descargar 81.73 Kb.
|
Tema 4. El Barroco
1INTRODUCCIÓN: HISTORIA Y PENSAMIENTO.En 1598 muere Felipe II y en 1599 se inicia el reinado de Felipe III. El siglo XVII es el de la crisis y decadencia acelerada del Imperio hispánico; Sancho de Moncada, economista, decía a comienzos del siglo XVII: " Los extranjeros negocian en España de seis partes las cinco de cuanto se negocia en ella, y en las Indias, de diez partes las nueve." En efecto, 1627 es el año de otra suspensión de pagos estatal, hay un exceso de nobles, hidalgos y religiosos que no producen. La miseria, en efecto, parece enseñorearse de la Península, debido a estas y otras causas. " El estado de los labradores de España en estos tiempos está el más pobre y abatido, miserable y acabado de todos los demás estados." ( Fray Benito de Peñalosa) "... al rico le llaman honrado porque tiene qué comer." ( Popular) En 1609, por si fuera poco, tiene lugar la expulsión de los moriscos, contra toda lógica y sentido práctico de la economía y siguiendo la línea racista (el único grupo digno de pisar suelo patrio es el de los cristianos viejos). La cultura y la economía son totalmente dispares. España tiene una cultura absolutamente floreciente y una implacable miseria económica; gran poder militar y enorme decadencia tecnológica (recordemos la derrota de la Armada Invencible en 1585); su riqueza en oro y plata extraídos de América y su deuda permanente con los banqueros europeos. El abismo, en suma entre realidad y apariencia, así como la obsesión por el engaño, son la clave para una lectura significativa del Barroco. El Barroco es además de un estilo artístico una angustiosa forma de vivir y de pensar: - el hombre es un ser despreciable - el mundo: lugar de continuos engaños - la vida: un juego siniestro - la muerte: una obsesión morbosa Recordemos un conocido texto de Mateo Alemán, autor de la novela picaresca Guzmán de Alfaache: "En todas partes hay lágrimas, quejas, agravios, tiranías..." O este otro de Quevedo: "¿Qué otra cosa veis en el mundo sino entierros, muertes, sepulturas?" A la vez, sin embargo, es una época de gran sensualidad, de rica música; época de artificios, de lujo en el vestir de los hombres y las mujeres nobles, de gran recargamiento en la arquitectura. Y en poesía, de acumulaciones metafóricas con que los poetas se refieren a la belleza femenina, rechazando la naturalidad y la sencillez. Pero todas estas metáforas son muchas veces llevadas al absurdo y se entienden como engaño colorido y vacua belleza. Todo es, como afirma Calderón, humo, polvo, sombra y viento, y la belleza femenina es al fin tierra, humo, polvo, sombra y nada, como dice Góngora. 2CULTERANISMO Y CONCEPTISMO2.1 El conceptismo Se basa en asociaciones ingeniosas de palabras o ideas. Se tiende a un lenguaje conciso, lleno de contenido. Para ello se juega con los significados de las palabras. Los recursos más utilizados:
Con dados se ganan condados Los escritores conceptistas más notables son Francisco de Quevedo y Baltasar Gracián. 2.2 El culteranismo Si los escritores conceptistas exprimen las posibilidades de la lengua partiendo de los significados de las palabras, el culteranismo considera, ante todo, la belleza formal. Frente a la concentración conceptista, sobresale en los culteranos la ornamentación exuberante. Aunque los temas puedan ser triviales, se utiliza un estilo esplendoroso que desea llamar la atención sobre el lenguaje mismo. Recursos más utilizados:
Metáforas: "....invidiosa, sobre nieve / claveles deshojó la Aurora en vano." (Góngora, Soneto CIX) ( se refiere a la sangre que brota de la blanca piel de una mujer al pincharse con un alfiler "pequeña puerta de coral preciado..." "Mientras por competir con tu cabello, oro bruñido al sol relumbra en vano..." Ej de hipérbatos:"a las que tanto mar divide playas" "estas que me dictó rimas sonoras" [Fábula de Polifemo y Galatea; L. de Góngora] La figura más sobresaliente es Luis de Góngora. En realidad, el procedimiento metafórico es idéntico en los dos, y ese procedimiento se basa en el uso de conceptos, es decir, el establecimiento de una relación entre ideas u objetos remotos porque no tienen una relación estrecha sino ficticia y arbitraria. "... azadas son la hora y el momento..." azadas = hora; azadas = momento; La diferencia más clara entre los dos es que el culteranismo tiende al uso abusivo de hipérbatos (imitando al latín), y de metáforas que tienen el claro objetivo de eludir una realidad que se sabe engañosa: El conceptismo por su parte, huye del abusivo empleo de hipérbatos exagerados, y busca con el empleo de metáforas conceptuales poner al descubierto la realidad que el culteranismo trata de eludir y esconder.
