el cerebro) está dentro de la creación simultánea (holokinesis). Luego el cerebro va conociendo, programando, inventando, conociendo más, memorizando y en base a este movimiento mnemónico opera y predice. Este "movimiento Mnemónico" está dentro de la creación, esa "holokinesis" que definió David Bohm y que es el campo unificado de información que abarca todo el Universo. Originalmente la meditación era el silencio del cerebro con el que se establecía contacto con la holokinesis (la creación). Actualmente sólo existen "técnicas de meditación" que son sólo programas creados por el cerebro. Esas técnicas son sólo invenciones de la memoria y del conocimiento con el alegado objetivo de tratar de liberarnos del pensamiento. Se preguntó Krishnamurti: “ Hay una percepción sin medida, sin comparación, sin recompensa y sin castigo?” “Hay una meditación que no tiene nada que ver con el esfuerzo ni con la voluntad”. "Esta meditación no es autoengaño programado ni autohipnosis”. “Es el absoluto silencio”. “Sin querer alcanzar nada”. “Si yo describiera esa meditación, mi descripción no sería esa meditación”. “Abarca un espacio infinito”. “Señores, ¿está vuestro cerebro alguna vez tranquilo y en silencio?” “¡Pero no tranquilo a base de drogas, de alcohol o de creencias!” “Ese silencio puede hacer contacto con la creaciónen en este mismo instante, ya mismo, con la vida que está emergiendo ahora mismo con la creación.” “El deseo de ese silencio es otro invento de ese mecanismo que es el cerebro.” Se interrumpió Krishnamurti: “¡Esto es demasiado serio para que ustedes jueguen con esto!” “¿Cual es la creación de la que surge el pájaro, ese pájaro que el cerebro no puede inventar?” “La creación es lo más sagrado de la vida y está en absoluto silencio. Si usted hizo un desastre de su propia vida, cámbiela hoy y no mañana”. “Si su vida no está bien en orden no es posible entrar al mundo de la creación”. Y esas fueron las últimas palabras que Krishnamurti pronunció en público. BUSCANDO EL NORTE La contradicción política de Argentina siempre fue muy grande. Llegó a uno de sus puntos más altos, sin embargo, al final del mes de agosto de 1972. Un grupo de guerrilleros de izquierda fueron asesinados en la cárcel por aquel tiempo en Trelew y yo estaba horrorizado al escuchar que uno de ellos había sido un amigo de la familia. Comencé a recibir llamadas telefónicas que me urgían a tomar posición en la lucha armada: “Si no estás con la izquierda, eres de la derecha”, me había dicho la voz de un hombre antes de colgar. En ese momento yo estaba cuidando a un bebé recién nacido en Villada ,Argentina, el 23 de agosto de 1972. Al día siguiente fui a Buenos Aires para obtener una visa a los Estados Unidos. Si el hombre pierde el respeto por la vida peligramos unos y otros. El hombre se convierte en su propio verdugo. Tuve que esperar dos años para obtener una visa temporal para entrar a los Estados Unidos. En ese entonces cada argentino era sospechoso. Hice una parada en Puerto Rico. Había un hombre ahí que deseaba conocerme,se llamaba Enrique Biascoechea. Biascoechea se estaba muriendo. Había sido un amigo de Krishnamurti desde los nueve años. El le escribió una carta a Krishnamurti diciéndole que yo había dejado a mis padres y mis dos hijos pequeños, mis posesiones y amigos, profesión y estatus, para conocerlo. Eso fue en junio de 1974, Enrique murió en noviembre de ese año. Comencé a trabajar como médico residente dieciséis horas al día en Pensilvania. Necesitaba un diccionario para dictar mis notas. De las otras ocho horas del día pasaba cuatro en el sótano estudiando medicina en inglés para poder revalidar mi licencia. Dormía tres o cuatro horas y comía sólo una vez al día, tomando un café en la mañana y otro en la hora de comida, sólo para estar despierto. ¡Algunas veces me pregunto cómo pudo mi cuerpo soportar tanto abuso! Recibía cartas de Argentina: Miseria para mi familia y mis amigos seguían desapareciendo. Había abandonado la esperanza de conocer a Krishnamurti cuando recibí una carta de la señora Zimbalist, fechada el cinco de enero de 1975 en Ojai, California, diciéndome que tenía una entrevista personal con Krishnamurti,señalada para el 23 de marzo a las cuatro de la tarde en el hotel Huntington en San Francisco California. La señora Zimbalist ofrecía su tiempo como voluntaria como una secretaria devota para Krishnamurti. Ella es la viuda del desaparecido Sam Zimbalist, productor de la relevante película “Ben Hur”. A las