Clase 13. Currículum y contenidos de la enseñanza
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Tabla de contenidos
Presentación
Qué es el currículum
Los sentidos de "currículum"
Acerca de los contenidos
La selección de contenidos
La secuenciación de contenidos
La organización de contenidos
Prentación
Clase a cargo de Rebeca Anijovich 
Muy frecuentemente, frente a su tarea, el docente se plantea una serie de cuestiones que van a servirnos como apertura del tema que desarrollaremos en esta clase:
¿Me alcanza el tiempo para enseñar todo el programa?
¿Tengo que enseñar todo esto?
¿Enseño en extensión o en profundidad?
¿Para qué sirve, en realidad, enseñar este tema?
¿Me corresponde a mí enseñar este tema?
¿Este tema ¿no lo enseñaron ya en otra materia?
Teniendo en cuenta estas cuestiones probablemente conversadas en las salas de maestros y profesores, y planteadas de manera coloquial, trataremos, por un lado, de dar respuestas y, por otro, de abrir nuevos interrogantes. Para esto, pondremos en juego ideas que, de manera sistematizada, dan cuenta de las inquietudes que el trabajo docente impone respecto del currículum y la selección de contenidos.
Perspectivas sobre el conocimiento y el currículum
Formamos parte de una cultura en la que la educación y el conocimiento se relacionan estrechamente; más aún, cuando, en general, se entiende el concepto de educación como fuertemente ligado al de escolarización. Sin embargo, el carácter de la relación educación-conocimiento no es tan obvia, ya que, a lo largo de la historia, esta relación ha tenido como característica importante un constante dinamismo. El conocimiento no es inmutable, sino que, en tanto contenido epistémico socialmente disponible, lleva en sí una propensión al cambio.
El currículum, concepto que iremos definiendo a lo largo de esta clase, es una realidad muy bien asentada a través de comportamientos didácticos, políticos, administrativos, económicos, etcétera, detrás de los que se encubren muchos supuestos, teorías parciales, esquemas de realidad, creencias y valores que condicionan su teorización, así como la organización dinámica de los conocimientos disponibles para una sociedad en un momento determinado.
En muchos países las reformas educativas giran alrededor del currículum prescribiendo qué contenidos deben ser enseñados, y con qué enfoques y metodologías de enseñanza y de evaluación. Se trata, en realidad, de una construcción cultural organizadora de prácticas educativas y no de un concepto abstracto.
| Qué es el currículum
A lo largo de la historia, se fueron creando diferentes formas de socialización o especialización de la función educativa; por ejemplo, a través de las figuras del tutor y el preceptor o a través de la academia y la escuela. La escuela, constituida específicamente para atender y canalizar el proceso socializador, es, en los sistemas democráticos, el mecanismo obligatorio para amplias capas de la sociedad.
El problema del ideal pedagógico, es decir, el del hombre que ha de alcanzarse como resultado de la acción pedagógica y de la influencia de los factores histórico-sociales, sobresale como la cuestión decisiva que debe esclarecerse para dar sentido y orientación segura a la formación.
Cada época ha encarnado formas ideales en cuyo vértice más importante se encuentra el ideal de hombre, la imagen del hombre concreto a que apunta la voluntad histórica de la comunidad.
Este ideal no es una entidad abstracta, ni en lo individual ni en lo colectivo; por el contrario, se nutre de una realidad, de una sociedad determinada. Todas las sociedades, cualquiera sea su ideología, construyen un ideal de hombre.
Todas las consideraciones antedichas han tratado de plasmarse en la construcción y el diseño del currículum en los diferentes tiempos y espacios.
En efecto, las teorías sobre el currículum han evolucionado y cambiado, así como la práctica curricular, porque las ideas acerca de qué debe contener el currículum no son universales, sino el producto de la historia humana y social.
Desde el siglo XVIII, existen en relación con este tema dos posturas diferentes: una pretende centrar el currículum en materias indispensables -definidas, organizadas y jerarquizadas- y la otra propone hacer del sujeto de aprendizaje, de su experiencia, de sus necesidades y de sus motivaciones el modelo sobre el que se establecerán la cantidad y la calidad de los contenidos que se han de aprender.
El currículum alcanzó desarrollo conceptual en la primera mitad del siglo XX, impulsado por la expansión de la escolaridad de masas, la economía a gran escala propia de las sociedades industrializadas y las transformaciones políticas y sociales resultantes de esas dinámicas, así como por el desarrollo de las disciplinas científicas.
