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PROYECTO FIFA. PRESENTACION Toda situación de crecimiento, para que sea sustentable y se traduzca en desarrollo, entraña necesariamente un proceso de transformación. Los docentes debemos adaptarnos para asumir nuevos roles y responder a mayores compromisos en todas las áreas de competencia, en eficiencia, calidad y responsabilidad social. En este proceso de transformación, la capacitación es clave, ya que el crecimiento demanda mayor profesionalismo sea para superarnos en calidad, para optimizar los recursos o responder nuevos desafíos. Crecimiento, desarrollo, transformación, adaptación, compromiso, calidad, responsabilidad social, capacitación, profesionalismo, desafíos son conceptos que la actualidad de Salta necesita para responder a las nuevas demandas: inclusión social y desarrollo productivo sustentable. Este proyecto engloba la transformación de los niños, jóvenes y adultos de nuestra realidad y para ello debemos ofrecer algo nuevo, sustentado en la pasión de todos: el fútbol, pero con calidad, respeto, tolerancia y solidaridad, valores hoy en crisis. Rescatar y promover aportes de autores nuevos, incorporar nuevas miradas, como las de José Cantero, es un aliento fresco a un deporte o sociedad que pide a gritos, que reclama y que espera un avance hacia el futuro, pero recreando nuestro presente y analizando nuestro pasado. María Verónica Vargas Quintana. Autora del Proyecto. FUNDAMENTACIÓN. Las instituciones sociales, educativas, fundaciones, centros vecinales, gobierno, etc, deben valorar las posibilidades que brinda la lengua oral y escrita para expresar ideas, puntos de vista propios, conocimientos, sentimientos y emociones. Poner en juego la creatividad y la incorporación de recursos propios del discurso literario y características de los géneros, la formación como lector de literatura a partir de la frecuentación, exploración y disfrute de obras literarias de tradición oral y de autor y la socializacion de experiencias literarias es parte del cimiento para que los niños, jóvenes y adultos “jueguen” con las palabras y los sonidos ya que la lengua oral y escrita es el instrumento privilegiado para el aprendizaje y la ampliación cultural de los usuarios de lamisma. La lectura es un reto para toda la sociedad. Nos jugamos mucho en ello, pero también hay que ser conscientes de que ninguna sociedad hasta ahora había puesto el listón tan alto en la necesidad de formación de sus ciudadanos. Por eso se necesita la acción de todos, desde la promoción y la creación de infraestructura por parte del Estado, hasta la implementacion de las familias o la comunidad Tradicionalmente existe un divorcio entre la atención en la etapa primaria al uso d ela lectura de literatura (en parte por que no se sabe muy bien que debe enseñarse sobre literatura) y la preocupación en la ecuación por la enseñanza de las convenciones y los saberes contextuales: esto convierte a la literatura en un saber meramente escolar para la mayoría de los adolescentes y adultos, asi es necesario abordar otras estrategias; enseñar a leer y a disfrutar, ya que el cambio lleva a fijarse en la formación de lectores competentes para aboradar a los textos y no en la posesión de conocimientos sobre los autores, sobre la valoración que ha merecido históricamente la obra, etc., como un valor en sí mismo. Se pueden enseñar conocimientos, pero sólo se pueden formar o educar lectores. Las obras literarias escritas por José Cantero, son libros que pueden sostener a lo largo de la infancia, adolescencia y adultez, ya que permiten la idea de que “leer vale la pena”. La inclusión de valores positivos en esta obra arma al lector de herramientas que hacen ver al fútbol no solo como un medio para superar dificultades económicas o como hincha para ejercer situaciones de violencia sobre otros, sino como una expresión de sentimientos y emociones que sirven para unir y respetar reglas de convivencia social, tanto en ámbito escolar y familiar, además de agregarle un valor literario importante y único. Uno de los géneros más difíciles (es de abordar en el campo de la literatura infantil y juvenil quizá sea la poesía. Y no por falta de material. Abundan las expresiones en el sector folclórico, en el de los autores que, por una necesidad afectiva, se vuelcan al mundo de la infancia y en el de aquellos que, sin proponérselo, atraen a niños y jóvenes. Sin embargo, pese a la fuerza emocional, a la sugerencia, al ritmo y a las sonoridades, la poesía en la escuela no ocupa el lugar que merece. Salvo excepciones, solo se recurre a ella para cumplir con exigencias programáticas y la selección, a menudo, no suele ser muy feliz. No nos dejemos avasallar por criterios excesivamente utilitarios. Relagar la poesía es matar la ilusión. Y la poesía no es ajena al niño. Recién nacido le llega de labios de su madre, cualquiera sea su extracción social. ¿qué mujer no mece a su hijo con una canción de cuna? En la edad de los juegos, ¿Quién no repite, con el deleite del que ha descubierto el efecto auditivo de la palabra, los estribillos tradicionales? La poesía gusta al niño por que la memoria casi sin darse cuenta, gracias a la rima, al ritmo, a la cadencia. Mientras el niño recita – dice Martha Salotti – se asombra al oírse modelar los versos con su voz; se mira a sí mismo; se escucha como ungido por un poder misterioso, eso no es canto ni se habla; y se asombra al comprender que ha sido él mismo quien ha pronunciado esos sonidos, de los que nunca se creyó capaz. Y tiene aún la revelación de otro prodigio en él: el recuerdo. Salotti, Martha. La poesía también gusta al adolescente, aunque no siempre lo reconozca, por que se identifica afectivamente con el poeta más cercano a su sentir o a sus rebeldías. No obstante cursados los primeros grados, se va perdiendo y se la encara como si perteneciese a un pasado lejano que nada tiene que ver con nuestro vertiginoso presente. ¿Por qué la escuela no puede ser el lugar donde se la goce? Selección basada en los intereses de los educandos y métodos que la presenten, no como algo exterior y obligatorio, sino como algo que coincide con los mundos propios, son los caminos más aconsejables. Poesía tradicional o poesía de autoría reconocida, una y otra pueden llegar a construir para los alumnos una fuente de deleite, de emoción y de fantasía, una ocasión de encuentro con la palabra bella y la educación del gusto a través del interés. Nada más conveniente que crear una atmósfera favorable y luego, leer el poema en voz alta, sin caer en estereotipos y sin olvidar que, además de contenido, es rima, cadencia, acentuación. Un modo especial de expresarse, una lectura diferente que niños y jóvenes tienen que descubrir. Hallazgo que difiere de una persona a otra. No todos reaccionan del mismo modo. Mientras algunos se emocionan y disfrutan, los hay impasibles. Estas distintas apreciaciones no deben desanimar al docente pues responden a diferencias de tipo psíquico y social. Aunque indudablemente, también influyen los motivos elegidos para una mayor o menor aceptación. Esta lectura diferente, desde el momento que se basa en el carácter oral de la poesía, exige del lector dominio respiratorio, articulación clara y equilibrio de los ritmos sintáctico, métrico y semántico. Requisitos que conducen a la adecuada tonalidad del texto y a la capacitación del sentido. A la lectura sucede la memorización. Memorización que se orienta del todo a las partes y como una necesidad individual y grupal. De ningún modo debe encararse como un ejercicio mecánico o de rutina. Cuando el poema satisface las apetencias afectivas, cuando lingüísticamente provoca el goce, se repite con espontaneidad. En síntesis consideramos propicio:
OBJETIVOS.