cuatro en punto de la tarde del 23 de marzo de 1975, toqué a la puerta de Krishnamurti. La señora Zimbalist hizo todo lo posible para hacerme sentir cómodo. Krishnamurti llegó después de cinco minutos. Me levanté tomándome del brazo de la silla para saludarlo. Se veía más pequeño de lo que esperaba. Usaba una vieja chaqueta azul. Se sentó frente a mí, nada entre las dos sillas. La señora Zimbalist se alejó en silencio. Estuvimos sentados viéndonos el uno al otro. Nunca seré capaz de describir ese momento. Sentía de pronto todo el amor que había sentido por mis padres, hijos, novias, amigos (muertos o vivos)... Hubo un largo silencio. Krishnamurti dijo: Biascoechea dice que usted está listo para trabajar para la fundación. Yo dije: Puedo no ser lo suficientemente sabio o libre para eso. Krishnamurti: Usted lo será. Rubén: ¿Que implicaría el trabajo? Krishnamurti: Publicar libros, videos y cintas. Rubén: Eso implica manejar dinero. Krishnamurti: Millones de dólares. Rubén : Eso me horroriza. No estoy listo para eso. Yo pensé que tendría que viajar con usted, mecanografiar sus pláticas de las cintas grabadas... cosas como esas. Krishnamurti: (Riendo) Usted puede hacer más que eso doctor... Rubén: Mi nombre es Rubén Ernesto Feldman González. Krishnamurti: Eso es confuso ¿Puedo llamarlo Dr. González? Rubén: Por supuesto, pero mi nombre verdadero es rabia. Krishnamurti: (Tocando mi rodilla izquierda) ¡Ah! Me alegra que usted no use una máscara como tantos que vienen a mí pretendiendo ser santos. Rubén: Estoy lejos de eso. Siento una completa repugnancia por la así llamada situación política de Argentina, mi país de origen, y aún por la manera en que mi profesión se practica. Soy cirujano pediatra. Ahora he comenzado a estudiar psiquiatría (julio de 1974) en Pensilvania para ver por qué el mundo ha enloquecido tanto. Sin embargo no estoy impresionado, la aproximación al tratamiento de psiquiatría es convencional...estandarizada. También dejaré la psiquiatría . No sé qué voy a hacer. Krishnamurti: No deje la psiquiatría, cámbiela. Rubén: Nunca pensé que usted me daría un consejo concreto como ese. Suena a pensamiento absurdo. Cambiar la psiquiatría suena como cambiar los colores de los grillos del mundo. Krishnamurti: Usted tiene que cambiar la psiquiatría. Rubén: Desearía saber lo que quiere decir. Krishnamurti: Usted tiene que conocer al Dr. David Bohm en Londres. Vayamos allá pronto. Rubén: Ojalá pudiera, tal vez si pido un préstamo... Krishnamurti: ¡No! No pida un préstamo. Usted lo conocerá pronto de cualquier manera. Rubén: Necesito hacer muchos cambios. No tengo paz. Los amigos han desaparecido en Argentina. Todo parece tan caótico y corrupto... Krishnamurti: (Sonriendo). Usted necesita ejercicio. (Krishnamurti tocó mi barriga con la punta de su dedo índice izquierdo). Rubén: Trabajo dieciséis horas al día y luego tengo que sentarme a estudiar por cuatro horas al día antes de ir a dormir. Todo para poder renovar mi licencia médica en los Estados Unidos. Krishnamurti: Esa es una excusa. Cuídese. Necesita ejercicio. Parece un toro. Rubén: A veces siento que necesito compartir mi entendimiento con la gente alrededor del mundo. ¿Qué diría a eso? Krishnamurti: Usted hable. Siguió un silencio muy largo. Yo había esperado que me dijera que me “quedara quieto” y pasara el resto de mi vida en meditación silenciosa. Con muy pocas palabras él era el espejo perfecto para que mis propias contradicciones emergieran y fueran vistas con claridad. Krishnamurti insistió: “La fundación en Puerto Rico no tiene cabeza. Espero que usted se haga cargo ( agarró mi rodilla izquierda). Rubén: Krishnaji, cuando estaba con Biascoechea todo parecía tan fácil. Ahora veo que no tengo la paz mental, las aptitudes correctas, ni la libertad (dos hijos y dos padres que alimentar) para una tarea tan importante y difícil. Ciertamente no es un día de campo. Krishnamurti: Espero que se haga cargo. Siguió otro largo silencio. Krishnamurti discutió varios temas concernientes a las fundaciones, traducciones, gente como Salvador Sendra, Vimala Thakar, luchas personales e ideológicas en las fundaciones, etc. Rubén: Estoy ansioso de conocer a Salvador y a Vimala... pero la gente del Cuarto Sendero está tratando de mezclar lo que usted dice con lo que otros han dicho y están bastante deseosos de controlar las fundaciones. Krishnamurti: Eso ha estado ocurriendo todo el tiempo y no sólo con ellos. El Cuarto Sendero es un sendero de violencia que