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La casa de Bernarda Alba, Federico García Lorca Contexto histórico-literario La casa de Bernarda Alba es la obra más destacada del teatro de Federico García Lorca, autor incluido en la literatura del siglo XX, concretamente perteneciente a la generación del 27. La Generación del 27 es un grupo de escritores y de poetas que se dan a conocer a partir de 1920. Este grupo homenajea a Góngora, y tiene influencias del modernismo, de Juan Ramón Jiménez y de los vanguardistas. Federico García Lorca (1898-1936), granadino, vive desde 1919 en Madrid, excepto el paréntesis de su viaje a Nueva York, y muere asesinado al comienzo de la guerra civil. Destaca tanto en poesía como en teatro. En ambos géneros el tema central es la muerte, el amor conducido por el dolor y la frustración. Es el dramaturgo español más conocido en el extranjero. Su producción se inicia con El maleficio de la mariposa (1920), cuyo escaso éxito hace que el autor experimente nuevas fórmulas. Su producción dramática se puede clasificar:
Los personajes La obra entera es un drama sobre mujeres, concretamente un drama rural, por lo que a lo largo de la obra solo aparecen mujeres. Solo aparecen mujeres, en el sentido de participar en la obra, ya que sí que hay un personaje masculino, Pepe el Romano, que tiene gran importancia en el transcurso de la obra, pero que sin embargo nunca aparece en escena. Se ha de destacar la minuciosidad con la que Federico García Lorca escoge a los personajes, cuidando y dotando de significado hasta el nombre de cada uno de los personajes de la obra. Los personajes de la obra están al acecho unos de otros, con su instinto de sobrevivir cada vez más agudizado. El dominio de Bernarda sobre sus hijas y sobre sus criadas, provoca en cada una de ellas un sentido de preservación, elemental e instintivo. Bernarda (60 años): Su nombre significa “con fuerza de oso”, representado así a una mujer tirana, mandona y dominante. Tiene un fuerte sentido clasista, dando mucha importancia a las apariencias y al “qué dirán”. Bernarda, en ausencia de hombres, es la autoridad de la casa, representada por el bastón y por su lenguaje prescriptivo e imponente. Hijas de Bernarda: Adela (20 años): Es la más joven de las hijas de Bernarda, tanto en edad como en actitud. No está dispuesta a someterse a la tiranía materna y todo en ella es vitalidad (simbolizado en su vestido verde). Desafía la moral establecida, llegando incluso a romper el bastón de su madre, aunque le es imposible vencerla y esto la lleva a un destino trágico, suicidándose por el amor a Pepe el Romano. Su nombre significa “de naturaleza noble”. Angustias (39 años): Es la hermana mayor, nacida del matrimonio de Bernarda con el primero esposo. Heredera de una gran fortuna que no tarda en atraer, pese a su edad y su falta de encantos, a Pepe el Romano. A pesar de no tener pasión ni ilusión, y de ser consciente de que aquel hombre solo la quiere por su dinero, ella desea casarse para salir de esa casa y escapar de su madre. Su nombre refleja su falta de pasion y desilusión. Martirio (24 años): Es un personaje muy complejo, y una mujer poco atractiva. Es un personaje turbio ya que, debido a su fallido matrimonio con un joven de inferior clase social, ahora envidia y rechaza a sus hermanas y sus amores con Pepe el Romano, especialmente a Adela, a quien su malicia lleva a cometer el suicidio. Su nombre refleja la vida que lleva de manera torturada, depresiva y pesimista. Magdalena (30 años): Es un personaje desesperanzado y desilusionado. Sumisa casi por completo a la tiranía de su madre, da por hecho que nunca se casará, llegando incluso a desear haber nacido hombre. Amelia (27 años): Es un personaje singular, con un carácter tímido e incluso asustadizo. Es muy reservada, y al igual que Magdalena acepta el poder de Bernarda. Su nombre significa “sin miel”. Otros personajes: La Poncia: Es la criada principal de la casa. Su relación con Bernarda es casi de amigas en ocasiones, escuchándola, aconsejándole…sin embargo el sentido clasista de la dueña de la casa las distancia, llenando a la criada de odio hacia ella. La relación de ésta con las hijas es, en la mayoría de los casos, buena, llegando incluso a aconsejarles sobre la vida sexual, incitándolas de esta manera. Destaca su sabiduría rústica y su manera popular de hablar. María Josefa: La madre de Bernarda es una anciana loca cuyas palabras transmiten locura y verdad. Expresa lo que ninguna de las hijas se atreve a decir: su deseo de libertad, de amor, etc. Es una mala imagen ante el pueblo, por lo que Bernarda la mantiene siempre encerrada en la casa. Pepe el Romano: Es el único personaje masculino de la obra, pero nunca aparece en escena. Es el catalizador de todas las pasiones e iras en la casa. Es el objeto de deseo de las mujeres de la casa, y por consiguiente motivo de luchas. A pesar de estar comprometido con Angustias (por su dinero) se enamora de Adela, y al final son descubiertos. En la obra se conoce que la acción se desarrolla en 3 momentos distintos. Todos ellos en un verano caluroso que cercará a los personajes:
Lorca utilizaba el anochecer para los momentos más dramáticos de su teatro, elemento reflejado en La casa de Bernarda Alba. Sin embargo, el autor no hace referencia al paso del tiempo entre acto y acto, pero se conoce que las acciones no son consecutivas, por lo que se reafirma lo dicho anteriormente. Se sabe que la obra termina de ser escrita el 19 de Junio de 1936, y tras unas primeras lecturas en privado se deduce que esta obra habría sido escrita en poco tiempo y durante la primavera de ese año, por lo que entonces el tiempo externo corresponde con el comienzo de la Guerra civil, hecho que condicionaría la posterior publicación de la obra. En cuanto a la estructura de la obra, se ve reflejada esa influencia del Siglo de Oro que nos muestra el autor. Es debido a esto por lo que vuelve a las 3 partes planteadas tradicionalmente por estos autores. El inicio, correspondería con el 1º acto, y es donde Lorca presenta el problema que a continuación, en el 2º acto fuera a tener lugar (nudo); finalmente, el desenlace que es donde se desarrolla en este caso el momento de más carga dramática coincide con el 3º acto de la obra. A su vez, esta obra presenta una innovación, ya que las escenas empiezan cada vez que sale un nuevo personaje a escena. En total, son 24 escenas divididas en 8 escenas por cada acto. La obra empieza con la muerte del esposo de Bernarda. Ya en la casa, Bernarda hace murmurar a todas las vecinas con sus comentarios sobre si sus hijas merecen a los hombres de ese pueblo, luego todas empiezan a rezar. Cuando todo el mundo se va, las hijas de Bernarda empiezan a hablar de la herencia que les ha dejado su padre. La que se lleva la mejor parte es la hija primogénita, Angustias. Las demás hermanas comentan además de la herencia, el chico más guapo y apuesto del pueblo, quiere casarse con ella. Más tarde, una de las hermanas anuncia que Pepe el Romano (el pretendiente de Angustias) para por la calle y van todas a verlo menos Adela, que primero se resiste y luego al final va. Antes de asomarse a la ventana para ver a Pepe, Adela le abre la puerta a su abuela (Mª Josefa) a pesar de que su madre lo ha prohibido, pero ella lo hace para vengarse por el luto tan largo que les ha impuesto pero Bernarda ordena a La Poncia y a sus hijas que la vuelvan a encerrar. El segundo acto empieza con la imagen de La Poncia y de las hijas de Bernarda (a excepción de Adela) cosiendo las sábanas para el ajuar de Angustias. Empiezan a hablar de lo extraña que está Adela y de por qué no está allí con ellas. Siguen hablando y sacan el tema de Pepe el Romano, que según Angustias se marchó la noche anterior a la una y media (pero Martirio y La Poncia saben que se marchó mucho más tarde). Más tarde Adela sale de su habitación y Martirio le pregunta con ironía a qué se debe su falta de sueño ya que saben que se encuentra con Pepe. Después Angustias descubre que alguien le ha robado la única fotografía que tiene de Pepe y se pone a gritar, se arma un alboroto al que Bernarda acude a calmar y manda a La Poncia que registre las habitaciones de sus hijas. Al final La Poncia encuentra la foto entre las sábanas de la cama de Martirio, y ésta dice que ha sido una broma. Mientras La Poncia mantiene una conversación con Adela, donde descubre que la joven está enamorada de Pepe el Romano, en la calle se escuchan ruidos. Que se deben al alboroto que arman unos hombres del pueblo que se llevan a una mujer por haber matado a un hijo ilegítimo que había engendrado. Adela se entera y pide clemencia por la mujer. El último acto empieza con la imagen de todas las hijas de Bernarda sentadas en la mesa comiendo. Prudencia, de visita por el pueblo, le pregunta a Angustias cómo van los preparativos de su boda. Prudencia se marcha y Adela sale al portal en compañía de Amelia y Martirio. Bernarda que está presente en la escena, le pide a Angustias que hable con Martirio del tema del retrato. Luego Bernarda le pregunta a Angustias si esa noche verá a su pretendiente y ella le contesta que no. Cuando vuelven a entrar todas las mujeres de la familia se acuestan menos las criadas pero cuando las criadas se iban a retirar, aparece Adela con la excusa de que tiene sed. Adela sale sin hacer ruido hacia la puerta del corral. Detrás se levanta Martirio, que la descubre y comienzan a discutir. Todo el mundo se despierta y Martirio le dice a Bernarda que Adela estaba con Pepe el Romano en el pajar. Por todo esto Angustias se siente desolada y Bernarda, después de reñir a Adela, coge una escopeta para disparar contra Pepe. Adela pensando que lo ha matado, sale corriendo hacia su habitación y se encierra en ella. Al fin Bernarda consigue abrir la puerta con un martillo y La Poncia encuentra a la hija menor muerta, Adela se ha suicidado. Temas: Hay varios temas que giran en torno a esta gran obra del siglo XX:
Rasgos estilísticos y lingüísticos: Los rasgos estilísticos y lingüísticos son los propios del lenguaje teatral:
Sus variaciones son significativas: se produce un movimiento hacia el interior de la casa, un alejamiento del mundo exterior, hay una degradación de la blancura y la luminosidad se pierde poco a poco: de la luz del mediodía a la oscuridad de la noche. Este movimiento hacia el interior y esta pérdida de color y de luz son símbolo del aislamiento de las mujeres. Fuentes literarias:
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