ACTIVIDADES. “Si durante siglos no se pensó siquiera en dotar a los niños de trajes adecuados, ¿cómo se pensaría en brindarles buenos libros?”. Paul Hazard. Los libros, los niños y los hombres. “Para enseñar a leer se emplean métodos que no solo ocultan por completo al amplio universo al que da acceso a la capacidad de lectura, sino que además impiden al niño adivinar que este mundo exista”. Bruno Bettelheim – Keren Zelan Aprender a leer La literatura infantil y juvenil se concreta en una situación didáctica en la que sus elementos deben conjuntarse armónicamente. “Los niños ingresan a la escuela con determinadas actitudes hacia los libros y la lectura. Actitudes que van desde la expectativa a la indiferencia, del entusiasmo al miedo. Una vez dentro del sistema el alumno puede llegar a ser un lector conuna lectura totalizadora, ávido de nuevas expectativas o un lector corriente a quien le basta una lectura utilitaria que sólo le permite comunicarse o un lector con un mecanismo con escasa o ninguna comprensión. Ejemplos que confirman la aseveración de Jacqueline Cimaz no nacemos como lectores, nos hacemos lectores.” La lectura y escritura son consideradas, a menudo, más como un instrumento que como un valor. Todas las personas alfabetizadas, a diario, practican innumerables actos de lectura y escritura. ¿Cuántas de ellas leen libros? ¿ Cuantas de ellas lo hacen intensivamente y con placer?. Las respuestas se ligan a las primeras instituciones en las que se desenvuelve la vida infantil. El siglo XX caracterizado por la rapidez y la variedad de acontecimientos (guerras, revoluciones, cambios sociales y de mentalidad) afianza la idea de la exigencia en cuanto a la alfabetización y propicia el surgimiento del libro para la niñez y el consumidor infantil. Ha surgido un nuevo consumidor y con él una nueva industria. Autores y publicaciones se multiplican y alcanzan cifras elevadísimas, numerosas editoriales dedican parte de su producción a la niñez. Las tiradas aumentan considerablemente y en consecuencia la posibilidad de que el libro se difunda más, aunque cantidad no implica calidad. El material existente, a raíz de la campañas de promoción y de las Ferias del libro, está más cerca del niño que en otros tiempos. Pero ¿llega a los niños? Y en el supuesto caso que la respuesta fuera afirmativa, estos niños, ¿qué tipo de lectura practican? Nuestra época impone una democratización del libro con libros para todos y una lectura en diversos niveles. Adquirir el mecanismo no es leer. Leer implica comprensión, crítica, creatividad, una práctica como dice Marc Soriano, “integrada a la personalidad del lector”. Una práctica imprescindible en una sociedad que exige un continuo aprendizaje. En consecuencia, una lectura de tales características no puede desentenderse de los libros infantiles y juveniles. Así las actividades planteadas en este proyecto están basadas sobre distintos valores y alternativas sobre el mundo a transmitir a través de un estilo atrayente que promueven en los lectores infantiles y adolescentes la formación de ideas propias, el fortalecimiento del yo, las actitudes reflexivas, críticas y creadores, la sensibilización ante los problemas humanos, el deleite ante la palabra y sus posibilidades creadoras. Valores que niños y jóvenes incorporan cuando se ofrecen indirectamente sin imposiciones autoritarias y como una propuesta a la reflexión y a la creatividad. Cada grupo de niños y jóvenes exige conocimiento, comprensión, afecto. Cuanto más conozcamos y apreciamos a nuestros niños y jóvenes, más cerca estaremos de las lecturas que apetecen. Un libro actual o clásico cobra vida y adquiere vigencia entre ellos en la medida en que responde a sus expectativas y requerimientos. Esta es una propuesta abierta, flexible y se pueden modificar en base al grupo de niños y adolescentes que trabajen los libros: PROPUESTA DE ACTIVIDADES. Antes de la lectura… (Experiencia y conocimientos previos).
Durante la lectura….
Después de la lectura…
BIBLIOGRAFÍA.
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