refuerza el ego y el deseo de controlar la vida y su curso. No lo toque. El primer insight (súbita comprensión) es tirar todo lo no esencial para la total liberación de la humanidad. Rubén: Ahora que menciona lo no esencial, ¿por qué permite que se publique su biografía escrita por Lutyens? Es chismosa y superficial, y puede no ser correcto vender “A los pies del maestro” con su nombre en él. Krishnamurti: No son mis libros. Rubén: Ellos están obteniendo ganancias. Krishnamurti: No es mi problema. Rubén: ¿Cómo recomienda que se lean sus libros y en qué orden? Krishnamurti: No los lea como una novela. Lea lentamente como si su vida estuviera en cada palabra y cada frase. Comience con el último y si hay un interés vaya hacia atrás hasta el primero. Rubén: ¿Deberíamos leer todos sus libros? Krishnamurti: Si usted toma un tren en San Francisco para ir a Los Ángeles ¿Se bajaría en Santa Bárbara? Ambos nos hechamos a reir. Uno tenía que reír muy seguido en la compañía de Krishnamurti. Al día el orden de los libros sería: “Más allá del tiempo” “El despertar de la inteligencia” “Comentarios sobre el vivir” “Diario” “Libérese del pasado” “Obras completas (1933 67)” Pregunté: ¿Porqué no come carne? El contestó: “Piedad” Esperaba una respuesta más larga, pero fue todo lo que dijo. De nuevo hubo un largo silencio. El silencio era muy vivo, el silencio de dos amigos que estaban alerta viendo juntos la misma cosa al mismo tiempo. Se levantó y dijo: “Discúlpeme Dr. González, prepararé un poco de té para usted”. En la cocina de la gran suite susurró algo a la Sra. Zimbalist que estaba sentada ahí. Regresó con una taza de té. Dijo: “Té de rosas para usted”. Di un sorbo pero no me gustó. Lo dejé en la pequeña mesa detrás de nosotros. Rubén: ¿Podemos hablar acerca de la meditación? Krishnamurti: ¿Acaso existe otra cosa? Rubén: Bueno, la mera palabra meditación es usada por gurús de todo tipo para hacer dinero, vender libros tontos, técnicas, almohadas, cristales, mantras e incienso. Krishnamurti: He estado usando esa palabra por 50 años, no puedo cambiarla ahora. La gente tendrá que ver que uso la palabra con un significado diferente. ¡Yo no uso la palabra meditación con su significado tradicional! Rubén: ¿Que tal usar la expresión “Percepción Unitaria” en cambio? Krishnamurti: Usted úsela. Durante su última plática en Inglaterra en 1985, diez años después,Krishnamurti dijo que no usaría más la palabra “meditación”. Krishnamurti: ¿Por qué no vivir simplemente? Llámelo meditación o percepción unitaria. La autoprotección y el autoengradecimiento tienen que terminar para poder vivir de manera simple. Vivir simplemente es vivir inteligentemente, sin un observador en observación. Si usted cree que tiene que volver a Argentina para ser leal a algún concepto , usted no es simple. Si usted está enojado usted no es sencillo. Si está lleno de dolor usted no puede amar a nadie. ¿Puede usted ser espontáneo y simplemente actuar? Rubén: Usted no está diciendo que tengo que quedarme solo y vivir en la pobreza y el silencio. Krishnamurti: ¿Sería eso simple? ¿Estaría usted escapando de la vida? La consumación de la verdad no es para tener éxito o ser rico...¿Pero quiere usted la verdad completa? Busque el dinero o el éxito y hallará la frustración. Busque la verdad y usted recibirá la paz total de la mente. ¿Será usted uno de los pocos? ¿O continuará siendo uno de los muchos adoradores del dinero y del éxito? Tras un largo silencio, dijo : “Dr. González, su té debe estar frío ya ¡termíneselo!” No tuve el valor de decir que no y lo terminé silenciosamente. El dijo: “Encontrémonos mañana a las 8 A.M.” Krishnamurti fue conmigo hasta la puerta. La abrió por mí y sonrió amorosamente despidiéndose con un: “Adiós”. Yo le pregunté: “¿Qué adjetivo debería aplicarse a lo que enseña: mensaje, sermón,... o qué? Krishnamurti dijo: “Llámelo ‘enseñanzas’.Veámonos mañana a las 8 A.M. aquí mismo”. Me había alojado en el mismo hotel que Krishnamurti. Pasé el resto de la tarde solo en mi cuarto. Me sentí como un cóndor por el resto del día. En el lobby,esa tarde,me encontré con Krishnamurti por casualidad . Caminé con él durante un largo rato. Vi a un par de chicas hermosas y exclamé : “Dios, que hermosas son”. Krishnamurti dijo: “Sólo bien alimentadas” Dije: Krishnaji, me sentí como un cóndo durante toda la tarde , lleno de paz, alegría y amor. Pienso que es porque pasé algún tiempo con usted. Krishnamurti dijo: “¿Por cuánto tiempo quiere ser infectado?”. |