La idea de una teoría del currículum nació en 1918, año en que Franklin Bobbit, considerado el padre de la teoría curricular, formuló el primer tratado sobre el tema, al que llamó The Curriculum. En esta obra, Bobbit sostuvo la existencia de dos escuelas antagonistas en el pensamiento educativo: "Los que ven resultados puramente subjetivos, la mente enriquecida, las apreciaciones rápidas, las sensibilidades refinadas, la disciplina, la cultura. Para ellos, el fin de la educación es la habilidad de vivir, más que la habilidad de producir (...). Por otra parte, están los que sostienen que la educación consiste en atender, primero y conscientemente, a la acción práctica eficiente en un mundo práctico (...). En una época de eficiencia y economía, se buscará eliminar lo inútil (...)".
La esencia del planteo de este autor consiste en la búsqueda de una racionalización de la práctica escolar tendiente al logro de resultados de aprendizaje por parte de los alumnos. Éstos, según Bobbit, deben capacitarse para el desempeño efectivo de las actividades necesarias para la sociedad en un momento dado. Es decir, la práctica tiene que estar gobernada por un orden que asegure eficacia.
En la primera mitad del siglo XX, la pedagogía de John Dewey y la Nueva Escuela encuentran en las necesidades y las experiencias infantiles la fuente del currículum y conceptualizan a éste como aquello que abarca todo lo que sucede en la escuela. Al mismo tiempo, se conforma una "pedagogía industrial" que abreva en las fuentes de la sociedad industrial y de masas, y encuadra el currículum como una herramienta profesional.
La segunda mitad del siglo XX, aporta el enfoque disciplinar y la preocupación por los contenidos con, sobre todo, las ideas de Jerome Bruner y lo que se ha dado en llamar "movimiento conceptual-empirista"
Posteriormente, Philip Jackson y Michael Apple plantean un nuevo concepto: el currículum como regulador social.
Como autores que se centran en los problemas de la práctica para desarrollar los modos curriculares, se distinguen John Elliot, Lawrence Stenhouse y José Gimeno Sacristán. Stenhouse concibe el currículum como una manera de comunicar los principios esenciales de un proyecto educativo de forma tal que quede abierto a la crítica y pueda ser plasmado realmente en la práctica. Así entendido, el currículum es un puente entre los principios y la práctica e impone revisar los vínculos existentes entre estas dos dimensiones. Esta perspectiva difiere de la de los autores que intentan conseguir que la practica se adecue a la teoría.
Kearney y Cook definen el currículum como selección, organización y distribución del conocimiento expresados en un documento o plan educativo, elaborado por instancias centrales, nacionales, regionales o institucionales. Para estos autores, el currículum reúne "todas las experiencias que el estudiante lleva a cabo bajo la tutela de la escuela"
Hilda Taba, por su parte, parte de la idea de que la cultura y la sociedad brindan una guía para determinar los objetivos y para la selección de los contenidos, y de que el currículum debe ser construido de manera tal que represente una totalidad orgánica y no una estructura fragmentaria.
En la actualidad, César Coll plantea en Psicología y Currículum que, en cualquier contexto, las intenciones educativas son siempre contenidos (input), resultados (output) y actividades.
Como se ve, no existe una única definición del término "currículum". Existen diversas definiciones que reflejan los debates en torno del tema, así como la visión de un autor particular en un espacio y un tiempo determinados. Por lo tanto, abordar este asunto supone tener en cuenta la diversidad de tendencias, enfoques, paradigmas y concepciones existentes.
Rasgos definitorios del currículum
| Es una construcción histórica y social, que debe ser estudiada y comprendida como tal.
| Representa la forma en que una sociedad se enfrenta al problema de organizar un conjunto de prácticas educativas, poniendo en juego teorías, creencias y técnicas.
| Implica optar entre distintas parcelas de la realidad, es decir, supone una selección de la cultura que se ofrecerá a las nuevas generaciones.
| Sus fundamentos legitiman las prescripciones de la enseñanza, las cuales, a su vez, se fundan en razones políticas, epistemológicas y profesionales.
| El sustrato de pensamiento que le da sentido está conformado por las funciones de la escuela y los docentes con respecto a la sociedad, los alumnos y el conocimiento.
| Es estudiado por teorías íntimamente conectadas con otras de distintos niveles de complejidad y grados de interdisciplinariedad, para integrar sus diversas dimensiones.
| Las posiciones frente a él se agrupan en, por lo menos, dos grandes dimensiones:
| Las que relacionan teoría y práctica, para las cuales es un cuerpo de conocimientos que se desprende de las ciencias fundamentales.
Las que relacionan escuela y sociedad, para las que es una herramienta que ayuda a los individuos y a las instituciones educativas a satisfacer las necesidades sociales, por lo cual, reflejaría todos los conflictos de la historia social.
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