Algunos símbolos en la poesía de Machado
Siguiendo la tradición simbolista que le llega a través del Modernismo, Machado empleará en sus poemas como recurso primordial la técnica de aludir a las realidades que le interesan (la muerte, el tiempo, la soledad, etc...) mediante evocaciones de objetos, ideas o sensaciones. Eso son los símbolos. El problema que presentarán estos símbolos machadianos es que se prestarán a diferentes lecturas, a diferentes interpretaciones. A modo de guía (esto no es una ciencia exacta), te propongo un listado de motivos temáticos y de los símbolos con los que habitualmente alude Machado a ellos:
EL AGUA: inexorable fluir del tiempo.
LA FUENTE: el agua que brota, símbolo de anhelos, de ilusiones. Monotonía del vivir. Si aparece el agua quieta en la taza se evoca la muerte.
EL RÍO: transcurrir del tiempo / EL MAR: la muerte.
EL CAMINO: la vida en su devenir (transcurso), como peregrinaje y búsqueda.
EL CAMINANTE: el hombre que se busca a sí mismo o a Dios. Refleja la incertidumbre del destino humano porque no sabe qué hay al final del camino.
EL AIRE: libertad del hombre.
LA TIERRA (ARENA ): la realidad solitaria.
LA TARDE, EL CREPÚSCULO: momento propicio para la meditación; decaimiento,apagamiento, melancolía, nostalgia, expresión de la lucha entre la luz y las sombras; premonición de muerte.
LA CRIPTA, EL LABERINTO O LAS GALERÍAS: la búsqueda del mundo interno, del alma.
EL ESPEJO: el lugar donde se proyectan los recuerdos y los sueños.
LA COLMENA: la creación poética.
EL JARDÍN: la intimidad.
LAS ABEJAS: los poetas / LA MIEL: la esencia del pensamiento poético, la poesía.
LOS ÁRBOLES: presentan diferentes significados. Los naranjos y limoneros evocan la infancia. Los olivos y las encinas, la vida rutinaria, cotidiana, lo sencillo. Los álamos, el amor, la juventud plena. El olmo es un amigo, un confidente (también sugiere en un poema el milagro de la salvación). Los chopos traen la primavera.
Todos estos signos simbólicos se relacionan directa o indirectamente con el elemento fundamental que golpea con insistencia en los versos de Machado: el tiempo. La poesía, dice, es “palabra esencial en el tiempo”; es, añade, el diálogo de un hombre con su tiempo, con el tiempo de su existencia. El poeta ha de captar la esencia de las cosas (el misterio del hombre y del mundo) y expresar el transcurso del tiempo (el fluir de la vida).
Cuando mira la realidad exterior, Machado la empaña con su estado emocional, fusiona paisaje y alma.
Hay otros muchos símbolos: la noche, la luna, las estrellas, el viento, el fuego, el humo, el sol, la noria... Se diría que toda la realidad queda cargada de un sentido profundo gracias a esa fusión de vida interior y realidad exterior. |