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F. LAS ACTUACIONES PREVISTAS PARA LA COLABORACIÓN PERMANENTE CON LAS FAMILIASF.1. La necesidad de colaboración entre la familia y el maestro/a.Cuando se habla de la necesidad de que exista una relación constructiva y estable entre escuela y familia, se pone de relieve la conveniencia, primero, del conocimiento mutuo y, segundo de la posibilidad de compartir ciertos criterios educativos capaces de limar esas discrepancias, que pueden ser entorpecedoras para el niño/a. Hay muchas variables que inciden en la proximidad de la perspectiva educadora de una familia y una escuela: valores que comparten, si han podido escoger el centro en función de sus expectativas, grado en que las escuelas se abran hacia fuera y se muestren tal y como son. En este sentido la Orden 3960/2007 destaca que: “Los centros cooperarán estrechamente con las familias generando cauces de participación y colaboración mutua y harán explícitas las actuaciones previstas para favorecer su participación en el proceso educativo de sus hijos.” F.1.1. Fundamentación: la colaboración e implicación de las familiasLa familia y la escuela comparten un objetivo común: Ambas agencias de socialización tienen como finalidad la formación integral y armónica del niño/a y aportan los referentes que les permitirán integrarse de forma competente en la sociedad. Los principales contextos educativos: familia y escuela, tienen semejanzas y diferencias. Algunos objetivos educativos diferentes, determinadas responsabilidades distintas. No obstante, es necesario concretar el objetivo general de compartir la acción educativa entre la familia y el Equipo Docente en algunos ámbitos más específicos:
La coherencia y continuidad entre la acción familiar y escolar es un supuesto necesario para cualquier etapa educativa pero, sin duda, debe expresarse de manera más intensa en la Educación Infantil; autoras como Maite Oller (2007) señalan que los contenidos de aprendizaje son prácticamente los mismos en los dos contextos: socialización, autonomía, comunicación y relación.
La participación de los padres en la vida escolar parece tener repercusiones tales como: mayor autoestima de los niños; mejor rendimiento escolar; mejores relaciones padres-hijos y actitudes más positivas de los padres hacia la escuela. Los efectos se repercuten incluso en los mismos maestros/as, ya que los padres consideran que los más competentes son aquellos que trabajan con la familia (Pineau, 2001). F.1.2. Relaciones formales e informales con el equipo docenteTradicionalmente se utilizan dos vías:
Forman parte de los órganos de gobierno colegiados, el Consejo Escolar, las Asociaciones de Madres, Padres y Alumnos, en adelante AMPAS y de las Comisiones de trabajo. En relación a las AMPAS, la participación y colaboración de las familias permite el intercambio de sugerencias y expectativas en beneficio de los niños/as (actividades extraescolares, información sobre recursos didácticos que emplea, etc.
Además para el intercambio de información en torno al niño, contamos con el contacto informal diario, entrevistas, cuestionarios, informes y notas informativas. En la medida en que los padres participen en estas actividades, los niños sentirán un mayor o menor conexión entre los dos agentes socializadores más importantes en esta etapa: familia y escuela y acabará con la sensación de que el espacio escolar es un espacio vetado para las familias. |