3EL LÉXICO DE LA POESÍA BARROCA
Las características principales del léxico barroco son la intensificación del color propio del Renacimiento. Se tiende al uso de colores vivos y brillantes exhibiendo delicados matices cromáticos. En la poesía profana el color celebra el mundo material y el goce de los sentidos: En tanto que de rosa y azucena se muestra la color en vuestro gesto,… [Garcilaso de la Vega] Ej.: "Bastábale al clavel verse vencido del labio en que se vio (cuando, esforzado con su propia vergüenza, lo encarnado a tu rubí se vio más parecido) [...] [Soneto amoroso; Fco. de Quevedo] En la poesía religiosa barroca se subrayan la angustia y las tinieblas espirituales del poeta, deseoso de merecer la luz divina, para lo que se sirve del contraste luz oscuridad. Mas de tu luz mi oscuridad vencida, el monstruo muerto de mi ciego engaño vuelva a la patria, la razón perdida. [Soneto de Lope de Vega]
La atención al movimiento aparece también en la poesía barroca por medio de tiempos con tiempos opuestos y expresiones que denotan dicho movimiento; de hecho , la literatura del siglo XVII es portadora de una visión dinámica de la realidad: Ej.: "¡Cómo de entre mis manos te resbalas! ¡Oh cómo te deslizas, edad mía! [Soneto a la brevedad ded la vida; Fco. de Quevedo] De otro lado concurren también las imágenes ígneas referidas a la intimidad del poeta en claro tono hiperbólico: fuego, llama, cenizas, encendido, ardor, consume, infierno, hervir, abrasado, etc. y voces que denotan ruina, destrucción, miedo o angustia, horror, tendiendo a la desmesura. Ej.: "La gente esquivo y me es horror el día, dilato en largas voces negro llanto, que a sordo mar mi ardiente pena envía." [Soneto a Lisi; Fco. de Quevedo] 4. LUIS DE GÓNGORA Y ARGOTE.Nació en Córdoba en 1561. Sólo escribió poesía, estudió Derecho en Salamanca y fracasó lamentablemente en la carrera debido a su poca dedicación a los estudios, a su vida disipada en amores, al ejercicio temprano de la poesía y a su pasión por el juego, al que fue adicto toda su vida. Vivió en Madrid alrededor de treinta años, llevando una existencia lamentable, halagando y pidiendo favores a los poderosos. En 1625 sufre un ataque de apoplejía3 y vuelve a Córdoba un año más tarde, para morir al poco tiempo, rodeado de dificultades y miserias. Esta miseria, esta vida más mediocre que virtuosa queda como el trasfondo sublimado de la obra seguramente más extraña, erudita, difícil y oscura de toda la literatura en lengua castellana. Su obra, incomprendida para los más, no podía ser vendida en un momento en que la gente empezaba a pagar para leer. La grandeza de la poesía de Góngora, su artificio y su oscuridad, llevaban a su autor a la más extrema indigencia, ya que jamás obtuvo beneficios de otras actividades. Son la grandeza de la obra de un poeta y su miserable vida las que resumen y representan el paralelismo de toda una época de grandeza cultural a la vez que de despiadada miseria económica, la época que conocemos con el nombre de Barroco. La obra del cordobés comprende numerosos sonetos, letrillas, romances y sus grandes poemas: Soledades, Fábula de Polifemo y Galatea y el Panegírico al duque de Lerma. 5. FRANCISCO GÓMEZ DE QUEVEDO Y VILLEGAS.Nació en Madrid en 1580. De estirpe noble, pero relativamente modesta vivió siempre conflictivamente ligado a la Corte, donde adquirió pronto fama de escritor satírico, agresivo y hasta pendenciero. Es uno de los escritores más inteligentes de su época, y uno de los escritores castellanos que mejor haya trabajado y dominado jamás la lengua. Brutalmente antisemita, vulgar antifeminista, es también un extraordinario crítico de la sociedad de su tiempo; es sabio y erudito, poeta "metafísico", sólo comparable a los mejores de la Europa de su tiempo. A la vez es una persona llena de amargura y desprecio por el mundo: "... y lo que llamáis morir es acabar de morir, y lo que llamáis nacer es empezar a morir, y lo que llamáis vivir es morir viviendo." Es éste su enorme y contradictorio talento, lo que hace que Quevedo sea, como lo es Cervantes, aunque de forma tan distinta, ejemplo extremo de las contradicciones de aquel tiempo en que el Imperio español se desmoronaba. Tenía una visión extraordinariamente sutil de la sociedad en crisis de su tiempo, por lo que desmantelará una y otra vez los fabulosos edificios construidos por la difícil, colorista y artificiosa poesía de Góngora (ver más abajo El estilo de Góngora y Quevedo) Quevedo ve bien lo que ocurre y de ello se propone hablar en contra de todo y de todos: "No he de callar por más que con el dedo, ya tocando la boca, ya la frente, silencio avises o amenaces miedo,..." A partir de la angustia del barroco, condensada y concentrada en su propia poesía, Quevedo arremete con durísimas sátiras contra mujeres, sastres, abogados, cornudos, judíos, catalanes, cordobeses, gallegos, homosexuales... Además Quevedo demuestra un prodigioso dominio y control del lenguaje en la que vemos al ser humano enfrentarse con algunas últimas verdades básicas: la brevedad de la vida en que el hombre vive su existencia hacia la muerte. "...Entré en mi casa y vi que, amancillada, de anciana habitación era despojos; mi báculo, más corvo y menos fuerte. Vencida de la edad sentí mi espada y no hallé cosa en que poner los ojos que no fuese recuerdo de la muerte." En sus poemas calificados de religiosos, morales o filosóficos, Quevedo vuelve a meditar sobre la brevedad de la vida afirmando que en su misma esencia se encuentra también la esencia de la muerte. Ser y no ser forman ahora una identidad dialéctica indestructible; todo momento del vivir revela que el ser es y no es; lo único permanente es el movimiento (recordemos la visión dinámica de la realidad que impera en el barroco ): " hoy se está yendo sin parar un punto". "...Ya no es ayer; mañana no ha llegado; hoy pasa, y es, y fue, con movimiento que a la muerte me lleva despeñado. Azadas son la hora y el momento que, a jornal de mi pena y mi cuidado, cavan en mi vivir mi monumento." Incluso en su poesía amorosa aparecen sus obsesivas ideas sobre la muerte; y es precisamente esta mezcla de amor y muerte lo que dará origen a un pequeño grupo de poemas amorosos de una eficacia poética estremecedora y de una novedad extraordinaria. 6. EL ESTILO DE GÓNGORA Y QUEVEDO: APARIENCIA Y REALIDADEntre Góngora y Quevedo hay diferencias de contenido y forma, que remiten en última instancia a distintas maneras de aprehender la realidad. Góngora, el poeta culterano, cultiva la forma de su poesía disfrazando la esencia de las cosas, la realidad profunda, con bellas metáforas, porque en el fondo se trata de una realidad siniestra, oscura, detestable: "No os engañen las rosas... manzanas son de Tántalo..." "pequeña puerta de coral preciado..." "Mientras por competir con tu cabello, oro bruñido al sol relumbra en vano..." Es ésta una poesía colorista, nítida, con un léxico suntuoso, que sublime, se eleva por encima de la realidad, ocultándola, o al menos disimulándola - ya que aquélla queda al descubierto, y no siempre, en última instancia -. En Quevedo no obstante, falta ese velo metafórico. Desde el primer instante, por medio de antítesis y dilogías, queda patente la ecuación ser = parecer, esencia = apariencia. No ocultación de la realidad porque ésta es lo único que importa, una realidad desmitificada y agónica que en último término se identifica con la nada, con la muerte. Por eso en Quevedo no abundan las metáforas puras, porque, al contrario que en Góngora, no hay nada que ocultar. Las imágenes son por tanto más frecuentes, la identificación manifiesta de dos conceptos, a menudo aparentemente opuestos -imágenes antitéticas-: " azadas son la hora y el momento que cavan en mi vivir mi monumento." "...y muerte viva es, Lico, nuestra vida, ayer al frágil cuerpo amanecida, cada instante en el cuerpo sepultada..."
Mientras por competir con tu cabello, oro bruñido el sol relumbra en vano, mientras con menosprecio en medio el llano mira tu blanca frente el lilio bello; mientras a cada labio, por cogello, siguen más ojos que al clavel temprano, y mientras triunfa con desdén lozano del luciente cristal tu gentil cuello; goza cuello, cabello, labio y frente, antes que lo que fue en tu edad dorada oro, lilio, clavel, cristal luciente no sólo en plata o vïola troncada se vuelva, más tú y ello juntamente en tierra, en humo, en polvo, en sombra, en nada. (Luis de Góngora)
Yo os quiero confesar, don Juan, primero, que aquel blanco y color de doña Elvira no tiene de ella más, si bien se mira, que el haberle costado su dinero. Pero tras eso confesaros quiero que es tanta la beldad de su mentira, que en vano a competir con ella aspira belleza igual de rostro verdadero. Mas ¿qué mucho que yo perdido ande por un engaño tal, pues que sabemos que nos engaña así Naturaleza? Porque ese cielo azul que todos vemos, ni es cielo ni es azul. ¡Lástima grande que no sea verdad tanta belleza! (Bartolomé Leonardo de Argensola)
(Bartolomé Leonardo de Argensola) De pura honestidad templo sagrado cuyo bello cimiento y gentil muro de blanco nácar y alabastro duro fue por divina mano fabricado; pequeña puerta de coral preciado, claras lumbreras de mirar seguro, que a la esmeralda fina el verde puro habéis para viriles usurpado; soberbio techo cuyas cimbrias de oro al claro sol en cuanto en torno gira ornan de luz, coronan de belleza ídolo de ello a quien humilde adoro oye piadoso al que por ti suspira tus himnos canta y tus virtudes reza. (Luis de Góngora)
Fue sueño ayer, mañana será tierra. ¡Poco antes nada, y poco después humo! ¡Y destino ambiciones, y presumo apenas punto al cerco que me cierra! Breve combate de importuna guerra, en mi defensa, soy peligro sumo, y mientras con mis armas me consumo, menos me hospeda el cuerpo que me entierra. Ya no es ayer, mañana no ha llegado; hoy pasa y es y fue, con movimiento que a la muerte me lleva despeñado. Azadas son la hora y el momento que a jornal de mi pena y mi cuidado cavan en mi vivir mi monumento. (Francisco de Quevedo) 1.Identifica y explica todas las metáforas de este soneto. 2. Vivir es caminar breve jornada, y muerte viva es, Lico, nuestra vida, ayer al frágil cuerpo amanecida, cada instante en el cuerpo sepultada. Nada que, siendo, es poco, y será nada en poco tiempo, que ambiciosa olvida; pues, de la vanidad mal persuadida, anhela duración, tierra animada. Llevada de engañoso pensamiento y de esperanza burladora y ciega, tropezará en el mismo monumento. Como el que, divertido, el mar navega, y, sin moverse, vuela con el viento, y antes que piense en acercarse, llega. (Francisco de Quevedo) 1. 2. 3. Ir y quedarse, y con quedar partirse, partir sin alma, y ir con alma ajena, oír la dulce voz de una sirena y no poder del árbol desasirse; arder como la vela y consumirse, haciendo torres sobre tierna arena; caer de un cielo, y ser demonio en pena, y de serlo jamás arrepentirse; hablar entre las mudas soledades, pedir prestada sobre fe paciencia, y lo que es temporal llamar eterno; creer sospechas y negar verdades, es lo que llaman en el mundo ausencia, fuego en el alma, y en la vida infierno. (Lope de Vega)
ACTIVIDADES (I) Fue sueño ayer, mañana será tierra. ¡Poco antes nada, y poco después humo! ¡Y destino ambiciones, y presumo apenas punto al cerco que me cierra! Breve combate de importuna guerra, en mi defensa, soy peligro sumo, y mientras con mis armas me consumo, menos me hospeda el cuerpo que me entierra. Ya no es ayer, mañana no ha llegado; hoy pasa y es y fue, con movimiento que a la muerte me lleva despeñado. Azadas son la hora y el momento que a jornal de mi pena y mi cuidado cavan en mi vivir mi monumento.
ACTIVIDADES (II)
1 Recordamos estas figuras: Antítesis: Contraste entre palabras o expresiones de sentidos opuestos (vida/ muerte; placer/dolor, etc.) Paradoja: Unión de conceptos sólo aparentemente contradictorios (Vivo sin vivir en mí) Condensación conceptual: No es exactamente una figura literaria. Se trata de una acumulación de conceptos que aumenta la complejidad del texto Hipérbole: Exageración Equívoco: Consiste en hacer uso del valor polisémico de algunas palabras: se repite el significante (o cuerpo fónico de la palabra) pero en cada aparición el significado es distinto. (Por ejemplo, usar la palabra presa con diversos significados en un poema). 2 Recordamos estas figuras: Metáfora: Sustitución de un término por otro con el que guarda una relación de semejanza. (Tus labios son fresas). Sinécdoque: Nombrar la parte por el todo o al revés. (En la ciudad vivían veinte mil almas). Metonimia: Sustitución de un término por otro con el que mantiene una relación de proximidad (causa-efecto, continente-contenido, etc.) Perífrasis: Se llama también circunloquio. Consiste en designar de forma indirecta un concepto a través de sus características. (La tierra que descubrió Colón por América) Aliteraciones: Repetición de sonidos o grupos de sonidos semejantes. Paronomasias: Se colocan próximas palabras de significante muy parecido, pero de significado diferente (hombre/hambre) Hipérbaton: Gran alteración del orden habitual de las palabras. 3 Suspensión más o menos completa, y por lo general súbita, de algunas funciones cerebrales, debida a hemorragia, obstrucción o compresión de una arteria del cerebro. |
![]() | ![]() | ||
![]() | ![]() | ||
![]() | ![]() | ||
![]() | ![]() | ||
![]() | ![]() | «peñasco»; asimismo, aunque el estilo arquitectónico a que se hace referencia nace en la Italia del s. XVII, este nombre no se documenta... |